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lunes, 12 de mayo de 2014

Viena (XIII) - La catedral de San Esteban - Iglesia de los Agustinos

La catedral de San Esteban 

(En alemán Domkirche St. Stephan, abreviado popularmente como Stephansdom) es la iglesia principal de la archidiócesis de Viena (Austria) y la sede de su arzobispo. Está situada en la plaza de San Esteban (Stephansplatz), en pleno centro de la capital austríaca. La obra fue iniciada por Rodolfo IV de Austria y se levanta sobre las ruinas de dos iglesias anteriores, siendo la primera de ellas una parroquia consagrada en 1147. El edificio experimentó también varias reformas y ampliaciones a lo largo de su historia, siguiendo distintos estilos artísticos. Es el símbolo religioso más importante de Viena y ha sido testigo de multitud de eventos de la historia de Austria.


En el exterior del edificio se pueden observar el tejado, las dos torres campanario —la Sur y la Norte— y los pórticos de entrada al templo: el de los Cantores, el de las Torres, el del Obispo y el Gigante. La campana Pummerín es una versión reconstruida de la primitiva, que fue dañada por un incendio.


El interior de la catedral consta de tres naves y numerosos altares; cada uno de ellos alberga una variada cantidad de objetos y obras de arte que fueron recibiendo mediante donaciones de diferentes personalidades. Como en todo templo, antiguamente se realizaban entierros bajo sus suelos, por lo que el lugar conserva los sepulcros de varios nobles del país.



El púlpito
Se descubrió que no es obra de Anton Pilgram, como se creía, sino que es de finales del siglo XV (anterior a 1480). Está conformado por tres bloques de piedra arenisca, pudiéndose apreciar las junturas con facilidad. La tribuna de este púlpito nace de su base como una flor estilizada. Los pétalos vendrían a ser los cuatro iconos de los Padres de la Iglesia. El pilar mayor central representa el día domingo; día en el que se predicaba desde aquí. Hay doce figuras medianas que representan los doce Apóstoles. Las restantes iconografías son figuras de venerados santos y patrones de los oficios.

En el denominado "Mirón" se encuentra la figura de un maestro de púlpito anónimo que seguramente pertenecería al círculo de Niclaes Gerhaert van Leyden. La escuadra y el compás lo acreditan como constructor, la vestimenta y pelo como ciudadano libre.

"Mirón"
El tejado
Tiene la función de unir las diferentes partes de la catedral: fachada oeste, capillas de doble planta, naves y coro, y simultáneamente conecta la iglesia con la torre sur. Sus dimensiones son de 37,85 m sobre la nave central y 25,30 m sobre el coro, con una longitud de 110 m. Su anchura es de 35 m, y tiene una pendiente de 64º que en los puntos más extremos llega a ochenta grados. El rápido desagüe del agua de lluvia produce su autolavado.

Para su reconstrucción se emplearon 605 toneladas de acero provenientes de Pastorna (Chequia), sustituyendo los tres mil troncos de la cubierta gótica destruida en el incendio de 1945. Estos 3.000 troncos equivaldrían a un bosque de 1,5 km². El tejado actual se compone de 230.000 tejas esmaltadas de varios colores, con un peso unitario de 2,5 kg. Una fila con todas las tejas de la cubierta mediría 51 km. Dos clavos de cobre incrustados en argamasa las sujetan a los cabrios. Las tejas se colocaron formando un dibujo de diez colores en zigzag, interrumpido por una franja de rombos. Al sur del tejado del Coro Albertino se observan el escudo del Imperio austríaco, fechado en 1831, y el monograma F I (Francisco I). Al norte figuran los escudos de la ciudad de Viena y de la Segunda República, fechados en 1950.





Iglesia de los Agustinos
En 1854 tuvo lugar la boda del emperador Francisco José y Sisí en la antigua iglesia parroquial de la corte – hoy muy solicitada por su música sacra. En nuestros días resuenan con regularidad las grandes misas de Mozart, Haydn y Schubert durante las ceremoniosas misas en la iglesia de los Agustinos.

En la iglesia parroquial San Agustín, situada en el lado oeste del Palacio Imperial, tuvieron lugar numerosos enlaces matrimoniales de la casa imperial: aquí se casó en 1736 la emperatriz María Teresa con Francisco Esteban von Lothringen, en 1854 desposó el emperador Francisco José I a Sisí, el príncipe heredero Rodolfo en 1881 a la princesa Estefanía e incluso el emperador francés Napoleón a María Luisa en 1810.



La iglesia construida entre 1330 y 1339 era el punto de salida de la casa imperial para las peregrinaciones y procesiones así como para las honras fúnebres. Hay que destacar el cenotafio de la archiduquesa María Cristina de Antonio Canova, una obra maestra de arquitectura clasicista, hecha de mármol blanco de Carrara (erigida entre 1798 y 1805) que refleja la gran tristeza del viudo.



En la capilla de San Jorge gótica (construida en 1337, entrada por la capilla de Loreto) se solían encontrar antiguamente los caballeros de San Jorge. Además está instalada en la capilla de Loreto la llamada Cripta de los corazones, donde conservan 54 corazones de Habsburgos en urnas de plata.



Cripta de los corazones de los Habsburgo
Los dos órganos confieren a la iglesia de los Agustinos gran prestigio en el mundo de la música desde tiempos inmemoriales. Aquí no sólo dirigió Franz Schubert su Misa en fa mayor, sino también estrenó Anton Bruckner su Misa en fa menor.
Cenotafio de la archiduquesa María Cristina
Historia
El encargo de este gran cenotafio se debe a Alberto de Sajonia-Teschen, a la muerte de su esposa María Cristina, en 1798. El objetivo de este trabajo es rendir homenaje a la memoria de esta mujer y a sus muchas virtudes.
El trabajo de construcción del monumento se llevó a cabo en varias etapas durante siete años, finalizando en septiembre de 1805. Canova utilizó para el proyecto unos bocetos que tenía realizados para un monumento fúnebre a Tiziano Vecellio para la Basilica de Santa María dei Frari en Venecia, que nunca se llegó a construir.



Descripción
El monumento fúnebre de María Cristina de Austria se considera por Giulio Carlo Argan como el parelelo literario de Dei Sepolcri de Ugo Foscolo, para unirse a la poesía neoclásica, en la que es siempre el tema central el de la muerte.

La obra escultórica se muestra como una gran pirámide blanca abierta en el centro por una oscura abertura, hacia la cual se dirige una triste procesión. Presenta la rigidez que caracteriza la nueva dirección artística de la escultura funeraria, dejando el movimiento en esta tradición del barroco realizado por Gian Lorenzo Bernini.
La pirámide de mármol, tiene sobre la entrada marcada por dos jambas en pendiente y un dintel con la inscripción uxorio optimae Albertus («Alberto a su excelente esposa») y presenta en la parte superior un medallón en relieve con el retrato de María Cristina, con el apoyo de la personificación «La felicidad», acompañados de un angelote en la izquierda: este elemento es el sustituto neoclásico de la estatua visible del difunto en los monumentos barroco.
La procesión sale de la parte izquierda por una escalera, todos los personajes están marcados por una expresión triste y la cabeza hacia abajo: la personificación de la «Virtud» sostiene la urna de las cenizas tras dos niñas, la «Caridad» acompaña bajo su brazo a un anciano ciego, que se sostiene con un palo. La procesión es seguida por toda la estela de una alfombra drapeada, que acompaña hasta la oscuridad del vacío interno, símbolo del mundo de los muertos, para subrayar la continuidad entre la vida y la muerte.
A la derecha, dos figuras durmientes, un león, símbolo de la «Fortaleza», otra virtud de María Cristina, y, apoyado en su espalda, un genio alado con suaves curvas. Representa a υπνος (que en griego significa "sueño"). En la mitología griega, υπνος es hermano de θανατος (que en griego significa "muerte"). Esto indica que la muerte es vista como un sueño eterno.




María Cristina de Habsburgo-Lorena 
(Viena; 13 de mayo de 1742 - viena; 24 de junio de 1798), Archiduquesa de Austria, fue la cuarta, pero la segunda hija sobreviviente de María Teresa I de Austria y Francisco I del Sacro Imperio Romano Germánico. Gobernadora de los Países Bajos. Casada con Alberto de Sajonia-Teschen, duque de Teschen y Virrey de Hungría.



Era la favorita de su madre con quien compartía el mismo día de cumpleaños. Cristina era muy inteligente y hermosa, y tenía grandes dotes artísticas. La parcialidad cariñosa que la emperatriz le mostró causó intensos celos en sus hermanos y hermanas, especialmente en el emperador José II. Su primera esposa, Isabel de Parma, se convirtió en su mejor amiga, y nombró a su segunda hija como ella.

Los hermanos de Maria Cristina, especialmente sus hermanas, nunca se reconciliaron con ella, incluso después de la muerte de su madre. Los problemas de carácter de Cristina además del hondo resentimiento creado por María Teresa, dio como resultado que tras una discusión nunca más volviera a tener contacto con su hermana María Amelia. La Reina María Antonieta, su hermana menor, la ignoró cuando visitó Francia, y en su estadía en Versalles fue tratada como cualquier otra visita de Estado. A su vez, cuando se le informó a María Cristina que María Antonieta había sido guillotinada en 1793 dijo simplemente y a sangre fría que su hermana nunca debió haberse casado.


Autorretrato 
Antonio Canova 
(Possagno, 1 de noviembre de 1757 - Venecia, 13 de octubre de 1822) fue un escultor y pintor italiano del Neoclasicismo.
Su estilo estuvo inspirado en gran medida en el arte de la Antigua Grecia y sus obras fueron comparadas por sus contemporáneos con la mejor producción de la antigüedad, fue considerado el mejor escultor europeo desde Bernini.


Su contribución en la consolidación del arte neoclásico sólo se compara a la del teórico Johann Joachim Winckelmann y a la del pintor Jacques-Louis David, aunque también fue sensible a la influencia del romanticismo. No tuvo discípulos directos, pero influyó en la escultura de toda Europa sobre su generación, manteniéndose como una referencia durante todo el siglo XIX, especialmente entre los escultores de la comunidad académica. Con el auge de la estética del arte moderno cayó en el olvido, pero su posición de prestigio se reanudó a partir de mediados del siglo XX. 

También mantuvo un interés continuo en la investigación arqueológica, era un coleccionista de antigüedades y se esforzó para evitar que el arte italiano, antiguo o moderno, se dispersara por otras colecciones del mundo. Considerado por sus contemporáneos tanto como un modelo de excelencia artística como de conducta personal, desenvolvió importantes actividades en beneficio y apoyo de los artistas jóvenes. Fue director de la Academia de San Lucas de Roma e inspector general de Antigüedades y Bellas Artes de los Estados Pontificios, recibió varios premios y fue ennoblecido por el papa Pío VII quien le otorgó el título de marqués de Ischia.

El cenotafio de Canova en Venecia

Magdalena penitente (1794-1796). Palazzo Doria-Tursi, Génova.
Retrato alegórico de Paulina Bonaparte
Vista frontal de Venus victoriosa.


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