(24 de enero de 1712 – Potsdam, 17 de agosto de 1786) fue el tercer rey de Prusia y uno de los máximos representantes del Despotismo ilustrado del siglo XVIII. Perteneció a la Casa Hohenzollern; fue hijo de Federico Guillermo I y Sofía Dorotea de Hannover.
Federico II el Grande de Hohenzollern por Antoine Pesne. |
Federico II murió sin dejar herederos, y le sucedió en el trono su sobrino Federico Guillermo II, hijo de su hermano menor. Federico II, es conocido por varios apodos, tales como; "el rey filósofo", "el rey músico"; pues fue un compositor y flautista nato, "el rey masón" o, "el viejo Fritz" (en alemán: "der Alte Fritz"); siendo la última palabra un acortamiento de su propio nombre. Llamado "El Grande", tras sus grandes hazañas militares (sobre todo durante la Guerra de los siete años 1756-1763), que convirtió a Prusia en una máquina de guerra, con lo que se duplicaron los territorios del reino.
Crecimiento de Prusia y Brandemburgo entre 1600 y 1795. |
Durante su largo reinado (1740–1786) se convirtió en exponente del despotismo ilustrado, introduciendo algunas reformas inspiradas en esta corriente. Impulsó la codificación del Derecho prusiano, según el principio de que la ley debía proteger a los más débiles: abolición de la tortura, independencia judicial. Fomentó la colonización a base de inmigrantes procedentes de las zonas más despobladas y atrasadas del reino. Practicó el proteccionismo aduanero para su industria. En sus campañas militares, destacó por su gran capacidad y visión, táctica y estratégica, tanto que es considerado como uno de los mayores genios militares de toda la Historia, siendo comparado con Alejandro Magno, Julio César o Napoleón.
Batalla de Hohenfriedberg, Ataque de la Infantería Prusiana, por Carl Röchling. |
Existen sospechas fundadas sobre la homosexualidad de Federico II el Grande, pero ningún dato definitivo. Aparte del episodio de su fuga y la muerte del teniente Hans Hermann von Katte, el mejor amigo de Federico y quizás su amante, por asistirlo en sus planes, existen otros indicios que parecen confirmar su homosexualidad.
Su matrimonio con Isabel Cristina de Brunswick-Bevern por imposición paterna, de la que no tuvo hijos y a la que desterró a un castillo remoto tras subir al trono. En general, Federico tenía una opinión muy pobre de las mujeres, aunque él mismo levantara rumores sobre sus amantes femeninas y su vida disoluta. Existen dos teorías sobre este comportamiento: la primera es que el rey era homosexual, teoría defendida y difundida por Voltaire, y la segunda dice que el rey era impotente, ya que habría sufrido una operación de la que no se tienen más datos, tal como afirma el médico suizo Johann Georg Zimmermann, que trató brevemente al rey. Voltaire, antes de su huida de Sanssouci en 1752, había sido un gran amigo de Federico e incluso pasó dos años en Berlín en la corte. A su vuelta a París, Voltaire se permitió algunos comentarios escandalosos sobre la vida del Rey, llamándolo una «amable ramera» que se divertía con pajes y cadetes, con los que realizaba la «segunda» función debido a su falta de aparatura.
Mancomunidad de Polonia-Lituania tras la Primera Partición (1772) |
Federico supervisa la labor de sus funcionarios y les exige el estricto cumplimiento de su deber. Durante su reino aparecen nuevos métodos agrícolas e industriales. Se desecan marismas, que proporcionan nuevas tierras para el cultivo y la colonización. En 1747 promulga un código legislativo, al que se le llama Código de Federico.
El gran desarrollo de la industria prusiana y un fuerte incremento poblacional hacen pasar al país de 2,5 millones de habitantes al comienzo de su gobierno a 6 millones al final. Dota a Prusia de un formidable ejército de 200 mil hombres, perfectamente adiestrados y equipados, que sabe utilizar en el momento oportuno; además de redactar él mismo las Ordenanzas para la milicia. Funda en 1765, en Berlín, el Banco Real, que establece filiales en todo el reino. La creación de una Federación de príncipes demuestra su eficacia al finalizar la amistad con Rusia, ya que Austria no logra beneficiarse del esperado debilitamiento prusiano; lo que sirve de base fundamental al papel central de Prusia en Europa a finales del siglo XIX.
Niega que la monarquía se la da por derecho divino y es un gran protector de la ciencia y de la cultura; a las que impregna de influencias francesas: refunda la Academia de Ciencias prusiana, apoya a escritores y artistas y sanciona la obligatoriedad de la enseñanza primaria. Sin embargo, no elimina la servidumbre para no debilitar a la nobleza, que constituye la casta dominante que hace funcionar eficazmente la administración y el ejército. En el Palacio de Sanssouci en Potsdam, Federico tiene su corte, que la mantiene de forma austera, donde recibe a Voltaire y Johann Sebastian Bach. Rechaza la cultura alemana, habla francés en la corte, es flautista y escribe obras para este instrumento. También es escritor; uno de sus escritos más relevantes es Historia de mi tiempo, uno de sus mejores trabajos en su género. Escribe versos y ensayos; sus obras se las publica en 30 volúmenes entre 1846 y 1857.
La corte del rey Federico junto al duque Hermman von Fernand y Voltaire. |
Últimos años
En 1785, Federico II firma un tratado de amistad y comercio con los Estados Unidos de América, el reconocimiento de la independencia de la nueva nación. El acuerdo incluye una cláusula novedosa, en el que los dos líderes de los poderes ejecutivos de ambos países garantizan un especial trato humano en la detención de los prisioneros de guerra. Cerca del final de su vida Federico vuelve cada vez más solitario. Su círculo de amigos en Sanssouci muere poco a poco y sin reemplazos, y Federico se convierte cada vez más en alguien crítico y arbitrario, por la frustración de la administración pública y su cuerpo de oficiales. La población de Berlín siempre anima al rey, cuando regresa a la ciudad desde giras provinciales o revistas militares, pero Federico no disfruta del placer de ser popular entre la gente común, ya que prefiere la compañía de sus mascotas, sus galgos italianos, a quien se refiere como sus " marqueses de Pompadour ", como una burla a la majestad de la realeza francesa. Federico muere en un sillón en su estudio en el palacio de Sanssouci el 17 de agosto de 1786.
La tumba de Federico en Sanssouci
Federico quiso ser enterrado junto a sus galgos en el viñedo de terraza en el lado del cuerpo de logis de Sanssouci. Su sobrino y sucesor, en su lugar, ordenó que su cuerpo fuese enterrado junto al de su padre en la iglesia de la guarnición de Potsdam. Cerca del final de la Segunda Guerra Mundial, Hitler ordenó que el ataúd de Frederick quedase ocultado en una mina de sal para protegerlo de la destrucción. El Ejército de los EE.UU. lo trasladó a la Burg Hohenzollern. Después de la reunificación alemana, el cuerpo fue sepultado en el Mausoleo de Kaiser Friedrich de Sanssouci Iglesia de la Paz. En el vigésimo quinto aniversario de su muerte, el 17 de agosto de 1991, el ataúd de Federico fue puesto en su propio estado en la corte de honor de Sanssouci, cubierto por una bandera de Prusia.
Isabel Cristina de Brunswick-Bevern
En 1785, Federico II firma un tratado de amistad y comercio con los Estados Unidos de América, el reconocimiento de la independencia de la nueva nación. El acuerdo incluye una cláusula novedosa, en el que los dos líderes de los poderes ejecutivos de ambos países garantizan un especial trato humano en la detención de los prisioneros de guerra. Cerca del final de su vida Federico vuelve cada vez más solitario. Su círculo de amigos en Sanssouci muere poco a poco y sin reemplazos, y Federico se convierte cada vez más en alguien crítico y arbitrario, por la frustración de la administración pública y su cuerpo de oficiales. La población de Berlín siempre anima al rey, cuando regresa a la ciudad desde giras provinciales o revistas militares, pero Federico no disfruta del placer de ser popular entre la gente común, ya que prefiere la compañía de sus mascotas, sus galgos italianos, a quien se refiere como sus " marqueses de Pompadour ", como una burla a la majestad de la realeza francesa. Federico muere en un sillón en su estudio en el palacio de Sanssouci el 17 de agosto de 1786.
La tumba de Federico en Sanssouci
Federico quiso ser enterrado junto a sus galgos en el viñedo de terraza en el lado del cuerpo de logis de Sanssouci. Su sobrino y sucesor, en su lugar, ordenó que su cuerpo fuese enterrado junto al de su padre en la iglesia de la guarnición de Potsdam. Cerca del final de la Segunda Guerra Mundial, Hitler ordenó que el ataúd de Frederick quedase ocultado en una mina de sal para protegerlo de la destrucción. El Ejército de los EE.UU. lo trasladó a la Burg Hohenzollern. Después de la reunificación alemana, el cuerpo fue sepultado en el Mausoleo de Kaiser Friedrich de Sanssouci Iglesia de la Paz. En el vigésimo quinto aniversario de su muerte, el 17 de agosto de 1991, el ataúd de Federico fue puesto en su propio estado en la corte de honor de Sanssouci, cubierto por una bandera de Prusia.
La tumba de Federico en Sanssouci. |
Lo escolta una guardia de honor de Bundeswehr.
Isabel Cristina de Brunswick-Bevern
(8 de noviembre de 1715 - 13 de enero 1797), fue reina consorte de Prusia, esposa del rey Federico II.
En 1733, el príncipe heredero Federico de Prusia, habiendo fracasado en su intento de huir del tiránico régimen de su padre, el rey Federico Guillermo I de Prusia, fue obligado a casarse con una hija del duque de Brunswick-Lüneburg.
El 12 de junio de 1733, se produjo el matrimonio de Isabel Cristina con el príncipe heredero Federico II de Prusia, en la propiedad de su padre en Salzdahlum. Después, se trasladó con su esposo a Neu-Ruppin y más tarde al palacio de Rheinsberg.
Debido a las circunstancias que rodearon sus esponsales, Federico quedó resentido respecto a su matrimonio desde el principio. El heredero ignoró casi completamente a Isabel y el matrimonio no tuvo ningún hijo. En 1740, el padre de Federico murió y éste le sucedió en el trono de Prusia como Federico II. A continuación, inició un proceso de separación en su matrimonio. Isabel comenzó a vivir separada de él, tomando su residencia en el Palacio Schönhausen, hoy en día en el norte de Berlín. Cabe mencionar que durante toda su vida, Federico no mostró ningún interés por las mujeres, y se tiene por cierto que fue debido a su condición de homosexual.
Isabel Cristina de Brunswick-Bevern |
Federico nunca acudió a visitar a su esposa y ella nunca fue invitada al palacio de su marido, Sanssouci, en Potsdam. La pareja se encontraba por lo general sólo en las reuniones familiares. En 1757-58 y nuevamente en 1760-63, las dos veces durante la Guerra de los siete años, Isabel fue obligada a huir de su residencia y mudarse a Magdeburg. En la primera de estas ocasiones, el matrimonio se reunió en Sanssouci por primera vez. En 1763, cuando Federico vio a su mujer después de seis años, sólo comentó: "La señora se ha convertido en grasa".
Isabel estaba interesada en la literatura. También escribió libros sobre moral y temas afines, en francés. Ella introdujo el cultivo de la seda en Prusia.
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