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lunes, 4 de mayo de 2015

Vasíli Vasílievich Vereschaguin - Pintor ruso (famosos por sus escenas de guerra) (Recomendado)

(Tcherepovets, 1842 - en el acorazado Petropavslovsk, 1904) Pintor ruso, famoso por sus escenas de guerra. Hijo de terrateniente de noble estirpe y de madre tártara, con ocho años fue enviado a Tzarkoie para ingresar en el cuerpo de cadetes del Zar. En 1853 ingresó en la Escuela de Guardiamarinas de San Petersburgo e hizo su primer viaje por mar en 1858.

Cogidos por sorpresa, 1868 // Es imposible de encuadrar en ningún movimiento dentro del arte ruso. No tiene ni maestros ni sucesores. En sus series Vereschaguin muestra la guerra (y la paz) en todo su terrible y natural esplendor.
Abandonó su prometedora carrera militar para dedicarse a la pintura; para ello ingresó en la escuela de Bellas Artes de San Petersburgo. Su éxito pictórico le sirvió, entre otras cosas, para reconciliarse con su familia, con la que dejó de tener contacto tras su decisión de abandonar su carrera militar. Pasó una etapa como profesor de dibujo en el Cáucaso y, con la ayuda de su familia, se trasladó en 1864 a París, donde fue discípulo de Gérome en la Escuela de Bellas Artes. Tuvo que volver al Cáucaso debido a su independencia artística y a su continua negativa de copiar a los clásicos.


Paseo por el río, 1900 // El famoso artista Vasili Vereschaguin. Entusiasta y filántropo, era un viajero irreprimible. Vivió en Moscú, en San Petersburgo, París, Munich, Tashkent y visitó Turquestán, el Caúcaso, Palestina, EEUU, Filipinas, Japón, Cuba...
En 1867 fue reclutado por el ejército y presenció por primera vez la crueldad de la guerra mientras servía a las órdenes del general Kauffman en la campaña contra los turcomanos. Los rusos tomaron la ciudad de Samarkanda, pero quedaron sitiados quinientos soldados, entre los que se encontraba el pintor, ante veinte mil turcomanos. En la batalla, que duró ocho días, Vereschaguin actuó como un verdadero militar y sus funciones le valieron la Cruz de San Jorge. Permaneció en Turquestán hasta que volvió a París para una exposición. Más tarde recibió el encargo de decorar tres de las salas de uno de los ministerios de San Petersburgo.


Parvis de la iglesia de Juan en Yaroslavl // Los años 60 del siglo XIX fueron años de formación para Vereschaguin, unos años en los que estuvo fuertemente influenciado por la ideología de la ilustración y la filosofía positiva. Fue en esa época en la que se formó su visión Weltanschaung del mundo: un materialismo incondicional, ateísta, un profundo interés por la ciencia, un deseo de conocimiento positivo, una hostilidad contra todo lo poseído por el estado y una creencia en la educación, en la civilización y el progreso.
Cuando la herencia de sus padres se hizo efectiva, fue dueño de una inmensa fortuna que le hizo cambiar totalmente de vida. Se trasladó en 1871 a Múnich, donde compró una mansión, y allí permaneció tres años trabajando con las notas y material recopilado durante sus viajes por el Turquestán y el Cáucaso. Luego siguió viajando, esta vez por la India, donde permaneció dos años reuniendo material sobre la conquista de los ingleses en esta región. La guerra ruso-turca le ofreció de nuevo otra oportunidad para documentarse sobre los horrores de la guerra. En esta campaña perdió a su hermano, lo que contribuyó a reforzar su talante pacifista. Regresó a París una vez firmada la paz.


Interior de San Juan el divino, Rostov Yaroslavl, 1888 // Vereschaguin percibía imágenes de claridad fotográfica que veía como algo análogo a la “evidencia” en las ciencias naturales y deliberadamente se esforzó por asegurarse de que sus pinturas no sufrían en la comparación con la fotografía. Así es como desarrolló su método de pintura, el único en su género en el arte ruso en la segunda mitad del siglo XIX, que de alguna manera parece competir con la misma credibilidad y objetividad de la naturaleza con su fijación mecánica.
De su obra se realizaron diversas exposiciones en Londres, Viena o Berlín, ciudad esta última donde tuvo una especial acogida por su tremendo realismo. Según algunos críticos de la época, lo que se mostraba era demasiado gráfico; el pueblo no tenía la necesidad de contemplar la barbarie de la guerra de un modo tan explícito. Se prohibió a los soldados que fueran a ninguna exposición del artista por motivos psicológicos.


Celebración, 1868 // La culminación de la serie de Turquestán es una serie de pinturas conocidas como “Los Bárbaros”. Consiste en siete pinturas (la idea original incluía nueve, pero dos quedaron inconclusas) sobre un tema común: la aniquilación trágica de un destacamento ruso rodeado y arrasado por tropas de Bujará.
Efectuó nuevamente viajes a Turquestán, India, Siria y Palestina, país donde recogió documentación para una serie de cuadros sobre el Nuevo Testamento. En esta época envió a Viena su obra Sagrada Familia, que fue calificada de blasfema; también fue tremendamente criticada, al año siguiente, su obra Resurrección, lo que provocó que el artista la destruyera. Protegido por el príncipe de Gales, futuro Eduardo VII, celebró una exposición donde exhibió las obras resultado de su viaje a la India. En 1893 expuso en Moscú algunas obras sobre la invasión de Napoleón en Rusia. Desde 1894 realizó otros viajes, esta vez a Arkángel, China y Port-Arthur.


Taj Majal, Agra, 1874 // Sin esperar que se cerrara la exposición en San Petersburgo o concluir las negociaciones sobre la venta de la serie de Turquestán, en abril de 1874 el artista dejó Rusia por India. Su viaje indio duró dos años. Vereschaguin vivió en Bombay, Agra, Deli y Jaipur, antes de hacer un viaje de tres meses por los Himalayas orientales a finales de 1874.
Su afán por representar la verdad acarreó muchos problemas al artista, que tuvo que romper y quemar algunos de sus cuadros por sentimientos patrióticos. Entre ellos se encuentra el titulado ¡Olvidado! que representa a un soldado ruso abandonado por sus compañeros en el campo de batalla. También publicó una Historia de la caricatura rusa.


Los perdedores: Un requiem // Dos de los lienzos son “Los Ganadores” y “Los Perdedores: Un requiem”, inspirados en las sangrientas batallas de Telish. Es significativo que casi ninguna de las obras de Vereschaguin describa escenas de batalla. Pinta los momentos justo antes o inmediatamente después de la batalla, el “aspecto sicológico” cotidiano de la guerra, como dijo Turgueniev. Un equivalente literario se podría encontrar en las obras de Tolstoi.
La mayoría de sus obras se encuentra en los museos Tretiakov de Moscú y Alejandro III de San Petersburgo. Pese a las críticas, hay que considerarle como uno de los artistas que mejor han sabido representar la historia rusa.

Ejecuciones en la India Británica
Santuarios en Jerusalén, 1870 // En Palestina realizó unos 50 bocetos, en su mayoría paisajes y monumentos para historias bíblicas, que Vereschaguin ni poetiza ni estiliza, sino que intenta retratar con absoluta precisión. Libre del sentimiento religioso pinta la Tierra Santa desde un punto de vista realista e histórico.
Napoleón y el mariscal Loriston, 1900 // En las “series napoleónicas”, Vereschaguin no solo pinto escenas de batalla, sino que descubre una nueva faceta como historiador y sicólogo. Le presta mucha más atención que antes a la creación del retrato sicológico.
 Dedicada a "todos los conquistadores, pasados, presentes y futuros"
El apoteosis de la guerra, 1871 // También escribió trabajos literarios: prosa autobiográfica, memorias, ensayos de viajes y artículos sobre arte y utilizó la prensa como medio de expresión. Sus artículos haciendo un llamamiento al cese de la guerra obtuvieron una especial resonancia. La autoridad de Vereschaguin como “luchador contra la guerra” era tal que fue candidato para el primer premio nobel de la paz, entregado en 1901.

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