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jueves, 10 de noviembre de 2016

(2) Los sonidos del románico - El monasterio de San Salvador de Leyre - LA PORTA SPECIOSA


El monasterio de San Salvador de Leyre, o simplemente monasterio de Leyre (en euskera Leire), es uno de los conjuntos monásticos más importantes de España por su relevancia histórica y arquitectónica. Entre los diferentes edificios que componen el conjunto existen ejemplares del románico muy destacados por pertenecer a un periodo muy temprano del mismo y por su excelente estado de conservación. El monasterio se ubica en el nordeste de la Comunidad Foral de Navarra, cerca del límite con Aragón.


Existen noticias documentadas sobre Leyre ya en el siglo IX. El monasterio tuvo una gran relevancia en la historia de reino de Pamplona-Nájera y posteriormente en el de Navarra, así como en la Reconquista. En él está ubicado el panteón en el que yacen los primeros monarcas del reino de Pamplona.


Leyre fue fundado como un monasterio benedictino, aunque posteriormente pasó a estar en manos de monjes cistercienses. En la actualidad, el conjunto monástico pertenece a la Comunidad Foral de Navarra, que lo ha cedido a sus primitivos moradores, la orden benedictina, para su cuidado y funcionamiento.


Dos son los elementos más relevantes del monasterio: por una parte, su privilegiada situación; por otra, las construcciones que lo componen, al ser algunas de ellas los ejemplares de románico más antiguos de Navarra. Así, en su iglesia, en particular en la cabecera y en la cripta, se aprecia un románico primitivo. El estado de conservación de estos edificios es muy bueno, aunque el mobiliario se ha perdido en el transcurso del tiempo.


La iglesia de San Salvador de Leyre constituye el elemento arquitectónico principal del monasterio. Mantiene partes de la construcción románica del siglo XI al siglo XII, como la cripta, los ábsides, la torre, la nave principal y el pórtico, conocido como Porta Speciosa, sobre las que se superponen elementos posteriores, como la bóveda gótica, el panteón de los reyes de Pamplona y una pequeña capilla, también gótica, que data de los siglos XIV y XV. Entre la imaginería destacan la imagen de santa María de Leyre, una talla de un Cristo muerto en la cruz del XIV y el retablo de santa Nunilo y santa Alodia, del XVII


En el lado septentrional de la nave, frente a la capilla de las santas Nunilo y Alodia, se encuentra el arcosolio que guarda el panteón de los primeros reyes del reino de Pamplona, precursor del reino de Navarra, cuyos restos se custodian en un arca neogótica de madera, decorada con adornos metálicos.

Don Felipe depositando una corona de flores ante el sepulcro.
Homenaje en Leyre a los Reyes de Navarra, con la presencia de Sus Majestades los Reyes (10-6-15)
En la urna se encuentran los restos de los reyes de Pamplona Íñigo Arista (852), García I Íñiguez (870) y Fortún Garcés «el Tuerto» (905).

La cripta de Leyre no es una cripta al uso. No llega a ser subterránea ni hay evidencias de que se haya destinado nunca a ser un lugar de enterramiento. Destaca por sus dimensiones y altura, así como por sus grandes capiteles, que se alzan sobre pequeñas columnas.
Fue construida para nivelar el terreno donde se alzaría la iglesia y servir como cimiento a la misma. Es de forma cuadrada siguiendo la forma de la cabecera del templo, por lo que dispone de tres ábsides circulares y cuatro naves iguales cubiertas por bóvedas de cañón. Una de ellas es más reciente que el resto, al estar en ese lugar la escalera que comunicaba la iglesia con la cripta. Se construyó en piedra caliza con cuarzo y hierro, lo que le ha dado una resistencia que le ha permitido su buen estado de conservación.
LA PORTA SPECIOSA

El vano de la portada se halla dividido en dos mediante parteluz formado por columna marmórea con su basa y capiteles decorados de la mano del citado Maestro Esteban. Sus caras aniñadas, mofletudas y alargadas en exceso, las vemos repetirse por muchos de los motivos escultóricos de la misma.
Recuerda la puerta de las Platerías.
El tímpano de la portada se decora con siete esculturas en relieve (perdida la del extremo sur). Centra el grupo la imagen del Salvador, a quien está dedicado el templo. Le acompañan la Virgen, San Pedro, San Juan y dos evangelistas.
Tres columnas a cada lado llevan capiteles decorados con cuadrúpedos, figuras humanas, entrelazados, estilizaciones de hojas y frutos y pájaros picándose las patas.
El ave simboliza el alma humana.
El investigador Francisco Iñiguez Iñiguez llegó a popularizar el símbolo que nos ocupa en este post identificándolo con el esfuerzo de las almas por liberarse de sus ataduras terrenales. Las patas son las que anclan al animal a la tierra y representan el vínculo con el mundo material; vínculo que hay que romper para elevarse a Dios. Sea así o de otra manera, lo cierto es que como pueden ver esta representación se generalizó, y hoy puede verse en multitud de templos románicos: en en monasterio de Leyre, en Uncastillo, en Santiago de Agüero, en Sos del Rey católico y según he podido saber, también en Pamplona, Navascués, Santo Domingo de la Calzada, Santa María de Sangüesa, Catalain, Armentia, Esparza de Galar, Murillo del Gállego o Castiliscar. Una amplia zona, si bien bastante conexa.
La mujer en cuclillas tirando de sus cabellos repite el modelo del capitel de la cripta del perdón en Sos del Rey Católico. Se repite en otros lugares de esta portada y llama la atención el aspecto infantil de sus rasgos.
Capitel de Sos del Rey Católico (Aragón)
La iglesia de San Esteban está situada junto al castillo. El conjunto está formado por la iglesia en sí, destinada al culto, la cripta y el claustro, que da acceso desde la calle que sube de la plaza de la villa, a la portada principal de la iglesia.
Las arquivoltas de esta portada están absolutamente plenas de decoración. Hay un verdadero "horror vacui" que hace difícil poder prestar atención a lo allí esculpido. De nuevo las figuras de mujeres en cuclillas tirándose del pelo, aves picoteándose las patas, fieras, leones, monstruos, máscaras... Probablemente de las pocas zonas libres de escultura sean los baquetones de dichas arquivoltas. En lo alto de la portada corre un friso escultórico, que se complementa con la decoración existente en las enjutas existentes bajo él.
Las dovelas de sus arquivoltas se hallan cuajadas de un muestrario variopinto de máscaras, músicos personajes, animales, monstruos en aparentemente desordenada sucesión y caos. Es probable que la observación de la misma pudiera haber sido fuente de inspiración para lo hecho en la enigmática portada de San Pedro de Echano.
Los sonidos del mal
LA PORTA SPECIOSA, se trata de una puerta parlante (como todas las románicas), con una función claramente educativa, porque a través de las figuras en la piedra representan a los pecados y los pecadores: gula, lujuria, etc., y el Arrepentimiento…
Una manera de transmitir al pueblo que acudía a misa, analfabeto, los males que les acechaban fuera de la fe, y fuera de la Iglesia. Una manera de invitar a entrar en la Casa del Señor, el refugio de todos esos males.Llama la atención la representación del Diablo

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