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miércoles, 28 de junio de 2017

(II) El surrealismo - Rabindranath Tagore

El surrealismo - El dadaísmo - El surrealismo al servicio de la revolución, pincha aqui

Rabindranath Tagore, en idioma bengalí, (Calcuta, 7 de mayo de 1861 - ibíd., 7 de agosto de 1941) fue un poeta bengalí, poeta filósofo del movimiento Brahmo Samaj (posteriormente convertido al hinduismo), artista, dramaturgo, músico, novelista y autor de canciones que fue premiado con el Premio Nobel de Literatura en 1913, convirtiéndose así en el primer laureado no europeo en obtener este reconocimiento.
Rabindranath Tagore c 1914.
Tagore revolucionó la literatura bengalí con obras tales como El hogar y el mundo y Gitanjali. Extendió el amplio arte bengalí con multitud de poemas, historias cortas, cartas, ensayos y pinturas. Fue también un sabio y reformador cultural que modernizó el arte bengalí desafiando las severas críticas que hasta entonces lo vinculaban a unas formas clasicistas. Dos de sus canciones son ahora los himnos nacionales de Bangladés e India: el Amar Shonar Bangla y el Jana-Gana-Mana. El de la India ha sido armonizado por el maestro Francisco Casanovas.
Tagore, quien desde muy pronto estuvo en contacto con la sociedad y la cultura europeas, «se convirtió a todos los efectos en uno de los observadores más lúcidos y en uno de los críticos más severos de la europeización de la India».
Tagore fue el menor de catorce hijos. De niño, vivió en una atmósfera de publicación de revistas literarias y de representaciones musicales y de teatro. De hecho, los Tagore de Jorasanko eran el centro de un extenso grupo social amante del arte. El hermano mayor de Tagore, Dwijendranath, era un respetado poeta y filósofo. Otro de los hermanos, Satyendranath, fue el primer miembro de etnia india admitido en el elitista y antiguamente formado solo por blancos Servicio civil indio. Además, otro hermano, Jyotirindranath Tagore, era un músico de talento, compositor y autor de obras. Entre sus hermanas, Swarna Kumari Devi se ganó fama como novelista por su propio derecho
En 1878, Tagore viajó a Brighton en Inglaterra para estudiar en una escuela pública. Más tarde, estudió en el University College de Londres. Sin embargo, no terminó sus estudios y dejó Inglaterra después de una estancia de un año. 

En el 9 de diciembre de 1883 Tagore se casó con Mrinalini Devi. La pareja tuvo dos hijos (Amir Tagore, Harun Tagore Ravat) y tres hijas, varios de los cuales murieron en sus primeros años.

En 1890 Tagore se marchó a gestionar las propiedades familiares en Shelaidaha, una región estuaria situada en el actual Bangladés, donde vivió en una casa-barco sobre el sistema tributario del río Padma. Trabajos de este periodo tales como Sonar Tari (1894), Chitra (1892) y Katha O Kahini (1900), terminaron de mostrarle como poeta. Además, estaba ganándose también una reputación como ensayista, escritor de obras y de historias cortas, reflejando la vida del pueblo que veía a su alrededor, haciéndole obtener considerables elogios.

Tagore en 1912 en Inglaterra
Durante un viaje frustrado al Perú, debe pasar el verano de 1924 en Argentina. La escritora Victoria Ocampo le dará alojamiento, visitándola frecuentemente en el actual museo Villa Ocampo.En 1925, viaja a Italia, luego a Suiza, Austria, Checoslovaquia, Hungría, Rumanía, Yugoslavia, Bulgaria y Grecia. Pasa a Egipto, salta a Rusia y Canadá, antes de volver a Inglaterra.En 1927, Tagore junto con dos compañeros se embarcó en un tour de cuatro meses por el sureste asiático, visitando lugares tales como Bali, Java, Kuala Lumpur, Malaca, Penang, Siam y Singapur. Los diarios de viaje que escribió durante este tiempo fueron recopilados en su obra Jatri.En abril de 1932 Tagore fue invitado a ser huésped del Sha iraní Mohammad Reza Pahlevi.
Monumento a la masacre de Amritsar.
La masacre de Amritsar, también conocida como la masacre del Jallianwala Bagh (‘Jardín Jallianwala’), fue una matanza ocurrida en la ciudad de Amritsar el 13 de abril de 1919, cuando soldados del Ejército Indio Británico al mando del general Reginald Dyer ametrallaron a una multitud de miles de hombres, mujeres y niños sijes, hinduistas y musulmanes desarmados, que estaban reunidos en el jardín de Jallianwala para el festival de Vaisakhi (Año Nuevo).
Mohammad Reza Pahlaví(Teherán, 26 de octubre de 1919-El Cairo, 27 de julio de 1980) fue sah de Irán desde el 16 de septiembre de 1941 hasta la Revolución islámica del 11 de febrero de 1979.
Ostentaba el tratamiento de Su Majestad Imperial y portaba los títulos de Shahanshah (‘Rey de Reyes’) y Aryamehr (‘Luz de los Arios’). Fue el segundo y último monarca de la dinastía Pahlaví y el último sah iraní.
Tagore escribió varias canciones apoyando el movimiento indio de independencia. Tras la masacre de Amritsar) en 1919, en señal de protesta, rechazó el título de caballero que anteriormente le había concedido la corona británica en 1915. Su sentimiento profundo era que la nación solamente podía ser despertada por medio de la educación para todas las personas. Estos puntos de vista se reflejaron en su escuela de Santiniketan.

A lo largo de su vida, Tagore mantuvo múltiples contactos con otros intelectuales de su tiempo.
Juan Ramón Jiménez y Zenobia Camprubí (ésta dominaba el inglés, por su familia bilingüe de Puerto Rico) empezaron a traducir a Tagore del inglés en 1915, con La luna nueva y El jardinero; y prosiguieron esa tarea abundantemente, tanto con su teatro y su poesía como con su prosa. Fue una verdadera recreación, que tuvo enorme eco en los escritores de lengua española de todo el mundo. Se sabe por el archivo de Juan Ramón Jiménez que hubo un proyecto de viaje de Tagore y su hijo en abril de 1921, con un recorrido por los alrededores de Madrid (o acaso Andalucía) y una fiesta en la Residencia de Estudiantes, con intervención de Federico García Lorca. Finalmente, el poeta se refugió en su Santineketan.

Tagore con Einstein en 1930 en Berlín.
Particularmente famoso fue el encuentro Tagore-Einstein que tuvo lugar en el hogar de Einstein en Kaputh (Berlín) el 14 de julio de 1930; la segunda parte de la conversación fue cuando Einstein visitó a Tagore en la casa de un amigo común, el Dr. Mendel. Discutieron sobre una amplia variedad de temas incluyendo la epistemología, ontología, teoría musical y creatividad.

Tagore en su paso por Buenos Aires en 1924.
En la formación de su pensamiento político fueron cruciales los diez años (1891-1901) que pasó viviendo en el campo bengalí, durante los cuales, como ha destacado el ensayista indio Pankaj Mishra, «quedó convencido para el resto de su vida de la superioridad moral de la civilización preindustrial sobre la cultura mecanizada moderna» y de que «la autorrealización de la India debía comenzar en sus aldeas». Estas ideas las expuso por primera vez en La civilización oriental y occidental, una obra publicada en 1901, precisamente el mismo año en que fundó la famosa escuela experimental de Santiniketan. En esta obra denunció a Occidente que «se alimenta de los recursos de otros pueblos, e intenta engullir la totalidad de su futuro».

Tagore veía la liberalización de la India dentro del contexto asiático y en 1902 escribió:
Cuanto más encarnizado se vuelve nuestro conflicto con el extranjero, mayor es nuestra ansia de comprendernos y realizarnos a nosotros mismos. Sabemos que no somos los únicos. El conflicto con Europa está despertando a toda la Asia civilizada. Hoy Asia está decidida a autorrealizarse de forma consciente, y a partir de ahí con energía. Ha comprendido: «conócete a ti mismo», ése es el camino a la libertad. La destrucción está en imitar a los demás.
Tagore en Japón en 1916
Por eso cuando en 1905 se conoció la victoria de Japón sobre Rusia en la guerra ruso-japonesa, Tagore, como otros intelectuales asiáticos, la celebró como una victoria de toda Asia y organizó un desfile con sus alumnos de la escuela de Santiniketan. Además escribió un poema de homenaje a Japón, en el que también hacía referencia a que el budismo había sido llevado allí desde la India:
Vestidos con túnicas de color azafrán, los Maestros de la religión [dharma]
fueron a vuestro país a enseñar.
Hoy acudimos a vuestra puerta como discípulos,
para aprender las enseñanzas de la acción [karma].
En su primera visita a Japón en 1916 afirmó durante la recepción oficial, a la que asistía el primer ministro japonés, que «el Nuevo Japón es tan sólo una imitación de Occidente», lo que no gustó a sus anfitriones sobre todo viniendo de un indio, «un pueblo derrotado». «La gente [en Japón] acepta esa esclavitud mental que lo invade todo con alegría y orgullo, debido a su deseo nervioso de convertirse en una máquina de poder, llamada Nación, y de emular a otras máquinas en su sofisticación colectiva», escribió. En su segunda visita, realizada en 1924, atacó de nuevo al nacionalismo, aduciendo como prueba la Primera Guerra Mundial en la que «la civilización materialista de Occidente, actuando de la mano de su fuerte nacionalismo, ha llegado al súmmum de la irracionalidad».

Tagore con Mahatma Gandhi y Kasturba Gandhi en Santiniketan en 1940.
Gracias a la popularidad que alcanzó tras la obtención del Premio Nobel de Literatura en 1913, Tagore se convirtió en la mayor celebridad de Oriente y en su portavoz —y en cierta forma también en su profeta debido al aspecto de sabio que le confería su cabello y su larga barba blanca y su túnica—, en un momento en que muy pocas voces provenientes de Asia se escuchaban en Occidente.
Tagore viajó por todo el mundo difundiendo su crítica a la civilización occidental —en Nueva York en 1930 ante una selecta audiencia, entre la que se encontraba el futuro presidente Franklin D. Roosevelt, dijo que «la era actual pertenece a Occidente» pero «ustedes han explotado a los indefensos, y humillado a los desventurados»—, pero paradójicamente donde encontró mayor oposición fue en dos países asiáticos, en Japón y en China.
En 1935 el poeta japonés Noguchi Yonejirō, viejo amigo suyo, le escribió para pedirle su apoyo a la guerra de Japón en China, una guerra de «Asia para Asia», destinada, según él, a «consolidar un gran nuevo mundo en el continente». Tagore le contestó que el concepto que tenía Noguchi de Asia iba a acabar «erigiéndose sobre una torre de cráneos» y que le deseaba «al pueblo japonés, al que amo, no éxito, sino remordimiento». Tres años después, Tagore escribía: «Somos un hatajo de gente desventurada, ¿de quién debemos tomar ejemplo? Los días de mirar a Japón se acabaron».

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