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miércoles, 11 de septiembre de 2019

(XXIII) Egipto, la tierra de las momias - Embalsamamiento - Hatshepsut - Seti I - Ramsés III - Reina Tiy- La momia más extraña y enigmática - Ramsés II

(XXII) Jan el-Jalili (el bazar antiguo de la ciudad de El Cairo) - Café El Fishawi, pincha aqui

Egipto, la tierra de las momias - Documental, pincha aqui
Incluso antes del descubrimiento de la tumba del rey Tutankamón, la fascinación que provocan las momias había captado la atención de millones de personas durante siglos. Gracias al cuidado con el que los egipcios preparaban a sus muertos para su viaje hacia la vida eterna, el Egipto moderno dispone de miles de vínculos notablemente tangibles y de valor incalculable con la historia de la humanidad. La 'momiamanía' ha dado lugar incluso a un mercado negro de reliquias, en el que se incluye la utilización de polvo de momia como cura para todo tipo de males, sin olvidar su uso como afrodisíaco. Durante una hora apasionante, examinaremos el proceso de momificación, los rituales y la exótica esencia de la espiritualidad egipcia.
Hatshepsut, reina-faraón de la dinastía XVIII de Egipto. Quinta gobernante de dicha dinastía, reinó de ca. 1490-1468 a. C
El nombre de Hatshepsut con el que se la reconoce hoy en día en principio era un título con el significado de "La primera de las nobles damas" o "la principal dama de la nobleza'', que también se presentaba en su forma completa de Hatshepsut Jenemetamón, esto es, "La primera de las nobles damas, unida a Amón".
Se ven perfectamente sus rasgos, manos, pies.Sus dientes...3000 años...
Nodriza de Hatshepsut, la dama SITRA. Cuando las encontraron, la reina estaba en medio de una gran cantidad de lienzos de lino, desnuda, calva y obesa.Una anciana de más de 60 años. Pensaron que era alguien sin importancia, a pesar de la postura de su brazo izquierdo, doblado en la posición típica de las reinas difuntas. 
Sus descubridores se limitaron a escribir de ella que "tenía pechos enormes que caían como péndulos"y la metieron en un ataúd de madera.
Mucho tiempo después,estudiando la identidad de 5 momias no identificadas se hicieron pruebas y tomaron imágenes con scaners...Se habían encontrado en los vasos canopos en el escondrijo de las momias reales el hígado momificado, los intestinos y un molar con una sola raíz que con toda certeza pertenecían a la reina Hatshepsut, que tenía que ser una de las 5 momias.

Un odontólogo forense determinó gracia a esa muela que la momia obesa era sin ninguna duda la reina-faraón HATSHEPSUT y la otra más joven la de su nodriza.
Momia de Seti I en el Museo Egipcio de El Cairo
​ Hijo de Ramsés I y Sitra, fue el segundo faraón de la dinastía XIX; gobernó unos quince años, de c. 1294 a 1279 a. C

La gran sacerdotisa MAATKARE, con una máscara sobre el rostro, tiene con ella la momia de un pequeño mono que encontraron a su lado

Ramsés III fue degollado
Unos investigadores han descubierto un corte en la garganta del faraón que confirma la teoría según la cual fue víctima de un complot
Ramsés III, el último gran faraón, fue enterrado en la tumba denominada KV11, situada en la orilla oeste del Nilo, en el Valle de los Reyes. Sethnakht, su padre, el fundador de la dinastía XX, emprendió su construcción, aunque Ramsés III fue quien la ocupó. Durante la dinastía XXI, su cadáver probablemente volvió a ser amortajado y fue trasladado a la tumba DB320, junto a Deir el-Bahari, donde fue descubierto, en buen estado de conservación, en 1881. Sin embargo, debido a la extrema fragilidad del vendaje no se pudo conocer la causa exacta de su muerte, que ha sido muy debatida por los historiadores.
Víctima de una conspiración
Ahora, un novedoso análisis forense de la momia de Ramsés III, realizado con tomografías computarizadas (TC), ha revelado un profundo y amplio corte en la garganta del faraón, según ha anunciado un equipo de investigadores dirigido por Albert Zink, del Instituto de Momias y del Hombre de Hielo de Bolzano (Italia). Durante el estudio realizado en el Museo Egipcio de El Cairo, los investigadores también descubrieron un pequeño amuleto con el ojo de Horus que fue introducido en la herida del faraón y que, según Zink, pudo haber sido colocado por los embalsamadores con el fin de provocar su curación en el más allá. Esta investigación, publicada en el British Medical Journal,  confirma la teoría según la cual Ramsés III fue asesinado (degollado), víctima de un complot organizado por Tiy, una de sus mujeres, y Pentaur, su hijo, que quería hacerse con el poder. Esta hipótesis se basa en unos papiros conservados en el Museo Egipcio de Turín, que describen un proceso judicial contra miembros del harén de Ramsés III, que pretendían derrocarlo y hacerse con el poder.
Reina Tiyi, madre de Akhenatón
Tiy fue reina, esposa de Amenhotep III, de la XVIII Dinastía, y una de las mujeres más carismáticas de la historia egipcia.
Al contrario que todas sus predecesoras, las "Grandes Esposas Reales", Tiy no era de linaje real y no ocultó nunca su origen noble
La momia faraónica que grita
¿Quién era aquel hombre, de unos 20 años en el momento de su muerte, para merecer un trato tan espantoso? ¿Qué terrible crimen había cometido? Durante décadas, no hubo respuesta a esta pregunta.
Era uno de los hijos del faraón Ramsés III y su condena, por conspirar con el propósito de matarle y asaltar su trono, fue ser terriblemente asesinado y embalsamado con la boca abierta para que purgase por sus pecados eternamente y jamás pudiera descansar en paz

Ahora su grito se puede ver en el Museo Egipcio de El Cairo
La momia más extraña, enigmática y diferente de toda la vasta colección del museo. Pero ahora, hace apenas unas semanas, se acaba de descubrir de forma definitiva el secreto que llevaba oculto tres milenios y que nos desvela una historia de celos, pasión, intriga, luchas de poder, asesinatos de faraones y maldiciones que persiguen hasta el más allá. Un thriller de más de tres milenios que por fin tiene solución.
Año 1881. Émile Brugsch, un reconocido arqueólogo alemán, está en el Valle de los Reyes, secándose el sudor de la frente mientras maldice en voz alta, frustrado por el enésimo desprendimiento de arena y rocas que ralentiza el trabajo de su equipo. Es uno de los egiptólogos más reputados de su época y sospecha que está cerca de realizar un descubrimiento excepcional. Frente a él se abre una estrecha sima (que más adelante se denominará Tumba DB320), a la que le han conducido unos saqueadores detenidos por las autoridades egipcias. Cuando por fin consigue acceder al interior del túmulo, descubre asombrado más de 50 momias apoyadas en las paredes. Es el último escondite de docenas de faraones y miembros de la familia real, cuyos cuerpos fueron trasladados a ese refugio de emergencia por los sacerdotes a medida que las tumbas originales donde habían sido depositados iban siendo saqueadas o corrían serio peligro.
Aunque Brugsch no lo sabía, acababa de hacer uno de los mayores descubrimientos de la egiptología de todos los tiempos. Grandes nombres protagonistas de la historia como Ramsés II, Tutmosis II o Seti I iban desfilando por delante de sus ojos a medida que los operarios los sacaban de la tumba para llevarlos al museo. De repente, su mirada se detuvo en una de las momias y posiblemente un escalofrío recorrió su espalda. Esa momia, sin ningún tipo de identificación, era diferente de las demás: estaba embalsamada con los mejores materiales disponibles, sólo al alcance de la familia real, pero no tenía la expresión hierática y durmiente de las demás sino que se retorcía en un rictus de dolor, con la boca abierta, en un grito congelado de sufrimiento que ya duraba tres milenios.Cuando días más tarde la volvió a examinar con calma en El Cairo, se dio cuenta de que aquel cuerpo suponía un misterio difícil de resolver. Los embalsamadores del Antiguo Egipto mostraban siempre un respeto reverencial por el cuerpo del difunto -y más si era alguien de la élite-, así que encontrar una momia en semejante postura de dolor suponía algo desconcertante. Por si no fuera suficiente, sus brazos estaban sujetos con fuerte tiras de cuero que se clavaban en su piel, el cuerpo estaba envuelto en pieles de oveja (un animal considerado impuro por los antiguos y que no cumplía ningún papel en la momificación) y además, sobre su piel alguien había trazado maldiciones rituales y unas feas marcas en el cuello indicaban que el sujeto había sido estrangulado.
El pasaporte de la momia de Ramsés II que causa furor en las redes sociales
Ocurrió en 1976, cuando la momia del faraón Ramsés II tuvo que realizar un viaje desde su Egipto natal hasta París con el objetivo de someterse a un proceso de preservación
La momia, que fue descubierta en 1881 por Gaston Maspero y H. Brugsch, se conservaba en malas condiciones en el Museo Egipcio de El Cairo. Esta circunstancia  fue deteriorando los restos del faraón.
Para solucionar el problema, encontraron un tratamiento que solo se podía recibir en París. El primer diagnóstico fue rotundo: Ramsés II estaba infectado por 89 tipos de hongos que crecieron ante la humedad de la sala de El Cairo.
Varias curiosidades tuvieron lugar durante aquel viaje, como por ejemplo, los trámites para sacar todos los documentos. En Francia no podía entrar nadie sin pasaporte, vivo o muerto. Y aunque nunca trascendió cómo hicieron aquel pasaporte,  gracias a la recreación que el arqueólogo David S. Anderson ha compartido en redes sociales y que se ha convertido en todo un fenómeno viral, lo podemos imaginar.
Ramsés II fue el tercer faraón de la Dinastía XIX de Egipto. Gobernó aproximadamente 66 años y es uno de los más destacados faraones del Antiguo Egipto.
Siendo uno de los faraones más conocidos, importantes y longevos de la fascinante civilización egipcia, destacó prácticamente en todos los campos en los que un faraón debía destacar. Asumió sus responsabilidades políticas desde muy joven y pronto destacó como líder y gran estratega militar, llegando a tener mayores éxitos en sus campañas bélicas que su padre Seti I. Una vez asumió el trono, consiguió expandir la cultura egipcia, defender sus fronteras y crear una época de esplendor para Egipto que ningún faraón posterior conseguiría superar. 
El soberano contrajo matrimonio en varias ocasiones. Su primera esposa y quizá la favorita fue Nefertari, que murió tempranamente. Otras reinas fueron Isinofre, que le dio cuatro hijos (entre ellos Merenpta, el sucesor), y las princesas hititas Merytamun y Matnefrure. Al igual que otros faraones, poseía además un vasto harén, y se dice que en su larga vida llegó a tener más de cien hijos.A su reinado corresponde, según sostienen algunos historiadores, el primer «éxodo» de los judíos. Ramsés II el Grande tuvo, por otra parte, un destino extraño: su existencia fue tan larga que sobrevivió a muchos de sus descendientes, entre ellos a su hijo favorito Khaem-uaset, reputado mago y gran sacerdote de Ptah. Al parecer, murió casi centenario; su momia, descubierta en 1881, es en efecto la de un hombre viejo, de cara alargada y nariz prominente. Fue sin duda el último gran faraón, ya que sus sucesores, Merenpta y Ramsés III, se vieron obligados a llevar una política defensiva para mantener la soberanía en Palestina; posteriormente, la decadencia interna habría de terminar con el poder de Egipto más allá de sus fronteras.
 Embalsamamiento
La práctica se originó debido a la creencia en la inmortalidad del espíritu humano, según la mitología egipcia, dando lugar al desarrollo del embalsamamiento y la momificación, para poder preservar la identidad del individuo en el más allá, de acuerdo con sus costumbres. También creían que para pasar con éxito el Juicio de Osiris, el cuerpo debía conservarse intacto. Descubren que el cuerpo simplemente enterrado no tarda en estropearse y buscando una razón con el tiempo dan con la solución: el cuerpo tiene mucha agua lo que hace que se descomponga con facilidad.
Aprendieron a extraer del cuerpo los órganos, la sangre y todo aquello que facilitase su descomposición, al final los enterraban en la arena del desierto y después de un tiempo empezaron a tratarlo con natrón, lo que era mucho más costoso e hizo que hubiera dos tipos de enterramientos: los de aquellos que tenían pocos bienes y los de aquellos que tenían mucho, o lo suficiente como para permitirse un mineral tan "raro" como el natrón. Uno de los peores castigos era tirar el cuerpo al agua o arrojarlo al fuego, haciendo imposible la inmortalidad de esa persona.
Además debían comportarse en vida, lo cual se comprobaba con una balanza en la que se colocaban el corazón (los actos) y la pluma (la justicia), si el corazón pesaba lo mismo o menos era una persona pura y se le otorgaba la inmortalidad, si no era una persona pura su corazón era comido por Ammyt, «la que destruye los malvados», representada normalmente sentada y es el nombre egipcio del normalmente denominado «devorador». Estaba compuesto por una parte leona, una parte hipopótamo y otra parte cocodrilo.
El embalsamamiento, momificación o mirlado es una práctica tanatopráxica que utiliza generalmente sustancias químicas, en especial resinas o bálsamos, y cuyo objetivo es preservar la integridad de los cadáveres, evitando su putrefacción.

Las referencias más antiguas de la práctica se remontan al antiguo Egipto; sin embargo, se ha descrito que la preservación de los cadáveres también se acostumbraba entre las culturas sudamericanas —particularmente en el caso de la cultura Chinchorro, en el norte de Chile, la primera del mundo en momificar artificialmente a sus muertos, y también entre los incas en Perú —mediante diversos procesos y técnicas diferentes a las egipcias.​ Cuando lo que se trata de preservar son animales, se denomina taxidermia.

Momia de la Cultura Chinchorro
Cultura Chinchorro es el nombre dado a un grupo de pescadores que habitaron la costa del desierto de Atacama entre el 7020 y el 1500 a. C., desde Ilo (Perú) por el norte hasta Antofagasta (Chile) por el sur,​ y que establecieron su núcleo en la actual ciudad de Arica y en los valles de Azapa, Camarones y Lluta.
En la actualidad, se han sometido a un proceso de embalsamamiento los cuerpos de personajes como Lenin (1924), Eva Perón (1952), Hồ Chí Minh (1969) y Mao Zedong (1976).

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