(VII) El placer de coleccionar arte - Cartuja de Miraflores - Juan II de Castilla - Enrique IV de Castilla - Blanca de Trastámara y de Evreux, pincha aqui
En 1453 se decidió construir el actual edificio. Entre los años 1454 y 1488 se desarrollan las obras del nuevo monasterio, que ahora es puesto bajo la advocación de Santa María de la Anunciación (de Miraflores). Las obras se encargaron a Juan de Colonia, que trabajaba por entonces en la catedral de Burgos, y comienzan en 1454. Ese año Enrique IV sucede a su padre, Juan II, y las obras quedan casi paradas.
Es en 1477 cuando son impulsadas por la reina Isabel la Católica. En su reinado se termina el Retablo Mayor y el sepulcro de Juan II de Castilla e Isabel de Portugal, situado en el presbiterio. La iglesia de la cartuja es sobre todo un panteón real, ocupado por la familia de Isabel. Cuando muere Juan de Colonia, continua la tracería arquitectónica Garci Fernández de Matienzo. Este muere de peste en 1478 y es sucedido por Simón de Colonia , hijo de Juan de Colonia. Las obras para cubrir el templo se terminan hacia 1484.
El retablo mayor de la Cartuja fue tallado en madera por el artista Gil de Siloé y policromado y dorado por Diego de la Cruz (ese oro procedía de los primeros envíos del continente americano tras el descubrimiento). Realizado entre 1496 y 1499, se trata sin duda de una de las obras más importantes de la escultura gótica hispana, por su originalidad compositiva e iconográfica y la excelente calidad de la talla, valorada por la policromía.
Retablo mayor y sepulcro de Juan II e Isabel de Portugal. |
Gil de Siloé ( c.1445, Amberes? - c. 1505, Burgos) Contaba con un prestigioso y activo taller en la ciudad de Burgos, representa la cumbre alcanzada por la escultura hispánica a finales del siglo XV, un maestro que se coloca a la cabeza de la escultura europea del último gótico, en el ámbito relacionado con el estilo flamenco. Se conocen pocos datos biográficos de este maestro anteriores a su establecimiento en Burgos, ciudad a la que llegó, como otros muchos artistas procedentes del norte de Europa, durante el reinado de Isabel I (1474-1504), todos ellos atraídos por el mecenazgo de reyes y nobles que tanto favorecieron la actividad y la creación, siendo numerosos los arquitectos, escultores y pintores que llegaron a buscar trabajo en España, especialmente flamencos, por los que la reina Isabel sentía una especial predilección.A partir de 1483, cuando la ya reina Isabel reside una larga temporada en Burgos y visita Miraflores, el estado de cosas cambia y se pone de manifiesto que su interés por el proyecto es grande y va más allá del deseo de cumplir con la piedad filial, siendo su intención la de dotar a su padre del conjunto funerario que le corresponde. Cuando la ya reina Isabel la Católica decidió intervenir en Miraflores, no sólo atendió al sepulcro de sus padres, sino que incluyó el de su hermano Alfonso.
Es posible que Gil de Siloé procediera de Amberes, pues en alguna ocasión se le cita como Gil de Amberes. Lo cierto es que en torno a 1480 llega a Burgos plenamente formado y allí, en su taller situado en la calle de la Calera despliega una obra equiparable a la que hacen los mejores escultores germanos de su tiempo, con la peculiaridad de asumir plenamente el gusto español, tanto en la proliferación ornamental de sus obras, siempre exuberantes, como en el dramatismo de las figuras sacras, a las que dota de voluptuosidad supeditando la pureza de los volúmenes a la fastuosidad y la elegancia, de modo que todas sus obras siempre aparecen exuberantes en todos sus detalles, ya se trate de sepulcros o retablos o estén trabajados en madera o alabastro. De su enorme talento se conservan importantes testimonios en forma de retablos y sepulcros en la Cartuja de Miraflores
Las cuentas del monasterio hablan de que se emplearon 158.252 maravedises en el alabastro, materia única con la que se llevó a cabo la obra. Se trajo de Cogolludo, en Guadalajara, y lugares limítrofes. Sabemos que los sepulcros se comenzaron en 1489 y se concluyeron en 1493. Para transportar el material se emplearon aproximadamente un centenar de carretas de bueyes.
La Virgen de la Leche con el Niño es una de las grandes obras del conjunto |
Alfonso de Castilla, conocido también en su tiempo como Alfonso el Inocente (Madrigal de las Altas Torres,15 de noviembre de 1453 - Cardeñosa, 5 de julio de 1468). Infante de Castilla, fue hijo del rey Juan II de Castilla y de la reina Isabel de Portugal, y hermano de la futura reina Isabel I de Castilla, más conocida como Isabel la Católica.
Alfonso fue uno de los protagonistas del conflicto por la sucesión de su medio hermano Enrique IV. El rey Enrique, presionado por un sector de la nobleza, se vio obligado a proclamar a Alfonso Príncipe de Asturias en 1464 en detrimento de su hija Juana. Más tarde, esos mismos nobles proclamarían a Alfonso rey en 1465, iniciándose una guerra entre los partidarios de este y los de Enrique IV. De esta forma, Alfonso, con el título de Alfonso XII de Castilla, disputó la Corona a su hermano mayor hasta su prematura muerte (1468).
En la estancia de los fieles está ubicado un tríptico de factura flamenca que data de finales del siglo xv que representa la Pasión del Señor. Atribuido a la escuela de Rogier van der Weyden, desarrolla en el panel izquierdo el motivo del camino del Calvario, donde Cristo lleva la cruz a cuestas hasta el monte Gólgota. Toda la obra destaca por la calidad pictórica del tratamiento anatómico de las figuras y por el detallismo y la minuciosidad en las pinceladas. Rogier van der Weyden, también conocido como Rogier de la Pasture, (Tournai, hacia 1399/1400-Bruselas, 18 de junio de 1464) fue un pintor primitivo flamenco. Formado en el taller de Robert Campin, en 1435 fue nombrado pintor de la ciudad de Bruselas. Aunque gozó de considerable prestigio en vida y fue uno de los más influyentes artistas de su tiempo, no se conocen pinturas firmadas ni existe documentación precisa sobre contratos o recibos de pago que permitan asignarle con entera certeza ninguna obra. |
La Anunciación Obra del pintor Pedro Berruguete a finales del siglo XV es una de las piezas más destacadas de la colección. La Anunciación destaca por el detallismo en los objetos y el interesante juego de perspectivas, que crea una perfecta ilusión espacial. En todas estas obras las figuras aparecen muy individualizadas, y el dominio del espacio, la perspectiva y la composición se enriquece con un certero sentido del dibujo y una sabia utilización del color. |
Pedro Berruguete (Paredes de Nava, Palencia ~1450 - 1503) fue un pintor español, situado en la transición del estilo gótico a la pintura renacentista.
Tras su formación, probablemente con Fernando Gallego en Salamanca, habría viajado muy joven a Italia, donde se documenta a «Pietro Spagnuolo» trabajando bajo el mecenazgo del duque de Urbino, Federico de Montefeltro. Esa estancia italiana le habría permitido conocer a los principales artistas del Quattrocento, como Melozzo da Forlì, y aprender las técnicas y maneras renacentistas, como el dominio del espacio, la anatomía o la variedad y naturalidad en los gestos, además de los elementos arquitectónicos y decorativos propios del Renacimiento, aunque de regreso a Castilla, hacia 1483, estas características no se muestren tan evidentes en su pintura.
Fue padre de uno de los artistas más destacados del Renacimiento hispano, Alonso Berruguete.
Federico de Montefeltro y su hijo Guidobaldo (Galería de las Marcas, Urbino) El retrato forma parte de una serie de 28 retratos de 'uomini famosi' (hombres célebres) hecha para el studiolo y la biblioteca del duque de Urbino, Federico da Montefeltro. Pedro Berruguete El retrato está totalmente dedicado a los dirigentes del ducado de Urbino, cuya soberanía estaba reconocida por el resto de poderes europeos (Federico lleva la orden de l'Hermine instituida por el rey de Nápoles, y la orden de la Jarretera, conferida por el rey de Inglaterra): Federico por sus talentos militares, intelectuales y diplomáticos, y por su apellido, encarnado en su hilo Guidobaldo, sucesión acreditada por la distinción papal (Pontifex). Federico da Montefeltro, también conocido como Federico III da Montefeltro (7 de junio de 1422 – † 10 de septiembre de 1482), fue uno de los más exitosos condottieri del Renacimiento italiano, y Duque de Urbino desde 1444 hasta su muerte. En Urbino encargó la construcción de una gran biblioteca, quizá la mayor de Italia después de la Biblioteca Apostólica Vaticana, con su propio equipo de escribientes, y organizó alrededor de él una corte humanística en una de las grandes joyas arquitectónicas del renacimiento temprano, el Palacio ducal de Urbino, diseñado por el teórico y arquitecto Francesco di Giorgio Martini. |
El Palacio Ducal es un edificio renacentista en la ciudad italiana de Urbino en las Marcas. Es uno de los monumentos más importantes de Italia, catalogado dentro del centro histórico de Urbino en la lista de la Unesco de Patrimonio de la Humanidad. |
Urbino es un municipio italiano de 14.468 habitantes, capital (junto con Pesaro) de la provincia de Pesaro y Urbino en Italia. Està localizada en 35 ha sobre una colina en la región de Marcas, en una zona que se extiende entre dos regiones (Las Marcas y Emilia-Romagna) y que se denomina Montefeltro. Está situada aproximadamente 180 km al este de Florencia, 170 km al sur de Bolonia y 280 al norte de Roma. |
No hay comentarios:
Publicar un comentario