(XLI) El placer de coleccionar arte - Calouste Sarkis Gulbenkian (Empresario, ingeniero, diplomático , mecenas, aventurero y coleccionista de arte) pincha aqui
Vivía en Arlington House, un bloque de pisos cerca del Ritz Hotel de Londres, y en una antigua rectoría en Hoggeston , cerca de Bletchley, Buckinghamshire.
Mientras vivía en Vichy Francia y trabajaba para la agencia de inteligencia británica MI9, de julio a octubre de 1940 durante la Segunda Guerra Mundial, Gulbenkian sentó las bases para que una red de personas guiara a los soldados aliados varados sobre las montañas de los Pirineos hasta la neutralidad de España , desde donde pudieran ser repatriado al Reino Unido .
Sus esposas:
- Herminia Fejo (m.1922)
- Dora Freeland (m.1928)
- Marie Berthe Edmée de Ayala (m.1944)Si eras un magnate petrolero armenio en la década de 1960, el cielo era literalmente el límite: el mundo tenía sed de gasolina y estabas sentado justo encima de la fuente. Pero para Nubar Gulbenkian, había un obstáculo considerable entre él y la fortuna de su familia: su padre, el colorido empresario, coleccionista de arte y filántropo Calouste Sarkis Gulbenkian, quien consideraba mantener a su hijo con una correa muy corta como la forma más efectiva de educación. Después de que la compañía de su padre se hubiera negado a reembolsarle 4.50 dólares estadounidenses por un almuerzo de pollo, Gulbenkian demandó a su padre por 10 millones de dólares. Finalmente heredó una fortuna, lo que le permitió vivir la vida de un verdadero caballero británico y aprovechar al máximo todas las ventajas que conlleva.
Por María Villardón.
Herminia Rodríguez-Borrell Feijóo (Coruña, 1897-1971) fue una coruñesa millonaria, célebre y divorciada mucho antes de que lo fuera Marta Ortega. Al igual que la heredera de Inditex, la hermosa gallega decimonónica, tal como atestiguan las pocas imágenes que hay suyas, procedía una familia adinerada de la localidad de Camariñas que había prosperado económicamente gracias al negocio del azúcar en Cuba.
Siendo apenas una joven en edad de merecer, y gracias a los posibles crematísticos de sus padres, Máximo y María Luisa, Borrell Feijóo tuvo la oportunidad de viajar a Londres para familiarizase con el idioma de William Shakespeare.
A la capital británica, donde varias décadas más tarde celebraría su paisana su 33 cumpleaños en el lujoso nightclub Chiltern Firehouse, llega la gallega en compañía de su tía Lala, aunque poco se dejaría empapar de la educación judeocristiana para con las mujeres que entonces regía a la sociedad española.
Igual daba la vigilancia de su tía, la joven Borrel Feijóo paladeó sin culpabilidad los placeres y los lujos del periodo de Entreguerras. Compras en los grandes almacenes Selfridge, desenfrenadas fiestas en hoteles y salas de lujo, aperitivos y cócteles a cualquier hora del día, síntoma inequívoco de la modernidad y, sobre todo, de la libertad que da despojarse del corsé para bailar a ritmo de charlestón.
Precisamente, en una de estas veladas nocturnas de 1918, la gallega conocería al mujeriego millonario Nubar Gulbenkian (Armenia, 1900), hijo del legendario empresario petrolero -conocido como Mister 5%- y filántropo Calouste Gulbenkian, con el que, tras años de noviazgo y algunas visitas a La Coruña para conocer a su familia política, se casaría en 1922.
Borrell Feijóo y Gulbenkian, que fijaron su residencia en el Ritz de Piccadilly, formaron una de las parejas más pintorescas del momento. “Herminia llamaba la atención por su belleza española, tenía el pelo oscuro y siempre lo llevaba recogido en la nuca con la raya al centro.
Ritz de Piccadilly |
Era una mujer muy atractiva”, relataba Gulbenkian en su autobiografía de 1965 Portrait in Oil. Pero este ‘bon vivant’ tampoco era de los que pasaba desapercibido entre la multitud, siempre iba impecablemente vestido con sastres de Savile Row, una orquídea fresca en el ojal de la una orquídea fresca en el ojal de la chaqueta, una descuidada barba y un monóculo.
En compañía de Gulbenkian, que gastaba cada libra de su fortuna como si fuera la última, la española afincada en Londres viviría bebiendo champagne en el Palacio de Buckingham, como asegura el armenio en sus memorias, y viajando por Europa a bordo de Rolls-Royce o Hispano Suizos fabricados a medida.
Unos frívolos deleites mundanos que, aunque no estaban al alcance de cualquiera -Londres tenía en aquella década dos millones de desempleados-, marcarían la personalidad de Borrell Feijóo para el resto de su existencia y la convertirían en una de las mujeres más modernas de su tiempo.
Sería la primera fémina en tener carnet de conducir en España, practicar deporte en el Club de Tenis de A Coruña, presidir de manera honorífica el Deportivo de La Coruña y una de las primeras en plantar a su marido.
Borrel Feijóo, que detestaba por igual las infidelidades y las obligaciones de mujer amable que organiza recepciones perfectas para los petroleros del círculo íntimo y empresarial de su marido, se divorció de Gulbenkian a finales de los años 20.
El magnate Nubar Gulbenkian, esposo de Hermina Borrell Feijóo, en la década de los 50. |
En sus memorias, el magnate armenio relataba que había tenido “buenas esposas” (se casó tres veces), pero “dos de ellas se fueron y, ciertamente, no las puedo culpar. Siendo más joven y más viril de lo que soy ahora, sucumbí a otros encantos. Los encantos de mujeres más jóvenes”.
Además, y a tenor de las declaración de su amigo George Ansley, el multimillonario otomano no debía tener un carácter sencillo. “Nubar es tan complicado y duro que cada día cansa a tres agentes de Bolsa, tres caballos y tres mujeres”, comentaba.
Borrell Feijóo regresa a La Coruña con todas sus joyas, una pensión de 300 dólares mensuales y se instala en el Pazo de Sigrás (Cambre), curiosamente a solo algunos kilómetros del Pazo de Drozo, el lugar de celebración de la boda de Ortega con el jinete Sergio Álvarez.
Con sólo 30 años, la bella joven se sumerge de lleno en la vida social local, algo que no le fue complicado a pesar de haber pasado varios años viviendo fuera de La Coruña.
Borrell Feijóo ya era una celebridad antes de revolucionar la ciudad vistiendo pantalones y paseando en bicicleta, la fiesta de su puesta de largo se celebró en el Pazo de Meirás y vino de la mano de la famosa escritora Emilia Pardo Bazán. “Causó una gran sensación, era una mujer arrogantísima, bella y muy elegante”, decía una crónica social del periódico local El Orzán
La coruñesa tenía belleza, como deja patente el retrato pintado por la artista exiliada a Buenos Aires Elena olmos Mesa, hoy en el Museo de Bellas Artes de Coruña, poseía libertad financiera para adquirir artesanía gallega como la de Sagardelos o los carísimos encajes de Camariños e inmejorables relaciones sociales.
La prensa local, que solía hacerse eco de las andanzas de Borrell Feijóo, situó a la joven adinerada como parte del grupo de gallegos que acompañó a Carmen Polo, la esposa del general Francisco Franco, a Santiago de Compostela a mediados de los años 50.
“Pasadas las siete y media de la tarde llegó la esposa del Jefe de Estado acompañada de los marqueses de Huétor de Santillán, doña Herminia Borrell, don Felipe Polo y el teniente general don Camilo Alonso Vega y su esposa”, relataba la prensa gallega.
Aunque no sería la única relación con los Franco, ya que su hermano Max Borrell Feijóo fue amigo del dictador español, según se recoge en el libro Testigos de Franco. Retablo íntimo de una dictadura de María Mérida. De hecho, tal como recoge la misma publicación, el hermano de la moderna joven pasaba las vacaciones de Semana Santa con el caudillo en Ribadeo y, a menudo, le decía: “Max, tu hermana Herminia es una mujer de bandera”.
Fueron décadas de gozo absoluto donde Sigrás se llenó de animales, diversión y lujos hasta que la salud de la bella Borrell Feijóo se resiente gravemente y muere en 1971, tras ser hallada malviviendo entre suciedad, decadencia, desnutrición y delirios.
Fuente: https://www.revistavanityfair.es/poder/articulos/herminia-feijoo-gallega-millonaria-moderna-marta-ortega/34643
Publicado 27th November 2018 por GUÍA ARMENIA MENC
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