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lunes, 8 de septiembre de 2025

(III) Fuenterrabía (Hondarribia) - Baluarte de la Reina - La Puerta de San Nicolás - Calle de San Nicolás - Casa Eguiluz - Plaza Guipuzcoa - Manuel Manzano Monís - Barrio de la Marina (Barrio de pescadores, extramuros) - Plaza de Armas - El Castillo del Emperador Carlos V

(II) Fuenterrabía (Hondarribia) -  Puerta de Sta. María - Plaza  del Obispo  - Hotel Pampinot - El Palacio de Zuloaga - Casa Iriarte - Casa Ladrón de Guevara  - Casa Consistorial  - Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción y del Manzano, pincha aquí

Baluarte de la Reina (15)

Situado en el vértice suroeste del recinto amurallado, se trata de un baluarte en forma de punta de diamante que convive con un precioso jardín para el disfrute del visitante.


El Baluarte de la Reina, fue excavado y rehabilitado en el año 2.007. Hasta ese momento se hallaba cubierto por toneladas de tierra y derrumbes. 




Los baluartes son esas estructuras de forma poligonal situadas en los ángulos de la fortificación. Sobresalen hacia fuera para poder defender los lienzos de la muralla arrojando fuego artillero por sus costados. Como vemos en la imagen, los baluartes tenían dos patios, uno junto a cada costado, desde donde se abría fuego a través de las troneras. 

La Puerta de San Nicolás (17)

La Puerta de San Nicolás es una de las más antiguas entradas a la ciudad. Se encuentra en un extremo de la calle de su mismo nombre que finaliza en la Plaza de Armas. Hasta el siglo XVI, la puerta y la calle de San Nicolás eran las más importantes de la villa. Esta puerta, realizada en piedra de sillar actualmente muy deteriorada presenta una estructura muy sencilla. En el exterior está formada por un arco rebajado. En el interior en cambio aparece un dintel sostenido por pilastras decoradas con almohadillado.


La plaza de Fuenterrabía ha tenido siempre dos puertas. Esta de San Nicolás enlaza con el camino que va hacia el monte Jaizkibel y por tanto hacia el Santuario de Guadalupe y hacía Santiago por la costa. La puerta permaneció tapiada durante muchos años. En el año 2000 fue rehabilitada y se construyó esta pasarela que atraviesa el foso, cuyo frágil aspecto evoca el puente de madera que tuvo originalmente.


Calle de San Nicolás (18)

Calle estrecha y al principio con pocas casas por lo que ya hemos contado de los continuos asedios. No obstante conforme nos vamos acercando a la plaza de Armas, el nº de casas aumenta.
Esta calle junto a la calle Mayor, son los dos principales ejes de la villa.
Las casas tienen parecidas características planta rectangular muy estrecha y profunda, con la cubierta a dos aguas y el caballete paralelo a la calzada. La planta baja de piedra de sillería con una puerta y una ventana adinteladas. Los aleros simples o dobles, de grandes dimensiones y con canecillos tallados.


En el nº 5,  figura la fecha de su construcción posiblemente en el año 1757.
En el nº 13, tallado en madera el año 1665 respectivamente.


En el nº 2, se encuentra la Casa Mugarretenea (Renacimiento XVI), que soporta desde hace siglos una curiosa leyenda la casa siempre se transmitirá de mujer a mujer, de madre a hija, de abuela a nieta, o de tía a sobrina. Esta leyenda se ha cumplido, ya que siempre han sido mujeres las propietarias del palacio durante las últimas generaciones.

Y en la Calle Juan Laborda la Casa Eguiluz (s.XVI-XVII) donde se alojaron Juana La Loca y Felipe El Hermoso (20)


El Palacio de Eguiluz es también conocido como la Casa de Juana la Loca debido a que allí estuvo Juana la Loca junto a Felipe el Hermoso en 1502 durante tres día en su trayecto de Bruselas a Toledo para ser proclamados príncipes herederos.

Se trata de un edificio blasonado que data del siglo XVII siendo de propiedad particular y consta de 2 alturas. Su composición es simétrica con influencias del Clasicismo, empleando sillería almohadillada.

Desde esta calle, hay unas preciosas vistas al mar, y al espigón y playa de la vecina Hendaya.

Punto 19: Plaza Guipúzcoa (O Plaza de las cadenas)

Construcción contemporánea con aire clásico
Aunque la plaza parece medieval, fue construida en los años 70 del siglo XX, siendo una reinterpretación de arquitectura histórica más que una plaza antigua real. 

El arquitecto responsable fue Manuel Manzano Monís, quien integró sabiamente el nuevo espacio en el casco histórico respetando su entorno.

Edificada con una clara intención de evocación tradicional, los edificios que la rodean tienen tres o cuatro plantas, con entramados, balcones y soportales que le dan un aire pintoresco. Su pavimentación adoquinada y diseño porticado refuerzan ese estilo “medieval”, aunque diseñado cuidadosamente para lograr una harmonía estética


Monumento Arquitecto Manuel Manzano-Monís y Mancebo, Plaza de Castilla - Madrid

Arquitecto y urbanista nacido en Sevilla en 1913. Falleció en Madrid el 26 de octubre de 1997, siendo enterrado en el cementerio de Hondarribia.

De su dilatada y destacada carrera destacamos, por su relación con el País Vasco, su etapa como Delegado Local de Bellas Artes en Hondarribia y como Consejero Provincial de Bellas Artes en Gipuzkoa. Es el autor de la ordenación de la villa histórica de Hondarribia (1952) y de la restauración del recinto amurallado de la misma ciudad en 1963. Por ello que obtuvo una mención de la Academia de San Fernando y el Premio Europeo a la Reconstrucción de la Ciudad, en la modalidad de construcción tradicional, de la Fundación Philippe Rothier de París en 1982. Fue también el autor del edificio social del Club de Golf de San Sebastián (Jaizubia, Hondarribia) en 1966 y de la facultad de Bellas Artes del campus de Sarriko en Bilbao en 1968-1970.

Barrio de la Marina (Barrio de pescadores, extramuros)


Este barrio es hoy la zona más céntrica y animada de la ciudad pero en su origen fue un miserable arrabal de pescadores, arrantzales en vasco. Era conocido como arrabal de la Magdalena. El duro régimen de vida de estos hombres no les permitía vivir intramuros pues todos los días, de madrugada antes de que se abriera la puerta de la muralla debían hacerse a la mar. Podemos ver una casa de tamaño minúsculo, en el nº 23 de la calle que estamos, San Pedro. Hoy es el restaurante Zeria, la casa más antigua de todas y nos permite imaginar el aspecto de este arrabal en otros siglos.


En el siglo XVI y XVII, había dos hileras de casas, construidas con material muy pobre. Estas hileras serían las que formarían posteriormente las calles de San Pedro (más próxima al mar) y la calle Santiago.


El restaurante Zeria se encuentra en la populosa calle San Pedro del barrio de La Marina de Hondarribia, en una casa construida en 1575 y que, sin duda, es una de las de mayor encanto del antiguo poblado de pescadores.

Fue restaurada en 1965, año en el comienza su andadura como restaurante, regentado desde entonces por su fundador: Serafín Sagarzazu.

En las obras de restauración se encontró bajo los cimientos de la casa el esqueleto de una ballena cuyos huesos datan del año 1464

Se conserva el hueso occipital de aquella ballena a la entrada del restaurante. Precisamente Zeria quiere decir ballena en el euskera local.

El marisco es la especialidad gastronómica de la casa, junto con todo tipo de pescados (lenguado, besugo, rodaballo, mero, kokotxas…) y carnes variadas. La carta hace especial hincapié en los productos de temporada: chipirones fritos encebollados, hongos al horno o verduras del tiempo.

Son platos típicos del restaurante Zeria el bogavante con arroz, Zortziko (cazuela de mariscos y pescados en salsa y gratinados) y las kokotxas de merluza en salsa verde.

Las casas se fueron levantando espontáneamente, una al lado de otra sin ninguna planificación urbanística, siguiendo la línea de la orilla. 

En esta playa no tenía los problemas de espacio del recinto intramuros y no había necesidad de construir en voladizo. Tampoco se veían dobles aleros, ni hierro forjado en los balcones, ni escudos de armas. Los arrantzales quedaban completamente al margen de ese juego burgués de ostentación y promoción de linaje. Otra diferencia es el colorido, mientras la villa se viste de colores serios, aquí la madera se pinta con colores vivos, reaprovechando la misma pintura que se usaba para los barcos,un colorido que se ven reforzados por la presencia de flores en los balcones. En los bajos de las casas, donde antiguamente se guardaban los pertrechos de pesca y las redes, han surgido hoy bares y  restaurantes que convierte la Marina en el barrio de txiqueteo por excelencia.

Lo importante es callejear por las dos o tres calles principales: Santiago, San Pedro y Zuloaga. Luego visitar la Hermandad o Cofradía de Mareantes y Pescadores y la Iglesia de Santa María Magdalena ( o de la Marina ) (XX). 


El establecimiento de la Hermandad de Pescadores en Hondarribia es un punto de encuentro para los amantes de los productos del mar frescos y de alta calidad. El restaurante se encuentra en la calle Zuloaga, justo la paralela a la calle San Pedro, en el centro histórico de Hondarribia, muy cerca del puerto pesquero y del mercado de pescado.
La decoración del restaurante es sencilla y elegante, con tonos claros y muebles de madera. Además, cuenta con una terraza exterior que ofrece vistas impresionantes del puerto pesquero y la costa.

Plaza de Armas (3)


Sirvió históricamente a la guarnición para el ejercicio de las armas (con proclamaciones, recepciones, corridas de toros y otros festejos populares). Y en la actualidad sigue siendo el centro neurálgico de la ciudad y deslumbrando a los visitantes por sus coloridos edificios.


Vista desde la plaza de armas

El Castillo del Emperador Carlos V

Situado en la Plaza de Armas, en la zona amurallada de Hondarribia.

Antiguamente, esta fortificación era castillo y palacio al mismo tiempo, así que se empleaba para alojar a personajes relevantes y miembros de la realeza. Contaba con dos grandes naves laterales cubiertas con bóvedas ojivales de gran altura hasta que en 1794 el ejército francés destruyó parte del edificio.

En 1968, fue rehabilitado como parador turístico.


El castillo ha sido testigo de guerras y épocas de esplendor. Originalmente, fue un castillo defensivo de los reyes de Navarra, construido en el siglo X. Con el tiempo, fue ampliado y fortificado por reyes como Sancho el Sabio en 1190. A lo largo de su historia, ha soportado varios asedios y ha sido objeto de reformas que le dieron su aspecto renacentista y monumental. El palacio es famoso por su arquitectura, que combina elementos de estilos gótico y renacentista, y por su decoración interior que incluye armaduras, lanzas y cañones. 


El parador que alojó a Velázquez y a varios reyes: situado en un precioso castillo medieval con vistas al mar.
Paradores es una cadena hotelera pública que gestiona casi un centenar de establecimientos repartidos por las distintas provincias españolas. Además, desde octubre de 2015, tiene una franquicia en Portugal. La institución cerró el año 2023 con un beneficio de 25 millones de euros, la cifra más alta en sus casi 100 años de historia, y unos ingresos brutos de 327,8 millones de euros.

El objetivo de Paradores es potenciar la imagen del turismo español, contribuyendo a su vez a la recuperación y mantenimiento del patrimonio histórico-artístico de nuestro país. De esta forma, todos los Paradores Nacionales se encuentran ubicados en edificios que cuentan con un destacado valor histórico, artístico o cultural.  

En cada rincón de España es posible encontrar uno de estos paradores, auténticos regalos para el turismo nacional. Dentro de esta larga lista de establecimientos hoteleros, se encuentran castillos o palacios ubicados en parques naturales o zonas de costa que invitan a la desconexión.
Fuente: Patricia Marcos

(II) Fuenterrabía (Hondarribia) - Puerta de Sta. María - Plaza del Obispo - Hotel Pampinot - El Palacio de Zuloaga - Casa Iriarte - Casa Ladrón de Guevara - Casa Consistorial - Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción y del Manzano

Fuenterrabía (Hondarribia) - Isla de los Faisanes - Serapio Múgica Zufiria - El Fuerte de Nuestra Señora de Guadalupe - Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe, pincha aquí

 Puerta de Sta. María (13)



Es una de las vistas clásicas, reproducida en múltiples cuadros y fotografías de Hondarribia
. Pasando al otro  lado de la puerta para verla desde fuera, observemos las paredes laterales que conservan todavía los goznes de hierro de las antiguas puertas y también raspones de vehículos, pues la puerta estuvo abierta el tráfico de coches hasta el año 2010. Esta puerta de Santa María era la principal de la villa y por ella entraba el camino real.

La puerta tenía una estructura más compleja compuesta por varios elementos hoy desaparecidos con cuerpos de guardia y puente levadizo
El escudo de armas, sobre el arco de la puerta:
A la derecha de la corona podemos distinguir el año que fue esculpido, 1694. Sobre la corona, la virgen de Guadalupe patrona de la ciudad que figura en su blasón desde el asedio de 1638, a la que se atribuyó la victoria sobre las armas francesas. El escudo se divide en cuatro cuarteles : en el primero un ángel con una llave en la mano indica que esta villa era la llave de Castilla. A su derecha un león rampante, símbolo de fuerza y nobleza. Bajo el ángel, un barco ballenero del siglo XVII con una ballena en el agua, pues la casa de la ballena fue una de las principales actividades de Hondarribia y por último una sirena y un tritón con espejos en la mano. Un elemento que se repite muchos escudos de armas a orillas del Bidasoa. En el escudete del centro tenemos el Castillo, elemento primordial de la villa desde su origen. Orlando el escudo vemos gran número de banderas y estandartes conquistadas al enemigo en el asedio de 1638, así como cañones, bombardas y otras piezas de artillería exhibidos como trofeos de guerra. Cierra el conjunto una banda circular donde leemos las iniciales de los títulos que adorna la ciudad La muy noble y muy leal. muy valerosa ciudad de Fuenterrabía. El título de ciudad en lugar de Villa le fue concedido a partir de ese asedio siendo la primera de conseguirlo en toda Guipúzcoa.


Esta escultura representa a un zapador, un soldado que con sus herramientas de construcción facilitaba al resto de tropas los accesos durante los ataques, o las defensas cuando se invertían las tornas.

La Puerta de Santa María Atea da acceso a Kale Nagusia 

Allí encontrarás el Ayuntamiento de estilo barroco (s.XVIII), el Palacio de Casadevante (s.XVII) que es donde se negoció la tregua del Sitio de 1638, y el Palacio Zuloaga también de estilo barroco y del s. XVIII.


Los aleros de las casas son un elemento muy característico de la arquitectura tradicional vasca. En épocas pasadas, el tamaño del alero tenía también una carga simbólica y social.

Las casas con aleros más prominentes solían pertenecer a familias influyentes o con más recursos económicos, ya que podían costear estructuras más complejas y con mayor proyección.


Muchas casas señoriales llevan escudos de armas tallados en piedra en la fachada.

Estos indicaban linaje y privilegios.

Los balcones, De hierro forjado o madera tallada, cuanto más elaborados y amplios, mayor prestigio.

Los balcones corridos (que abarcan toda la fachada) eran signo de riqueza.


Barrio de la Marina
Fachadas y colores vivos
  • Las casas tradicionales suelen pintarse en blanco con maderas de colores (verde, rojo, azul).
  • Los colores estaban ligados al gremio o a la disponibilidad de pigmentos.
  • Los tonos rojos y verdes eran comunes porque provenían de pigmentos accesibles a pescadores y comerciantes.

Plaza  del Obispo (12)

Se trata de una de las calles más antiguas de Hondarribia. De hecho, se conoce con el nombre actual desde el S.XVI. En uno de sus extremos sobresale la Casa Torre Urbana de Palencia, llamada también Echevestenea. En esta casa nació Don Cristóbal de Rojas y Sandoval, quien llegó a ser Arzobispo de Sevilla, capellán de Carlos V y protector de Santa Teresa. La ciudad de Hondarribia erigió una estatua a su ilustre hijo frente a su casa natal, en la plaza que lleva su nombre.



Seguro que de la Plaza del Obispo te llamará la atención la fachada de la Casa-Torre Etxebestenea, conocida también como Torre de Palencia, originaria del siglo XII, que hoy acoge al Hotel Palacio del Obispo. 

Seguimos en Kale Nagusia

Hotel Pampinot (10)


Enfrente de la casa Zuloaga y un poco más abajo tenemos en el nº 5 de la calle Mayor,  el Palacio de Casadevanate, uno de los más importantes de la ciudad,  convertido hoy en hotel Hotel Pampinot. El  edificio fue construido en 1616 según la pauta marcada por el palacio de Arbelaiz de Irún.  Este palacio había causado gran impacto en toda la comarca. Los Casadevante, una de las familias más antiguas y linajudas de Fuenterrabía, habían amasado una gran fortuna en las minas del Potosí y debieron dar indicaciones muy claras al arquitecto. 


El palacio consiguió gran protagonismo durante del asedio de 1638. Aquí se desarrolló la fallida negociación con los sitiadores y se alojó al comandante que entró en auxilio de la ciudad. La elegantísima puerta de madera es del siglo XVIII.

En 1985 José Ramón Fernández de Casadevante, vendió el Palacio para su habilitación como Hotel.


Sobre el nombre que Olga y Fernando dieron al Hotel, (Pampinot), poco hemos podido averiguar, salvo que, paralela a la calle Mayor está la calle Pampinot, una de las más interesantes del casco histórico de la ciudad:

“Calle Pampinot. todas las casas de esta calle (s. XVI) son muy interesantes. especial mención merece la casa o palacio de ramerí (núm. 16), cuya fachada adornada con abundancia de dibujos y molduras, es de gran vistosidad, es la sede del instituto Francisco de Ibero y en el futuro albergará otras instituciones culturales”.


Calle Pampinot en un grabado del siglo XIX

El Palacio de Zuloaga (9) es un palacio urbano barroco del siglo XVIII, construido por Pedro Ignacio de Zuloaga sobre una antigua torre-casa, situada junto a la iglesia parroquial en la calle Mayor (Nagusia Kalea) de Hondarribia 


Su fachada principal está revestida en sillería de arenisca y rematada con un pronunciado alero sostenido por canecillos esculpidos. Sus balcones de hierro forjado y molduras barrocas decoran con elegancia los vanos. En el centro del segundo piso luce un gran escudo heráldico que simboliza las cuatro familias emparentadas por Pedro Ignacio: Zuloaga, Moyúa (con castillo y dos gallos), Casadevante (tres leones coronados) y Bidaurre (un castillo de plata).


En 1982, una de las herederas, Pilar Céspedes y Manso, donó la mitad indivisa de la casa al Ayuntamiento con la condición de que se destinara a uso público. En 1986, el Ayuntamiento adquirió la parte restante, e inició la transformación del edificio en biblioteca municipal, trasladando finalmente allí dicho servicio en 1990.

El palacio, tras ser parcialmente destruido por las tropas francesas en 1794 (dejando solo los muros), fue reconstruido y restaurado siglos después, conservando su fachada heráldica original


Según información municipal, el escudo está compuesto por los emblemas de los cuatro apellidos del fundador del palacio, Pedro Ignacio de Zuloaga: Zuloaga, Moyúa, Casadevante y Bidaurre
  • Zuloaga Encina verde (sinople) sobre campo dorado; jabalí pasante
  • Moyúa Castillo y dos gallos
  • Casadevante Tres leones coronados
  • Bidaurre Castillo de plata
Pedro Ignacio de Zuloaga Casadevante nació en Hondarribia el 26 de septiembre de 1655 y falleció allí el 27 de marzo de 1689. Era hijo de una destacada familia local y probo su hidalguía ante la justicia de Bergara en 1687

Pedro Ignacio no solo consolidó su estatus nobiliario mediante su hidalguía, sino que también selló alianzas significativas a través de su matrimonio, vinculando dos linajes influyentes de la región: Zuloaga y Moyua.

Esta dualidad aristocrática se reflejaría décadas más tarde en la gran heráldica.

 Casa Iriarte (8)


Esta casa construida en el siglo XVI es una de las más vistosas de la ciudad.

En Hondarribia las casas tradicionales se construían con piedra de sillería en la planta baja y a partir de ese nivel con entramado de madera. La madera hace que resulte sencillo construir en voladizo de modo que los pisos vayan ganando espacio a la calle conforme cobran altura. Es un recurso muy habitual en todo el país vasco dentro de recintos amurallados donde el espacio es escaso. La casa Iriarte en concreto como hace esquina y carece de apoyo en uno de sus flancos, necesita un soporte extra para sostener el voladizo con garantías. 
La casa Iriarte en concreto como hace esquina y carece de apoyo en uno de sus flancos, necesita un soporte extra para sostener el voladizo con garantías. Esa es la función de saliente de piedra de la esquina.
Fíjese por último, en la obra de madera de la fachada principal.
Las cabezas de las vigas salientes o canecillos han sido talladas en forma de volutas buscando un mayor efecto decorativo, recurso que sería luego imitado en toda la villa. Dentro de la categoría de arquitectura popular, la casa Iriarte es la más ambiciosa e interesante de Hondarribia. 

Casa Ladrón de Guevara (5)

 
Por esta calle pasaba el camino Real,  es decir el equivalente de la carretera nacional de otros siglos. En el número 4 tenemos la casa de Ladrón de Guevara, construida por esta importante familia en el siglo XVII. Su característica más llamativa es el ladrillo vidriado de color azul con que se cubre, siendo la única de la ciudad de estas características. Está construida en estilo herreriano y es heredera del enorme impacto que causó en toda la península el edificio del Escorial. La máxima de este estilo es la sobriedad en la ornamentación. La belleza se busca en la proporción armónica de los elementos. Las cornisas que separan horizontalmente la fachada, el ritmo de las ventanas. En este sentido se trata de una fachada perfectamente lograda.


CASA DE LADRON DE GUEVARA
Nagusia 4, Casco Histórico - Siglo XVII Barroco

Casa Consistorial (11)

El Palacio del Ayuntamiento,  fue construido en la primera mitad del siglo XVIII. Hasta este momento el Concejo se reunía en la casa Torre adosada a la iglesia. El edificio responde al esquema habitual de las casas consistoriales del entorno. Un amplio pórtico de entrada de funciones múltiples y encima de él la sala de plenos, con acceso a una amplia balconada  donde uno de sus elementos más destacados es la amplia baranda de hierro forjado.


La Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción y del Manzano (4)

La Iglesia Parroquial de Fuenterrabía, construida sobre las murallas medievales y una antigua iglesia (seguramente de estilo románico), está dedicada a Santa María de la Asunción y del Manzano. Obra del siglo XV-XVI de estilo gótico tardío, es muy espaciosa y de bella arquitectura.


By The original uploader was Olivier2000 de Wikipedia en francés - File:Fontarabie.JPG, CC BY-SA 2.5, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=58367280


Calle Mayor de Hondarribia, con el Palacio Casadevante (Hotel Pampinot) y la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción y del Manzano


La iglesia tiene dos entradas. La principal da a la calle Mayor y fue construida en 1566. Es una mezcla de los estilos gótico y renacentista y consta de un gran arco decorado con cajones, que enmarca la puerta. La puerta en sí está dividida en dos partes por un parteluz sobre el que descansa un entablamento clasicista coronado por un frontón cuya imagen central representa a Nuestra Señora de la Asunción.

Ocho pilares de núcleo cilíndrico dividen la iglesia en tres naves de similar anchura, formando un edificio de 44 metros de largo por 28 de ancho en su interior. La sección del edificio es de transición hacia la iglesia-salón típica del renacimiento en el País Vasco, mostrando naves laterales de similar altura que casi alcanzan la de la nave central, más alta que estas.



El retablo resultó destruido por el fuego en 1680,  y se tuvo que esperar hasta 1819 para la construcción de uno nuevo.  
Se construyó en estilo neoclásico, aprovechando las tallas y escenas que se pudieron salvar del incendio.
A principios del siglo XX se construyó un nuevo retablo en estilo neogótico, contiene varias imágenes del primitivo, entre las que destacan las de Jerónimo de Larrea. 
En el centro, se puede admirar la talla barroca que representa la Asunción de Nuestra Señora

Cada 15 de agosto, millones de fieles celebran la Asunción de la Virgen María a los cielos, y una de las tradiciones más llamativas es colocar manzanas alrededor de su imagen durante la Dormición. Este gesto tiene profundos significados simbólicos: se dice que al morir la Virgen un dulce aroma a manzanas y flores llenó el lugar, representando su pureza; la manzana también recuerda al pecado original 

En su mano derecha, la virgen lleva una manzana

El edificio comenzó a construirse en la segunda mitad del siglo XV, el 27 de julio de 1474. El periodo de construcción del edificio coincidirá con un periodo muy convulso política y militarmente, ya que se estará gestando la conquista del Reino de Navarra por parte del de Castilla. Este hecho, afectara sobremanera a la construcción del edificio; además de un parón en las obras debido a que la altura del crucero obstaculizaba las labores militares del castillo, la necesidad urgente de modernizar las fortificaciones medievales de la ciudad obligará a transferir material de la obra religiosa, a la construcción de la nueva fortificación.


Pila bautismal, regalo de la cofradía de pescadores 


Regalo de la cofradía de pescadores, traída de filipinas?

El establecimiento del Ejército inglés en la zona para presionar al Reino de Navarra, a principios del XVI y la toma de Fuenterrabía por el Ejército navarro en 1522 agudizarán la ralentización de la construcción. El edificio inicial será consagrado por el Obispo de Bayona P. Joanes de Gauna en el año 1549, considerándose finalizada la primera fase de la construcción para dicho año.


La torre barroca de Francisco de Ibero en 1766.

Las modificaciones acabarán con la restauración realizada por el arquitecto Fernández de Casadevante en 1910, que eliminará el calado de los muros y los pequeños huecos ovalados introducidos en el barroco que desfiguraban la imagen del edificio.

El acontecimiento más importante que ha presenciado esta Iglesia. La boda de Maria Eugenia de Austria, hija primogénita del Rey de España, Felipe IV, con Luis XIV, conocido como el Rey Sol. La boda rubricaba el tratado de los Pirineos firmado en la cercana isla de los Faisanes que puso fin a décadas de guerra entre España y Francia. Felipe IV y su hija hicieron noche en el castillo el 2 de junio de 1660. Al día siguiente cubrieron en carroza los escasos metros que le separaban de la iglesia con una ostentación y grandeza dignas de una corte barroca. Era tanta la gente del cortejo y tan reducido el espacio que se organizó una gran confusión lo que contribuyó a aumentar su vistosidad. La boda se celebró por poderes en ausencia del rey de Francia y se ratificó seis días después en San Juan de Luz, a donde llegó María Teresa convertida ya en reina de Francia.