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jueves, 8 de agosto de 2013

Pintura siglo XVI - XVII

 Orazio Gentileschi


(Pisa; 1563 - Londres; 1639); pintor caravaggista italiano.

Hijo de Giovanni Battista Lomi, un orfebre florentino emigrado a Pisa, fue hermanastro del también pintor Aurelio Lomi. Aunque formado en el ambiente del manierismo de la Toscana, se estableció pronto en Roma, en donde quedó impresionado por la obra de Caravaggio; pero conformó un estilo personal, elegante y matizado que influyó en maestros como el español Juan Bautista Maíno.

Después de trabajar en la región de las Marcas (hacia 1613 - 1619), en Génova y en París (1624 - 1625), prosiguió su carrera en Londres, en la corte de Carlos I (Anunciación, 1626, Galería Sabauda, Turín). Permaneció en Inglaterra durante el tiempo que le quedaba de vida.

Su estilo era bastante convencional, pero sus obras fueron apreciadas por su clasicismo por la aristocracia inglesa. Su tenebrismo juvenil deriva de Caravaggio pero evita el naturalismo excesivo de éste; emplea luces contrastadas pero se recrea en tejidos y materiales lujosos, no en los defectos físicos.

Entre sus obras más conocidas, destacan La tañedora de laúd (National Gallery de Washington), Moisés rescatado de las aguas del Nilo y San Francisco sostenido por un ángel (ambos en el Museo del Prado), Lot y sus hijas (versiones muy distintas en el Museo de Bellas Artes de Bilbao y el Museo Thyssen-Bornemisza) y José y la mujer de Putifar (Hampton Court, Royal Collection, Reino Unido).

Fue el padre de la pintora Artemisia 




Artemisia Lomi Gentileschi


Artemisia Gentileschi nació en Roma, el 8 de julio de 1593. Fue la hija mayor del pintor Orazio Gentileschi, uno de los grandes representantes de la escuela romana de Caravaggio. Artemisia fue introducida a la pintura en el taller de su padre, mostrando más talento que sus hermanos, que trabajaron junto a ella. Aprendió dibujo, cómo empastar los colores y dar brillantez a los cuadros. Dado que el estilo de su padre, en aquellos tiempos, se remitía explícitamente al arte de Caravaggio (con el que Orazio tenía relaciones de familiaridad), también los primeros pasos artísticos de Artemisia se situaron, por motivos diversos, en el despertar del gran pintor lombardo. Pero su aproximación a los temas era diferente de la de su padre.


Firmó a los diecisiete años su primera obra, (aunque muchos sospecharan entonces que fue ayudada por su padre): Susana y los viejos, 1610, colección Schönborn en Pommersfelden). El cuadro muestra cómo Artemisia había asimilado el realismo de Caravaggio sin permanecer indiferente al lenguaje de la escuela de Bolonia, que tuvo a Annibale Carracci entre sus mejores artistas. A los diecinueve años, dado que el acceso a la enseñanza de las academias profesionales de Bellas Artes era exclusivamente masculino, y por tanto le estaba prohibido, su padre le dio un preceptor privado, Agostino Tassi. Con él estaba trabajando en aquel tiempo Orazio, en la decoración de las bóvedas de Casino della Rose dentro del Palacio Pallavicini Rospigliosi en Roma.


Susana y los viejos,
Colección Schönborn, Pommersfelden

Susana y los viejos 


Hay un pasaje del Antiguo Testamento, del Libro de Daniel, que recoge la escena de Susana y los viejos. Me parece todo tan simbólico, encierra esta historia el imposible deseo, la mentira y el acoso, el triunfo final de la verdad frente a la mentira.

Susana era una bella mujer judía cuya historia se recoge en un apéndice del "Libro de Daniel". Fue sorprendida mientras se bañaba por dos jueces ancianos que, cegados por la pasión, hicieron a la joven proposiciones deshonestas que ella rechazó. Los despechados ancianos difamaron a la casta Susana, declarando haberla hallado cometiendo adulterio, lo que se castigaba con la muerte según la ley judía. Susana fue condenada a muerte pero se salvó gracias a la intervención del joven Daniel, ya que pudo convencer a la asamblea del falso testimonio de los ancianos gracias a la inspiración divina. La castidad de Susana simboliza la salvación del alma a través de la pureza.
Es curioso cómo la de Susana y los viejos es una de las escenas bíblicas más representadas durante el Renacimiento y el Barroco, ya que permitía a los artistas mostrar la anatomía desnuda del cuerpo de Susana sin preocuparse de las posibles persecuciones eclesiásticas. 
Un escándalo marcó su vida. Tassi la violó en 1612. Al principio, él prometió salvar su reputación casándose con ella, pero más tarde renegó de su promesa, pues ya estaba casado, y Orazio lo denunció ante el tribunal papal. La instrucción, que duró siete meses, permitió descubrir que Tassi había planeado asesinar a su esposa, cometió incesto con su cuñada y había querido robar ciertas pinturas de Orazio Gentileschi. Del proceso que siguió se conserva documentación exhaustiva, que impresiona por la crudeza del relato de Artemisia y por los métodos inquisitoriales del tribunal. Artemisia fue sometida a un humillante examen ginecológico y torturada usando un instrumento que apretaba progresivamente cuerdas en torno a los dedos — una tortura particularmente cruel para un pintor. De esta manera se pretendía verificar la veracidad de sus acusaciones, pues se creía que si una persona dice lo mismo bajo tortura que sin ella, la historia debe ser cierta. Tassi fue condenado a un año de prisión y al exilio de los Estados Pontificios

Este es el testimonio de Artemisia en el proceso, según los documentos de la época:

Cerró la habitación con llave y una vez cerrada me lanzó sobre un lado de la cama dándome con una mano en el pecho, me metió una rodilla entre los muslos para que no pudiera cerrarlos, y alzándome las ropas, que le costó mucho hacerlo, me metió una mano con un pañuelo en la garganta y boca para que no pudiera gritar y habiendo hecho esto metió las dos rodillas entre mis piernas y apuntando con su miembro a mi naturaleza comenzó a empujar y lo metió dentro. Y le arañé la cara y le tiré de los pelos y antes de que pusiera dentro de mí el miembro, se lo agarré y le arranqué un trozo de carne

(Eva Menzio (editora), Artemisia Gentileschi, Lettere precedute da Atti di un processo di stupro, Milán, 2004)


La pintura Giuditta che decapita Oloferne (Judith decapitando a Holofernes) (1612 - 1613), que se exhibe en la Galleria degli Uffizi de Florencia impresiona por la violencia de la escena que representa, y ha sido interpretada en clave psicológica y psicoanalítica, como un deseo de venganza respecto a la violencia que ella había sufrido. Un mes después del juicio, Artemisia se casó, en un matrimonio arreglado por su padre, con un pintor florentino, Pierantonio Stiattesi (o Pietro Antonio Stiattesi), un modesto artista, lo que sirvió para restituirle a Artemisia, violada, engañada y denigrada por Tassi, un estatus de suficiente honorabilidad. 

Artemisia Lomi Gentileschi

Caravaggio

Judith y holofernes 


Boticelli: "El regreso de Judith a Betulia"
Siglo XVI
La figura de Judith es una figura emblemática para el pueblo de Israel, que hace de ella leyenda y modelo político y social, sobre todo porque es el símbolo de Israel en el exilio. Es en esa personificación en la que hay que encajar el relato no histórico, sino ejemplar, de su enfrentamiento con Holofernes.

El episodio comienza con el asedio del ejército asirio de la ciudad de Betulia, cuya población estaba ya a punto de rendirse al enemigo. Pero entonces aparece la figura de Judith como salvadora. Se trataba de una viuda rica y hermosa, que fingiendo que había abandonado a su pueblo se acercó al campamento asirio y comenzó a seducir a Holofernes que acabaría enamorándose de la bella mujer. Así las cosas el general, seguro de su victoria, organizó un gran banquete al que por supuesto invitó a Judith, que aprovechando la ebriedad de su pareja y sus deseo de intimidad, le cortó la cabeza. Su criada la guardó en un costal, y a continuación salieron huyendo del campamento asirio.

El ejército enemigo se vio huérfano sin su general e inició la desbandada al mismo tiempo que en la ciudad de Betulia se celebraba el éxito, exponiendo sobre los muros de la ciudad la cabeza cortada de Holofernes.

Curiosamente es una de los episodios bíblicos más representados en la Historia del arte, debido en parte al carácter macabro que siempre sería un motivo de inspiración en estilos como el Barroco, aunque también por la temática del enfrentamiento de contrarios, en este caso la mujer contra el hombre, el pueblo de Israel contra los invencibles asirios, en definitiva el triunfo del débil sobre el poderoso, que también va a tener mucho éxito en movimientos como el Renacimiento, muy apegado a este tipo de temas con un contenido humanístico.


En 1638 Artemisia se reunió con su padre en Londres en la corte de Carlos I de Inglaterra, donde Orazio se convirtió en pintor cortesano y recibió el importante encargo de decorar un techo (alegoría del Trionfo della pace e delle Arti [Triunfo de la paz y de las artes]) en la Casa delle Delizie de la reina Enriqueta María de Francia en Greenwich. El padre y la hija estaban una vez más trabajando juntos.

Orazio murió repentinamente, cuidado por su hija, en 1639. Artemisia tuvo que cumplir sus propios encargos después de la muerte de su padre, aunque no hay obras que puedan asignarse con certeza a este periodo. Se sabe que Artemisia ya había abandonado Inglaterra en 1642, cuando se producían las primeras escaramuzas de la guerra civil.

Estilo y valoración

Artemisia Gentileschi está considerada como una de los primeros pintores barrocos, de los más completos de su generación, imponiéndose por su arte en una época en la que las mujeres pintoras no eran aceptadas fácilmente. Pintó cuadros históricos y religiosos en un momento en que estos temas heroicos eran considerados inadecuados para el espíritu femenino. Retocó y modificó obras de su padre, dotándolas de un realismo que antes no tenían. Les añadió una atmósfera dramática, acentuando el claroscuro a la manera de Caravaggio, contribuyendo así a que este estilo madurase. Representa así un caravaggismo violento.


Agostino Tassi Buonamici 


(Perugia, 1566 – Roma, 1644) fue un pintor italiano tardomanierista. Influenciado por el arte nórdico de Paul Brill y Adam Elsheimer, trabajó inicialmente en Toscana (1594-1608) y después en Génova. Desde 1610 se estableció definitivamente en Roma, donde trabajó como paisajista; en su taller se formó Claude Lorrain.1 En su madurez se acercó al clasicismo boloñés del Domenichino. Experto en el arte del trompe-l’oeil, intervino en la decoración de diversos palacios y villas de Roma y sus entornos: Casino Ludovisi, Palacio del Quirinal, Palacio Pamphili, Palacio Rospigliosi, etc.  




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