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domingo, 5 de abril de 2015

Nicolás II de Rusia (el último zar de Rusia) (III) - Rasputin - Asesinato y desaparición del zar y su familia - Ekaterimburgo

El papel de Rasputin

Grigori Rasputín apareció en los círculos monárquicos gracias al contacto que hizo Anna Výrubova, la más cercana cortesana a la zarina, debido a la enfermedad hemofílica que padecía su hijo Alexis. La influencia que ejercía sobre el niño le permitía controlar la enfermedad del heredero al trono, con lo que pronto ganó la confianza absoluta de la zarina.

Anna Výrubova en la playa con las Grandes Duquesas Tatiana, izquierda, y Olga Nikoláievna de Rusia. Cortesía: Beinecke Library.
Rasputin era en sí una persona extraordinaria, con un grado de acierto muy notable en sus predicciones, una mezcla de santurrón y amigo muy convincente, pero, en contrapartida, un ser con un alter ego muy libidinoso rayando en lo maníaco, que buscaba el placer sexual entre las consortes del palacio.

Otra leyenda rusa sobre Rasputín es su atractivo físico que, según se cuenta, levantaba pasiones entre sus admiradoras , con las que posó en esta foto en 1914.
Rasputin pronto convirtió a la zarina en su amiga y confidente, al punto de que ella consideraba seriamente los consejos que él le daba. La razón de esta influencia poderosa, era que la Emperatriz consideraba a Rasputín, un enviado de Dios. Esta situación, permitió a Rasputin tomar un papel decisivo en los nombramientos ministeriales. Se lo conocía por su sobrenombre de monje loco, y su comportamiento cada vez más entrometido y desafiante comenzó a suscitar odios entre la nobleza y especulaciones de todo tipo en el pueblo.

Antes de la partida de Nicolás II al frente alemán, Rasputin predijo que si él moría a manos de gente de su familia, nadie de la familia de Nicolás II le sobreviviría más de dos años.

Rasputín en 1915.
Considerado amigo íntimo del zarévich Alexéi Nikoláievich y su «médico» personal, ya que este le proporcionaba una especie de «hipnosis curativa» y le ofrecía la seguridad que su sobreprotectora madre no podía ofrecerle, el futuro de la dinastía Románov estaba en sus manos. Si él no salvaba de la muerte al hemofílico zarévich la especulación sobre el heredero al trono quedaba abierta. Gracias a esas aparentemente milagrosas curaciones la zarina Alejandra confió ciegamente en el curandero, ya que las pruebas de sanación que le producía a su hijo eran inexplicables. Confió también en los vaticinios del monje sobre los destinos de la santa Rusia, a la cual veía Rasputín en sus visiones «envuelta en una nube negra e inmersa en un profundo y doloroso mar de lágrimas».


Una caricatura sobre Rasputin y los zares
Biografia

Grigori Yefimovich Rasputín 

(1872/07/29 - 1916/12/29)

Se cree que nació en Pokróvskoie (Siberia). Rasputín, significa en ruso algo así como "libertino". 

Sin ninguna formación, no aprendió a leer ni a escribir. Trabajó durante algún tiempo de cochero y jardinero. Desde su infancia, hacía valer con orgullo sus dotes paranormales ante las gentes de su pueblo. Se casó y tuvo tres hijos, se ganó fama de disoluto y tuvo cuentas con la justicia en más de una ocasión. 

En 1901 abandona a su familia y se hace monje ortodoxo del monasterio de Vekhoture. Tras un tiempo de reclusión, sale a recorrer los caminos para predicar una especie de panteísmo semipagano por todo el país. Realizó una visita a San Petersburgo (capital del país por aquel entonces) en 1905 y fue presentado en la corte, donde causó un gran impresión a la emperatriz Alejandra Fiódorovna. 

El cadáver de Rasputín en un trineo.
Llegó a manejar los destinos de Rusia gracias a la curación milagrosa que propiciara al zaretvich [príncipe heredero] Alexis Nikoláievich, quien padecía de hemofilia. Desde 1907, el débil Nicolás II, dominado por la zarina, siguió ciegamente las indicaciones de Rasputín. A partir de 1911 Rasputín designó a muchos altos funcionarios del gobierno, la mayoría de los cuales fueron poco competentes. Sus famosas orgías escandalizaron a la opinión pública rusa y circularon rumores de que conspiraba en favor de Alemania. Se le conocía por el sobrenombre del Monje Loco y su comportamiento comenzó a suscitar odios. 

Rasputín y sus hijos.
Finalmente fue asesinado por un grupo de aristócratas que le habían invitado a una fiesta en San Petersburgo en la noche del 29 al 30 de diciembre de 1916. 

Parece probado que sus asesinos con el príncipe Félix Yussupov a la cabeza, le dieron pasteles y vino cargados de cianuro. Al ver que no le afectaban en demasía, el príncipe le disparó al pecho, le golpeó la cabeza con un bastón lleno de plomo y lo arrojó después al río Neva. Rasputín según se comprobó más tarde murió ahogado. 

El príncipe Félix Félixovich Yusúpov, conde Sumarókov-Elston (San Petersburgo, 11 de marzojul./ 23 de marzo de 1887greg.-París, 27 de septiembre de 1967) fue un noble ruso célebre por su participación en el asesinato de Grigori Rasputín. Miembro de la familia imperial por matrimonio, se exilió a París tras la caída de los Románov con la Revolución de 1917.

Yusúpov, Purishkévich y el gran duque Dmitri planearon atraer a Rasputín al palacio de Yusúpov con la excusa de que se reuniría con la esposa de este, la gran duquesa Irina Alexándrovna. Así, a pesar de haber recibido una advertencia previa del peligro el mismo 16 de diciembre, Rasputín se presentó en el palacio poco después de medianoche. Allí Yusúpov lo hizo esperar a la gran duquesa, mientras esta supuestamente atendía a otros invitados, en una estancia del sótano donde le sirvió vino y unos pasteles envenenados con cianuro. Exasperado porque el veneno parecía no hacer efecto, Yusúpov le disparó un tiro con una pistola Browning y lo dejó por muerto mientras se preparaba para salir a deshacerse del cadáver. No obstante, Rasputín había sobrevivido y Purishkévich, después de fallar en dos ocasiones, lo derribó con otros dos disparos y lo remató con un golpe en la sien. Después ataron el cuerpo con cadenas de hierro y lo arrojaron al río Nevá, donde fue encontrado el 18 de diciembre.



Alfonso XIII intentó salvar al zar Nicolás II

España se mantuvo neutral durante la Gran Guerra y este hecho le dejó las manos libres a Alfonso XIII para interceder por ambos bandos. En febrero de 1917, la Revolución Rusa obligó a abdicar a Nicolás II. El destino del zar era incierto y, en un primer momento, fue trasladado a la ciudad de Toblosk, donde se alojó en el palacio del gobernador. 


El zar siempre confió en que las monarquías europeas le rescataran, tanto a él como a su familia. Sin embargo, Gran Bretaña y Alemania no aceptaron acoger a la familia imperial por miedo a una reacción revolucionaria en sus propios países. La única monarquía del Viejo Continente que inició gestiones para salvar a Nicolás II fue España. Alfonso XIII se entrevistó con el nuevo embajador del gobierno provisional ruso, Nekliudov, pero cuando este cayó meses más tarde y tomaron el poder los bolcheviques, la suerte del emperador se hizo cada vez más precaria. El 30 de abril de 1918 la familia real fue trasladada a Ekaterimburgo y asesinada el 17 de julio. El hecho fue ocultado a la opinión pública y Alfonso XIII, ignorante del fatal desenlace, prosiguió con sus esfuerzos. Tras la negativa de Gran Bretaña y Alemania, se dirigió a las monarquías de Suecia y Noruega, pero tampoco esa tentativa llegó a buen puerto. Hay documentos del ministerio de Exteriores francés que atestiguan que el 2 de agosto de 1918 Alfonso XIII seguía en sus trece, e incluso en septiembre hubo reuniones entre Fernando Gómez Contreras, en representación de España, y un ministro de Lenin, que le hizo creer que estarían dispuestos a entregar al zar a España a cambio de que nuestro país reconociera oficialmente al gobierno soviético, algo que no ocurriría hasta la Segunda República.


Ekaterimburgo es el centro de la región de los Urales, situada en la cordillera del mismo nombre y que está considerada la frontera natural entre Europa y Asia. A unos catorce kilómetros de la ciudad se encuentra el monumento Europa-Asia, muy popular entre los turistas porque da la oportunidad de estar con un pie en el continente europeo y con otro, en el asiático.

La ciudad fue fundada en 1723 por orden del emperador Pedro el Grande como centro metalúrgico del país.

El emperador bautizó la ciudad en honor a su esposa, Catalina (Yekaterina).


Durante el reinado de Catalina II, a través de la joven ciudad se abrió la Ruta Siberiana, una carretera que conectaba la Rusia europea con Siberia y China. De este modo la ciudad se convirtió en una pieza clave en el camino hacia la rica y extensa Siberia y en una “ventana a Asia” del mismo modo que San Petersburgo era “la ventana a Europa” para Rusia.

En la época soviética la ciudad nuevamente se convirtió en la capital informal de la región de los Urales. Se hizo famosa por sus nuevas grandes plantas metalúrgicas y de construcción de maquinaria. La planta Uralmash, construida en aquella época, sigue siendo una de las más grandes de Rusia.

Desde 1924 hasta 1991 la ciudad llevó el nombre de "Sverdlovsk", en honor a Yákov Svérdlov, político y revolucionario bolchevique.
Asesinato y desaparición del zar y su familia

El plan secreto original del Comité Ejecutivo Central Panruso, era trasladar al zar a Moscú, donde Trotski quería realizar un gran juicio público contra él. Sin embargo, los bolcheviques de la cercana Ekaterimburgo, a cuyo frente estaba el dirigente del Sóviet de los Urales Filipp Goloshchokin, eran conocidos por su radicalismo y aspiraban a hacerse con el control del zar para encarcelarlo o ejecutarlo ellos mismos. En vista de ello, a principios de abril Yákov Sverdlov, un dirigente bolchevique perteneciente al círculo íntimo de Lenin, ordenó al comisario Vasili Yákovlev que se hiciera cargo de la familia imperial e intentara llevarlos sanos y salvos a la capital. Debían pasar por Ekaterimburgo para no levantar sospechas, pero en el camino Yákovlev temió una emboscada y se desvió hacia Omsk, lo que hizo que Goloshchokin sospechara que se preparaba la huida del zar a Japón y, finalmente consiguió que Sverdlov autorizara el regreso a Ekaterimburgo a cambio de garantías de que el zar y su familia no sufrirían daños.


Yákov Mijáilovich Sverdlov  (Nizhni Nóvgorod, 22 de mayojul./ 3 de junio de 1885greg.-Oriol, 16 de marzo de 1919), su nombre original era Yánkel Móvshevich Sverdlov ; conocido bajo los pseudónimos de "Andréi", "Mijálych", "Maks", "Smirnov" y "Permiakov"; político revolucionario, fue líder del partido bolchevique y alto funcionario de la Rusia soviética, previa a la constitución de la Unión Soviética. Fue, junto con el presidente del Sóviet de los Urales, Filipp Goloshchokin, el autor intelectual del asesinato del zar Nicolás II y su familia en Ekaterimburgo, y presumiblemente además de la muerte de varios Románov.
El zar y la zarina llegaron a Ekaterimburgo el 30 de abril de 1918 y sus hijos, que habían viajado por separado, se reunieron con ellos el 23 de mayo. Todos fueron llevados a la casa de un hombre de negocios local, Nikolái Ipátiev, que había sido requisada el día anterior. El trato que recibieron empeoró considerablemente en comparación con sus anteriores destinos, se saquearon sus pertenencias y debían permanecer recluidos en sus habitaciones.

Yákov Mijáilovich Yurovski  (Tomsk, Siberia, Imperio ruso, 19 de junio de 1878–Moscú, Unión Soviética, 2 de agosto de 1938) fue un revolucionario ruso de origen judío, conocido por ejecutar al último emperador ruso, el zar Nicolás II de Rusia y su familia tras la Revolución rusa de 1917.
A finales de junio Goloshchokin viajó a Moscú con ocasión del Quinto Congreso de los Sóviets y allí fue donde, tras deliberar con Lenin, se decidió la ejecución de los Románov, aunque sin fijar ninguna fecha concreta. Así, el 4 de julio la Cheka local, al mando de otro hombre de confianza de Lenin, Yákov Yurovski, asumió la responsabilidad de la vigilancia de la casa Ipátiev. Mientras tanto, la situación en la región había empeorado gravemente para los bolcheviques y, en vista de que la misma Ekaterimburgo estaba en grave peligro ante el ataque de la Legión Checoslovaca, el 16 de julio Goloshchokin le envió a Zinóviev un telegrama cifrado con destino a Sverdlov y Lenin solicitando la ejecución inmediata de la familia imperial. La respuesta afirmativa de Moscú, es posible que proveniente directamente de Lenin, llegó ese mismo día.

La planificación misma del magnicidio in situ fue hecha por Yurovski, quien se reservó el derecho de disparar primero sobre el «verdugo coronado» como se lo llamaba a Nicolás II; aparte de Yurovski, la camarilla la componían, Piotr Ermakov y Gregoy Nikulin, todos miembros y asesinos probados de la Cheka.

La Checa ('Comisión Extraordinaria') fue la primera de las organizaciones de inteligencia política y militar soviética, creada el 20 de diciembre de 1917 por Feliks Dzerzhinski. La checa soviética sucedió a la antigua Ojrana zarista, cuya organización interna emuló. Su cometido era «suprimir y liquidar», con amplísimos poderes y casi sin límite legal alguno, todo acto «contrarrevolucionario» o «desviacionista».
En la medianoche del 17 de julio el zar junto a los integrantes de la familia fueron llevados al sótano de la Casa Ipátiev donde fueron fusilados, junto a algunos sirvientes cercanos, e incluso un médico leal. El pretexto era que se les iba a tomar una fotografía antes de partir; o se los iba a trasladar.
Nicolás II colocó al heredero en sus rodillas mientras tomaba asiento junto a la zarina, las hijas se sentaron atrás y los sirvientes y el médico a los costados, de pie. Pasaron unos instantes y repentinamente entró Yákov Yurovski con revólver en mano y 17 soldados armados con fusiles a la bayoneta.

La casa Ipátiev hacia 1928. En 1977, el primer secretario de la región, Borís Yeltsin, ordenó su demolición.
Cuando Yákov Yurovski levanta el revólver y declara al zar que el pueblo ruso lo ha condenado a muerte, el zar alcanza a balbucear "¿Qué?" y le dispara casi a quemarropa. El zar cae instantáneamente muerto, la zarina se alcanza a incorporar haciendo la señal de la cruz y gritando, es muerta de un disparo en plena boca por Yurovski y seguidamente los fusileros realizan una descarga cerrada al resto de la familia. Las hijas, que llevaban corsés apretados y además en su interior estaban cargadas con joyas, no mueren inmediatamente y son rematadas a la bayoneta. Anastasia, murió rematada a bayonetazos realizados por Ermakov. El zar murió con 50 años recién cumplidos.

El zarévich sobrevivió a la primera descarga y fue muerto por Yurovski en el remate de moribundos disparándole dos veces a la altura del oído. Una de las sirvientas que no recibió la primera descarga es perseguida dentro de la habitación y rematada a bayonetazos, e incluso la mascota es muerta de un disparo.

Nicolás II prisionero en Tsárskoye Seló (al fondo sus guardianes).
Posteriormente los cuerpos son llevados en camiones y depositados en una mina abandonada.

Al día siguiente, Yurovski, temiendo que el rumor sobre el fusilamiento indujera a recuperar los cuerpos, ordenó su traslado y destrucción de los cadáveres por fuego y ácido y arrojarlos a piques de otras excavaciones, ubicadas 12 km fuera de la ciudad, en la mina que se llama «los cuatro hermanos».

Nicolas II, su esposa y sus cinco hijos fueron asesinados el 17 de Julio de 1918 en Ekaterimburgo (Rusia)


El hallazgo de los cuerpos

En 1979, los historiadores Aleksandr Avdonin y Geli Riábov hallaron la posible tumba de la familia imperial en el bosque de Koptiakí. Temiendo informar del descubrimiento, no lo hicieron público hasta años después. El 12 de abril de 1989 los periódicos informaban del hallazgo. La tumba no fue abierta hasta 1991 por las autoridades soviéticas, hallando en su interior nueve cuerpos. Mediante el examen de los esqueletos, los científicos soviéticos concluyeron que faltaban los cuerpos de Alexis y la Gran Duquesa Anastasia. Las identificaciones de los esqueletos fueron confirmadas posteriormente mediante análisis de ADN.


Con su asesinato (ningún juez o jurado lo condenó a muerte, ni ordenó su ejecución) por el movimiento revolucionario de los bolcheviques, a consecuencia de la Revolución de Octubre de 1917 se extinguió la dinastía Románov. Está enterrado desde 1997 en la Catedral de San Pedro y San Pablo en San Petersburgo junto con el resto de la familia imperial y de los demás zares rusos.

En 2007 se anunció el descubrimiento de los cuerpos de Anastasia y Alexis que, tras realizarles las pruebas de ADN, serán enterrados junto a sus padres y hermanas.

Iglesia sobre la Sangre, construida sobre el lugar donde Nicolás II de Rusia
y su familia fueron asesinados.
Canonización

En 1981, la Iglesia Ortodoxa Rusa en el exilio canonizó a los integrantes de la familia Románov, una decisión refrendada en agosto de 2000 por el sínodo de la Ortodoxia Rusa. Desde 1998 sus restos reposan en la Catedral de San Pedro y San Pablo de San Petersburgo.

Vista aérea de la fortaleza. Catedral de San Pedro y San Pablo de San Petersburgo.
El entierro de los restos mortales de la familia real dio pie a debates en medios políticos y religiosos. Pese al examen pericial genético que corroboró la autenticidad de los restos reales descubiertos, tanto la Iglesia Ortodoxa Rusa como los poco numerosos monárquicos de Rusia se niegan a reconocer que en la Fortaleza de San Pedro y San Pablo fueron enterrados justamente Nicolás II y sus familiares.

Lápidas que marcan el entierro del zar Nicolás II
y su familia en la capilla de Santa Catalina de la
Catedral de San Pedro y San Pablo de San Petersburgo.
La Iglesia parece haber tenido sus razones para declarar santa a la familia imperial. 

Según piensan los prelados, la decisión de canonizarlo debe traer paz a las almas de los habitantes de Rusia y reconciliarlos con el pasado del país. Pero no fue así: los sondeos de opinión muestran que la población se ha dividido más o menos en dos partes iguales, una mitad cree que Nicolás II merece ser canonizado, mientras que la otra mitad tiene una opinión distinta.

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