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Sandro Botticelli y los frescos de la Sixtina
En 1481 Botticelli fue llamado a Roma junto con otros artistas para realizar los episodios de la Vida de Moisés y de Cristo en la Capilla Capilla Sixtina. El comitente, Sixto IV, antiguo adversario de Lorenzo de Médicis con el que probablemente el pontífice se había reconciliado, ya que muchos pintores florentinos pudieron viajar a Roma, entre ellos Botticelli, el intérprete oficial del patrocinio mediceo. En los muros de la capilla papal el artista realiza tres grandes frescos: las Pruebas de Moisés, las Tentaciones de Cristo y el Castigo de los rebeldes. En Roma, el pintor se da cuenta de la importancia tanto simbólica como espacial de la antigua arquitectura romana, a la que va a recurrir a partir de entonces cada vez que el tema iconógrafico requiera un contexto solemne e imponente. El ejemplo más evidente es el arco de Constantino representado en en el fresco Castigo de los rebeldes, done probablemente también describe, el Septizonium, un edificio célebre de la época de Septimio Severo, cuyos restos se podían todavía en la época de Botticelli. A la limpidez de la construcción espacial marcada por la arquitectura, se opone el dramático desasosiego de los personajes que se atrevieron a rebelarse contra la autoridad establecida. El significado político de la escena es evidente: aquellos que se rebelaron contra la autoridad de Moisés en el Antiguo Testamento y los que se rebelaron contra el papado en la época contemporánea. Sin embargo, en aquellos círculos romanos, y con temas tan diferentes a los que estaba acostumbrado, Botticelli se encontraba un poco fuera de lugar y tenía dificultades para expresar su arte con plenitud. Los trabajos efectuados a su regreso a Florencia demuestran una mayor seguridad y el aprovechamiento de los elementos figurativos aprendidos durante su estancia en Roma: Palas y el Centauro del Museo de los Oficios o Venus y Marte de la National Gallery de Londres.
La tentación de Cristo
Sixto IV (Celle Ligure, Génova, 21 de julio de 1414 - Roma, 12 de agosto de 1484), de nombre secular Francesco Della Rovere, fue el papa n.º 212 de la Iglesia católica, desde el 9 de agosto de 1471 hasta su muerte el 12 de agosto de 1484. Perteneció a la Orden Franciscana.
Della Rovere fue una familia noble italiana, originaria de la ciudad de Savona, que se preciaba de descender de los condes de Vinovo.
Además de restaurar el acueducto que le suministraba a Roma una alternativa a la insaluble agua de río que la había hecho famosa, restauró o reconstruyó más de 30 iglesias de la ciudad, entre ellas la de San Vitale (1475) y Santa María del Popolo. La Capilla Sixtina fue construida bajo su pontificado, junto con el Puente Sixtino -el primer puente, desde la antigüedad, que cruzaba el Tíber, que permitía una mejor integración del Vaticano con el corazón de la antigua Roma. Todo esto fue parte de un plan urbanístico a gran escala realizado durante su papado, que también eliminó los mercados del Campidoglio, trasladándolos a la plaza Navona en 1477 y en bula de 1480, decretó el ensanche de las calles y la primera pavimentación desde la era imperial.
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En la parte alta, al fondo, Jesucristo encuentra al demonio, bajo la apariencia de un eremita o un peregrino, quien le invita a transformar en pan las piedras y así comer después de cuarenta días de ayuno. En el centro, sobre un edificio, Satanás tienta a Jesús, diciéndole: «Si tú eres hijo de Dios, arrójate». El demonio está sobre lo alto del frontón de un templo y reta a Jesús a lanzarse al vuelo y ser salvado por los ángeles. El templo está inspirado en el hospital del Santo Espíritu, construcción de Sixto IV próxima al Vaticano. A la derecha vuelve a tentarlo ofreciéndole toda la magnificencia del mundo. Cristo lo rechaza y hace caer al demonio desnudo desde una roca. La ropa de eremita se desprende y aparece el demonio, con garras, cola, y orejas de animal. Detrás de la figura de Cristo hay unos ángeles ante una mesa, preparando la Eucaristía.
El primer plano de la composición no contiene Tentaciones de Cristo, sino ve un rito de sacrificio, interpretado como oferta del leproso después de ser sanado por Cristo. En esta escena puede identificarse al sumo sacerdote con Moisés, visto que en la pared de enfrente están las escenas de su vida, y el joven con Cristo, que será él mismo sacrificado para redimir a toda la Humanidad.
También hay alusiones directas al pontífice: a su nombre, Francesco della Rovere, aluden los robles pintados, y a su símbolo heráldico el traje azul oscuro con hojas de encina de oro que lleva el joven que, situado a la izquierda, de perfil, se levanta de un asiento de mármol.
Castigo de los rebeldes
La pintura se lee de derecha a izquierda:
- A la derecha Josué salva a Moisés de la lapidación de los rebeldes; la arquitectura del fondo parece ser el Septizonium o Septizonio, edificio de siete pisos, famoso en la Antigüedad clásica y que todavía estaba en pie a finales del siglo XV; la figura de la derecha que mira hacia el exterior del cuadro, con un gorro azul, ha sido identificada con el propio Botticelli;
- En el centro, sobre el fondo del Arco de Constantino, en el que se encuentra la inscripción supradicha, Moisés alza la vara invocando a Yahvé y el fuego divino desperdiga y mata a los sacerdotes rebeldes; la presencia del Arco de Constantino, si bien no representando fielmente los relieves, evidencia la impresión que en el pintor causaron las obras de la Antigüedad que vio en Roma; detrás de él, con un incensario, está su hermano Aarón, con la tiara papal;
- A la izquierda, la tierra se abre y traga a los levitas, a excepción de dos jóvenes alzados sobre pequeñas nubes.
La clara arquitectura del fondo contrasta con la violencia y agitación de las figuras. La elección del Arco de Constantino como escenografía no es casual. Se trata de un arco levantado por el primer emperador romano cristiano. Alude con él a la prefiguración de Roma como sede de Pedro. Por otro lado, la profusa utilización de oro subraya los detalles.
Este fresco estuvo inspirado por un suceso contemporáneo: Andrés Zamomelic, arzobispo de Carniola, en vista de que no había sido elegido cardenal, reunió un Concilio en Basilea contra el papa, pero fue recluido en una prisión, donde se suicidó.
Pruebas de Moisés
Estos Hechos de la vida de Moisés (Fatti della vita di Mosè) representa varios episodios de la juventud de Moisés extraídos del Libro del Éxodo. Adopta un esquema compositivo parecido al del Castigo de los rebeldes. Moisés está representado en la figura con túnica amarilla y manto verde. Se lee desde la derecha:
- Moisés mata al egipcio que había maltratado a un israelita y huye al desierto, en este episodio Moisés puede verse como prefiguración de Jesucristo que derrota al demonio; en primer plano Moisés, con una espada en la mano, ataca al egipcio, a la derecha se le ve a este egipcio auxiliado por una mujer y al fondo a Moisés huyendo hacia Madián. Detrás del egipcio con la mujer se ve una arquitectura clasicista, con las pilastras rematadas en capiteles y arquitrabe.
- El siguiente es el episodio en el que combate a los pastores que quieren impedir a las hijas de Jetró, entre las que está su futura mujer, Séfora, que abreve el rebaño en el pozo y saca para ellas el agua del pozo. En el grupo de las hijas de Jetró se ejemplifica que Botticelli había tenido presente las soluciones formales de la escultura contemporánea, en particular la Puerta del Paraíso de Ghiberti, lo que se evidencia en la composición de la escena con los rápidos y oblicuos cortes de las colinas o con las verticales de los árboles del centro de la escena. Ellas están representadas con líneas curvas, sinuosas, el arabesco típico del autor.
- El tercero está en lo alto a la izquierda, cuando está cuidando el rebaño de Jetró, su suegro, y oye la llamada de Yahvé; entonces se descalza para acercarse a la zarza ardiente y recibe de Dios la misión de regresar a Egipto y liberar a su pueblo. En la figura de Moisés descalzándose se hace una cita del Espinario, una escultura de época romana, copia de otra helenística, que llegó al Palacio Capitolino en 1471, ejemplo de la impresión que las obras de la Antigüedad ejercieron en el pintor cuando llegó a Roma.
- Abajo, a la izquierda, se ve a Moisés mientras guía a los israelitas en el desierto hacia la Tierra Prometida; a este episodio se refiere el título: «TEMPTATIO MOISI LEGIS SCRIPTAE LATORIS». Otra interpretación (ref. «Museos del Mundo») es que Moisés aquí está guiando a Séfora, su mujer, y a su familia hacia Egipto, donde posteriormente cumplirá su misión liberadora.
El relato puede seguirse con claridad. Las bellas formas femeninas retratadas en las hijas de Jetró recuerdan a las Tres Gracias que pueden verse en la Alegoría de la Primavera.
Moisés es una figura importante para el judaísmo, el cristianismo, el islam y el bahaísmo, donde se lo venera como profeta, legislador y líder espiritual. Es un hebreo que creció como un príncipe egipcio. En hebreo su nombre es Moshé y en árabe se lo conoce como Musa. Las referencias fundamentales acerca de Moisés se hallan en las Sagradas Escrituras del monoteísmo (Torá, Antiguo Testamento, Corán). Para el judaísmo, Moisés es el hombre encomendado por Dios para liberar al pueblo hebreo de la esclavitud en Egipto y conducir el Éxodo hacia la Tierra prometida, siendo por ello el primer profeta y legislador de Israel. Según la tradición bíblica, Moisés era descendiente de Leví, transmitió la Ley al pueblo hebreo y sentó las bases para el sacerdocio y el culto israelita. La tradición judeocristiana atribuye a Moisés la autoría de los cinco primeros libros bíblicos (Pentateuco). En cuanto a evidencia material extra-bíblica acerca de Moisés, los arqueólogos carecen de ella. Fuera del marco de la creencia, la falta de objetos que permitirían corroborar o incluso evaluar la validez de los textos bíblicos, genera hipótesis y conjeturas diversas.
Egipcio golpeando a un israelita delante de Moisés. Detalle de relieve escultórico. Catedral de Nîmes, Francia, siglo XI |
Una paráfrasis bíblica es un resumen de uno, o varios libros de la Biblia, redactado en un lenguaje sencillo y de fácil comprensión que elimina los conceptos complicados del texto original.
Ilustraciones de la paráfrasis bíblica de Aelfric (Siglo XI DC). Izquierda, Moisés contando a los israelitas. Derecha, Moisés alentando a Josué. |
En este caso, el monje Aelfric relató, a su manera, los primeros cinco libros del Antiguo Testamento y el libro de Josué en un inglés antiguo muy sencillo empleando palabras e ideas conocidas por sus contemporáneos de la Inglaterra del siglo XI. Además, para hacer aún más fácil la comprensión de la historia, el manuscrito fue ilustrado con escenas de la vida de Moisés, quien, algunas veces, aparece representado con cuernos en la cabeza.
Mientras que por ejemplo el setabense José de Ribera, en el XVIII, representó en una pintura a Moisés con los rayos de luz Todo parece indicar que el origen de esos apéndices es un error de traducción del idioma Hebreo, específicamente la traducción de Exodus 34:29-30. El texto describe a Moisés descendiendo del Monte Sinaí, con el rostro “emitiendo rayos de luz” |
Cabe destacar que en esta primera aparición, los cuernos de Moisés no son protuberancias orgánicas que brotan de su cabeza sino que forman parte de un casco que el personaje bíblico lleva puesto en algunas escenas. Tal y como se le representó luego en algunas dramas litúrgicos de la Edad Media.
Ruth Mellinkoff, tiene una teoría más sólida.
Para la investigadora norteamericana, el hecho de que la primera aparición del Moisés con cuernos se haya dado a través de un casco no es prueba de que el motivo de los cuernos haya tenido su origen en los dramas litúrgicos sino que es una de las tradiciones culturales escandinavas que llegaron hasta los anglosajones, daneses y normandos que habitaban la Inglaterra de la Edad Media:
“Parece, al menos en el reino de la posibilidad, que el casco con cuernos que Moisés usa en la paráfrasis de Aelfric estaba totalmente de acuerdo con la tradición inglesa-escandinava de cascos adornados con motivos animales. Recordemos que la arqueología y la literatura nos dicen que el casco ornamental es una marca del círculo de liderazgo, usado para determinar rango – el jefe, el rey, la nobleza.” (El Moisés con cuernos en el arte y el pensamiento medieval”, Ruth Mellinkoff.)
Izquierda, figura con cuernos en el cementerio de Sutton Hoo (Siglo VI-VII DC). Derecha, casco Vikso (Siglo VIII-IV DC). Abajo, detalle del caldero de Gundestrup (Siglo VIII- I AC). |
Es sabido que la influencia escandinava en las tierras del norte de Europa se remonta a los primeros siglos de la era cristiana, de allí que la teoría de la doctora Mellinkoff aparezca como un elemento importante en nuestro análisis.
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