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jueves, 9 de febrero de 2017

Italia en época del Bosco - Ludovico Sforza -Leonardo Da Vinci - La última cena

Mecenazgo de Ludovico Sforza

Ludovico Sforza, llamado el Moro (1451-1508), segundo hijo de Francesco Sforza, se reveló como su más digno heredero. Su amor por la música, los grandes espíritus y por las espectaculares puestas en escena, explican su generosidad hacia Leonardo da Vinci, con quien compartió su pasión por la ciencia. Gracias a él, Leonardo pintó La última cena para los dominicos de Santa Maria delle Grazie y realizó la decoración de algunas salas del Castillo Sforzesco. Su mecenazgo arquitectónico fue muy brillante: tenía la intención de terminar la Cartuja de Pavía, añadiéndole una nueva catedral. Fueron ampliadas numerosas fundaciones religiosas, comenzando por Santa Maria delle Grazie y San Ambrosio, basándose en los planos Bramante. Su cultura y el esplendor de su mecenazgo fueron alabados por sus cortesanos y hombres de letras quienes, como Castiglione, lamentaron la dispersión, a partir de 1499, del círculo de eruditos que rodeaba a Ludovico.


Santa Maria delle Grazie de Milán, 1493, Donato Bramante. Estimulado sin duda por la investigación llevada a cabo por Leonardo acerca de la iglesia de planta central, Bramante experimenta una especie de iglesia de este tipo en Santa Maria delle Grazie: la tribuna que añade a la nave ya construida, después de haber demolido el ábside de Solari, es la amplificación de la Sacristía Vieja de Brunelleschi de San Lorenzo en Florencia. Sin embargo, el tratamiento del exterior no es florentino: la masiva silueta de la iglesia, cortada por numerosas arcadas, su techo plano, se inscribe en la tradición local, y las pilastras con balaustradas de terracota evidencian un gusto pintoresco, muy ajeno al gusto florentino. La influencia de la arquitectura de este artista es sin duda el aspecto más importante de su estancia en Milán. Durante los años en que Bramante trabaja en la tribuna de Santa Maria delle Grazie, Leonardo pinta en el refectorio de la iglesia, su obra más famosa en Milán: la “Última Cena”. Después de la caída de Ludovico el Moro, Bramante viaja a Roma y encuentra en Julio II un mecenas a su medida.


 Bramante (Fermignano, c. 1443/1444 - Roma, 1514) fue un pintor y arquitecto italiano, que introdujo el estilo del primer Renacimiento en Milán y el «Alto Renacimiento» en Roma, donde su obra más famosa fue el planeamiento de la Basílica de San Pedro. Tuvo una formación quattrocentista pero su plenitud artística la alcanza en el siglo XVI. Su arquitectura está caracterizada por la severidad y el uso de planta central cubierta con cúpula.
La basílica de San Lorenzo es una iglesia italiana de culto católico ubicada en la ciudad de Florencia, en la plaza de San Lorenzo. Su construcción fue encargada por Cosme de Médici al arquitecto Filippo Brunelleschi, quien trabajó en su construcción desde 1422 hasta 1446. La dirección de los trabajos pasó entonces a manos de Michelozzo y, en 1457, a las de Antonio Manetti. En su interior destacan la sacristía vieja, diseñada por el propio Brunelleschi, y la sacristía nueva, obra de Miguel Ángel.
Filippo Brunelleschi (1377 - 15 de abril de 1446), fue un arquitecto, escultor y orfebre renacentista italiano. Es conocido, sobre todo, por su trabajo en la cúpula de la Catedral de Florencia Il Duomo. Sus profundos conocimientos matemáticos y su entusiasmo por esta ciencia le facilitaron el camino en la arquitectura, además de llevarlo a la invención de la perspectiva cónica.
Basílica de San Lorenzo (Florencia) - Vista de la fachada inacabada
Apodado “el Moro” ya sea por el color de su piel o por su segundo nombre, Mauro, recibió una formación humanística. En 1491 se casó con Beatrice d’Este, hija de Ercole d’Este de Ferrara y hermana de Isabella d’Este. Apartado del poder tras la muerte de su hermano Galeazzo Maria, asesinado en 1476, desafió a su cuñada Bona de Saboya y se arrogó el título de Duque tras la muerte de su hijo, Gian Galeazzo, en 1494. Su política exterior, días antes de la expedición de Carlos VIII estuvo dominada por su hostilidad a Nápoles. Se alió con Venecia y el Papa Alejandro VI contra Nápoles y Florencia. Cuando Carlos VIII llegó a Nápoles, se apresuró a constituir la liga italiana (1495), pero se negó a tomar parte en las operaciones que obligaron a Carlos VIII a abandonar Italia. En 1499, se enfrentó, sin estar preparado para ello, a Luís XII que se había aliado con Venecia. Un breve retorno del exilio en febrero 1500 le valió una nueva derrota. Murió durante su cautiverio en la fortaleza de Loches en la Turena, una antigua provincia de Francia.
Luis XII de Francia (Luis de Orleans) (Blois, 27 de junio de 1462 - París, 1 de enero de 1515), rey de Francia, de 1498 a 1515, y que recibió el nombre de padre del pueblo en los Estados Generales de 1506. Hijo de Carlos I de Orleans y María de Cléveris. (Primo de Carlos VIII de Francia)
Recibió la corona al fallecer su primo Carlos VIII. Se casó en tres ocasiones: con Juana de Valois, con Ana de Bretaña, y con María Tudor, a la que dejó viuda. Del segundo matrimonio tuvo dos hijas: la futura reina Claudia de Francia y Renata de Francia.
Carlos VIII de Francia llamado el Afable o el Cabezudo (Amboise, 30 de junio de 1470 - íd., 7 de abril de 1498), rey de Francia desde el año 1483 hasta su muerte. Hijo de Luis XI y de Carlota de Saboya.
La última cena, 1495-1498, Leonardo da Vinci (Milán, Convento de Santa Maria delle Grazie). En la acción de “La última cena”, las palabras de Cristo pasan como un poderoso soplo sobre los Apóstoles que comentan en grupos de tres, la sorprendente revelación del Maestro “Uno de vosotros me va a traicionar » (Mateo. XXVI, 21). Es como si la serenidad de esta sala, su arquitectura de proporciones clásicas, se hiciera añicos de repente, y los asistentes a la Cena se dieran cuenta de la tragedia que tendría lugar poco tiempo después. Por las tres aberturas del fondo, Leonardo deja entrever un cielo claro de tarde de verano, un canto a la naturaleza que el pintor introduce en la representación de un drama esencialmente humano, y que sabe fundir con la armonía suprema de toda la escena. Encontramos en esta obra, un alto grado de fascinación en el contenido y la forma, tal vez nunca más alcanzado, si excluimos algunos frescos de las Estancias de Rafael en el Vaticano, donde, sin embargo, el efecto ilustrativo domina a todo lo demás.


La Última Cena: Técnica y restauraciones

Probablemente ninguna obra de arte ha tomado un carácter tan universal como el fresco de La última Cena de Leonardo da Vinci, hoy reducido a una pálida sombra de lo que fue cuando el maestro lo terminó: tanto desde una perspectiva religiosa – protestantes y católicos han aceptado que representa para ambas religiones, el enfoque de la doctrina cristiana de la salvación, la institución de la Eucaristía durante la cena de la Pascua judía, celebrada conjuntamente por Cristo y los Apóstoles -, como del punto de vista artístico. Ninguna obra ha suscitado tanta preocupación a la opinión pública para su conservación y restauración. Comenzó a deteriorarse rápidamente después de su ejecución, e incluso en la época de Vasari (1568) ya era muy difícil su lectura. En la realización de La última Cena en el refectorio de Santa Maria delle Grazie, Leonardo utilizó óleo y temple sobre varias capas de preparación. Experimentó, de hecho, una técnica típica de la pintura sobre tabla que eligió para poder trabajar a un ritmo más lento, y también debido a las condiciones del muro y de las aguas del subsuelo. Pero precisamente a causa de esta técnica, la obra comenzó a deteriorarse rápidamente y tuvo que restaurarse varias veces. Desde esta perspectiva, la historia de La última Cena es inseparable de la historia de las teorías y métodos de restauración.

Cabeza del apóstol Santiago y estudios para arquitecturas, diseño preliminar para la Última Cena, Leonardo da Vinci, (Windsor, Royal Library). Años de proyectos, muchos dibujos preparatorios que revelan las diferentes soluciones de composición, sirvieron de preludio a la ejecución de esta obra maestra, que se caracteriza por fases de ejecución alternativas: días enteros de aplicación intensa y algunos minutos de pinceladas rápidas. Esto puede dar una idea de la ansiedad con la que Leonardo se dedicó a este trabajo.
Boceto de la cabeza de San Felipe, realizado para La Última Cena.1495

La Última Cena o Santa Cena son denominaciones convencionales de un episodio evangélico y un tema artístico muy representado en el arte cristiano.

Cenacolo della Badia di Passignano, Ghirlandaio, 1476.

Cenacolo di San Marco, Ghirlandaio, 1486. (Se representaba a Judas al otro lado de la mesa)
Cenacolo di Sant'Apollonia, Del Castagno, 1445-1450
La afirmación de Jesús «uno de vosotros me traicionará» causa consternación en los doce seguidores de Jesús, y ese es el momento que Leonardo representa, intentando reflejar "los movimientos del alma", las distintas reacciones individualizadas de cada uno de los doce apóstoles: unos se asombran, otros se levantan porque no han oído bien, otros se espantan, y, finalmente, Judas retrocede al sentirse aludido.
Los apóstoles se agrupan en cuatro grupos de tres, dejando a Cristo relativamente aislado.

 Cenacolo de Sante Marie delle Grazie, Leonardo, 1495-1497. (Más dinamismo, equilibrio, profundidad)
 La pintura fue elaborada para su patrón, el duque Ludovico Sforza de Milán. No es un fresco tradicional, sino un mural ejecutado al temple y óleo sobre dos capas de preparación de yeso extendidas sobre enlucido. Mide 460 cm de alto por 880 cm de ancho. Muchos expertos e historiadores del arte consideran La última cena como una de las mejores obras pictóricas del mundo.
Bartolomé, Santiago el Menor y Andrés.
Judas Iscariote, Simón Pedro y Juan.
Tomás, Santiago el Mayor y Felipe.
Mateo, Judas Tadeo y Simón Zelote.
En la obra también se puede notar que entre Pedro Simón y Judas Iscariote se ve una mano sosteniendo un cuchillo, de lo cual Bruce Boucher, del New York Times, argumenta:
El dibujo preliminar y las copias posteriores de La Última Cena demuestran que la mano y el cuchillo pertenecen a Pedro y según una cita en el Evangelio según San Juan, Pedro sacó la espada en defensa de Jesús contra el enemigo, quien en ese momento entregaba a Dios con un beso.
En la pintura, según fuentes, Leonardo se autorretrató como San Judas Tadeo, lo cual es una objeción hacia la obra. También, si la miran con detalle, en la mesa el único utensilio que se logra ver es el que aparece entre Pedro Simón y Judas, el que nos deja una duda sobre el motivo por el cual hay un cuchillo en la cena donde se nombra la traición.

Cenacolo de Andrea del Sarto, 1511-1527

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