(IV) Egipto Tierra de Faraones - El templo funerario de Hatshepsut - Deir el-Bahari, pincha aqui
Forma parte del conjunto denominado Antigua Tebas con sus necrópolis, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1979. Se encuentra situado en la orilla oeste del Nilo, frente a Tebas (moderna Luxor), en el corazón de la Necrópolis. El valle se compone de dos valles, el Valle Este, donde se encuentran las tumbas enumeradas con el código KV (King's Valley), y el Valle Oeste o Valle de las reinas, con las tumbas designadas con WV (West Valley). El Valle de los Reyes está dominado por la colina Tebana conocida como Meretseger, o "La que ama el silencio" y que está rematada por una cima en forma de pirámide natural.
Tumba del faraón Seti I Tras 200 años de excavaciones, los arqueólogos han llegado al último tramo de un pasadizo subterráneo que lleva a la tumba del segundo faraón de la Dinastía XIX pincha aqui |
La tumba del faraón Seti I, la más grande descubierta en el Valle de los Reyes, ha comenzado a ser digitalizada por la empresa española Factum Arte, la misma que escaneó la cripta de Tutankamón y cuyas imágenes de alta resolución permitieron a Nicholas Reeves detectar una cámara oculta tras una puerta sellada.La teoría del egiptólogo británico de que junto al «faraón niño» yace la famosa Nefertiti llevó a un escaneo con radar de la cripta que ahora es objeto de estudio. Quién sabe los secretos que las imágenes podrían revelar ahora en la tumba del segundo faraón de la Dinastía XIX (KV17), cuyo pasadizo subterráneo ya intrigó a los arqueólogos durante años.El encargado del proyecto de Factum Arte, Carlos Bayod, explicó los trabajos para realizar un escaneado de alta resolución de la tumba, en tres dimensiones y en color, que se desarrollará a lo largo de los próximos meses(2016).El objetivo es elaborar con los datos recogidos un facsímil del sepulcro de quien fuera hijo de Ramses I y padre de Ramses II, descubierto en 1817 por el italiano Giovanni Battista Belzoni, singular personaje de la incipiente egiptología del siglo XIX.De más de 3.000 años de antigüedad, la tumba aún conserva su rica decoración, oculta a los ojos del público para evitar que sufra daños. Ya tras su descubrimiento, algunos paneles fueron sacados de la tumba y hoy se pueden ver en los museos del Louvre, Berlín y Florencia.Está previsto que la réplica de la tumba de Seti I se coloque junto a la que elaboró Factum Arte de la de Tutankamón. Inaugurada hace dos años, se encuentra a la entrada del Valle de los Reyes, en Luxor, en el mismo recinto dela casa donde vivió el egiptólogo británico Howard Carter.,
Orígenes: la Dinastía XVIII
El primer rey conocido que abandonó la necrópolis de Dra Abu el-Naga fue el tercer faraón de la dinastía XVIII, el gran Thutmose I, que, en torno al año 1500 a. C. (gobernó de 1504 a 1492 a. C.), encargó a su mano derecha y arquitecto real Ineni la construcción de su tumba en medio del mayor secreto. El propio Ineni se jacta de su eficacia afirmando: nadie me vio, nadie me oyó.
En un principio es posible que se pensase en el Valle de los Reyes como un cementerio familiar, no sólo dedicado a los reyes. Prueba de ello son las numerosas tumbas menores, casi todas de tiempos de la dinastía XVIII, en las que sin duda debieron de ser enterrados reinas, príncipes y princesas, así como algunos nobles privilegiados y hasta las mascotas de Amenofis II (perros, monos y aves) Sería sólo a partir de la fundación del Valle de las Reinas cuando la cantidad de personajes no reales enterrados en el Valle de los Reyes desciende drásticamente.
En un principio es posible que se pensase en el Valle de los Reyes como un cementerio familiar, no sólo dedicado a los reyes. Prueba de ello son las numerosas tumbas menores, casi todas de tiempos de la dinastía XVIII, en las que sin duda debieron de ser enterrados reinas, príncipes y princesas, así como algunos nobles privilegiados y hasta las mascotas de Amenofis II (perros, monos y aves) Sería sólo a partir de la fundación del Valle de las Reinas cuando la cantidad de personajes no reales enterrados en el Valle de los Reyes desciende drásticamente.
Las tumbas de la dinastía XVIII han sido, en su gran mayoría, de las últimas en ser descubiertas, ya que eran personas con menor poder (por eso las tumbas de los faraones han sido saqueadas antes de su descubrimiento oficial). Esto se debe a lo bien que disimularon su entrada los constructores de tumbas, y a los escombros que cayeron en los umbrales con el paso del tiempo y así bloqueando las entradas. Aun así, que se sepa, tan sólo dos de ellas (las tumbas 46 y 62, ambas de esta época) mantuvieron todos sus tesoros y ocupantes indemnes y a salvo de saqueadores.
El olvido
Los reyes de la dinastía XXI trasladaron la capital a Tanis, abandonando Tebas y dejando el Alto Egipto bajo el control de los Sumos sacerdotes de Amón, y el principal problema que tuvieron que atajar fue el de los ladrones de tumbas. La inestable situación del país, que ya nunca más volvería a ser un gran imperio, estaba provocando que bandas, cada vez más agresivas y menos temerosas de los castigos que pesaban sobre los saqueadores, robasen las tumbas y destrozaran las momias. El escándalo era tal que incluso había miembros de la administración local implicados en el robo de tumbas.
Libro de los Muertos de Pinedyem II Pinedyem II, Sumo sacerdote de Amón en Tebas de c. 990 a 969 a. C. durante la época de la Dinastía XXI de Egipto. |
La prioridad era proteger la necrópolis más importante, el Valle de los Reyes, y así se hizo. El Sumo Sacerdote de Amón Pinedyem II ordenó trasladar las momias reales de sus tumbas a varios escondrijos para ponerlas a salvo. Ignoramos cuántos de éstos escondrijos hubo, pero se han encontrado dos depósitos, en los que se hallaron las momias de casi todos los faraones del Imperio Nuevo, de algunos Sumos Sacerdotes, y de varios familiares. Estos hallazgos tan valiosos se produjeron en la tumba número DB320 de Deir el-Bahari y en la 35 del propio Valle de los Reyes.
Redescubrimiento
Varias tumbas del Valle de los Reyes permanecieron abiertas desde la Antigüedad. Estas serían objeto de visita por parte de turistas griegos y romanos, que no dudaron en inscribir sus nombres en las salas de tales tumbas, e incluso luego los cristianos habitarían en ellas, en el caso de algunos ermitaños coptos. Sería con la conquista de los musulmanes cuando el valle se sumió en el silencio, pues éstos directamente lo ignoraron, considerándolo algo ajeno e innecesario.
Poco después llegarían otros como Belzoni, Champollion, Lepsius, Maspero y Carter, entre muchos otros. A largo de todo el siglo XIX y comienzos del XX comenzaban a descubrirse algunas tumbas reales y numerosos pozos funerarios que acrecentaban cada vez más el interés por la necrópolis y por Egipto en general. El hallazgo de tumbas tan bellas como las de Sethy I u Horemheb, de los escondrijos de las momias reales, o de la misteriosa tumba 55 crearon una verdadera fiebre en la que varios arqueólogos y acaudalados coleccionistas competían por el mejor hallazgo.
Sería en 1922 cuando el Valle de los Reyes desvelara su secreto mejor guardado, la celebérrima tumba de Tutankamón, el rey-niño de la dinastía XVIII. Llena de tesoros jamás soñados, es sin competidor posible, el hallazgo más importante de la arqueología del siglo XX, y el comienzo de la egiptomanía que aún se siente en la sociedad. Pero no sería el fin del Valle de los Reyes: aunque ya es muy improbable la existencia de una tumba de esas características escondida en el valle (sobre todo porque ya han sido hallados casi todos los faraones), comienza la labor documental. Ya no se excava en busca de tesoros, sino de información.
Tutankamón, misterio en vida y muerte
Tutankamón es uno de los faraones egipcios más conocidos y tomado erróneamente como el más importante.
Sus padres fueron el faraón Akenaton y una de sus esposas secundarias, posiblemente llamada Kiya, que era hermana de padre y madre del faraón Akenaton. Al morir su padre, Tutankamon subió al trono con tan solo 8 años, tras un interín de un año en el que gobernó otro faraón llamado Semenejkara, posiblemente esposo de su hermana mayor Meritaton.
El joven Tutankamon fue casado con otra de sus medio hermanas, llamada Anjesenamon, que era hija de Nefertiti. La chica tenía 3 o 4 años más que él y al desposarse recibió el título de «Gran Esposa Real». Tutankamon tuvo dos hijas que nacieron muertas o fallecieron al nacer como evidencian los análisis de ADN realizados a dos pequeñas momias halladas en sendos ataúdes antropoides en la tumba de Tutankamon.
Durante su reinado se restauró el antiguo culto y se abandonó la nueva capital consagrada por su padre y se volvió a Tebas. No hay prácticamente ningún registro de actividades militares, pero sí de algunas restauraciones en templos y construcciones efectuadas en esa época.
Tutankamon falleció en 1323 a. C. a los 19 años, aproximadamente, y existen varias hipótesis sobre las causas de la muerte del faraón. Fue el último de sangre real de la XVIII dinastía ya que le sucedieron el padre de Nefertiti, Ay, y posteriormente un general y posiblemente yerno de Ay, llamado Horemheb, que no tuvo descendencia.
El Sarcófago de Tutankamón
Los restos de Tutankamón descansaban en un gran sarcófago de cuarcita, que contenía tres ataúdes hasta llegar a la momia del joven faraón. El primero de ellos, de madera de pino laminado de oro; el segundo, similar; mientras que el último, y más pequeño de todos, es de oro macizo. Este último ataúd es el más icónico de todos y su belleza es de un valor incalculable.
El Valle hoy
El presente del Valle de los Reyes es el desescombro de algunas tumbas y el redescubrimiento de algunas que se han vuelto a perder desde el siglo XIX. Actualmente se están produciendo labores de restauración así como de facilitar el acceso a los turistas al lugar. No todas las tumbas están abiertas al público, pero sí las que despiertan mayor interés por sus bellísimas pinturas. Los sepulcros que más están dando que hablar hoy en día son, con diferencia, tres en especial.
Varias tumbas del Valle de los Reyes permanecieron abiertas desde la Antigüedad. Estas serían objeto de visita por parte de turistas griegos y romanos, que no dudaron en inscribir sus nombres en las salas de tales tumbas, e incluso luego los cristianos habitarían en ellas, en el caso de algunos ermitaños coptos. Sería con la conquista de los musulmanes cuando el valle se sumió en el silencio, pues éstos directamente lo ignoraron, considerándolo algo ajeno e innecesario.
Napoleon I - La expedición a Egipto - Centroeuropa - El Nacionalismo antinapoleónico - La derrota de Napoleón - Napoleón como Marte pacificador (Canova), pincha aqui
La Campaña de Egipto y Siria (1798-1801) fue una expedición militar francesa llevada a cabo por el general Napoleón Bonaparte y sus sucesores, cuyo objetivo era conquistar Egipto para cerrar a los británicos el camino a la India en el marco de la lucha contra Gran Bretaña, única potencia hostil a la Francia revolucionaria. La expedición terminó siendo un fracaso, pero gracias a ella Europa pudo redescubrir las maravillas de la antigüedad faraónica.Muy pocos viajeros europeos harían aparición en el Valle hasta la llegada de la expedición francesa de Napoleón en 1799, cuyo grupo de historiadores exploraría y cartografiaría el lugar por primera vez e incluso identificaría algunas tumbas que permanecían olvidadas, como la de Amenhotep III.
Poco después llegarían otros como Belzoni, Champollion, Lepsius, Maspero y Carter, entre muchos otros. A largo de todo el siglo XIX y comienzos del XX comenzaban a descubrirse algunas tumbas reales y numerosos pozos funerarios que acrecentaban cada vez más el interés por la necrópolis y por Egipto en general. El hallazgo de tumbas tan bellas como las de Sethy I u Horemheb, de los escondrijos de las momias reales, o de la misteriosa tumba 55 crearon una verdadera fiebre en la que varios arqueólogos y acaudalados coleccionistas competían por el mejor hallazgo.
Sería en 1922 cuando el Valle de los Reyes desvelara su secreto mejor guardado, la celebérrima tumba de Tutankamón, el rey-niño de la dinastía XVIII. Llena de tesoros jamás soñados, es sin competidor posible, el hallazgo más importante de la arqueología del siglo XX, y el comienzo de la egiptomanía que aún se siente en la sociedad. Pero no sería el fin del Valle de los Reyes: aunque ya es muy improbable la existencia de una tumba de esas características escondida en el valle (sobre todo porque ya han sido hallados casi todos los faraones), comienza la labor documental. Ya no se excava en busca de tesoros, sino de información.
Tutankamón, misterio en vida y muerte
Tutankamón es uno de los faraones egipcios más conocidos y tomado erróneamente como el más importante.
Sus padres fueron el faraón Akenaton y una de sus esposas secundarias, posiblemente llamada Kiya, que era hermana de padre y madre del faraón Akenaton. Al morir su padre, Tutankamon subió al trono con tan solo 8 años, tras un interín de un año en el que gobernó otro faraón llamado Semenejkara, posiblemente esposo de su hermana mayor Meritaton.
Detalle del Respaldo del trono de Tutankamón. Se ve al joven rey junto a su esposa Anjesenamón |
Durante su reinado se restauró el antiguo culto y se abandonó la nueva capital consagrada por su padre y se volvió a Tebas. No hay prácticamente ningún registro de actividades militares, pero sí de algunas restauraciones en templos y construcciones efectuadas en esa época.
Tutankamon falleció en 1323 a. C. a los 19 años, aproximadamente, y existen varias hipótesis sobre las causas de la muerte del faraón. Fue el último de sangre real de la XVIII dinastía ya que le sucedieron el padre de Nefertiti, Ay, y posteriormente un general y posiblemente yerno de Ay, llamado Horemheb, que no tuvo descendencia.
El Sarcófago de Tutankamón
Sarcófago de piedra de Tutankamon |
Varios objetos en su tumba, entre ellos podemos ver el carro de combate |
El presente del Valle de los Reyes es el desescombro de algunas tumbas y el redescubrimiento de algunas que se han vuelto a perder desde el siglo XIX. Actualmente se están produciendo labores de restauración así como de facilitar el acceso a los turistas al lugar. No todas las tumbas están abiertas al público, pero sí las que despiertan mayor interés por sus bellísimas pinturas. Los sepulcros que más están dando que hablar hoy en día son, con diferencia, tres en especial.
Tumbas del Valle de los Reyes: situación.
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- La tumba 5, que está siendo desescombrada, podría ser la más grande de todo el Valle. Las últimas investigaciones, así como el hallazgo de algunos cuerpos, parecen indicar que allí pudieron ser enterrados gran parte de los más de ciento cincuenta hijos del faraón Ramsés II el Grande, lo que le convertiría en la tumba colectiva más grande del mundo.
- La tumba 55, que aunque ya no tiene ningún secreto que mostrar, despertó el interés mucho tiempo, ya que se ignoraba la identidad del cuerpo hallado en ella y el verdadero destinatario del sepulcro. Tras la tumba de Tutankamón, es la que más ríos de tinta ha vertido. Se ha pensado que la Tumba 55 estaba destinada a la gran esposa real Tiy, pero que el cuerpo allí hallado podría pertenecer al faraón Ajenatón o a su corregente tan poco conocido, Semenejkara. Los análisis de ADN realizados en 2010 revelaron que, en efecto, los restos pertenecían al célebre rey hereje.
- La tumba 63 es una de las grandes esperanzas de la egiptología para poner algo de luz en el complicado periodo de los reinados de Ajenatón a Horemheb. Su hallazgo en 2005 demostró que los secretos del Valle de los Reyes aún no estaban agotados y el descubrimiento de varios sarcófagos (vacíos) mostró que se utilizó como un escondrijo de momias. Muy cerca se descubrió en 2012 la KV 64, que perteneció a una princesa de la XVIII dinastía; saqueada y tirados los restos de su moradora en un rincón, fue reutilizada en el siglo IX a.c. como tumba para una sacerdotisa cantora del templo de Karnak, cuyo sarcófago intacto con su momia reposaba al fondo de la cámara.
por Guillermo Caso de los Cobos
9 Dic 2014
Fuente: ABC.es | 8 de diciembre de 2014
Valentín explicó que "se trata de un sarcófago especial con inscripciones preciosas" de una cantora-sacerdotisa de la dinastías faraónicas XX o XXI.
El egiptólogo español, director del Proyecto Visir Amen-Hotep Huy, destacó que el hallazgo es importante ya que no es común encontrar momias en el interior de los ataúdes, debido a los saqueos.
Tanto el sarcófago como la momia, que datan de alrededor del año 1.000 a.C., "se mantienen en muy buenas condiciones", agregó.
El ataúd fue descubierto dentro de la tumba del citado visir, en la que trabaja desde hace años el equipo español y que está ubicada en el área de Al Asasif en Luxor.
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