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jueves, 19 de marzo de 2020

(XLV) (3) El placer de coleccionar arte - "Los madrazo" - Cecilia de Madrazo Garreta - Mariano Fortuny y Marsala​

(XLV) (2)El placer de coleccionar arte - "Los madrazo" - Pedro de Madrazo y Kuntz - Luis de Madrazo y Kuntz - Juan de Madrazo y Kuntz - Raimundo de Madrazo y Garreta - Ricardo de Madrazo y Garreta, pincha aqui

Cecilia de Madrazo Garreta (Madrid, 20 de diciembre de 1846-Venecia, agosto de 1932) fue esposa del pintor Mariano Fortuny y se dedicó al coleccionismo de tejidos.

Cecilia de Madrazo, retratada por su padre Federico de Madrazo en 1869.

Nace en Madrid en una familia de artistas: es hija del pintor Federico Madrazo, nieta del pintor José Madrazo y de Isabel Kuntz Valentini (hija a su vez del pintor polaco Tadeusz Kuntz, bisabuelo por tanto de Cecilia), sobrina de los pintores Pedro Madrazo y Luis Madrazo, y hermana del también pintor Raimundo Madrazo y Ricardo Madrazo.

Retrato de Cecilia de Madrazo, pintado por Luis de Madrazo en 1880.

Durante su juventud se convierte en una virtuosa pianista y asiste a las tertulias artísticas y acontecimientos musicales de Madrid. En 1867 contrae matrimonio con Mariano Fortuny y Marsal, pintor que alcanzaría enorme fama en Europa y que, gracias a su éxito económico, coleccionaría obras de arte, armas, cerámica y tejidos. Tras su boda con Fortuny, Cecilia colabora con su marido en la búsqueda y compra de antigüedades, y se integra en el amplio círculo de artistas que les rodea. El matrimonio tiene dos hijos: María Luisa y Mariano Fortuny y Madrazo. Mariano, pintor, fotógrafo, escenógrafo y diseñador, heredaría de su madre la pasión por los tejidos antiguos.

Palacio Martinengo de Venecia
La vida de Cecilia transcurre en Madrid, Granada, Roma, París y Venecia. En 1875, tras la muerte de su esposo acaecida en Roma en noviembre del año anterior, Cecilia y sus hijos se trasladan a París. En 1889, la familia se muda a la que será la última residencia de Cecilia, el palacio Martinengo de Venecia.
Durante el siglo XIX el perfil de los coleccionistas de tejidos continuó siendo un fenómeno que atrajo a un exclusivo grupo caracterizado por la sensibilidad intelectual y artística.​ El coleccionismo textil se daba en ámbitos muy elitistas o especializados, por tanto, el hecho de pertenecer a la familia Madrazo y ser esposa de Mariano Fortuny fueron determinantes para avivar en Cecilia el gusto por el coleccionismo de piezas textiles antiguas. Además de abundar los artistas, en la familia existía la inquietud de atesorar obras de arte, por lo que se convirtieron en grandes entendidos que «fueron considerados y consultados como asesores artísticos». La afición por el coleccionismo textil de Cecilia comenzó en España, recorriendo junto a su marido «tiendas y casas particulares en busca de tejidos raros».
Mariano Fortuny y Marsala​ (Reus, 11 de junio de 1838-Roma, 21 de noviembre de 1874) fue un pintor, acuarelista y grabador español, considerado junto a Eduardo Rosales uno de los pintores españoles más importantes del siglo xix, después de Goya.

Retrato de Mariano Fortuny (1867), por Federico Madrazo. Museo Nacional de Arte de Cataluña.
Los hijos del pintor en el salón japonés 1874. Óleo sobre lienzo, 44 x 93 cm. Sala 063 Museo del Prado

Quedó huérfano a los seis años de edad, y fue criado por su abuelo; él fue su tutor y su mejor valedor en sus primeros años y en su edad temprana, favoreciendo su formación artística con el pintor reusense Domènec Soberano. Contaba con la pequeña ayuda económica de dos eclesiásticos de Reus. Siendo aún niño, Fortuny también trabajó con el platero y orfebre miniaturista Antoni Bassa, quien influirá en la minuciosidad que caracterizará en el futuro su pintura.

Playa de Portici, 1874

En 1852 se trasladó a Barcelona en compañía de su abuelo. Allí entró a trabajar en el taller del escultor Domènec Talarn.

Viejo desnudo al sol, 1863 (Museo del Prado), Madrid.

La obra presenta a un anciano con el torso desnudo, bajo una fuerte luz solar y contra un fondo oscuro. Se aprecia un importante trabajo en relación con la incidencia de la luz sobre los fondos oscuros. El nivel de detallismo en la obra no es igual en todo el lienzo, siendo la zona del rostro del modelo la de acabado más preciso. Este cuadro ha sido identificado con el movimiento impresionista, y también influenciado por el naturalismo. También se señalan influencias de José de Ribera.
Sus maestros en la Escuela serán Pablo Milà y Fontanals, Luis Rigalt y Claudio Lorenzale, algunos muy influidos por el llamado «purismo nazareno».

Este cuadro ha sido identificado con el movimiento impresionista, y también influenciado por el naturalismo. También se señalan influencias de José de Ribera.
La composición de Fortuny muestra elementos de coincidencia con la popular La gran odalisca de Jean Auguste Dominique Ingres, pintada en Roma en 1814, y sobre todo con la obra Mujer dormida pintada por Eduardo Rosales también en la capital italiana el año 1859.

La gran odalisca es un cuadro de Dominique Ingres. Obra orientalista pintada en 1814 representa a una mujer desnuda. Se trata de un cuadro al óleo de forma apaisada, que mide 91 centímetros de alto y 162 de ancho. Actualmente se conserva en el Museo del Louvre de París, en Francia.
Jean-Auguste-Dominique Ingres, más conocido como Dominique Ingres (Montauban, Tarn-et-Garonne, 29 de agosto de 1780-París, 14 de enero de 1867), fue un pintor francés.

Mujer desnuda dormida - Eduardo Rosales
Eduardo Rosales Gallinas (Madrid, 4 de noviembre de 1836 - Madrid, 13 de septiembre de 1873)​ fue un pintor purista español.

En 1858 se trasladó por primera vez a Roma con una pensión de la Diputación de Barcelona, donde entablará amistad con otros artistas españoles en la ciudad como Eduardo Rosales o Dióscoro Puebla. Esta pensión tuvo una estricta restricción, pues Fortuny tenía que enviar constantemente algunas de sus obras a la Diputación para demostrar sus progresos y justificar su estadía.

El vendedor de tapices es una acuarela realizada por Mariano Fortuny en 1870 en París y que se expone en el Museo del Monasterio de Montserrat.
Esta acuarela, que por sus características parece una pintura al óleo, resultó ser una de sus obras maestras. Representa un tema de gran atractivo para los pintores orientalistas por su exotismo y color.

En Roma conoció también a varios artistas italianos; entre todos ellos Attilio Simonetti (1843-1925) se volvió su discípulo y amigo fraterno. Paralelamente, asistía a la escuela privada de Lorenzale, en donde se desarrolló en una vista más amplia su gusto por el romanticismo.

La vicaría, 1870 (MNAC de Barcelona).
La escena representa el momento de la firma de los testigos de una boda en la sacristía, separada de la iglesia, por una reja. El artista pone gran atención en los detalles de los trajes, la decoración de la sala y el ambiente. En el grupo central aparecen los novios junto con amigos y familiares vestidos con gran elegancia que contrasta con el segundo grupo, que se encuentran sentados en la parte derecha de la pintura, un torero y una manola que esperan su turno para firmar y en la parte izquierda se encuentra otro grupo de dos personajes de clase media, enfrascados en una conversación ajena al acontecimiento central. Por todo ello se puede considerar esta obra con un retrato de las diferentes clases sociales de la sociedad española en el siglo XVIII. Esta pintura preciosista dentro del estilo del realismo, alcanzó un gran prestigio dentro de la clase burguesa de toda Europa. Los elementos colocados por el pintor como efecto decorativo, como son la reja, la lámpara, el brasero, la biblioteca con libros todo está puesto en su lugar específico para conseguir armonía y equilibro en la composición

Marruecos
En 1860 estalló la Primera Guerra de Marruecos, y la Diputación de Barcelona encargó a Fortuny que viajara a este país con el fin de convertirse en cronista gráfico de la contienda en compañía de Pedro Antonio de Alarcón. Allí se integraría como pintor en el regimiento del general Juan Prim, también originario de Reus. El 12 de febrero de 1860, se registró su llegada a estas tierras y comenzó su trabajo como cronista de los acontecimientos.

Paisaje norteafricano (Museo Carmen Thyssen Málaga) 

África va a suponer un descubrimiento para Fortuny, deslumbrado por la luz norteafricana y encandilado por las planicies abiertas, las luces y los habitantes de Marruecos, llegando incluso a aprender nociones de árabe para integrarse mejor. Se liberará desde este momento de convenciones y academicismos, sintiéndose atraído intensamente por los temas orientales. Como consecuencia esa estancia, Fortuny pintó algunas de las obras más significativas de su producción, como La batalla de Tetuán (Museo Nacional de 
Arte de Cataluña, Barcelona).

MARIANO FORTUNY - La Batalla de Tetuán (Museo Nacional de Arte de Cataluña, 1862-64. Óleo sobre lienzo, 300 x 972 cm)

El Museo Nacional de Arte de Cataluña (en catalán, Museu Nacional d'Art de Catalunya), también conocido por sus siglas MNAC, está situado en la ciudad de Barcelona, (España). Destaca por su colección de arte Románico, considerada una de las más completas del mundo. 

Una vez concluida la guerra de Marruecos tras la firma de paz con España, Fortuny regresaría a España. Se asentó un tiempo en Barcelona, lugar donde crearía una amistad con la familia de Madrazo, de la cual su hija, Cecilia de Madrazo, se convertiría en su esposa. 

1868 Cecilia embarazada - Museo Fortuny Venecia
El retrato de su esposa Cecilia embarazada de su primera hija, sorprende por el fondo realizado con un fuerte color carmesí, la figura la representa de perfil sin interés de que sea un retrato, pues la cara queda reducida a un boceto con manchas, todo el conjunto está tratado con reflejos y matices con la sensación de inacabado, pero utiliza un «truco» para que el espectador diriga sus miradas al único fragmento que aparece más acabado, el brazo izquierdo que con técnica preciosista aparece como si fuera el único que se encarga de dar volumen a toda la pintura. Estos detalles técnicos los volvió a emplear en cuadros posteriores, como el Desnudo en la playa de Portici o en Los hijos del pintor, María Luisa y Mariano, en el salón japonés.



1870-1872 Gitana - Museo Fortuny Venecia
Durante su estancia en Granada, tuvo diversos modelos, masculinos y femeninos procedentes del Albaicín. En esta ocasión muestra un retrato de una gitana cuya figura se recorta sobre un fondo de tonos claros en los que resalta la cabellera negra de la mujer, su tez morena está contrastada por la luz que recibe de la su parte derecha, los colores se superponen llamando la atención el blanco de su ropaje y el adorno de las joyas en especial del collar rojizo.

1874 - Eclesiástico - Walters Art Museum Baltimore
La curiosidad del fondo rojo en pintura plana indica una influencia de las estampas japonesas, que ya habían marcado la trayectoria de pintores como Manet. El eclesiástico sigue la estela dejada por Francisco de Goya, el personaje se encuentra sentado en una mecedora y se cubre con una gran capa de tonalidades rojizas pero mucho más suave que el fondo donde está recortada la silueta del protagonista, el rostro del cual es el que está más cuidado para su interpretación psicológica con una clara soltura de pinceladas colocadas cada una en su sitio correspondiente.

 
1871 El tribunal de la Alhambra - Museo Fundación Gala - Salvador Dalí Figueras
Esta obra recibe también los nombres de Tribunal de un caíd, El cepo y Los supliciados. Como otras obras del autor la escena está colocada en una estancia de la Alhambra. La arquitectura está realizada con fidelidad a la arquitectura árabe, así se aprecia en primer lugar el patio con una fuente y un primer gran arco que da paso a través de otro más recargado en decoración a otra estancia con azulejos de lacerías estrelladas, aún se encuentra otra estancia en la que hay una ventana geminada y por la que puede verse el fondo real de un jardín. Resalta extraordinariamente el fuerte contraste lumínico entre el primer plano y el fondo en penumbra. Los dos personajes acusados están situados, en el patio, boca arriba tumbados en el suelo, atados por los pies y custodiados por dos guardias, en el interior de la sala se encuentran los cadíes en reunión para dictaminar la justicia pertinente.
Posteriormente, en septiembre y octubre de 1862, solicitó a la diputación de Barcelona regresar a África para hacer un estudio de la luz del lugar a cambio del envío de algunas obras que realzaría en su estadía en Marruecos. Este viaje tuvo mucha influencia en su estilo al regreso de este. Sus obras se tornaron con un estilo oriental, mejor visto en su obra “La reina María Cristina pasando revista a las tropas”, pedido del duque de Riansares.

La reina María Cristina y su hija la reina Isabel pasando revista a las baterías de artillería que defendían Madrid en 1837
Hacia 1866. Óleo sobre lienzo, 300 x 460 cm. Museo del Prado
Tras su regreso a Europa volvió a Roma. Contrajo matrimonio con Cecilia de Madrazo, hija del pintor Federico de Madrazo y hermana del también pintor Raimundo de Madrazo, con quien Fortuny llegaría a establecer una íntima amistad y con quien compartía afición por la tauromaquia. Esta manifestación artística apasionó al pintor que quedó encandilado por sus valores plásticos e impresionado por la mezcla de color y drama ritual, elegancia y brutalidad del universo taurino. Obras como Corrida de toros. Picador herido (Museo Carmen Thyssen Málaga) de 1867, dejan atrás el preciosismo idiosincrásico del pintor para captar con un agudísimo sentido del movimiento instantáneo la sensación de fuerza bruta y dramatismo desaforado de los protagonistas.

Picador herido (Museo Carmen Thyssen Málaga) de 1867

Fortuny viajó brevemente a Londres, y después a Nápoles y a la pequeña localidad de Portici, en el sur de Italia. En aquella época manifestaba síntomas de depresión; el éxito comercial le había encumbrado a una envidiable posición social y económica, pero la clientela le demandaba un tipo de pintura que le impedía evolucionar. En mayo de 1874 regresó a París con la intención de romper su relación con Goupil. Finalmente el 9 de noviembre de 1874 volvió a Roma, donde murió el 21 de noviembre, debido a una hemorragia estomacal causada por una úlcera.

Depósito del corazón de Fortuny en Reus

En abril de 1875, los cuadros que aún se encontraban en su estudio y los diferentes objetos que Fortuny había reunido en su colección privada fueron subastados en el Hotel Drouot de París, alcanzando ya entonces precios desorbitados.
A pesar de su muerte a los treinta y seis años, su estilo y el virtuosismo técnico de su obra lo definen como un gran pintor que marcó indeleblemente a toda una generación de pintores europeos.

Acuarelas

La obra representa a un almuédano, que es el miembro de la mezquita responsable de convocar a viva voz a la oración o adhan a los musulmanes cinco veces al día. 1863 - 1865  - Biblioteca Nacional de España Madrid

1868 María Teresa de Madrazo - Museo del Prado - Exquisita obra y una buena composición presenta el retrato de la pequeña María Teresa, sentada enfrente de un tablero de damas, con las fichas y otras de dominó se muestra una construcción de arquitectura con iglesia incluida, propia de este juego infantil, aunque debido a la edad representada de la niña, seguramente fue realizada por algún adulto. Entre toda la composición destaca la técnica empleada en la ejecución del rostro de la retratada tanto por su colorido como por su iluminación.

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