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sábado, 21 de marzo de 2020

(XLV) (4) El placer de coleccionar arte - "Los madrazo" - Mariano Fortuny y Madrazo - (Adèle) Henriette Negrin - El Palazzo Fortuny​

(XLV) (3) El placer de coleccionar arte - "Los madrazo" - Cecilia de Madrazo Garreta  - Mariano Fortuny y Marsala​, pincha aqui

Mariano Fortuny y Madrazo (Granada, 11 de mayo de 1871 - Venecia, 3 de mayo de 1949) fue un pintor, grabador, fotógrafo, diseñador textil, diseñador de moda y escenógrafo español, nacionalizado italiano.


Mariano Fortuny en 1895.
Nació en Granada en 1871, en el seno de una familia volcada por completo en el mundo del arte. Su padre era el pintor español Mariano Fortuny y su madre, Cecilia de Madrazo, también provenía de una familia de artistas pues era hija del también pintor Federico de Madrazo y hermana de Raimundo de Madrazo. Su abuelo, Federico de Madrazo (1815-1894), era un reconocido retratista y fue nombrado director del Museo del Prado en 1861.

A los tres años de edad su padre falleció y su madre decidió trasladarse con sus hijos y su hermano Raimundo a París. Allí, Mariano pronto destacó por su talento artístico y empezó a pintar con Jean-Joseph Benjamin-Constant. También estudió dibujo y química en Francia y Alemania. En 1888 se mudó al palacio Martinego, en Venecia, donde se interesó por la gran colección de tejidos antiguos atesorada por su familia. Hacia 1906 abrió su taller en el Palacio Pesaro degli Orfei junto a su esposa y creó telas y trajes originales utilizando técnicas secretas.

Respecto a la procedencia del nombre usado en la actualidad "Giudecca" existen dos teorías.
La primera hace referencia al término medieval para referirse a los judíos: giudeo (pl. giudei). Según ello la Giudecca quiere decir "isla de los judíos". Dice la tradición que el patricio veneciano Giorgio Emo (no confundirlo con el arzobispo del mismo nombre, quien nació un siglo después) propuso en 1515 al Senado prohibir la entrada a Venecia a los judíos y a establecerlos en las islas. Así podría mantenerlos alejados de manera continua de la ciudad. Sin embargo al final el proyecto no se llevó a cabo debido a que la creación de instalaciones militares de vigilancia en la isla hubiera creado muchos problemas. Un año más tarde el Senado aceptó otra propuesta parecida presentada por Zaccaria Delfino. Pretendían trasladar a los judíos instalados en Venecia a un gueto en una de las islas, y al final, los trasladaron a Cannaregio.
La otra teoría acerca de la procedencia del nombre se centra en la palabra giudicati que viene a decir "los que han sido juzgados". Según ello la isla hubiera podido servir como espacio para retener a los presos expulsados de la ciudad.
Miguel Ángel entre 1529 y 1532 alquiló una casa en las islas y pasó en Giudecca tres años en un exilio voluntario.
Al sur de Venecia (Véneto, Italia) podemos encontrar Giudecca, un grupo de islas que se separa de las islas rialtinas por un canal llamado Canale della Giudecca. Forma parte del sestiere de Dorsoduro. Se encuentra aproximadamente a una distancia de 300 metros de la ciudad y se tardan unos tres minutos desde la plaza de San Marcos en barco (vaporetto) para llegar. Aunque son las islas más grandes de los alrededores no cuentan con un gran tamaño. De este a oeste miden unos 2000 metros, mientras que de norte al sur apenas llegan a unos 300 metros.


Localización de Giudecca

Cannaregio es uno de los seis barrios de la ciudad de Venecia. Es el área de la ciudad de mayoría clase trabajadora. En 1516 se convirtió en el gueto judío y se cercó con puertas vigiladas por guardias, para que los judíos se mantuvieran separados del resto de los venecianos. Por cierto, precisamente se cree que el origen de la palabra gueto está en la palabra gettare, que significa fundir, ya que en Cannaregio había fundiciones. Tras la presencia judía, la palabra se adapta y se aplica al lugar donde se aísla a los judíos.

El canal de Cannaregio, visto desde el Gran Canal

Entre 1909 y 1910 Mariano registró dos patentes en París. En 1911 creó la sociedad Mariano Fortuny para comercializar tejidos y, en 1919, la Sociedad Anónima Fortuny en la isla de la Giudecca para imprimir mecánicamente papeles pintados, fotografías y tejidos, a excepción del terciopelo y la seda.

Autorretrato - 1947. Témpera sobre lienzo sobre tabla, 48,4 x 40,1 cm. No expuesto
Mariano Fortuny Madrazo (Granada, 1871-Venecia, 1949) se autorretrata en busto, de frente y hasta los hombros, a la edad de setenta y seis años. Aparece vestido con la bata que usaba habitualmente para trabajar, bajo la que asoma el cuello de la camisa. El artista, que hizo un análisis de las avejentadas facciones de su cara, presenta el pelo blanco todavía abundante y una poblada barba cana que oculta un rostro demacrado con profundas ojeras, pero de intensa mirada.

Movido por sus inquietudes artísticas desde joven, Fortuny viajó por toda Europa a la búsqueda de artistas que admiraba, entre ellos el compositor alemán Richard Wagner. Su talento abarcó también la investigación en diferentes campos, como en pintura, fotografía, escultura, arquitectura, escenografía o técnicas de iluminación para artes escénicas.

Henriette Negrin - Mariano Fortuny y Madrazo

Expuso por primera vez sus cuadros en Londres en 1894 y en 1897. Conoció en París a Henriette Negrín, la mujer con la que se casaría. Más tarde haría exposiciones en París (1899), Milán (1900) y Barcelona (1922).

Henriette Nigrin fotografiada por su marido Mariano Fortuny, 1920. Desnudo pictórico, fotografía tomada en 1925.

Fortuny reflejó en sus obras el estilo del modernismo y su espíritu ecléctico. Colaboró en los vestuarios y escenografías del teatro de la Scala de Milán, para obras como Tristán e Isolda, La valquiria o La vida breve.

La creación de este vestido tiene su origen en el interés de Mariano Fortuny por el arte griego, tras la visita que hizo a Grecia en 1906. En su residencia veneciana del palacio Orfei, él y Henriette Negrìn crearon un taller para estampar telas con el propósito de extraer diseños de antiguos fragmentos de textiles griegos.

Son especialmente importantes sus creaciones en el mundo de la moda, recuperando el gusto por la indumentaria de la Antigua Grecia. Destaca su traje Delphos, que recupera las largas túnicas hechas de telas ligeras. Para la ejecución del Delphos era necesario completar el plisado de forma manual y la intervención de una máquina semimecánica formada por un sistema de poleas y rodillos capaz de conseguir el ondulado transversal de su superficie. También se implicó en el diseño textil, innovando en el tintado de las telas y en los estampados para hacerlos parecer de la Antigüedad. Por ejemplo, el efecto plateado de sus telas se obtenía mediante la aplicación de sustancias metálicas de polvo de aluminio. La obtención de transparencias y colores únicos para cada pieza obedece a técnicas consistentes en el bañado, capa a capa, de las telas en numerosos tintes.

La modelo Tina Chow fotografiada por Antonio López con un diseño de Fortuny, 1977. Modelo Delphos.  Helena Sorolla retratada por su padre a los 14 años luciendo un vestido Delphos.

Parte de sus vanguardistas e, incluso, rupturistas diseños de moda se exhiben en la Sala Fortuny del Museo del Traje de Madrid junto con otras telas y vestidos orientales que él mismo coleccionó.

Knossos en tafetán de seda rosa salmón sobre vestido Delphos en satén plisado en color ámbar. Geraldine Chaplin con vestido de Fortuny en 1979. Relieve romano de una ménade bailando.

Genio de la luz, inventor de lámparas
Durante su etapa en París también estudiaría electricidad, obteniendo los conocimientos necesarios que le servirían años más tarde para el diseño de sus diferentes modelos de lámparas. Sorprende lo rabiosamente contemporáneos que resultan sus diseños, tanto aquellos de marcada inspiración árabe, como la atemporal lámpara Fortuny sobre trípode de metal, patentada en 1903, y todavía comercializada por las casas italianas Pallucco y Venetia Studium.


Escenógrafo
Con 9 años Fortuny queda fascinado por las óperas de Wagner y su idea del Gesamtkunstwerk (obra de arte total), tras asistir junto a su madre al festival anual Festspielhaus de Bayreuth.

La soprano Colette Alliot-Lugaz, con vestido Delphos y capa.  Manto de terciopelo con decoración estarcida en tonos dorados. Diseño de Fortuny.

En la búsqueda de su Gesamtkunstwerk, Fortuny realizó la escenografía y diseñó el vestuario de diferentes obras. Del mismo modo, inventó la conocida como “Cúpula Fortuny”, un novedoso sistema de iluminación indirecta que instalaría durante su encargo para remodelar el teatro de la Condesa de Béarn, el mayor teatro privado de París, y al que le seguirían encargos para otros importantes teatros europeos como el Liceo de Barcelona o La Scala de Milán.

 La bailarina rusa Anna Pávlova con vestido Delphos.  Gloria Vanderbilt con vestido de Fortuny fotografiada por Richard Avedon, 1969.  Conjunto “peplos” de vestido Delphos sobre túnica corta fotografiado por Cecil Beaton.

Inspirándose en los chitones jónicos empleados en la antigua Grecia y en la escultura clásica del Auriga de Delfos de la que tomaría su nombre, en 1909 Fortuny patentaba la que sería su creación más conocida, el vestido Delphos.
Realizados mediante unas secretas técnicas de tintado y plisado, cuyos procedimientos todavía se desconocen, cada vestido resultaba una obra única imposible de repetir. Adornados con cuencas de cristal de Murano, los deslumbrantes y coloridos Delphos fueron los primeros vestidos que liberaban el cuerpo de la mujer de la opresión de miriñaques, corsés y polisones. Llevados sin nada debajo, su utilización quedó recluida al ámbito del hogar hasta la llegada de los años 20, cuando su uso se generalizó después de que bailarinas como Isadora Duncan o la rusa Anna Pávlova se atrevieran a lucirlos en público.

Telas y logotipo de Fortuny.  La Señora William Wetmore con vestido Delphos, 1935.
Fortuny nunca fabricó sus propios tejidos, sino que seleccionaba para sus diseños las mejores telas provenientes de países como la India, China o Japón, junto a linos procedentes de Alemania, Irlanda o Escocia.
Compraba las telas en crudo, y era en su estudio de «mago» y alquimista y más tarde en la fábrica de tejidos que abriría en la Isla Giudecca, donde las telas eran tintadas, plisadas y estarcidas.

Tras su muerte el 2 de Mayo de 1949, y después de que el estado español rehusara aceptar la herencia del creador, su viuda Henriette donaba el Palacio y la extensa colección de objetos acumulada con el paso de los años al ayuntamiento de Venecia, que creaba el Museo Fortuny.

Desde la izda., tejido de terciopelo de Mariano Fortuny; la modelo Natalia Vodianova con un Delphos vintage de Fortuny en la entrega de premios British Fashion Awards en 2009; un modelo Delphos de 1912; y la socialité Gloria Vanderbilt con otro de los vestidos del artista, fotografiada por Horst P. Horst en Nueva York. FOTO: GETTY IMAGES

Fuente: Paz Aleixandre, Perito Tasador en Arte y Antigüedades

El Palazzo Fortuny​ es un palacio histórico veneciano situado en el sestiere de San Marco. Fue construido por la familia Pesaro en el siglo XV en estilo gótico veneciano.​ Desde 1902 fue la residencia de Mariano Fortuny y su esposa Henriette Negrin, y actualmente alberga el Museo Fortuny.

El edificio fue construido en el siglo XV por Benedetto Pesaro, miembro de la prominente familia Pesaro, y es uno de los varios palacios de esa familia en la ciudad

La rama San Beneto de la familia se extinguió a finales del siglo XVII, y desde aproximadamente 1720 el palacio fue alquilado a varios inquilinos

En el momento en el que Mariano Fortuny estableció su primer estudio veneciano aquí, en los últimos años del siglo, había unos trescientos cincuenta inquilinos.  Gradualmente compró más espacio, demoliendo las paredes divisorias que se habían añadido con el paso del tiempo y restaurando las habitaciones poco a poco a su estado previo; en 1902 la convirtió en su residencia. En 1907, junto con su futura esposa Henriette Negrin, estableció un pequeño taller; unos pocos años después, se dedicaron dos plantas del palacio a la impresión de ropas y tejidos de seda y terciopelo.


El Museo Fortuny expone pinturas, telas y las lámparas de Fortuny en la primera planta, junto a salas dedicadas a la historia del palacio y su taller en la segunda planta. El edificio todavía tiene elementos creados por Fortuny. El entorno de trabajo está representado mediante tapices, cuadros y lámparas.


El Palazzo Fortuny se caracteriza por sus tres enérgicas fachadas, que dan respectivamente al Campo San Beneto, a la Calle Pesaro y al Rio di Ca' Michiel,3​7​ y por sus extraordinarias dimensiones: no sin razón, es considerado uno de los palacios más grandes de estilo gótico de Venecia. También es citado a menudo como uno de los mejores ejemplos de arquitectura gótica veneciana que no se encuentran en el Gran Canal, gracias a su compacidad y coherencia arquitectónica y a la armonía de su diseño estilístico. La fachada hacia el rio, más modesta, se caracteriza por tres grandes políforas centrales y por un amplio portal al agua rodeado por ventanas secundarias.


También son característicos los dos enormes salones de recepción situados en los piani nobili, cada uno de los cuales tiene una longitud de cuarenta y cinco metros. Para permitir que la luz iluminara toda la gran estancia, fue necesario crear un gran corte o patio interior con varias aperturas. Todos los balcones están enriquecidos por decoraciones: a veces leones esculpidos, a veces frisos que representan querubines.

Fuente LaVanguardia - Teresa Sesé.Barcelona
 
Henriette Nigrin

Una creadora del ámbito textil a la sombra de su marido

Como a tantas otras creadoras, a Henriette Fortuny, francesa de Fontainebleau, la historiografía del arte la ha relegado a un papel eterno de modelo y musa. Tanto es así que incluso la exposición del Museo Fortuny donde por primera vez, en la temporada 2015-2016, se hacía pública su condición de creadora del Delphos fue titulada Retrato de una musa. “Pero su papel no se limitó a ser la compañera de un icono del siglo XX”, dice Silvia Bañares, autora de una breve biografía publicada en Datatèxil, en la que defiende que fue una gran creadora e inventora en el ámbito textil. 


Se conocieron en torno a 1900 durante un viaje de Fortuny a París. Ella estaba casada y mantuvieron la relación en secreto hasta 1902, año en el que se divorcia y se instala con el artista en el palazzo Pesaro degli Orfei, donde compartieron vida y trabajo. 


Se casaron 22 años después en París, cuando contaban 52 y 46 años respectivamente, y además del taller veneciano llegaron a tener acciones de una factoría en Guidecca, dos tiendas en París y una tercera en Londres donde vendían sus diseños. Los últimos dieciséis años de su vida tras la muerte de su marido, en 1949, los dedicó a reordenar los bienes y a efectuar numerosas donaciones al Museo del Prado, al MNAC, al de Reus..., cumpliendo la voluntad de su compañero. Todas menos una. El Estado español renunció a la herencia del palacio abarrotado de telas, trajes, decorados, pinturas, y lo legó entonces al Ayuntamiento de Venecia, que lo convirtió en el actual Museo Fortuny.

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