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martes, 16 de febrero de 2021

AMÉRICA LATINA ENTRE LO REAL Y LO FANTÁSTICO - (III) Palenque - Pakal “el Grande” - El apogeo de Palenque: Yaxchilan - Periodo Posclásico 900 - 1500 estilo PUUC - el Templo de las Siete Muñecas de Dzibilchaltún - Ruinas de Kabah

AMÉRICA LATINA ENTRE LO REAL Y LO FANTÁSTICO - (II)  Palenque - Pakal “el Grande” - John Lloyd Stephens (explorador, escritor y diplomático estadounidense) - Frederick Catherwood (explorador, dibujante, arquitecto y fotógrafo inglés), pincha aqui



Yaxchilan

Situada en un meandro del Usumacinta, la ciudad de Yaxchilán se extiende a lo largo de la orilla y las primeras estribaciones montañosas que dominan inmediatamente el río. Durante la civilización clásica, el Usumacinta fue la «autopista» de comunicación y de intercambios comerciales entre las ciudades de Petén y las de Chiapas. También Yaxchilán ocupa una posición importante —igual que su vecina Piedras Negras, a unos  40 Km. río abajo, en la orilla guatemalteca— en las relaciones que las distintas tribus de la comunidad maya entablan entre sí: bodas que entroncan dinastías de soberanos, fiestas celebradas en común, intercambio de productos difíciles de encontrar y trabajos de artesanía, etc.

En las colinas que bordean el gran río de Chiapas hay una ruinas que están siendo progresivamente liberadas de la vegetación que las invade. El gran emplazamiento maya, en la frontera entre México y Guatemala, presenta unos palacios clásicos cuyo estilo se parece al de Palenque: cubierta de mansarda, alta crestería calada, escalinatas anchas, etc. La estructura 33, en cuya cubierta seguramente había varias esculturas de estuco, está entre las mejor conservadas.
La particularidad de Yaxchilán es la de tener —en lugar de las vigas hechas con madera de zapote— anchos dinteles de piedra cuya cara inferior está admirablemente esculpida. Estas obras han resistido mejor al tiempo que los propios edificios.

La ciudad de Yaxchilán tuvo que ser muy grande. Su centro ocupa más de 1 Km. por 600 m y tiene decenas de construcciones: pirámides, palacios y juegos de pelota. Los edificios se distribuyen sobre una serie de acrópolis, algunas de las cuales están a 50 m sobre el curso del río. Lamentablemente, las dificultades de acceso no han permitido todavía emprender las operaciones de recuperación y restauración que merece este conjunto ceremonial. Por tanto, la mayoría de los edificios están todavía sepultados bajo una capa de vegetación.

Procedente de Yaxchilán, esta estela 15, que data del 681 d.C., representa a Escudo-Jaguar disponiéndose a sacrificar un prisionero de guerra al que sujeta por el pelo. Con la ayuda de una lanza el rey vencedor da muerte a su cautivo (Museo Nacional de Antropología, Cuidad de México)

En cambio, respecto a la escultura arquitectónica Yaxchilán es uno de los emplazamientos mejor documentados sobre su pasado: por ejemplo, la cara inferior de los dinteles que dominan las puertas de los santuarios está decorada con relieves de una gran finura, acompañados por largas inscripciones jeroglíficas. La dinastía real que empieza en el 320 de nuestra era, se hizo ilustre en particular bajo los soberanos llamados «Escudo-Jaguar» y «Pájaro-Jaguar», cuyos reinados se sitúan entre el 681 y el 771.

Este dintel de Yaxchilán, que mide 160 cm. y que data del 766, representa una escena de corte: el soberano Pájaro-Jaguar, que tiene en la mano derecha un cetro en forma de figurilla, recibe el homenaje de su esposa. (Museo Nacional de Antropología. Cuidad de México)

Sin embargo, la brillante situación de Yaxchilán, que por aquel entonces contaba con numerosos monumentos, se vio momentáneamente oscurecida por la victoria que Pacal, el señor de Palenque, obtuvo sobre las fuerzas de «Escudo-Jaguar». Este acontecimiento —que sólo en Palenque se menciona y que, por el contrario, las inscripciones de Yaxchilán callan por pudor— subraya, una vez más, la situación de constante guerra que había en el país maya: para poder disponer de víctimas destinadas al sacrificio, los jefes de tribu tenían que enfrentarse con sus vecinos y hacer prisioneros, a los que daban muerte en medio de ceremonias triunfales. Ésta es la «incursión» que parecen describir las pinturas de Bonampak 

En la segunda habitación del palacio de Bonampak, una de las paredes muestra a un grupo de altos dignatarios de pie (en la parte superior) y a unos negociadores (en la parte inferior) que tienen que decidir sobre la suerte de un prisionero insigne (copia del Museo Nacional de Antropología, Ciudad de México)

Aunque el soberano sea un jefe guerrero, eso no impide que en Yaxchilán una mujer pueda tener verdadera importancia política: Xok, esposa de «Escudo-Jaguar», desempeña el papel de verdadera reina. En los bajorrelieves se la ve presidir ceremonias y participar en grandes rituales, llegando incluso a dar al rey su casco de guerra cuando tiene que partir hacia una campaña destinada a proporcionar los cautivos que habrá que sacrificar a los dioses.

Uno de los más hermosos dinteles esculpidos de Yaxchilán (nº 26), que data del 724, procede del edificio 23 y muestra al soberano Escudo-Jaguar, a la izquierda, y a su esposa Xok entregándole su casco de guerra. La fuerza del relieve, la delicadeza del detalle, hacen de esta pieza una de las obras maestras de la escultura clásica. (Museo nacional de Antropología, Cuidad de México).

La vasta y llana península de Yucatán se extiende hacia el norte entre el mar Caribe y el golfo de México. Se la conoce sobre todo por sus hermosos emplazamientos arqueológicos, salpicados de monumentos de estilo Puuc. La arquitectura que surge en Uxmal, Kabah, Labná, Sayil, Klapak o Chacmultún representa el apogeo de las ciudades mayas, en el aspecto monumental, en los siglos VIII y IX de nuestra era. En esta región, el poder destructor de la vegetación nunca es tan terrible como en Petén; por eso los edificios encontrados en el bosque no han sufrido los mismos estragos que los monumentos de la selva tropical guatemalteca o de Quintana Roo.

Las excavaciones en Dzibilchaltún
Los primeros monumentos que aparecen en el área yucateca se remontan a una época muy antigua. En efecto, hay vestigios preclásicos que datan del siglo V a.C. Respecto a la época clásica, los arqueólogos descubrieron en el emplazamiento de Acanceh una pirámide adornada con máscaras de estuco, actualmente desaparecidas. Este templo, que parece datar del siglo IV de nuestra eral es análogo a los de Cerros y Uaxactún. Al igual que en este último, la plataforma de Acanceh tiene planta cuadrada con cuatro escalinatas axiales que conducen al nivel superior , rematado por una cella de adobe cubierta de paja.

Sobre una plataforma cuadrada, a la que se accede a través de cuatro escalinatas axiales, el Templo de las Siete Muñecas de Dzibilchaltún ofrece una curiosa silueta: la puerta está flanqueada por ventanas, el friso deja ver el armazón de los motivos recubiertos por la ornamentación de estuco, y sobre la cubierta se alza una estructura en forma de chimenea, que es la evolución de la crestería tradicional.

La fórmula arquitectónica consistente en construir una pirámide con una escalinata en cada cara también se aplicó en Dzibilchaltún, donde los arqueólogos pusieron al descubierto un santuario muy particular; yacía bajo las ruinas de un edificio más moderno, construido encima a finales de la época clásica. Llamada Templo de las Siete Muñecas, esta antigua pirámide podría datar del 450 de nuestra era (hay controversias respecto a la fecha). Tiene una construcción superior hecha de fábrica, provista en cada cara de una puerta axial, y rematada por un friso decorativo. En las esquinas, unos «armazones» de piedra en relieve son los vestigios de unos mascarones de estuco con la efigie de Chac, dios de la lluvia, particularmente venerado en el norte de Yucatán, donde las precipitaciones son escasas. En el centro de la cubierta plana, hecha en mampostería, se alza una especie de torre con base cuadrada que hace la función de crestería tridimensional. Su forma maciza sigue la doble simetría axial del santuario.

Planta y alzado del templo de Dzibilchaltún, con su estructura ortogonal y su pasillo interior abovedado.
En el interior de este templo elevado, una galería con bóveda abocinada rodea el núcleo central. Además de las cuatro puertas de acceso hay dos ventanas que dan al exterior, dejando que la luz penetre en la galería. La fórmula, con sus vanos que no llegan hasta el suelo, es original del país maya. Sin embargo, sólo raramente se aplicará a los edificios de estilo Puuc.
Notablemente restaurado, el Templo de las Siete Muñecas de Dzibilchaltún demuestra, hacia la mitad de la época clásica, la existencia de una arquitectura muy evolucionada en el norte de Yucatán. Vemos, por tanto, cómo, entre los primeros balbuceos que se remontan al primer milenio antes de nuestra era y los primeros edificios de Acanceh y Dzibilchaltún, se desarrolla una arquitectura de fábrica que se va perfeccionando cada vez más hasta el siglo VIII de nuestra era.

El corredor periférico del templo de Dzibilchaltún está realizado gracias a una técnica superficial de falsa bóveda maya. Al fondo, la ventana cuadrada: un elemento raro en la arquitectura yucateca.

En la fachada de los edificios de estilo Puuc de Yucatán, la imagen de la divinidad de la lluvia está en todas partes. Realizada con la ayuda de un mosaico de bloques cuidadosamente tallados, según unos esquemas recurrentes, estas máscaras forman un verdadero puzzle sobre el friso de los templos y palacios.

Chaac o Chaak (en español lluvia) es una deidad del Panteón Maya asociada con el agua y la lluvia, como en toda cultura precolombina tiene un dios homologo , en este caso son los dioses: Tláloc de los mexicas y Pitao Cocijo de los zapotecos.
Es uno de los dioses mas importantes y con mayor influencia en el pueblo maya, se le hacían ofrendas para invocar las lluvias que darían lugar a obtener buenas cosechas,  moraba en las cuevas y cenotes, las entradas al inframundo maya, el Xibalba.

Los dioses Mayas no son ídolos como los conquistadores españoles consideraban, mas bien son energías, materialidades etéreas, imperceptibles que se presentaban a los humanos en distintas representaciones, muchas de ellas antropomorfas, zoomorfas.

Chaac es representado comúnmente como un hombre viejo, con parecido anfibio, con una nariz alargada y curva, con unos colmillos curvos hacia abajo, portando un hacha que representa el trueno, en su cabeza llevaba un adorno, por lo general una faja anudada

Izquierda: El Gran Palacio. Sayil, Yucatán. FOTO: ENRIQUE VELA / RAÍCES. Derecha: Edificio Oriente, Cuadrángulo de las Monjas. Uxmal, Yucatán. FOTO: GUILLERMO ALDANA / RAÍCES.

EL ESTILO PUUC - Enrique Vela 
Los atributos que distinguen al estilo Puuc son de tipo arquitectónico, constructivo y decorativo. Entre los constructivos se encuentran las paredes y bóvedas de mampostería con revestimiento de piedras casi cuadradas y finamente talladas. El núcleo de piedra y argamasa que conforma las paredes y las bóvedas permite que los sillares puedan quitarse sin causar un defecto estructural. La ornamentación de los edificios Puuc se concentra por lo común en la parte superior de la fachada. En su elaboración se utilizó la técnica conocida como mosaico de piedra, en la que se tallan previamente los elementos decorativos. Las formas de los motivos son principalmente geométricas, como las columnas remetidas, sencillas o con ataduras, así como las bandas cruzadas o “celosías” y las piedras dentadas conocidas como chimez. También son frecuentes en su ornamentación las columnas de mascarones de Chaak, usualmente dispuestas en las esquinas. Las fachadas pueden ser verticales o inclinadas hacia afuera, ya sea para corregir efectos visuales o para acentuar patrones de luz y sombra de la decoración de mosaico. Son frecuentes también las construcciones arquitectónicas de varios pisos, con escalinatas interrumpidas por bóvedas o semibóvedas



En la región de Uxmal, Yucatán, hay dos estilos básicos: el Puuc Temprano y el Puuc Tardío. Los edificios de los estilos tempranos tienen, por lo general, paredes de bloques burdamente cincelados, arcos falsos y cresterías formadas por bloques de piedra. Las superficies burdas de paredes, bóvedas y cresterías se aplanaban con gruesas capas de estuco, usadas también para hacer relieves; son comunes las puertas múltiples formadas por columnas redondas con capiteles cuadrados. En el Puuc Tardío se usaba concreto revestido en muros y bóvedas, y éstas se recubrían con piedras de cantos cuidadosamente labrados. Aunque los paramentos inferiores rara vez se decoraron, los superiores tuvieron elaboradas esculturas geométricas tipo mosaico, incluyendo máscaras narigudas sobre las puertas y en las esquinas, como en Uxmal. Son más frecuentes las grandes edificaciones con muchos cuartos.

Chacmultún significa “montones hechos de piedra roja”, en la lengua maya se aplica específicamente al grupo de edificios en la parte noroeste del sitio. Su nombre se ampliado para incluir la ruina entera. Las ruinas fueron descubiertas en 1970 por el explorador Austriaco Toebert Maler.
 Esta zona arqueológica está localizada al sur del estado de Yucatán, entre los pueblos Tekax y Kantemo, exactamente a 10 kilómetros de Tekax.
Chacmultún es una zona muy interesante, que ofrece una percepción distinta a todo lo antes visto en ciudades mayas prehispánicas, particularmente por la tonalidad rojiza de la piedra. Es por esto que columnillas, frisos, dinteles y demás elementos ornamentales de fachadas y muros adquieren un atractivo adicional.
Las fachadas de las construcciones mayas tienen cierto parecido con los encontrados en el cuadrángulo de las monjas en Uxmal, sin embargo en Chacmutún predominan la decoración tipo columnas. La fachada de uno de los templos principales, al igual que Uxmal se encuentran en unos nichos con formas de casas los cuales se encuentran actualmente vacios.

Ruinas de Kabah: un impresionante centro de la cultura maya
Fue uno de los grandes asentamientos de la cultura maya. Al menos así lo atestiguan las increíbles estructuras que se han descubierto en este lugar.
Las ruinas de Kabah no son el yacimiento de época maya más famoso de México. Y, sin embargo, todo aquel que lo vive y lo siente en primera persona es capaz de apreciar su valor. De alguna forma, su monumentalidad hace que hasta hoy en día se note que nos encontramos en un lugar importante para aquella mítica cultura precolombina.

Sitios importantes de los estilos Puuc (negro), Chenes (verde) y transitorio (azul).


Este yacimiento arqueológico está en la península de Yucatán, y pertenece al municipio de Santa Elena. Sin embargo, para llegar debéis tomar como referencia la ciudad más cercana, que es Ticul. O bien, un núcleo un poco mayor, como es Mérida.

Este último es, sin duda, un buen sitio para alquilar un coche. Eso te permitirá adentrarte por las carreteras de la zona para seguir la ruta Puuc, donde se integran las ruinas de Kabah.

Ruinas de Kabah

¿Por qué ruta Puuc? Porque es el nombre que se le da a esta región donde están las ruinas de Kabah, al ser un paisaje de constantes colinas. E incluso el nombre se aplica a un estilo arquitectónico maya propio de aquí, que descubriremos en Kabah y en otros yacimientos cercanos, como el de Uxmal.

El Palacio de Teocalli
a edificación más grande de las ruinas de Kabah es lo que se ha denominado el Palacio de Teocalli. Y también es uno de los inmuebles mejor conservados del conjunto.

Se trata de una residencia levantada sobre una elevación natural del terreno, lo que todavía le da más presencia. Tiene una poderosa fachada en dos alturas que aparece decorada por pequeñas columnas.


El Palacio de las Máscaras

Esta es la gran joya de las ruinas de Kabah y también se le denomina Codz Poop. El caso es que lo más representativo son los cientos de máscaras labradas del dios Chaac. En ningún otro yacimiento maya han parecido tantas representaciones de esta divinidad.


A esos mascarones de piedra le acompaña una elaborada decoración geométrica y las habituales representaciones de serpientes entrelazadas. Todo ello hace que sea un edificio muy atractivo y fotogénico.

Detalle de la decoración del Codz Poop
La "alfombra enrollada", que es la traducción al español de Codz Poop, es el edificio más relevante de Kabáh. También se le denomina Palacio de los Mascarones. Se realizó sobre una plataforma artificial y sus paredes están ricamente decoradas. La fachada oeste tiene mascarones de Chaac y, debajo de los mismos, hay una greca de serpientes entrelazadas y sobre los mascarones hay una decoración geométrica, a base de triángulos. Frente a los mascarones, sobre la terraza que se abre ante el edificio, hay un altar que tiene jeroglíficos a los lados. Por el sur hay una gran edificación, que tiene restos de una escalera en la parte norte. Esta ornamentación tan cargada, es el extremo al que llegó el estilo Puuc.

La Gran Pirámide
Y para acabar, tenemos que hablar de su Gran Pirámide, con el templo en la zona superior. ¿Qué sería de un yacimiento maya sin una pirámide para los rituales de aquella cultura? Es un tipo de estructura que se ve en casi todos los yacimientos mayas, tanto en México, como en Guatemala o Belice.

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