XLIX - Creta - El asedio de Viena - La guerra de Morea - El Partenón - La liga Santa 1684 - La guerra de Morea - Angelo Emo, pincha aqui
A mediados del siglo XVIII la República pagaba hasta 60.000 marcos anuales a los piratas norteafricanos por el privilegio de que sus barcos navegar sin ser molestados, aguas, que en el pasado habían sido suyas.
Los franceses y un número creciente de ingleses, holandeses, austriacos e incluso rusos con sus barcos a vela, mucho más avanzados que las galeras venecianas, habían suplantado a los venecianos en el comercio por el Mediterráneo, que, por otro lado, tenía cada vez menos interés. La Ruta de la Seda ya no existía, y las mercancías que surcaban las aguas del Adriático rumbo a la laguna eran sobre todo de origen regional: aceite de oliva, vino, sal....Los viejos enemigos tampoco eran ya lo que habían sido. La conquista de Creta fue la última gran victoria del Imperio Turco Otomano; tras su derrota ante las puertas de Viena en 1683, los otomanos habían confirmado su condición de imperio decadente, de "gigante enfermo de Europa". Otros, como los rusos, los británicos y los franceses comenzaron a ocupar su lugar al frente de la política mundial, cuyos avatares transcurrían ya muy lejos del Mare Nostrum.
Teatro Malibrán en Venecia
María Malibrán, pintada por François Bouchot, Museo del Louvre. (La reina de Europa)
(París, 24 de marzo de 1808-Mánchester, 23 de septiembre de 1836), fue una cantante de ópera española (nacionalizada más tarde como francesa). Era hija del tenor, maestro de bel canto y compositor español Manuel del Pópulo Vicente García y de la soprano Joaquina Briones, y hermana de la cantante Pauline Viardot-García y del influyente maestro de canto Manuel Patricio Rodríguez García. Cuando Rossini fue interrogado por quiénes habían sido los más grandes cantantes que había conocido, respondió:
Muchos cantantes de mi tiempo fueron grandes artistas pero hubo solo tres genios: Lablache, Rubini y esa niña tan mimada por la naturaleza, María Malibrán.
Si los franceses convirtieron a la Malibrán en la superestrella del momento fueron los italianos quienes la envistieron del título de «Diva». En Italia no solamente fue reconocida como una artista inalcanzable sino que una verdadera manía, que en ciudades como Nápoles o Venecia o más tarde Milán rayaba en la histeria colectiva, se apoderó del público italiano.
El siglo XVIII fue para Venecia un largo período de paz y de esplendor artístico, en el que la ciudad, por más que ya no dictara las normas de la política y la economía, al menos si que encabezaba el renacer artístico italiano durante el settecento. La ciudad contaba con unos 160.000 habitantes, había decenas de teatros y siete óperas. Fue un veneciano, Carlo Goldini quien superó definitivamente los anquilosados esquemas de la Comedia del Arte, y estableció las bases de la nueva comedia italiana, en la que se apoya gran parte del teatro moderno.
Para los que disfrutaban de la música, era de buen tono visitar los orfanatos, donde se ofrecían exquisitas veladas musicales. El encargado de organizar estas sesiones en el orfanato de la Piedad era precisamente Antonio Vivaldi (1678-1741), el compositor que cimentó el género moderno del concierto, clave para el surgimiento de la nueva música romántica del siglo XIX.
Canaletto, el pintor por excelencia de venecia
POSTALES PARA TURISTAS
Inspirado en el vedutista romano Giovanni Paolo Pannini, Canaletto comenzó a pintar la vida cotidiana de la ciudad de Venecia y su gente. Se conoce como vedutismo al arte pictórico desarrollado sobre todo en Venecia, en el que se pintan imágenes panorámicas, generalmente urbanas, y que están concebidas como recuerdos, casi como postales para los viajeros extranjeros, y que describen con minuciosidad y todo lujo de detalles los lugares más característicos de la ciudad de los canales. Canaletto fue el mayor exponente de este género pictórico junto a su sobrino Francesco Guardi y el artista Luca Carlevarijs. Aparte de las vedutas, a Canaletto también le interesaron los capriccios, un tipo de arte basado en el paisaje, aunque en este caso las escenas son un poco más fantásticas e idealizadas.
Carriera popularizó el uso de pintura al pastel. Con esa técnica retrató a un sinnúmero de clientes acaudalados. Sus obras presentan una caracterización que realza a los personajes y al mismo tiempo exhibe suavidad debido a la gran sutileza con que reproduce los detalles. Su técnica consistía en pintar directamente con el pastel, sin un diseño previo.
El palacio Dandolo es un edificio palaciego italiano situado en el sestiere de Castello, frente a la "riva" o ribera de los Schiavoni, próximo a la plaza de San Marcos en Venecia. Fue construido a finales del siglo XIV por la familia Dandolo. En la actualidad alberga al establecimiento hotelero "Danieli".Se prohibió jugar en la calle. Entre los ridotti más celebres cabe mencionar el que se inauguró en el Palazzo Dandolo de San Moisé, en 1638, llamado simplemente Il Ridotto, el primer ridotto público, cuya fama se extendió por toda Europa. Aquí jugaban los nobles o cualquier persona que llevase una máscara, llamada Bauta y muy utilizada en Venecia. Muchos extranjeros adinerados frecuentaron el Ridotto, como por ejemplo Federico IV, rey de Dinamarca. Y…¿ Qué decir de Giacomo Casanova? Bueno…era prácticamente un cliente habitual, siendo un jugador empedernido.
Acostumbrada desde la Edad Media a recibir a viajeros, Venecia se convirtió en uno de los destinos predilectos de los jóvenes europeos que viajaban a Italia. La ciudad abundaba en diversiones: fue la era del florecimiento del carnaval, de los paseos en góndola, de las fiestas elegantes, de las librerías bien surtidas de ejemplares de todo el mundo, pero también de las casas de juego (ridotti, casi equivalentes a nuestros modernos casinos) y de los prostíbulos.
Eran pequeños apartamentos o a veces cuartos sencillos, donde los venecianos solían reunirse pasando juntos principalmente las horas nocturnas, divirtiéndose. Encuentros amorosos, reuniones de carácter político, relaciones sociales, pero sobre todo el juego de azar triunfaba entre las diversiones más amadas por la sociedad veneciana.
En 1567 el mismo Consejo prohibió estos ridotti, pero, sin embargo siguieron creciendo y en 1774 se contaban 136 casini.
En estos lugares tenían lugar fiestas, bailes y la música reinaba soberana y los sábados, después de medianoche, se organizaban suntuosos banquetes.
La Venecia del siglo XVIII era un lugar que hoy calificaríamos de "multicultural" gracias a la presencia de variadas comunidades extranjeras. Los judíos nunca fueron expulsados de la República, y contaban con un barrio entero
Las profundas relaciones con el Mediterráneo Oriental habían hecho que en la ciudad hubiera una nutrida representación de griegos de religión ortodoxa, que contaban con su propia iglesia, pero también musulmanes, que acudían a rezar a una sinagoga en el Fondaco dei Turchi. Incluso la comunidad armenia contaba con su propio monasterio, situado en la isla de San Lázaro, frente a la costa del Lido.
San Giorgio dei Greci es una iglesia en el sestiere (barrio) de Castello, Venecia, norte de Italia . Era el centro de la Scuola dei Greci , la Cofradía de los Griegos en Venecia.
San Lazzaro degli Armeni es una pequeña isla en la laguna de Venecia, el noreste de Italia, situada inmediatamente al oeste del Lido, completamente ocupada por un monasterio que es la sede principal de la Orden mequitarista, siendo la isla uno de los centros más importantes en el mundo para la cultura armenia.El aislamiento del islote a cierta distancia de las islas principales que forman la actual ciudad de Venecia, hizo de él un lugar ideal para una estación de cuarentena y un hospital de leprosos (un lazareto) fundado en el siglo XII, recibiendo el nombre de San Lázaro ya que es el santo patrono de los leprosos. Abandonada la isla y el lazareto en el siglo XVI, dos siglos después en 1717 se le dio por parte del Concejo de Gobierno de Venecia, a un grupo de monjes armenios de la orden mequitarista quienes allí establecieron este, su célebre, monasterio rico en obras culturales, por ejemplo en su biblioteca armenia y universal.
Los nobles venecianos arruinados continuaban formando parte del Gran Consejo. Y, obviamente, la nobleza veneciana no podía permitir que los miembros del Gran Consejo se vieran rebajados a trabajar con sus manos por cuenta ajena para ganarse la vida, como el resto de los mortales. Así que cuando un noble se arruinaba, el estado veneciano le concedía una modesta pensión para que pudiera vivir dignamente sin trabajar, e incluso le asignaba lo que hoy denominaríamos un ‘piso de protección oficial’, en un barrio de Venecia situado en los alrededores de la Iglesia de San Bernabé (San Barnaba). Del nombre de ese barrio le viene el apodo de ‘Barnabotti’ a esa nobleza veneciana empobrecida.
La pensión y la vivienda a cargo del estado no eran las únicas ayudas que la república veneciana daba a los barnabotti. Con el correr del tiempo, el estado concedió a algunos de aquellos nobles una licencia para regentar en sus viviendas los denominados ‘ridotti’, casas de juego que fueron los antecedentes de los modernos casinos. En aquellas casas de juego era obligatorio llevar máscara, excepción hecha de los croupiers, que eran los propios barnabotti dueños del local. Entre los visitantes ilustres de aquellas casas de juego, hay uno que les sonará a todos ustedes: Giacomo Casanova.
Por supuesto, cuando una casta protege de esa manera a sus miembros caídos en desgracia, suele ser tanto por solidaridad de grupo, como porque esos miembros siguen teniendo alguna utilidad. Y por supuesto que los barnabotti la tenían: al seguir formando parte del Gran Consejo, sus votos continuaban siendo valiosos para las facciones en disputa y para los que aspiraban a seguir una carrera política. De hecho, los barnabotti completaban sus ingresos vendiendo directamente sus votos al mejor postor, con el mayor de los descaros. (Fuente Luis del Pino)
Vista del Gran Canal con Santa Lucia y santa Maria de Nazareth, circa 1780, Museo Thyssen-Bornemisza, Madrid |
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