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domingo, 22 de marzo de 2015

Nicolás I de Rusia - Guerra Ruso-Turca (1828-1829) - Nikolái Vasílievich Gógol - Guerra de Crimea

Nicolás I de Rusia (Gátchina, 6 de julio de 1796 - San Petersburgo, 2 de marzo de 1855) fue zar del Imperio ruso y rey de Polonia entre 1825 y 1855.

Nicolás Pávlovich, hijo del zar Pablo I y de Sofía Dorotea de Wurtemberg (María Fiódorovna), accedió al trono tras la muerte de su hermano mayor, Alejandro I.
Nicolás I de Rusia
Sucesión del zar Alejandro I
El zar Alejandro I de Rusia murió el 1 de diciembre de 1825 en la finca imperial de Taganrog, lejos de la capital y sin mencionar quién sería heredero al trono. Los elementos liberales contaban que con la muerte de Alejandro, su hermano menor de pensamiento liberal Constantino Pávlovich Románov ascendiera el trono de acuerdo con las leyes sucesorias rusas. No obstante, se había ocultado al público el casamiento de Constantino con la aristócrata polaca Joanna Grudzińska, y que por ello Constantino había acordado en 1822 renunciar al trono en favor a su hermano menor (Nicolás I, de ideología autocrática), el cual en un principio se opuso a tomar el gobierno de la nación aduciendo falta de preparación. En 1822 Alejandro I había firmado una declaración de manera que Nicolás tomara el trono cuando él muriera. Este documento sólo había sido visto por miembros de confianza de la familia real.

Alejandro I por Vladímir Borovikovski.
Al conocerse el 4 de diciembre en San Petersburgo la noticia de la muerte del zar Alejandro I, los decembristas decidieron iniciar una sublevación y aprovechar la ideología liberal del príncipe Constantino Pávlovich para iniciar las reformas políticas que deseaban. El 9 de diciembre, Constantino Pávlovich recibe en Varsovia (donde él era gobernador de Polonia) una carta donde el Consejo Imperial se ponía a sus órdenes como nuevo zar. De hecho, diversos altos funcionarios civiles y militares ya habían prestado juramento de fidelidad a Constantino como soberano.
No obstante, pocos días después de los funerales de Alejandro I el príncipe Constantino informó desde Varsovia al Consejo Imperial y a su hermano Nicolás Pávlovich de su renuncia al trono ruso hecha tres años antes. Como resultado, la corona recaía en el príncipe Nicolás, el menor de los hermanos de Alejandro I. 

Fortaleza de San Pedro y San Pablo. San Petersburgo
Aun así surgió una controversia en los días siguientes en tanto Nicolás ya había jurado fidelidad a su hermano Constantino, pero a la vez no podía anular una renuncia que ya había aprobado el emperador difunto. Al ser inviable cambiar las órdenes impartidas por Alejandro I, y tras reiterar Constantino (mediante carta oficial) que no asumiría la corona rusa debido a su renuncia y que se consideraba ya súbdito de su hermano, Nicolás Pávlovich Románov acepta ser proclamado zar con el nombre de Nicolás I de Rusia, fijando el día del juramento de lealtad para el 26 de diciembre en San Petersburgo.

Vida privada
Nicolás casó en el año 1817 con Carlota de Prusia. Era hija de Federico Guillermo III de Prusia y de Luisa de Mecklemburgo-Strelitz. Nicolás y Carlota tuvieron siete hijos:
  • Alejandro Nikoláievich, zarévich, futuro Alejandro II (1818-1881). Casado con María de Hesse-Darmstadt.

Muchas fuentes afirman que Nicolás no tuvo relaciones extramaritales hasta después de 25 años de matrimonio, en 1842, cuando los doctores prohibieron a la emperatriz tener relaciones sexuales por su mal estado de salud y recurrentes ataques de corazón. Aun así muchos hechos discuten esta información, pues Nicolás era padre de tres niños antes de 1842, uno de ellos con su más famosa amante, Bárbara Nelídova.


La emperatriz Alejandra Fiódorovna.(Carlota de Prusia)
En 1832 Nicolás y Alejandra habían tenido siete niños a los que se les rendía gran cuidado. Nicolás nunca vaciló en su amor por su esposa, a quien apodaron "Mouffy". En 1837, cuando gran parte del Palacio de Invierno fue destruido por el fuego, Nicolás presuntamente le dijo a un ayudante de campo "que se queme todo, sólo para mí, simplemente, guardar las cartas que mi esposa me escribió cuando era mi prometida".

Sólo después de más de veinticinco años de fidelidad Nicolás tomó una amante. Esa fue Bárbara Nelídova, una de las damas de compañía de Alejandra, ya que los médicos habían prohibido a la emperatriz mantener relaciones sexuales por su mal estado de salud y recurrentes ataques de corazón. Pero Nicolás continuó buscando refugio de las preocupaciones del Estado en compañía de Alejandra. "La felicidad, la alegría, y el reposo, esto es lo que busco y encuentro en mi vieja Mouffy". Escribió una vez el zar.

Alejandra Fiódorovna e hijos por George Dawe.
En 1845 Nicolás lloró cuando los médicos de la corte instaron a la emperatriz a residir en Palermo durante varios meses debido a la mala salud. "Dejadme a mi esposa", suplicó a sus médicos, y cuando se enteró de que no tenía elección, hizo planes para unirse a ella, aunque sólo sea por un breve tiempo. Nelídova fue con ellos, y aunque Alejandra estaba celosa al principio, pronto llegó a aceptar el asunto, y mantuvo buenas relaciones con la amante de su marido.
La zarina Alejandra Fiódorovna, siempre fue débil y de mala salud. A los cuarenta aparentaba mucha más edad, estaba cada vez más delgada.

Alejandra Fiódorovna hacia 1841 por Christina Robertson.
En 1837 la emperatriz eligió Crimea como nueva residencia. Allí, Nicolás erigió el Palacio de Oreanda para ella. Sin embargo, ella solo pudo visitar el palacio una vez al comenzar en 1852 la guerra de Crimea. Hacia fines de 1854 Alejandra cayó muy enferma, y estuvo muy cerca de la muerte, aunque logró recuperarse. En 1855 el zar Nicolás I contrajo la gripe y murió el 6/18 de febrero.

Palacio de Alejandro en Tsárskoye Seló
Alejandra sobrevivió cinco años a su marido. Se retiró al Palacio de Alejandro en Tsárskoye Seló, y se mantuvo en buenas relaciones con la amante de su marido Barbara Nelídova, a quien convirtió en su lectora personal.

Decembristas en la Plaza del Senado.
Revuelta decembrista
Al conocerse que Nicolás sería proclamado zar en lugar de Constantino, los líderes decembristas decidieron actuar de inmediato para aprovechar el vacío de poder y derrocar a Nicolás mediante un golpe de Estado el mismo día de su juramentación, alegando que ya habían jurado lealtad al príncipe Constantino Pávlovich Románov y sería un inaceptable perjurio reconocer ahora a otro zar.

Constantino Pávlovich Románov (Tsárskoye Seló, 8 de mayo de 1779 - Vítebsk, 27 de junio de 1831),
Gran Duque y Zarévich de Rusia. Miembro de la casa imperial de los Románov de Rusia,
fue intensamente preparado por su abuela para el puesto
de emperador de un hipotético y resucitado Imperio bizantino.
Para saber más de la Revuelta decembrista, pincha aquí 
Para saber más de Constantino Pávlovich Románov, pincha aquí

Reinado
Nicolás carecía completamente de la amplitud intelectual y espiritual de sus hermanos, y contemplaba su papel simplemente como un gobernante autócrata y paternalista con su pueblo. Después de haber experimentado el trauma de la Revuelta Decembrista en su primer día de reinado, Nicolás estaba determinado a controlar a la sociedad rusa y evitar toda difusión o cultivo de ideas liberales que cuestionaran su absolutismo. Una policía secreta creada especialmente para tal efecto, la Tercera Sección de la Cancillería Imperial, mantuvo una enorme red de espías e informantes sobre aristócratas y funcionarios de todo nivel, con la ayuda del Especial Cuerpo de Gendarmes. El gobierno ejerció la censura y otros controles en la educación (dificultando mucho el acceso a estudios técnicos y universitarios), la edición de libros (restringiendo severamente la circulación de obras extranjeras o su traducción) y muchas otras manifestaciones de la vida pública.

Zar Nicolás I de Rusia.
En 1833, el ministro de educación, Serguéi Uvárov, ideó un programa de "autocracia, ortodoxia, y nacionalismo", como la guía ideológica principal del régimen. La gente era educada para mostrar una lealtad ilimitada a la autoridad incuestionable del zar, a las tradiciones de la Iglesia Ortodoxa Rusa y, de una forma bastante vaga, a la nación rusa. Estos principios no obtuvieron el apoyo significativo de la población, pero en cambio sirvieron de sustento al régimen para la represión de las nacionalidades no rusas del Imperio y para hostilizar a las otras religiones. Por ejemplo, el gobierno reprimió la Iglesia greco-católica en Ucrania y Bielorrusia en 1839, y promulgó varias leyes que restringían derechos a los judíos.

Nicolás se negó a abolir la servidumbre de la gleba durante su reinado y permitió a los terratenientes gobernar a los campesinos como propiedad personal, algo que la pequeña burocracia rusa no podía hacer directamente. Sin embargo, hizo algunos esfuerzos para mejorar la suerte de los campesinos del Estado (siervos propiedad del gobierno) con la ayuda del ministro Pável Kiseliov.

A pesar de las represiones culturales en este período, Rusia experimentó un florecimiento de la literatura y las artes. A través de las obras de Aleksandr Pushkin, Nikolái Gógol, Iván Turguénev y muchos otros, la literatura rusa ganó el reconocimiento internacional. El ballet enraizó en Rusia después de su importación desde Francia, y la música clásica se estableció firmemente con las composiciones de Mijaíl Glinka. 

No obstante, el régimen de Nicolás I insistía en concentrar al país sobre sí mismo no sólo en el terreno cultural, sino también en el científico (considerando que la tecnología occidental tenía estrecha relación con el racionalismo tan detestado por los eslavófilos) e impidió que Rusia participase ampliamente de los adelantos de la Revolución Industrial que ya empezaban a experimentar Gran Bretaña, Francia y Prusia.
Nikolái Vasílievich Gógol (Soróchintsy, Gubernia de Poltava, Imperio ruso, 20 de marzojul./ 1 de abril de 1809greg.- Moscú, 21 de febrerojul./ 4 de marzo de 1852greg.) fue un escritor ruso. A pesar de que muchas de sus obras muestran la influencia de su educación y cultura ucraniana, escribió en ruso, por lo que sus obras se consideran parte de la literatura rusa. Su obra más conocida es probablemente Almas muertas, considerada por muchos como la primera novela rusa moderna.
Gógol en el monumento del Milenario de Rusia
La vida y la obra literarias de Gógol muestran el debate entre las tendencias prooccidental y eslavófila en la cultura rusa. Los reformistas liberales rusos interpretaron en un principio las historias de Gógol como sátiras de los aspectos negativos de la sociedad rusa. 
Aunque está fuera de toda duda que en Almas Muertas se refleja un ansia de reformar Rusia, no queda claro si las reformas sugeridas habrían de ser de tipo político o moral. La primera parte del libro muestra los errores cometidos por el protagonista, mientras que en la segunda, más confusa, se muestran las enmiendas a esos errores.
El libro primero de la historia narra las aventuras de Chíchikov, un caballero de mediana clase social y posición. Chíchikov llega a un pueblo pequeño y rápidamente trata de hacerse un buen nombre para sí mismo con el fin de impresionar a los muchos funcionarios menores de la ciudad. A pesar de sus limitados fondos, muestra una ostentación de riqueza y poder, que le servirá para ganar los contactos e influencias que necesitará para su futuro plan. Él también espera ganarse a la gente del pueblo para que pueda llevar a cabo más fácilmente su extraño y misterioso plan de adquirir almas muertas.
El cobro de impuestos a los terratenientes está basado en el número de siervos (o «almas»), que el propietario tenía en sus registros. Estos registros eran realizados mediante un censo, pero los censos realizados en este período eran poco frecuentes y estaban desactualizados. Cuando llegaba la recaudación de impuestos los propietarios de tierras a menudo se encuentran en la obligación de pagar por los siervos que ya no vivían, con lo que estaban pagando por almas muertas. Chíchikov busca comprar estas almas muertas a la gente en los pueblos que visita; él simplemente dice a los vendedores potenciales que tiene un uso para ellos y que su venta liberaría a los actuales propietarios de una presión fiscal innecesaria.
El deseo de Gógol de una reforma moral de Rusia se hizo al final de su vida mucho más radical, como se ve en el fanatismo que impregna en algunas de sus cartas publicadas. 
Nikolái Gógol quemando el manuscrito de la segunda parte de Almas muertas, por Iliá Repin (1909), Galería Tretiakov.
Política exterior
En política exterior, Nicolás I actuó como protector del legitimismo real y guardián contra la revolución y el liberalismo, siguiendo fielmente los dictados asumidos por las potencias europeas en el Congreso de Viena de 1815. Sus ofertas para reprimir las revoluciones liberales en el continente europeo fueron aceptadas en algunos casos, lo que le valió el apodo de "gendarme de Europa". Desde que fue coronado en 1825, comenzó a limitar las libertades de la monarquía constitucional que había sido aceptada en el Congreso de Viena para la denominada Polonia del Congreso. Con ello provocó la Revolución de noviembre de 1830. Nicolás I ordenó construir la ciudadela de Varsovia después de la represión del levantamiento de noviembre para reforzar el control del Imperio ruso sobre la ciudad. En 1831 el Parlamento polaco depuso a Nicolás como rey en respuesta a sus reiterados recortes de los derechos constitucionales polacos. El Zar de Rusia reaccionó con el envío de tropas a Polonia.

Monumento a Nicolás I
Nicolás I aplastó la rebelión, derogó la Constitución polaca y redujo al Reino de Polonia a la situación de una provincia rusa, embarcándose también en una política de represión hacia los católicos y estableciendo el absolutismo sobre el sector ruso de Polonia en toda su extensión. En 1848, cuando una serie de revoluciones convulsionó Europa, Nicolás I estuvo a la vanguardia de la reacción, alentando a los monarcas europeos a rechazar las sublevaciones liberales. En 1849, mientras tropas austriacas repelían las revoluciones liberales de Italia, tropas rusas enviadas por Nicolás I intervinieron en nombre de los Habsburgo y ayudaron a reprimir una revuelta en Hungría. Nicolás I también instó a la aristocracia de Prusia a no aceptar una constitución liberal, ofreciendo su ayuda en tropas si fuera preciso. Después de haber apoyado a las fuerzas conservadoras a repeler el espectro de la revolución, Nicolás parecía dominar Europa con su influencia política.

La estatua ecuestre del emperador Nicolás I es obra de Montferrand, si bien fue tallada por Klodt. Monumento erigido en la Plaza de San Isaac, frente a la Catedral del mismo nombre, se apoya sobre un pedestal adornado con relieves que ilustran de forma alegórica diferentes episodios del reinado de Nicolás I.
Guerra Ruso-Turca (1828-1829)
Sin embargo, la influencia rusa era una ilusión. Mientras Nicolás estaba tratando de mantener el statu quo en Europa, adoptaba en simultáneo una política agresiva hacia el Imperio Otomano. Volvió a la tradicional política rusa de la llamada Cuestión Oriental, tratando de separar el Imperio Otomano en varios Estados y de establecer un protectorado ruso sobre la población cristiana ortodoxa de los Balcanes, todavía bajo dominio otomano en la década de 1820. La Guerra Ruso-Turca de 1828-1829 fue un conflicto bélico entre el Imperio ruso y el Imperio otomano a partir de la lucha griega por la independencia. La guerra estalló cuando el Sultán, encolerizado por la participación rusa en la Batalla de Navarino, cerró los Dardanelos al tráfico de barcos rusos y revocó la Convención de Akkerman (1826).

Acciones navales el 26 de mayo de 1829.
La fragata Mercury contra dos buques turcos, por Nikolay Krasovsky (1840-1906)
Localización del río Danubio
La guerra finalizó con el Tratado de Adrianópolis y supuso una importante victoria de Rusia y un paso más en la decadencia del Imperio otomano. Rusia obtuvo la mayor parte de la costa oriental del Mar Negro y la desembocadura del Danubio. Turquía reconoció la soberanía rusa sobre Georgia y parte de la actual Armenia. A Rusia se le permitía ocupar Moldavia y Valaquia hasta que Turquía pagase una gran indemnización. También Serbia logró la autonomía. 

Los Dardanelos o estrecho de los Dardanelos es un estrecho ubicado entre Europa y Asia. Es el antiguo Helesponto de la Grecia clásica. Comunica el mar Egeo con el mar interior de Mármara y su archipiélago. Mide 61 km de longitud, entre 1600 y 6500 m de anchura y tiene una profundidad media de unos 50 m.
El Bósforo , también conocido como estrecho de Estambul , es un estrecho que separa la parte europea —englobada durante el Imperio Otomano en la provincia europea de Rumelia  de la parte asiática  de Turquía.
El problema de los estrechos se liquidó cuatro años más tarde, cuando ambas potencias firmaron el Tratado de Unkiar Skelessi. Las potencias europeas creyeron erróneamente que el tratado contenía una cláusula secreta por la que se concedía a Rusia el derecho a enviar buques de guerra a través de los estrechos del Bósforo y de los Dardanelos. En 1841, en un convenio en Londres, se afirmó el control otomano de los estrechos y prohibía a toda potencia, incluida Rusia, enviar buques de guerra por tales estrechos.

Batalla de Akhalzic (1828), January Suchodolski.
Guerra de Crimea
En virtud de los tratados negociados durante el siglo XVIII, Francia era el guardián de los católicos romanos en el Imperio otomano, mientras que Rusia era el protector de los cristianos ortodoxos. Durante varios años, los monjes católicos y ortodoxos se disputaron la posesión de la Basílica de la Natividad y la Iglesia del Santo Sepulcro en Palestina. Durante los años 1850 ambos lados hicieron demandas que el sultán no podía satisfacer simultáneamente. En 1853, el Sultán se inclinó a favor de Francia, a pesar de las vehementes protestas de los monjes ortodoxos locales. 

El príncipe serenísimo Aleksandr Serguéyevich Ménshikov
(26 de agosto de 1787-San Peterburgo, 2 de mayo de 1869)
fue un adjudant-general y almirante ruso.
El zar ruso, Nicolás I, envió a un diplomático, el príncipe Ménshikov, en una misión especial al gobierno turco. Por tratados previos, el sultán Abd-ul-Mejid I estaba comprometido a «defender la Religión y la Iglesia cristiana», pero Ménshikov intentó negociar un nuevo tratado, por el cual Rusia podría intervenir cuando considerara inadecuada la protección del sultán.

Detalle de la pintura panorámica de Franz Roubaud El asedio de Sebastopol, 1904.
Al mismo tiempo, el gobierno británico envió un emisario, quien se enteró al llegar de las demandas de Ménshikov. Mediante la diplomacia, Lord Starford convenció al Sultán de que rechazara el tratado, el cual comprometía la independencia de los ciudadanos turcos.

Las motivaciones reales de esta guerra fueron, como en cualquier otra guerra de la Edad Moderna, geoestratégicas y económicas. El Imperio ruso no tenía acceso naval al mar Mediterráneo sin permiso del Imperio otomano, que controlaba los estrechos del Bósforo y de los Dardanelos. Desde tiempos de Pedro el Grande, Rusia buscaba la salida al mar. Con Pedro I los rusos habían accedido al mar Báltico a costa de los suecos, y con Catalina II al mar Negro a costa de los turcos. En ambos mares los rusos habían proyectado una indiscutible hegemonía naval. Ahora Rusia había puesto sus ojos en el Mediterráneo, lo cual no fue del agrado de Francia y del Reino Unido, que mantenían importantes intereses vinculados al dominio naval, como por ejemplo la conexión con las colonias africanas y de Oriente Medio.

La flota rusa destruye la otomana en la batalla de Sinope. Imagen de Iván Aivazovski.
El sultán se dirigió a la guerra; sus ejércitos atacaron a las tropas rusas cerca del Danubio. Nicolás I respondió enviando naves de guerra, que destruyeron la flota otomana en la Batalla de Sinope, en el puerto homónimo, el 30 de noviembre de 1853, haciendo posible que los rusos desembarcaran y abastecieran a su ejército en las costas turcas sin inconvenientes. La destrucción de la flota turca y la amenaza de una expansión rusa alarmó definitivamente a Francia y al Reino Unido, quienes fueron en defensa del Imperio otomano. En 1854, después de que Rusia ignorase el ultimátum anglo-francés para retirarse del Danubio, el Reino Unido y Francia declararon la guerra.
Nicolás I supuso que Austria, correspondiendo a la ayuda prestada durante las revoluciones de 1848, estaría de su lado, o que al menos sería neutral. Sin embargo, Austria se vio amenazada por las tropas rusas en los Principados del Danubio. Cuando el Reino Unido y Francia reclamaron que Rusia retirara sus tropas de los Principados, Austria los apoyó y, a pesar de que no declaró inmediatamente la guerra a Rusia, se negó a garantizar su neutralidad. Cuando Austria hizo una nueva demanda en el verano de 1854 para la retirada de las tropas, Rusia aceptó.


El 10 de abril de 1854, la flota franco-británica bombardeó Odesa e intentó hacer un desembarco, sin éxito. El 25 de octubre de 1854 tuvo lugar la famosa batalla de Balaclava, de resultado indeciso; días después, los ejércitos aliados empezaban el sitio de Sebastopol. El 5 de noviembre se libró la decisiva batalla de Inkerman, que terminó con una grave derrota rusa.


Nicolás I murió antes de la caída de Sebastopol, pero ya había reconocido el fracaso de su régimen al hacerse evidente la derrota rusa y la humillación de los tratados de paz que impondrían los vencedores. El 9 de septiembre de 1855, Sebastopol cayó en manos de las tropas franco-británicas después de 11 meses de asedio. Tras esta derrota, Rusia se vio forzada a pedir la paz. El 30 de marzo de 1856 se firmó el Tratado de París que puso fin al conflicto. Rusia se enfrentaba ahora a la opción de iniciar grandes reformas o de perder su estatus como potencia europea.

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