(VII). 10 artistas que deberíamos conocer - Nan Goldin (Artista de la fotografía documental), pincha aqui
Young British Artists « Jóvenes artistas británicos» o YBAs (véase Brit artists o Britart) es un grupo de artistas contemporáneos del Reino Unido, provenientes la mayoría del Goldsmith college of arts de Londres.....
La expresión «Young British Artist» procede de una serie de exposiciones con este nombre, organizadas en la galería Saatchi a partir de 1992, que lanzó a estos artistas a la fama. Destacaron por su «táctica de choque», el uso de materiales inusuales y de animales. Obtuvieron una amplia cobertura en los medios de comunicación y dominaron el arte británico durante los años 1990. De esta forma, YBA se ha convertido en una expresión histórica, aunque la mayoría de estos artistas alcancen hoy la cincuentena. El artista más emblemático y conocido del grupo es Damien Hirst.
Nueva figuración
1945–1970
1945–1970
La Nueva figuración es un movimiento artístico nacido en la segunda mitad del siglo XX, y como bien dice su nombre, es una vuelta a la pintura figurativa después de tanto expresionismo abstracto y otros tipos de abstracción.La familia
Eso sí, es una figuración distinta, no del todo divorciada de lo abstracto, más bien se enriquece con sus aportaciones.
Por supuesto no hay dos nuevos figurativos iguales, pero podemos decir que la mayoría de ellos le dan el protagonismo a la figura humana, y juegan con el expresionismo en colores, gestos, atmósferas o temas.
Destacamos en importancia a los artistas de la Escuela de Londres, que se dedicaron a la figura en la época culmen del arte abstracto.
Inquietante visión de la familia.
Museo: Saatchi Gallery, Londres (Reino Unido) |
Escrito por: Fulwood Lampkin
La ambigüedad en las narrativas de Paula Rego pone los pelos de punta. La artista portuguesa (¿la mejor artista hoy en día?) da pistas para confundirnos con las más sórdidas interpretaciones, de lo inocente a lo obsceno, aunque todo indica a este último.
Por el título “La familia”, intuimos que es el retrato de un padre rodeado de una mujer que nos mira sonriente (vestida como una criada) y una niña. Ahora bien… ¿lo están ayudando o más bien todo lo contrario como parece sugerir el ambiente lúgubre de la habitación? ¿Lo están vistiendo o desvistiendo? ¿La niña de la ventana, también con una sonrisa dibujada, está rezando o está disfrutando de la escena? Sea como sea, es una escena inquietante, es como una pesadilla, ya que estamos en un dormitorio con esa cama deshecha.
Es evidente que el hombre, vestido con un respetable traje, está bajo el control de ellas. La escena parece transmitir una desasosegante sensación de pecado, de incesto. Y el efecto siniestro se multiplica por las sombras del suelo, que también confunden, pues no sabemos si amanece o atardece.
Una pista (o despiste) puede ser el retablo al fondo, que representa ala Virgen observando como San Jorge mata al dragón, una evidente representación del bien venciendo al mal. Otra pista es el mueble que parece representar la fábula de la cigüeña y el lobo de Samaniego. En ella se nos cuenta como el ave ayudó al lobo a sacar un hueso de su garganta, jugándose el pellejo.
Paula Figueiroa Rego, (Lisboa, 26 de enero de 1935) es una pintora e ilustradora portuguesa. La portuguesa, afincada en Londres desde 1976, es una de las creadoras más relevantes de la actualidad |
Dancing Ostriches, 1995 - Paula Rego |
¿Qué huella imprimió en usted crecer bajo el autoritarismo de una dictadura como la de Salazar?
Durante la guerra, Portugal era neutral. Eso quiere decir que toda clase de gente viajaba a través de Lisboa para embarcarse en dirección a América, pero también había alemanes que levantaban el brazo y gritaban «¡Heil, Hitler!». Después de la guerra, Salazar conservó el control. Teníamos policía secreta que torturaba y mataba a la gente; el soborno y la corrupción eran algo normal; había muchísima pobreza, pero Salazar decía que Portugal era un país encantador con familias rurales que vivían felices. Sin embargo, de encantador no tenía nada y se pegaba a las mujeres; había censura, tenías que tener cuidado con lo que decías. El catálogo de mi primera exposición hubo que enviárselo a la Pide, la policía secreta, para que lo inspeccionasen y comprobasen que no era ilegal. Todo tenía que ser controlado. Era un país terrible.
¿De qué modo esas circunstancias están presentes en sus obras más comprometidas socialmente?
He utilizado la situación en mis pinturas. «Salazar vomitando la patria» fue algo extraño. Cuando lo estaba pintando, empecé a sentir lástima por Salazar, lo cual no es muy bueno, porque era un monstruo. Otro cuadro lo titulé «Cuando teníamos una casa en el campo comíamos y luego salíamos y matábamos a los negros». Lo hice después de que mi marido oyese por casualidad, en un club, a unos hombres alardear de que habían decapitado a los combatientes angoleños y jugado al fútbol con las cabezas. Se quedó horrorizado.
Salazar a Vomitar a Pátria - Fundação Calouste Gulbenkian |
No solo para mí; para todo el mundo. Era asombroso. Goya dibujó todos los horrores que las personas cometen unas contra otras, y sus Pinturas Negras son maravillosas. El mejor sitio para verlas es el Museo del Prado. En realidad, es el único sitio donde se pueden ver.
En el año 2007 el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía dedicó a Paula Rego una exposición retrospectiva de su obra que abarcaba todas las técnicas que utiliza: pintura, grabado, collage y dibujo
Su obra está presente en las colecciones del British Museum, la Colección Berardo, el Frissiras Museum, el Metropolitan Museum of Art, el Museo Serralves, la National Gallery, la Saatchi Gallery, la Tate y el Victoria and Albert Museum, entre otros centros.
Jenny Saville se convirtió en 2018 en la artista viva más cara de la historia en una subasta. Es miembro de los Young British Artists, ese grupo empaquetado y vendido por la galería Saatchi de Londres, una pandilla formada por un variopinto abanico de estilos y talentos de los cuales Saville es, probablemente, la más talentosa del grupo. Su estilo figurativo tiene la mujer desnuda como protagonista.
Jenny Saville empezó con eso de la mujer desde una perspectiva feminista. Desde luego se ve que sus mujeres no están pintadas por señoros, a años luz de la idealización y el falseamiento por photoshop.
Pese a nacer como artista en una época postmoderna, su pintura siempre fue en realidad bastante clásica —hasta parece recordarnos a Rubens— pero lógicamente con un enfoque contemporáneo, con cuerpos muy actuales, muy reales, siguiendo un poco la estela de su paisano Lucian Freud.
Saville estudió el cuerpo femenino observando operaciones de cirugía plástica, liposucciones y fotografías de deformidades. Por ello sus retratos presentan distorsiones y juega con el género, el peso y las formas de sus retratadas.
Lienzos enormes, perspectivas aberrantes, colores intensos, pinceladas matéricas, caligrafías añadidas cuerpos obesos, exhibición de genitales, cicatrices y heridas… un estilo muy reconocible en donde pinta, según sus propias palabras, paisajes del cuerpo.
(CC) Fulwood Lampkin 2019
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