(4) Museo San Telmo - San Sebastián (España) - Valentín de Zubiaurre - Darío de Regoyos y Valdés - Ignacio Ugarte y Bereciarte - Modesto Teixidor y Torres, pincha aquí
Continuación: Museo San Telmo
(58) ¿QUE ESTÁ PASANDO? - EN NUESTRO ENTORNO. ARTE VASCO-NAVARRO - AÑOS SETENTA - VICENTE AMEZTOY - MARTA CÁRDENAS, pincha aqui
(55) ¿QUE ESTÁ PASANDO? - EN NUESTRO ENTORNO. ARTE VASCO-NAVARRO - JORGE OTEIZA - EDUARDO CHILLIDA - Agustín Ibarrola - El Equipo 57 - Grupo Danok 1966-1967 - Grupo Orain en Álava - “Equipo 63 - Benjamín Palencia - Grupo Pajarita - El Grupo Gaur - RICHARD MORTENSEN, PINCHA AQUÍ
Sin duda, los años sesenta del pasado siglo fueron decisivos en el desarrollo del arte vasco. En aquel periodo se dio el impulso a un renacimiento cultural moderno que abrazaba las formas de la cultura popular y la tradición. La conformación del Grupo Gaur en 1966, a partir de una exposición en la Galería
Otros artistas de ese periodo como AGUSTÍN IBARROLA se implicaron en el arte popular que se hiciera eco de la condición de la clase obrera en medio de la creciente industrialización del país. En este relato de época, es necesario introducir figuras laterales, ahora revindicadas con fuerza, como MARIA PAZ JIMÉNEZ
María Paz Jiménez Escudero (Valladolid 1909 - San Sebastián 1975) fue una pintora española que estuvo vinculada a la vanguardia, inicialmente en un estilo surrealista, hasta desembocar en la década de los 60 en la más pura abstracción espacial.
Su figura y obra pueden considerarse referentes importantes para gran parte de los protagonistas del arte contemporáneo en el País Vasco.
Fue la primera mujer en el panorama artístico vasco del siglo XX.
La presencia de lo inquietante y de lo insólito fue una constante en toda su producción, en la que destaca su capacidad para convertir en perturbadores elementos aparentemente tan cotidianos como el paisaje
VICENTE AMEZTOY (San Sebastián, 1946-2001) es compañero de generación de los pintores Marta Cárdenas, Ramón Zuriarrain, José Llanos y del escultor Andrés Nagel. Inició su carrera a finales de los años sesenta en su ciudad natal y, al igual que estos artistas, frente al lenguaje abstracto típico de los creadores que formaron parte del grupo Gaur, se decantó tempranamente por la figuración, que en su caso iba acompañada de un interés por la subjetividad y la ironía. La presencia de lo inquietante y lo insólito fueron una constante en toda su producción, que destaca por su capacidad para convertir en perturbadores elementos aparentemente cotidianos, como el paisaje.
Sin título, 1974. Óleo sobre lienzo, 195 x 130 cm. Colección particular
La creación de la Granja Remelluri se pierde en la noche de los tiempos... Según la necrópolis (antiguo cementerio), que se encuentra en el centro del asentamiento, la existencia de la población se ha estimado desde el siglo X.
Los monjes abandonaron este lugar en el siglo XV, y hasta el siglo XIX se establecieron aquí ermitaños. Más tarde, la finca es comprada por un agricultor, que cuida 20 hectáreas de viñedos hasta 1967. En 1968, el industrial Jaime Salis compró la finca. Hasta ahora, las antiguas tierras de la finca "Nuestra Señora de Remmeluri", que actualmente comprenden 154 hectáreas, de las cuales 105 hectáreas son viñedos, se han comprado gradualmente.
La variedad dominante es Tempranillo.
A principios de los años 1990, los propietarios de las Bodegas Remelluri de la Rioja encargaron una pintura de San Vicente a Vicente Ameztoy. Este comenzó con el plan de retratar al mártir pero su trabajo se convirtió en un proyecto de siete años en que pintó varios santos de los primeros siglos del cristianismo destinados a la antigua capilla de Santa Sabina que forma parte de la finca vinatera. Así, representa a San Esteban, San Ginés, San Cristóbal, Santa Sabina y Santa Eulalia. El estilo de Vicente Ameztoy recuerda poderosamente al surrealista de René Magritte.
Fuente: Salvador Raga
Fue incomprendido en su tiempo y es poco conocido en el resto del Estado. Su obra “fue mal tratada, debido a su apuesta por la figuración realista, a veces de carácter mágico y, en ocasiones, de tipo surrealista y psicoanalítica, frente a la abstracción que predominó la obra de los artistas vascos que le precedieron. Además, frente a estos artistas vascos, con su peso en la lucha antifranquista, su trabajo fue considerado una frivolidad”. Y sin embargo, Ameztoy siempre estuvo pegado a la realidad y mostró una gran implicación con la sociedad de su tiempo.
Marta Cárdenas Díaz de Espada (San Sebastián, 5 de septiembre de 1944) es una pintora y grabadora española de estilo casi siempre abstracto.
Hija del cirujano Manuel de Cárdenas Rodríguez, pasó su infancia y juventud en San Sebastián. Estudió en la Academia de San Fernando de Madrid (1963-68), y posteriormente en París, becada por el gobierno francés (1969). Tras dedicarse al retrato, pasó pintar en espacios abiertos y al estudio del movimiento (entre otros ejercicios, se fijó en los animales del zoo de Madrid). Las formas y colores del arte popular de La India también le sirvieron de inspiración. Su arte se mantuvo dentro de la figuración hasta los años 90.
En la década de los 90 se vuelca en la abstracción. Sus intereses se dirigen a países y culturas lejanas; estudia las formas vegetales, los colores cambiantes del día, los tejidos exóticos.
Mari Puri Herrero
Es una artista contemporánea nacida en Bilbao en 1942. Comenzó su formación en el taller de Ascensio Martiarena en Donostia, y más tarde se trasladó a Madrid para estudiar dibujo y pintura en el Círculo de Bellas Artes y en el Museo del Prado. Durante su estancia en la capital española, empezó a trabajar con técnicas de grabado como el linóleo y el agua fuerte.En 1966, recibió una beca de la Diputación de Bizkaia y el Gobierno Holandés, lo que le permitió continuar sus estudios en Ámsterdam. En el Rijsmuseum tuvo la oportunidad de conocer de primera mano el trabajo de grandes grabadores como Rembrandt, que tuvieron una gran influencia en su obra. Entre 1969 y 1971, Mari Puri Herrero se instaló en París, donde se familiarizó con la corriente figurativa que se reflejará en su obra desde una perspectiva simbolista. A su regreso a Bilbao, comenzó una intensa actividad expositiva tanto a nivel estatal como europeo, lo que la convirtió en una de las figuras más destacadas de la cultura artística vasca. En 1978, creó Marijaia, la figura emblemática de la Aste Nagusia de Bilbao.
La obra de Mari Puri Herrero se caracteriza por la exploración de temas sociales y políticos, como la guerra, la violencia y la discriminación. Su estilo combina elementos figurativos con abstractos, y su técnica en el grabado se caracteriza por la utilización de líneas fuertes y gruesas, que dotan a sus obras de un gran impacto visual. Su compromiso con la cultura vasca y sus raíces se refleja en la inclusión de elementos de la mitología y la tradición popular en su obra.
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