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martes, 18 de abril de 2023

XLVIII - Grandes hitos de la arquitectura universal (II) - CANAL DEL MIDI - Carlos VIII - Ana de Bretaña - El Castillo de Amboise - Una casa solariega del Renacimiento Clos-Lucé - LA GIOCONDA -

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CANAL DEL MIDI

Construido en el siglo XVII, el Canal del Midi discurre a lo largo de 240 kilómetros entre Toulouse y la laguna de Thau, en el sur de Francia. Su artífice fue Pierre-Paul Riquet, nacido en Béziers, quien puso todo su empeño en conseguir unir el Mediterráneo con el Atlántico mediante una gran vía fluvial que se uniría con el río Garona y de ahí al gran océano. Hoy está magnífica obra de ingeniería está considerada Patrimonio de la Humanidad.

  • 1- Toulouse. El corazón de la ciudad es la plaza del Capitole, un amplio espacio flanqueado por edificios señoriales y situado a pocos pasos de los principales monumentos: la basílica de Saint Sernin, joya del arte románico europeo; la iglesia de los Jacobinos, cuyas columnas en forma de palmera apabullan por su belleza; y la catedral de Saint Étienne, donde reposa Pierre-Paul Riquet en una sencilla tumba.
  • 2- Avignonet-Lauragais. Cuando Toulouse queda atrás, aparece el paisaje del Lauragais, denominado el País del Pastel, una planta utilizada desde el siglo XII para extraer un tinte azul con el que se teñían tejidos y lanas. A 45 kilómetros de Toulouse aparece Avignonet-Lauragais que merece una parada para admirar sus callejuelas y la iglesia que hay en lo alto de la población.
  • 3- Esclusa de l’Océan. La primera experiencia con el cambio de nivel de aguas para seguir adelante por el Canal del Midi. Éste es el punto más alto del recorrido (190 metros), el lugar donde las aguas que descienden de la Montaña Negra se decantan por seguir hacia el Atlántico o bien hacia el Mediterráneo.
  • 4- Castelnaudary. Gran puerto en el Canal del Midi, conocida como la «ciudad rosa» por sus numerosos edificios de ladrillo. También es la capital mundial del cassoulet, un cocido de alubias, especialidad de la región.
  • 5- Bram. En este pequeño puerto se halla la taberna que ocupa el antiguo puesto de control del canal.
  • 6- Carcasona. La famosa ciudad medieval declarada Patrimonio Mundial de la Humanidad es una de las paradas imprescindibles de la ruta. Aunque la Cité, la ciudad amurallada con almenas y foso, queda un poco lejos del canal, conviene dejar por unas horas el barco y visitar este conjunto arquitectónico reconstruido en el siglo XIX como una gran fantasía histórica.
  • 7- Le Somail. A unos 60 kilómetros de Carcasona, es otra parada interesante por sus restaurantes, su librería de tesoros antiguos y un nevero perfectamente conservado en la orilla derecha del canal.
  • 8- Las nueve esclusas de Fonserannes. La más famosa de las esclusas, la obra más importante del Canal del Midi por su proeza técnica
  • 9- Beziers. La ciudad donde nació Paul Riquet, merece una parada para visitar la bella catedral de Saint Nazaire.

  • 10- Agde. Esta pequeña ciudad no lejos del mar está construida en una antigua región volcánica. La catedral de Saint Etienne fue edificada con piedras basálticas, así como la esclusa redonda, una proeza de ingeniería única en el mundo y que regula el curso de tres vías de agua de distinto desnivel. A 24 kilómetros se halla Séte i entre ambas poblaciones se extiende la laguna de Thau, un pequeño mar interior a orillas del Mediterráneo.

Se trata del canal navegable en funcionamiento más antiguo de Europa.

El deseo de Luis XIV de marcar su reinado con una obra imperecedera, unido a necesidades económicas y políticas, empujaron a poner en práctica una vieja quimera de los gobernantes franceses: la construcción de una vía navegable que permitiera la comunicación interna entre las dos costas del sur del país. Este proyecto ya había sido ambicionado en otras épocas por gobernantes como Nerón, César Augusto, Carlomagno, Francisco I, Carlos IX o Enrique IV, que deseaban preservar sus barcos y mercancías del peligro que suponía cruzar el estrecho de Gibraltar.

Luis XIV de Francia (en francés: Louis XIV), llamado «el Rey Sol», «el Grande» o «Diosdado» (Saint-Germain-en-Laye, 5 de septiembre de 1638-Versalles,  de septiembre de 1715), fue rey de Francia y de Navarra​ desde el 14 de mayo de 1643 hasta su muerte en 1715. Su reinado de 72 años y 110 días es el más largo de la historia​ y el principal exponente de la monarquía absoluta europea. Durante su reinado, Francia se consolidó como el país más poderoso de Europa. 

Recién casado con Ana de Bretaña en 1491, Carlos VIII decidió establecerse en el castillo de su infancia en Amboise. El año siguiente lanzó el proyecto de extensión del aposento medieval. En 1493 se acabó la Capilla de San Huberto y en los años siguientes se sucedieron las primeras construcciones: el Aposento de las Siete Virtudes al sur y el Aposento Real al norte. ordenadas antes de la salida del rey para Italia, estas construcciones traducían el estilo gótico flamígero.

Vista general de la terraza del castillo de Amboise con parque y la Vivienda real, así como la capilla St Huberto

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Tragaluz renacimiento castillo de Amboise


Tragaluz gótico castillo de Amboise


Vista exterior de la capilla dedicada a Saint-Hubert en el Castillo de Amboise 

Fachada del ala Carlos VIII al castillo de Amboise

  • Arquitectura propia
  • Pureza de líneas
  • Sobriedad
  • Mansardas góticas
Luis XII hace construir una segunda ala, perpendicular al ala Carlos VIII, en un estilo renacimiento.

Residencia de los Reyes
  • Luis XI
  • Carlos VIII
  • Luis XII
  • Francisco I
A la izda. podemos ver el exterior de la capilla de  Anne de Bretaña

Una casa solariega del Renacimiento
Más que un castillo o palacio, el Clos-Lucé es en realidad una gran casa solariega renacentista. Inicialmente conocido como el Château des Cloux, era una propiedad medieval casi en ruinas cuando fue reconstruida en 1471 por Etienne Le Loup, consejero del rey Luis XI. El edificio se levantó en torno a una torre de planta octogonal conservada de la construcción original. La fachada, típica del siglo XV, combina el ladrillo rosa y la piedra caliza, utilizada también para los ornamentos exteriores de puertas y ventanas.
En 1490, Ana de Bretaña recibió la propiedad de manos de su esposo, el rey Carlos VIII de Francia. La antigua mansión fortificada se transformó entonces en un lugar de recreo real. Allí, el joven duque de Angulema, el futuro rey Francisco I, pasó largas temporadas.

Detalles decorativos renacentistas

En el interior se conserva la cámara de Margarita de Navarra, la hermana mayor de Francisco. Mujer culta y avanzada a su tiempo, escribió el Heptamerón, basado en el Decamerón de Boccacio, pero invirtiendo el papel de hombres y mujeres, ya que en la obra de Margarita son éstas las que se mofan de aquéllos. También se puede visitar el oratorio que Carlos VIII construyó para que Ana de Bretaña pudiera llorar a los muchos hijos que perdió. Levantado en piedra caliza, está decorado con un fresco de la Anunciación realizado por los discípulos de Leonardo.

La vivienda está dispuesta en torno a una torre esquinera octagonal, que alberga una escalera de caracol y está constituida por dos edificios de dos plantas construidas en escuadras que rodea dicha torre.
La elegante fachada de ladrillos rosas y de piedras de toba lleva el sello arquitectónico del siglo XV.

En el Clos-Lucé se conserva el dormitorio de Leonardo da Vinci: una gran pieza con cama de dosel y lienzos de terciopelo rojizo, una gran chimenea y una sobria mesa de madera oscura. La habitación está iluminada por la luz de las ventanas que se abren hacia el Castillo de Amboise.

LA GIOCONDA EN EL CLOS LUCÉ
En el otoñó de 1516, Leonardo Da Vinci acepta la invitación real y a la edad de 64 años atraviesa los alpes con algunos de sus discípulos, entre ellos, Francesco Melci y Batista de Villanice, su fiel sirviente milanés.

Leonardo trae consigo de Roma en sus talegos de cuero, tres de sus obras preferidas. Según el testimonio del secretario del cardenal de Aragón al visitar el Clos Lucé tenía ahí.

“El cuadro de una dama de Florencia pintado al natural por encargo de Giuliano de Medici”. Realizada entre 1503 y 1514, la Gioconda es un claro ejemplo de la famosa técnica del esfumato (contornos difuminados) de Leonardo Da Vinci.

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Carlos VIII de Francia (Amboise, 30 de junio de 1470-Amboise, 7 de abril de 1498), llamado el Afable o el Cabezudo,​ fue rey de Francia desde el año 1483 hasta su muerte, el séptimo y último rey en sucesión directa de la rama Valois de la dinastía de los Capetos
Habiéndose convertido en rey a la edad de trece años, fue puesto bajo la tutela de su hermana Ana, regente de Francia. A la edad de veintiún años (en 1491), se casó con Ana de Bretaña, preparando así la unión del ducado de Bretaña con el reino de Francia.

Ana de Bretaña (Nantes, 25 de enero de 1477 – 9 de enero de 1514), fue duquesa titular de Bretaña, y por dos veces reina consorte de Francia. Tiene la distinción de haber sido la única mujer en ser reina consorte de Francia dos veces. Durante las guerras italianas, Ana también se convirtió en reina consorte de Nápoles y duquesa consorte de Milán (1499-1500).

El 7 de abril de 1498, la reina se recuperaba en el Castillo de Amboise de su último parto del 20 de marzo: otro niño que nació muerto.​ Para distraerla, Carlos la llevó a ver un jeu de paume (antecedente de un partido de tenis) en el foso del castillo. Acelerando el paso, el rey se golpeó violentamente la cabeza contra el dintel de piedra de una puerta baja. Se tambaleó pero no perdió el conocimiento, yendo a acomodarse para el espectáculo del juego que observó largo tiempo,​ pero alrededor de las dos de la tarde, se derrumbó en el suelo. No podía hablar. Se tumbó en un colchón esperando a los médicos, permaneció allí durante nueve horas hasta su muerte.

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