(51) ¿QUE ESTÁ PASANDO? - (3) LA MOVIDA MADRILEÑA. ARTISTAS Y MOVIMIENTO - LOS AÑOS 70 - ARTES PLASTICAS - Herminio Molero - Guillermo Pérez Villalta, PINCHA AQUI
LAS COSTUS
Son otro ejemplo emblemático. Costus (en homenaje al gremio de las costureras, con las que se sentían identificados), es el pseudónimo que desde 1981 utilizaron Enrique Naya Igueravide (1953-1989) y Juan José Carrero Galofré (1955-1989), dos artistas plásticos españoles que también fueron pareja en la vida privada. Gran parte de su obra ha quedado asociada a iconografía básica de la Movida Madrileña
En 1977 se mudaron al piso 1.º A del número 14 de la calle de la Palma, en el madrileño barrio de Malasaña, que se convirtió en la popular Casa Costus y que sirvió de plató para el rodaje de los interiores de la película Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón. Incorporados a la Movida Madrileña, su casa fue lugar de cita de personajes como Pablo Pérez-Mínguez, Pedro Almodóvar, Tino Casal, Fabio McNamara, Alaska, Nacho Canut, Manolo Cáceres, Miguel Ángel Arenas «el Capi», Ana Curra, Manuel Piña, Tessa de los zombis o Carlos Berlanga que allí encontraron un grupo de personas con intereses comunes en lo artístico, musical, etc. Este grupo formó el núcleo inicial de lo que más adelante se llegaría a conocer como la Movida Madrileña.
Posteriormente los Costus se trasladaron a vivir con Pablo Pérez-Mínguez, que realizó las fotografías de los modelos que luego se incorporarían a los cuadros de la serie El Valle de los Caídos. Mientras vivían en la casa de Pablo, allí se estaba rodando la segunda película de Pedro Almodóvar —Laberinto de pasiones— apareciendo el cuadro El desafío, de Juan Costus en varias secuencias de la misma. Ese cuadro pertenece actualmente a la colección del Centro Andaluz de Arte Contemporáneo de Sevilla. Posteriormente los Costus decidieron emigrar a México, donde vivía en ese momento el tío de Juan, el escultor Luis Sanguino, que contaba con contactos al máximo nivel, dada su amistad con el presidente del país, y que además estaba realizando obras escultóricas importantísimas.
La serie de cuadros “El Valle de los Caídos” creada por Costus es un homenaje a Madrid y Castilla, sin intención política alguna. En esta serie, Juan pintó los fondos y Enrique las figuras. Los artistas transformaron las esculturas que adornan la Basílica del Valle de los Caídos en pinturas, utilizando a sus amigos como modelos para las diversas Vírgenes, Virtudes, Evangelistas y más. Estos cuadros son de un tamaño considerable y algunos de ellos están pintados con acrílicos fluorescentes, lo que crea un efecto espectacular bajo luz negra
Templanza
Costus 1981, Acrílico/Aglomerado, 215 x 110 cm.
La Inmaculada
Costus 1984, Acrílico/Lienzo, 240×180 cm.
Obra conjunta de Juan y Enrique Costus. Pertenece a la serie del Valle de los Caidos, en la que Juan pintaba los fondos y Enrique las figuras.
Posó como modelo LOLA MERINO, la hermana de su amigo Jose Merino (Titi), que trabaja como modelo y actriz. En esta Inmaculada monumental podemos apreciar la influencia, así como la enorme admiración que Enrique sentía por Murillo
Patria
Costus 1986, Acrílico/Lienzo, 180×240 cm.
Pertenece a la serie de el «Valle de los Caídos». Es la tercera «Patria» o «Piedad» que hicieron para esta serie. La primera, donde Alaska figura con cresta, pasó a ser propiedad del galerista Fernando Vijande. La segunda, conocida como «Patria Mexicana», pues la pintaron allí, se vendió en México. Y esta tercera es la que actualmente figura en la serie del Valle. El modelo para el Cristo es el fotógrafo y amigo Paco Navarro y la virgen, como en las 3 obras es Alaska.
En 1978 montan la exposición «Ejemplos de Arquitecturas Nacionales y otros Monumentos» en la Escuela Superior de Arquitectura de Madrid, con retratos de Carmen Polo de Franco, Carmen Sevilla, Manolo Escobar, Estrellita Castro, la duquesa de Alba o Juanita Reyna, y con recortables de Lola Flores, El Cordobés y Sagrados Corazones. El local fue culturizado, convirtiéndolo en una lavandería andaluza. La muestra fue clausurada por escándalo público.
LA VIA LÁCTEA
Los Costus marcaron un época en Madrid, pero también en Cádiz
SERIE ANDALUZA
Chico Cañí
COSTUS, 1988, Acrílico/Aglomerado, 195×195
«Caños de Meca».
Cuadro pintado por Juan (Figura) y Enrique (Fondos) perteneciente a la serie Andaluza
El 16 de Octubre de 1981 se inauguró en la galeria Vijande de Madrid la exposición "El Chochonismo ilustrado". Este acontecimiento fué la presentación en sociedad de COSTUS, acompañados de toda "la tribu de las Chochonis". En el catálogo dice así: "Costus presentan El Chochonismo ilustrado. Pinturas y dibujos. Juan de O. Enrique Naya. Fanny. Alaska. Miguel Ordóñez. Clarlos G. Berlanga. Tesa".
La inauguración tuvo lugar en la enorme galería nueva de Fernando Vijande -Un garaje subterráneo reconvertido en galería de arte- donde se pudieron ver una colección impresionante de cuadros de los antes citados, con claro predominio de Costus y de Fanny. De la obra de Costus se recoge todo lo que habían pintado entre 1878 y 1981, mostrando desde los Chulos de Juan hasta La serie de Caños de Meca de Enrique y pasando por la serie conjunta de las muñecas de Marín, las Marinas, también conocida como la serie "La marina te llama". Fue un momento mágico de explosión de creatividad. Esta exposición supuso el reconocimiento de los pintores Costus y su afianzamiento como personajes de la Movida. Además, al estar con un galerista de la talla e importancia de Fernando Vijande su carrera cogió impulso y velocidad.
Costus, de O, 1981, Acrílico/Aglomerado, 200×100
Obra individual de Juan Carrero. El «Chulo rubio» conocido por el Chulo nº 1, es uno de los cuadros que Juan presentó en la gran exposición del «Chochonismo ilustrado». El uso del color alcanza en esta etapa de Juan una fuerza asombrosa dentro de un estilo que es como una continuación del expresionismo alemán de principios de siglo (Die Brücke – El Puente- sobre todo Karl Schmidt-Rottluff) mezclado con el Fauvismo, en especial con el aire de Matisse. De esta manera Juan continúa una tradición de «modernidad» que nació con el siglo XX y que el desarrolló hasta sus extremos. En ese sentido es notable la influencia de Picasso en las esculturas de Juan y a menudo en sus dibujos de caras
Una noche misteriosa
E. Naya, 1979, Acrílico/Aglomerado, 195×123
Retrato de Miguel Angel Arenas «Capi «.
Espléndido retrato de gran tamaño del Capi. La vista es de un interior de una casa, con suelo de césped artificial, y paredes de cristal dando directamente al acantilado y el mar. Nótese que tras las rocas aparece una extraña estructura metálica y brillante, tipo OVNI (En esas fechas aún no existían los CDs) que constituye quizá lo que dio origen al título de este cuadro «Noche misteriosa».
Caños de la Meca I
E. Naya, 1979, Acrílico/Aglomerado, 100×170
Obra individual de Enrique Naya. Es la primera de la serie «Caños de Meca» y se conserva en el museo «Artium» de Vitoria.
Macarena a diario
E. Naya, 1978, Acrílico/Aglomerado, 80×60
Lo más Pop con el tema más tradicional en Sevilla: La Macarena
El chochonismo ilustrado (1978-1981), Pinturas mexicanas (1982-1983), El Valle de los Caídos (1980-1989) y La Andalucía de Séneca (1985-1989).
Estando en el Puerto de Santa María, Enrique pasa un invierno muy malo, con constantes resfriados, Se descubre entonces que padecía de VIH.
Se trasladan a vivir a Sitges donde querían estar por su cercanía a Barcelona, que estaba a punto de celebrar los Juegos Olímpicos de 1992.
El 4 de mayo de 1989 fallece Enrique Naya por causas derivadas del sida. Un mes más tarde, Juan Carrero se suicidó en la madrugada del 3 al 4 de junio de 1989.
Leyenda para los Costus en el pulmón de la Movida
Posiblemente fue el lugar donde mejor se respiraba el espíritu de la Movida que sacudió los cimientos de la incipiente cultura en los primeros años de la democracia: se trata de una vivienda en la primera planta de la calle Palma, 14, en el madrileño barrio de Malasaña. Así lo atestiguan quienes conocieron de primera mano aquel pulmón en el que los artistas oxigenaban su espíritu creativo gracias a la permanente jornada de puertas abiertas de una casa donde vivían los Costus, la pareja formada por el gaditano Enrique Naya y el mallorquín Juan Carrero. Cuarenta años después de que ambos llegaran a esa casa, una iniciativa del historiador Julio Pérez Manzanares, profundo conocedor de esta pareja de artistas, ha reclamado la colocación de una placa en el histórico portal de la calle Palma para recordar aquel pulmón, aquella personalísima manera de respirar arte.
Casa Costus fue llamada por Francisco Umbral “casa convento para estrellas descarriadas”.
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