sábado, 6 de noviembre de 2021

ARTE Y MITO - El Partenón de Nashville - Henry Salt - Atenea - Arte griego arcaico (700-480 a.C)

Periodo Geometrico - La Ilíada - La Odisea - Homero - La guerra de Troya, PINCHA  AQUI

El Partenón de Nashville - Henry Salt, pincha aqui

Los Prerrafaelitas (2) - Rossetti - Alma-Tadema (Museo Thyssen-Bornemisza), pincha aqui

Antigua Grecia - Alejandro Magno - La Grecia Romana - Constantino - Aspasia de Mileto - Pericles, pincha aqui 

Atenea (nombre romano Minerva), o también Palas Atenea, era una de las diosas griegas más importantes y presentaba un gran número de rasgos característicos. Era la diosa de la guerra, de la sabiduría y de la ciencia, además de ser patrona de diversas actividades, entre ellas, el arte de tejer.

El valor era el rasgo más característico de Atenea. Su figura alta y delgada siempre estaba acompañada por el casco y la lanza. Un búho que simbolizaba su sabiduría solía acompañarla a todos los sitios. De hecho, esta figura aparece en gran cantidad de monedas estampadas en Atenas.

Atenea no ama la guerra por sí misma, sino solo por las ventajas que ganaba el estado al emprenderla, y por tanto solo apoya aquellas empresas bélicas que se iniciaban con prudencia y que probablemente arrojaran resultados favorables.

Como diosa prudente de la guerra también era la protectora de todos los héroes que se distinguieron por su prudencia y buenos consejos, así como por su fuerza y valor, como Heracles, Perseo, Belerofonte, Aquiles, Jasón, Diomedes y Odiseo.

Su nombre quiere decir "La señora de Atenas", puesto es que es la patrona de ésta ciudad.

Iconografía

La diosa era representada llevando una larga túnica que le caía hasta los pies, y sobre su pecho tenía la égida con la cabeza de la Gorgona. Llevaba un casco elevado sobre la frente para revelar su cara con gesto de saludo pacífico, pero en unos pocos casos lo lleva en la mano y en la cabeza tiene posado un mochuelo. Su pelo generalmente peinado hacia atrás sobre las sienes, flotando libremente por detrás. Su epíteto Glaucopis hace referencia a que tenía unos ojos grises y brillantes. Portaba una lanza dorada y el escudo redondo argólico en cuyo centro aparece la cabeza de la gorgona Medusa. La figura completa es majestuosa, y más fuerte que esbelta: las caderas son pequeñas y los hombros anchos.

En el Olimpo la representan sentada a la derecha de su padre Zeus y apoyándole con sus consejos.

Nacimiento

Zeus embarazó a Metis. Los abuelos de Zeus le advirtieron "Los hijos que concibirá Metis serán más poderosos que tú".​ Para impedir tan graves consecuencias, siguió el consejo de Gea y Urano y «la encerró en su vientre». Tiempo después, a Zeus le dolía demasiado la cabeza, y le pidió a su hijo Hefestos que le diera un hachazo en la misma, éste lo hizo y, en presencia de Ilitía, Atenea salió de la cabeza de Zeus, adulta y completamente armada.

Zeus, hijo de los titanes Cronos y Rea, es el dios supremo, soberano de hombres y dioses, también Dios del rayo, que vivía en el monte Olimpo con su esposa Hera y los otros olímpicos.

Fue muy reconocido por su infidelidad hacia Hera, teniendo docenas de hijos e hijas con otras mujeres, entre ellas, diosas, ninfas y mortales.

Entre sus distintivos se encuentran el águila dorada como símbolo de fuerza, coraje y justicia; el roble, símbolo de fuerza; el rayo, el cetro y el toro.

Árbol genealógico de los dioses olímpicos. En los casos de Afrodita, Ares, Dioniso, Atenea, Hefesto y Urano para este gráfico se ha tomado como modelo la versión de la Teogonía de Hesíodo. En azul, los que siempre se consideran olímpicos, en amarillo los variables, y en negro, los demás dioses. La línea continua indica relación padre-hijo y la discontinua la pareja

Dominio; La prudencia
Metis fue una oceánide de la prudencia. Fue la primera amante y esposa de Zeus
Fue ella quien le dio a Zeus el emético que le hizo vomitar a Cronos a los hijos que previamente había devorado.
Metis conoció a Zeus en Creta cuando estaba al cuidado de Amaltea. Conocía su historia y decidió ayudarlo a rescatar a sus hermanos que habían sido tragados por su padre Cronos. Entonces le dió un vomitivo a Zeus para que se lo diese a Cronos y así liberar a sus hermanos.
Posteriormente, Zeus agradecido con Metis, se casó con ella. Pero Gea le hizo una revelación; Metis daría a luz una hija y después un hijo que estaría destinado a gobernar el mundo y destronar a su Zeus. Por esto Zeus devoró a Metis cuando estaba embarazada. Más tarde, el mismo Zeus dió a luz con ayuda de Hefestos a la hija de la cual estaba embarazada Metis cuando se la tragó, Atenea.

Crono o Cronos (Saturno en la mitología romana) es el hijo menor de Urano y Gea. Padre de Zeus y sus hermanos. Fue considerado dios del "tiempo humano", es decir, los calendarios, las estaciones y las cosechas.
Crono derrocó a su padre y gobernó durante la mitológica edad dorada, hasta que fue derrocado por sus propios hijos.
Cronos supo de Gea que estaba destinado a ser derrocado por uno de sus propios hijos, como él había derrotado a su padre. Por ello, aunque fue padre con Rea de los dioses Hestia, Deméter, Hera, Hades y Poseidón, se los tragaba tan pronto como nacían. Cuando iba a nacer su sexto hijo, Zeus, Rea pidió a Gea que pensara un plan para salvarlos y que así finalmente Crono tuviese el justo castigo a sus actos contra su padre y sus propios hijos. Rea dio a luz en secreto a Zeus en la isla de Creta y entregó a Crono una piedra envuelta en pañales, también conocida como Ónfalos, que éste tragó enseguida sin desconfiar creyendo que era su hijo.
Cuando hubo crecido, Zeus usó un veneno que le dio Metis para obligar a Crono a regurgitar el contenido de su estómago en orden inverso: primero la piedra, que se la dejó a Pitón bajo las cañadas del Parnaso como señal a los hombres mortales, y después al resto de sus hermanos.

Arte griego arcaico 

Edad oscura

Entre los siglos XII -IX a.C., y de forma un tanto brusca, se produce el colapso de la civilización micénica,  dando lugar a un paréntesis denominado Edad Oscura griega. La causa de este declive repentino está sujeto a controversia; historiadores y arqueólogos no se terminan de poner de acuerdo, debido a escasez de fuentes y contando solamente con evidencias arqueológicas, que denotan la destrucción de numerosos  asentamientos, poblamientos   menores en su mayor parte, y  de algunas ciudades ; las islas en cambio no parecen haber sido muy afectadas.

Se caracteriza esta crisis por el despoblamiento de las ciudades, (con hallazgos de evidencias de invasiones, como estratos de incendios);  abandono de la escritura, y del arte micénicos, y desarrollo de un arte esquemático, denominado geométrico y centrado en la cerámica. En la escultura se realizan las xoanas, esculturas de madera que representan esquemáticamente figuras humanas por medio de triángulos (apareciendo esas figuras también en la cerámica).

Cleobis y Bitón, Polímedes, 600 a. C. Imagen: Wikipedia
Los kouros y kore son estatuas de piedra caliza, mármol o bronce que se ofrecían a los dioses, y que podían simbolizar un atleta o un difunto. Por ese motivo, normalmente se encuentran en tumbas o santuarios de la época. Son de tamaño natural y pueden llegar hasta los dos metros de altura. A veces, en la base hay un pequeño texto que explica su funcionalidad, el patrón y el artista. Sin embargo, no se conserva mucha más información al respecto. 

Se han formulado, pues, diversas hipótesis para explicar este colapso: invasiones de los dorios indoeuropeos, o de los pueblos del mar, catástrofes (terremotos), crisis de producción agrícola, cambio climático…

Y al igual que al final de la Edad Media europea, se producirá un renacimiento cultural, en el s VIII a.C., momento en que dará comienzo la edad Arcaica, preludio de una de las más fecundas etapas de la humanidad, germen de nuestra civilización actual.

Kouros de Tena, 575-550. Imagen: Gliptoteca de Múnich.
En el campo de la escultura, se sustituyen las estatuas humanas de madera, los xoanon, por las de piedra, pese a mantener el mismo carácter rígido y hierático. Entre las obras más populares, prevalecen las figuras rojas y negras, con cuerpos estilizados. Asimismo, también hay obras de menor estatura hechas de marfil y con motivo funerario. Con la llegada del arte jónico, se desarrollaron las figuras de los kouroi y korai (kouros y kore en plural), así como esfinges y los frontones del Tesoro de los Sifnios, en Delfos.


Edad Arcaica
Convencionalmente se sitúa su origen en el 766 a.C. ,  fecha correspondiente a la I Olimpiada ; su fin se sitúa simbólicamente  en el 499 a.C. , con la Revuelta de Jonia frente al Imperio Persa.

Al comienzo de este periodo se suceden  invasiones de diversos pueblos indoeuropeos, que supondrá el paso de la Edad de Bronce a la de Hierro: el jonio, que se asentará en las islas y la costa de la actual Turquía (llamándose a partir de entonces la Jonia); el dorio, que conquistará parte del Peloponeso, y los eolios, que se dirigirán a la parte norte de Asia Menor. Estos pueblos combinarán sus propias tradiciones con las preexistentes heredadas de los aqueos micénicos, dando lugar a la Hélade: más un concepto cultural que político o geográfico.

La Época arcaica se caracteriza por el nacimiento de  la polis como ciudad estado, y su diversa evolución  política: de monarquías se pasarán a tiranías (sin la connotación negativa que posee actualmente esta palabra) y de estas a gobiernos de los ciudadanos (democracias u oligarquías)

Debido al crecimiento de la población tendrá lugar un gran movimiento colonizador. Los griegos se expandirán, primero hacia el Oriente, a la costa del Asia Menor, y después por el Mediterráneo Occidental: el sur de Italia -Sicilia, Nápoles, denominados desde entonces como la Magna Grecia, así como las costas más occidentales, llegando hasta España…

Todo esto va acompañado por un renacimiento cultural; retoman la escritura, olvidado el alfabeto micénico adaptan el fenicio para desarrollar su propio alfabeto. Se desarrolla la literatura, cuyos primeros representantes serán, por un lado la Ilíada y la Odisea, recopiladas por Homero ( o bien un poeta o bien una denominación común de una serie de rapsodas); y las obras de Hesíodo: la Teogonía y Los Trabajos y los Días.

Es en este periodo también donde se empieza a desarrollar la filosofía; en el espacio de unas pocas décadas empiezan a surgir personajes como Tales, Pitágoras, Parménides, Heráclito, quienes sentarán las bases de  donde más tarde surgirá el pensamiento occidental.

Y relacionado con todo ello, el Arte, que tratará de reflejar esta nueva concepción del mundo, a través de la búsqueda de la armonía, culminando en el Arte Clásico.


Arte arcaico
El arte griego en su mayor expresión, durante el periodo clásico, pretendía alcanzar el Ideal de Belleza a través de la armonía de las formas, por medio de la aplicación de técnicas y conocimientos como la  proporción áurea. Esta búsqueda de la Belleza se originará en este periodo temprano, e irá perfeccionándose cada vez más hasta su cima, en el siglo V a.C. cuyo máximo exponente será el Partenón en arquitectura y las esculturas de Fidias que lo decoraban.

Durante la  edad oscura se abandona la arquitectura monumental micénica por construcciones más pequeñas. En la época arcaica, se vuelve a la arquitectura monumental, que frente a la preponderancia del palacio micénico, se centrará en templo y en la acrópolis, el conjunto monumental o ciudadela construida a su alrededor y que se solía situar en un lugar alto (acro=alto, polis= ciudad) . Los templos, en un principio de modesto tamaño, van adquiriendo cada vez más importancia, sustituyéndose la madera por  la piedra en su construcción y siendo  decorados con esculturas en frisos y frontones triangulares.

Van definiéndose los principales órdenes arquitectónicos, con influencias egipcias y minoico-micénicas:

El estilo dórico, sobrio y robusto. Utiliza columnas sin basa, con  fuste estriado , recuerdo de su origen vegetal (anteriormente las columnas eran de madera). El  capitel es de sección circular. La columna se puede ver como evolución de la minoica,  mucho más estilizada  que esta , guardando también  la diferencia de diámetro entre su parte superior e inferior, estrechándose según se iba acercando al capitel. Al igual que la micénica se solía policromar de rojo o de azul (a pesar de estar acostumbrados al blanco  marmóreo de esculturas y edificios, todo el arte griego era policromado).

El estilo jónico, era más esbelto y estilizado. El característico capitel jónico podría haber evolucionado de la columna hathórica egipcia, cuyo capitel  imitaba la cabeza de una mujer y cuyos rizos recuerdan a las volutas jónicas.

En época clásica el estilo jónico dará origen al estilo corintio, con sus características columnas de capiteles con hojas de acanto.

Son numerosos los ejemplos de este arte.

Los órdenes dórico y jónico aparecen al mismo tiempo en el comienzo de la arquitectura griega mientras que el corintio es una evolución tardía del orden jónico. Orden dórico: Es el más sobrio en cuanto a formas y proporciones. Su decoración se caracteriza por preservar la mayor austeridad posible.

Cerámica

En la edad arcaica temprana (s. VIII a.C.) el estilo geométrico de la Edad oscura da paso a nuevos estilos más naturalistas. Este primer periodo es denominado orientalizante y se caracteriza por combinar  los motivos geométricos y las figuras humanas todavía esquemáticas con formas de animales mitológicos o reales, inspirados por la cerámica del Asia Menor y del Oriente Medio.

Ulises y Polifemo, detalle de una ánfora protoática, circa 650 a. C., Museo de Eleusis.

En el s.VII. aparece en Corinto un nuevo tipo de decoración cerámica: las figuras negras , que consiste en figuras pintadas de negro sobre arcilla (la de corintia era amarilla, la ateniense más roja) -detalles a veces incisos sobre la pintura para resaltar la arcilla de debajo, o bien policromados.

Desde el 620 a.C. este tipo de cerámica se extiende desde Corinto hasta el Ática; precisamente será en Atenas donde alcanzará su máximo desarrollo durante el siglo VI.

Tondo de la Copa del pajarero, cerámica jónica, h. 550 a. C., Museo del Louvre.

La primera etapa, orientalizante, heredada de Corinto, se caracterizará por decoración con animales. Posteriormente la cerámica ateniense se distanciará de la corintia, utilizando motivos mitológicos y llegando a desarrollar un estilo propiamente ático.

Joven llenando su copa de una crátera; tondo de un kílix, atribuido al Pintor de Antífona, 490-480 a. C. Museo Arqueológico Nacional de Atenas.

También variará el soporte: primero será utilizada para decorar grandes vasos funerarios. Después se extenderá a  vajillas de uso cotidiano: ánforas, hidrias, copas y crateras.

Escena de ánfora de figuras negras de Atenas (siglo VI a. C., Museo del Louvre).

Al final periodo arcaico aparecerá otro estilo decorativo: las figuras rojas. La exportación de este tipo de cerámica supondrá el florecimiento de Atenas, quien sostendría la producción y el comercio de la cerámica ática por todo el Mediterráneo.

Al contrario que la de figuras negras, esta se caracteriza por estar el fondo pintado en negro , excepto las figuras, que se dejarán del color de la arcilla. Los detalles no serán incisos sino pintados, pudiendo alcanzar con esta técnica un mayor realismo.

Atenea vistiendo la égida, hidria ática de figuras negras del alfarero Panfeo (firmado) y el pintor Eufileto, c. 540 a. C. Cabinet des Médailles, BNF (París), De Ridder n°254.

Los motivos serán de todo tipo, abarcando desde escenas mitológicas, y ya en épocas posteriores representarán escenas de la vida cotidiana, suponiendo un excelente recurso para conocer cómo vivían los antiguos griegos.

Esta época supone un florecimiento espectacular de una civilización como pocas veces se ha visto, tanto es así que es denominado por historiadores el «milagro griego». Justamente, pues en el espacio de apenas 200 años se pondrán los cimientos sobre los que se asienta nuestra propia civilización: la Literatura, la Filosofía, la Política, el Arte, todo bebe de estas fuentes; de las cenizas de la antigua civilización micénica surge una nueva forma de concebir el mundo, conjugando  la Razón y el Arte, la armonía de Apolo y la energía creadora de Dionisos.
Cristina Díaz

lunes, 1 de noviembre de 2021

Periodo Geometrico - La Ilíada - La Odisea - Homero - La guerra de Troya

Listado de los Doce Olímpicos - Nacimiento del arte griego - Teoría de la generación del mito, PINCHA AQUI

El periodo geométrico es una etapa arqueológica de Grecia que comprende desde el 900 hasta el 700 a. C. Toma su nombre del estilo decorativo de la cerámica, en la que predominan los vasos sin fondo usados en rituales funerarios. Igualmente son habituales los temas relacionados con la muerte.

Píxide geométrica con tapa en forma de caballo.
Puede decirse que el estilo geométrico se extendió por la mayor parte del mundo griego, aunque alcanza su mayor calidad en Atenas. Sin embargo se desarrollan escuelas regionales con importantes peculiaridades entre las que destacan la escuela de Tebas, Beocia, Corinto y Argos.

Los griegos, que tenían un estrecho contacto comercial con el Levante, adoptaron el alfabeto fenicio, añadieron sonidos vocálicos y crearon así el alfabeto griego, en el que se basa el alfabeto latino moderno.

Homero

  • Lugar de nacimiento: Grecia Antigua
  • Fecha de nacimiento: Siglo VIII a.C
  • Murió: Siglo VIII a.C
  • Libros destacados: La Ilíada, La Odisea, más libros...

Busto de Homero. Mármol, copia romana de un original helenístico del siglo II a. C., Museo Británico, Londres.

Homero fue un poeta de la Antigua Grecia que nació y vivió en el siglo VIII a.C. Es autor de dos de las principales obras de la antigüedad: los poemas épicos La Ilíada y La Odisea.

Muchos historiadores y arqueólogos no han llegado a la conclusión sobre si Homero realmente existió o se trata de un personaje legendario, pues no hay pruebas concretas de su existencia. Sus obras pueden haber sido escritas por otros autores antiguos o tal vez son apenas recopilaciones de tradiciones orales del periodo de la época de la Antigua Grecia.

La vida de Homero es una mezcla de leyenda y realidad. De acuerdo con la tradición, Homero era ciego y pudo haber nacido en cualquier localidad de la Antigua Grecia: Esmirna, Colofon, Atenas, Quios, Rodas, Argos, Itaca o Salamina.

Pese a que son diversas las versiones sobre la vida del poeta que han llegado hasta nuestros días, su contenido, incluida la famosa ceguera del poeta, es mítico y propio de las novelas. La más remota como inverosímil, adjudicada falsamente a Heródoto, data del siglo V a.C, en ella, Homero es presentado como el hijo de una huérfana seducida, de nombre Creteidas, que lo dio a luz en Esmirna en la desembocadura del río Meles y que le puso por nombre Melesígenes. Se dice que pronto destacó por sus cualidades artísticas, y que comenzó una vida libre y poco convencional. Se cuenta que una enfermedad lo dejó ciego, y desde entonces pasó a llamarse Homero.

Sobre la muerte de Homero también hay mucho misterio. De acuerdo con documentos históricos del siglo V a.C., él habría muerto en la isla de Íos. Investigadores modernos afirman que no hay ningún dato seguro de las fuentes de antigüedad que hablan sobre Homero. De acuerdo con los historiadores modernos, en caso que haya existido, es probable que haya nacido y vivido en la zona colonial griega del Asia Menor. Esta conclusión se extrae a partir de las características lingüísticas de sus obras y las tradiciones abordadas que son típicas de la región jónica.

Algunos investigadores modernos afirman también que a partir de sus obras, es posible concluir que Homero tenía mucho contacto con la nobleza de la época. Aún persiste el debate sobre si Homero fue una persona real o bien el nombre dado a uno o más poetas orales que cantaban obras épicas tradicionales.

Fuente: El Resumen.com

La Ilíada es, fundamentalmente, una epopeya griega y el poema de género épico más antiguo escrito de la literatura occidental. Nos narra la embestida de los aqueos a la ciudad de Troya con la intención de rescatar a Helena de Esparta, esposa del rey Menelao, la cual fue secuestrada por Paris, príncipe troyano. A raíz de este suceso, se desató un conflicto bélico entre aqueos y troyanos que se dilató diez años.

El argumento del épico poema se centra en un episodio de cincuenta y un días que tuvo lugar en el último año de la llamada guerra de Troya.

El poema inicia con la cólera funesta de Aquiles, un guerrero griego que decide mantenerse al margen del conflicto troyano después de enfadarse con Agamenón, líder del ejército aqueo, por haberle arrebatado a su esclava Briseida. Y muy por detrás queda lo absurdo y lo incomprensible de la historia de los amores y el rapto de Helena.
La guerra es el eje central de la Ilíada. Expone su horror y su miseria. En ella no solo hombres heroicos, lejanos y guerreros luchan en el campo de batalla, también lo hacen dioses parciales e imperfectos que dirigen y alientan la masacre para favorecer a un bando u otro, o quizás, a ellos mismos.

La Ilíada nos entrega una idea derrotista del hombre, un ser desamparado, falto de recursos que no puede escapar de la determinación de los dioses. Nos muestra un mundo predestinado y para siempre: las Moiras hilan impasibles el destino, el pedazo de vida que le toca a cada uno; no hay retrocesos ni adelantamientos y en cualquier momento, cuando el hilo se rasga termina la vida. Al entrar en la épica se irrumpe en un mundo de lo fijo e inmutable, de lo inevitable: Héctor morirá inevitablemente a manos de Aquiles y Troya será destruida.

El lector de la Ilíada podrá advertir que aquellos héroes descomunales ya no son seres lejanos, de otro tiempo, inaccesibles, sino que son el reflejo de la humanidad, y que el poema es la descripción de la inacabable tragedia de la condición humana. La Ilíada habla magistralmente de qué es el hombre y qué es el mundo.

La Odisea es, junto con la Ilíada, el poema épico más importante de la antigüedad clásica, y representa el resquebrajamiento de la rigidez y de lo inmutable de la épica anterior.

El argumento se centra en el regreso de Odiseo a su patria, la isla de Ítaca, de la cual era rey, después de finalizada la guerra de Troya, una travesía que le llevaría diez años, sumados a los diez años que había estado luchando. Está constituido con la fusión de tres relatos: la Telemaquia, historia del hijo que busca a su padre perdido; la primitiva Odisea, historia de los viajes de Ulises; la venganza de Odiseo, el drama de los pretendientes.

Ulises y las Sirenas en un cuadro de Herbert James Draper
Herbert James Draper (Londres, 1863 – 1920) fue un pintor inglés de la era victoriana.

La épica encarna una época especial de Grecia: la edad en que comienza la gran cultura helénica, después de una edad oscura, una especie de breve Edad Media, que sucedió al desplome de la antigua civilización del Mar Egeo bajo el ímpetu de los pueblos invasores. Aquella edad de lucha es la que aparece transfigurada en su precursora, la Ilíada, que es, esencialmente, el poema de la guerra.

Aquí, en la Odisea, el combate heroico ha quedado atrás. Este poema está centrado en la vida, en las posibilidades del hombre. Representa el principio de los tiempos nuevos: la época de las ciudades helénicas, en la que se alberga y apacigua la vida y en la que los intereses dominantes del hombre son el hogar, los bienes y el trabajo.

En el poema imperan la sensatez y la reflexión. Podemos decir que las Moiras siguen hilando el destino de los mortales, sin duda, pero también se puede advertir que esos mortales, con ingenio y tenacidad, intentan hilar ellos mismos su propio destino. El hombre se vale del engaño cuando las cosas le van mal o para lograr algo que le es necesario pero difícil; cuando se encuentra atrapado ya no se deja vencer, impotente, sino que trata de salir del atasco, ya sea a través de la reflexión o la maquinación. Y la mujer, una presencia definitiva en la Odisea, también es capaz de la reflexión y se vale de medios que resultan plenamente adecuados a las circunstancias. El mundo ya no es simplemente, sino que se hace; es fruto del ingenio y de los recursos del hombre. El héroe, vencedor de la muerte, engañador, nos conduce, ya sea por las sendas del mar o por las de su mente, en el laberinto de la reflexión a la superación final de tantos obstáculos.

El lector de la Odisea podrá percibir que Ulises no es siempre igual a sí mismo, al contrario, se transforma. Vemos un héroe dúctil, que se adapta a la situación y que es capaz de cambiar. Será perpetuamente el antecesor del protagonista de la novela de transformación o metamorfosis; por eso el poema ha sido reconocido, prematuramente, como una novela y por eso algunos críticos la consideran la primera obra realista de la literatura occidental. Tal es así, que temas sobradamente fecundos para las letras como, la búsqueda del padre, el viaje como alegoría de la vida, el aprendizaje, el hogar, el amor incondicional, la fidelidad, entre otros, emergen en este inmenso poema épico, compuesto hace casi tres milenios.

Si la Ilíada nos introduce a lo trágico, la Odisea, en cambio, nos adentra en la amenidad, el entretenimiento y el asombro. Si la Ilíada estremece, la Odisea seduce, conmueve poderosamente. Pero ambos poemas nos enseñan y educan, tanto desde lo cultural como desde lo enciclopédico.

La apoteosis de Homero es un cuadro realizado por el pintor francés Jean-Auguste-Dominique Ingres.​ Mide 386 cm de alto y 515 cm de ancho, y está pintado al óleo sobre lienzo. Data de 1827 y se encuentra en el Museo del Louvre, en París.
Esta obra ensalza la figura de uno de los poetas más relevantes de la Antigua Grecia, Homero, creador de dos grandes epopeyas, la Ilíada y la Odisea. Junto a él aparecen numerosos personajes que le rinden homenaje, grandes nombres de las artes y las letras de toda la historia. 
Sobre la composición, el grupo central está inspirado en el relieve La apoteosis de Homero, de Arquelao de Priene (siglo III a. C.), conservado en el British Museum (Londres). Los grupos laterales tienen influencia rafaelesca, especialmente de La escuela de Atenas y El Parnaso. También la Victoria tendría trazos de Rafael. Esta influencia rafaelesca se denota especialmente en los rostros, los cuales han sido criticados en ocasiones por excesivamente fríos e inertes. En cambio, los cuerpos están mejor resueltos, sin duda porque los trabajó con mayor libertad estilística, aportando sus propios conocimientos de anatomía.
Ingres fue un pintor neoclásico. Recibió una formación académica en el taller de Jacques-Louis David, el mayor referente en la pintura neoclásica. Terminó su formación en Roma en 1807, con una beca de estudios.

La guerra de Troya

La guerra de Troya es el gran enfrentamiento entre griegos y troyanos, pero en ella también intervinieron de manera activa y decisiva muchos dioses que, por diversas razones, decidieron apoyar a uno u otro bando.

El juicio de Paris, Peter Paul Rubens, ca. 1638-1649. (Museo del Prado. Madrid).
Pedro Pablo Rubens ​ (Siegen, Sacro Imperio Romano Germánico, actual Alemania, 28 de junio de 1577-Amberes, Flandes, Países Bajos Españoles, actual Bélgica, 30 de mayo de 1640)fue un pintor barroco de la escuela flamenca. Su estilo exuberante enfatiza el dinamismo, el color y la sensualidad. Sus principales influencias procedieron del arte de la Antigua Grecia, de la Antigua Roma y de la pintura renacentista, en especial de Leonardo da Vinci, de Miguel Ángel, del que admiraba su representación de la anatomía, y sobre todo de Tiziano, al que siempre consideró su maestro y del que afirmó «con él, la pintura ha encontrado su esencia»

Todo empezó con una manzana de oro “para la más bella”, título que reclamaban Juno, Minerva y Venus. Para resolver tal disputa, Júpiter eligió como juez a Paris, un joven pastor troyano que debía entregar la manzana a quien considerase que era la diosa más bella. Además de presentarse desnudas para mostrar su atractivo físico, las tres diosas le hicieron interesantes y tentadoras ofertas: Juno le ofreció el poder sobre un amplio territorio; Minerva, la sabiduría y la victoria en todas las batallas; y Venus, el amor de la mujer más bella del mundo. Paris la escogió a ella.

Luca Giordano: Rapto de Helena (Ratto di Elena). 1680 - 1683.
Luca Giordano (Nápoles, 18 de octubre de 1634-Ibidem, 3 de enero de 1705), pintor barroco italiano. En España fue también conocido como Lucas Jordán, por la castellanización del nombre.
En la mitología griega, el rapto de Helena fue realizado en Esparta por Paris (también llamado Alejandro), príncipe troyano, y por algunos de sus mejores hombres.

La mujer más bella del mundo resultó ser Helena, esposa del rey Menelao de Esparta. Paris la raptó, o ambos huyeron juntos rumbo a Troya, por lo que los griegos se conjuraron para rescatarla. Así dio comienzo la guerra, en la que tomaron parte grandes héroes y guerreros, como Agamenón, Menelao, Odiseo, Diomedes, Ayax el Grande y, especialmente, Aquiles, que es el principal protagonista de la Ilíada, el gran poema homérico que narra este mítico conflicto armado.

El enfrentamiento entre aqueos y troyanos se prolongó durante muchos años sin que la victoria se decantase por uno u otro bando, mientras ambos perdían a algunos de sus principales guerreros. Finalmente los griegos decidieron fingir su retirada y dejar en las playas de Troya un gran caballo de madera, en cuyo interior se escondían varios de sus mejores soldados, encabezados por Odiseo. Creyendo que era una ofrenda a los dioses, los troyanos introdujeron el caballo en la ciudad; de ese modo, los griegos consiguieron apoderarse de Troya, que fue saqueada y quedó destruida por un gran incendio.

Los troyanos engañan a los griegos con el Caballo de Troya. Óleo sobre lienzo de Francisco Collantes, primera mitad del XVII, para el Palacio del Buen Retiro.

En la mitología griega, Paris, también llamado Alejandro, «El protector del varón»), fue un príncipe troyano, hijo del rey Príamo y de su esposa Hécuba y hermano de Héctor. Paris fue conocido como «El de la hermosa figura».

Juegos fúnebres en honor de Paris
Príamo, rey de Troya y padre biológico de Paris, celebraba cada año unos juegos en honor a su hijo, que creía muerto. En una ocasión, los servidores del rey se llevaron a su toro favorito para emplearlo como premio en los susodichos juegos. Paris, que fue uno de los jugadores, ganó y se hizo con el toro, haciendo nacer en sus hermanos la indignación al creer que habían sido derrotados por un simple pastor. Dispuestos a matarlo, fueron detenidos por Casandra, quien gracias a sus poderes adivinatorios reconoció que el simple pastor era el hijo del rey Príamo.

¿A que bando ayudó Atenea?

En la mitología griega, Atenea , también conocida como Palas Atenea, es la diosa de la guerra, la civilización, sabiduría, estrategia en combate, de las ciencias, de la justicia y de la habilidad.​ Fue una de las principales divinidades del panteón griego y una de los doce dioses olímpicos. Atenea recibió culto en toda la Grecia Antigua y en toda su área de influencia, desde las colonias griegas de Asia Menor hasta las de la península ibérica y el norte de África. Su presencia está atestiguada hasta en las proximidades de la India. Por ello su culto tomó muchas formas e incluso tuvo una extensión considerable hasta el punto de que su figura fue sincretizada con otras divinidades en las regiones aledañas al Mediterráneo. En la mitología romana se la adoraba con el nombre de Minerva.

Muerte de Príamo a manos de Neoptólemo, hijo de Aquiles, ánfora ática de figuras negras, h. 520-510 a. C., Museo del Louvre
En la mitología griega, Príamo  fue el rey mítico de Troya en la época de la guerra de Troya. Fue hijo de Laomedonte y de la ninfa Estrimón, hija del Escamandro.
Bajo su mandato se desarrolló la legendaria guerra de Troya, contra los griegos que reclamaban la devolución de Helena.
Es descrito en la Ilíada dando pruebas de una inmensa bondad y de una justicia ejemplar. Al contrario que sus consejeros, no culpó a Helena de la guerra

Áyax llevando el cadáver de Aquiles, protegido por Hermes (izquierda) y Atenea (derecha). Lado 1 de un ánfora ática de figuras negras, ca. 520 - 510 a. C.
Áyax, hijo de Telamón, rey de Salamina, y Peribea. Es un legendario héroe de la mitología griega. Para distinguirlo de Áyax, hijo de Oileo se lo llamaba Áyax el Grande
Su nombre fue elegido por Heracles, amigo de Telamón, quien al ver que el águila de Zeus se posaba en su hombro le anunció: «Nacerá de ti, Telamón, el hijo que deseas y del nombre del ave que acaba de aparecérsenos lo llamarán Áyax. Sorprenderá a los pueblos en las luchas de Ares»
Fue un valeroso guerrero, el más fuerte después de su primo Aquiles que se embarcó a la mítica Guerra de Troya al mando de doce navíos de Salamina acompañado de su hermano Teucro
Peleó en la guerra con coraje y destreza. En la Ilíada de Homero se lo describe como un guerrero de gran estatura y fuerza colosal, testarudo y de inmenso escudo que por sí mismo es un antemural de las falanges, segundo en destreza y valentía en la batalla únicamente por detrás de Aquiles. No fue herido en ninguna de las batallas relatadas en la Ilíada y es el único personaje de importancia en la obra que no recibió ayuda por parte de ninguno de los dioses griegos.
Cuando Patroclo murió a manos de Héctor, los troyanos intentaron hacerse con su cuerpo y alimentar con él a los perros, pero Áyax luchó y logró proteger el cadáver, devolviéndolo al campamento griego y a su amigo Aquiles. Posteriormente, cuando Aquiles murió tras ser alcanzado por una flecha de Paris, Áyax y Odiseo consiguieron recuperar el cuerpo del héroe para llevarlo al campamento griego.

Suicidio de Áyax el grande por Poussin

Esténelo vendando el dedo herido de Diomedes
En la mitología griega, Esténelo era un rey de Argos, hijo de Capaneo y Evadne. En la Ilíada alardea de haber capturado junto con los otros epígonos la ciudad de Tebas, aunque tenían menos hombres que su padre, uno de los siete contra Tebas, quienes murieron intentando la misma cosa porque desobedecieron a los dioses. Luchó al lado de Diomedes y los otros argivos en la Guerra de Troya, y fue uno de los hombres que se escondieron en el caballo de Troya. Como descendiente de Proteo, gobernó con Diomedes la mitad del reino de Argos que pertenecía a Ifis tras la muerte de Adrasto y Egialeo. 

En la Guerra de Troya donde Diomedes forja el mito de guerrero indomable y valeroso, acaso el más bravo junto a Aquiles y en todo caso invicto. Como pretendiente que fue de la bella Helena, aportó 80 naves a la armada aquea y desde el inicio participó como protagonista en los principales pasajes de la guerra que cantó Homero. Con su inseparable compañero Odiseo viaja a Esciro, reino de Licomedes, en busca de Aquiles, al que Tetis había ocultado travestido de mujer para evitar que su hijo se desplazara a Troya y en cuyas playas el oráculo predijo su muerte.

Esta original novela de Robert Graves narra la historia de una notable princesa italiana, Nausícaa, que vivió setecientos años antes de Cristo y salvó el trono de su padre de las ambiciones de los usurpadores y a dos de sus hermanos de una muerte violenta, librándose ella misma de un desagradable matrimonio gracias a la inesperada ayuda de un noble cretense que había naufragado en las costas de Sicilia. Con esta novela Robert Graves analiza la teoría que lanzó Samuel Butler en 1896 que la autoría de la"Odisea"hay que atribuirla a una princesa Siciliana que además se retrató a sí misma en el personaje de Nausicaa. Aceptar esta teoría permite destacar el carácter de épica de lo doméstico de la Odisea. En definitiva una novela de Robert Graves. Robert Graves (1895-1985) es autor de una más que notable obra poética, de numerosos ensayos centrados en el mundo antiguo y mitológico (entre los que destaca La diosa blanca), de novelas tan divertidas como El sello de Antigua y de un buen número de traducciones al inglés que van desde Apuleyo, Lucano y Setonio a Ramón J. Sender.

viernes, 22 de octubre de 2021

Listado de los Doce Olímpicos - Nacimiento del arte griego - Teoría de la generación del mito


Metamorfosis - ARTE y MITO - Los lienzos para la Torre de la Parada - Ovidio - Las metamorfosis , PINCHA AQUI


El Olimpo o monte Olimpo (el luminoso») es la montaña más alta de Grecia y la segunda de los montes Balcanes (tras el Musala de Bulgaria, 2925 m), con 2918 m2​ de altitud. Situado entre las regiones griegas de Tesalia, cerca de Larissa y Macedonia, es reserva natural griega desde 1938 y patrimonio natural de la Unión Europea desde 1981, en su categoría de reserva de la biosfera.
Para la mitología griega, el Olimpo era el hogar de los dioses olímpicos, los principales dioses del panteón griego, presididos por Zeus. Los antiguos griegos creían que en las cumbres del monte había construidas mansiones de cristal en las que moraban los dioses. El Olimpo quedó destruido después de la guerra de los Dioses, y la mitología dice que cuando se destruyó dejó dos rastros divinos en forma de hombre y mujer, los cuales deberán juntarse para dar a luz al hijo hombre que dé vida otra vez al Olimpo. El número e identidad de los dioses que habitaban ese Olimpo (el llamado «Concilio de los dioses) parece ser de doce

Teoría de la generación del mito

Si bien en Roma existía una religión politeísta originaria y campesina, a partir del siglo v a. C. comenzó la «importación» de las deidades griegas, fundamentalmente a través de los etruscos.

En el siglo III a. C. el poeta Quinto Ennio estableció en sus escritos una equivalencia de doce dioses, seis femeninos y seis masculinos: Júpiter (Zeus); Juno (Hera); Minerva (Atenea); Vesta (Hestia); Ceres (Deméter); Diana (Artemisa); Venus (Afrodita); Marte (Ares); Mercurio (Hermes); Neptuno (Poseidón); Vulcano (Hefesto) y Febo (Apolo).

Esta suerte de «humanización de los dioses» o historicista de la mitología se conoció como «evemerismo».

El evemerismo es una teoría hermenéutica de la interpretación de los mitos creada por Evémero de Mesene (s. IV a. C.) en su obra Inscripción sagrada (ἱερα ανάγραφη Hiera anágrafe), de la que solamente quedan resúmenes, y según la cual los dioses paganos no son más que personajes históricos de un pasado mal recordado, magnificados por una tradición fantasiosa y legendaria.

 Los doce dioses y diosas que figuran entre los doce con más frecuencia.

Júpiter y Tetis, por Jean Auguste Dominique Ingres (1811)
Jean-Auguste-Dominique Ingres (Montauban, 29 de agosto de 1780-París, 14 de enero de 1867) fue un pintor francés. No fue, en sentido estricto, neoclásico ni académico, sino un ferviente defensor del dibujo. Resulta a la vez neoclásico y romántico.​ Ingres constituye un claro exponente del romanticismo en cuanto a los temas, el trazo abstracto y los tonos planos de intenso colorido.

Rey de los dioses y gobernante del monte Olimpo; dios del cielo y el trueno. Hijo menor de los titanes Crono y Rea. Los símbolos incluyen el rayo, el águila, el roble, el cetro y la balanza. Hermano y marido de Hera, aunque tuvo muchas amantes, tanto diosas como mortales.

Su equivalente griego es Zeus, aunque esta deidad latina no fue tomada de la mitología griega, como sí ocurrió en otros casos. Sus atributos son el águila, el rayo, y el cetro.

Estatua de Juno en el Museo del Louvre

En la mitología romana, Juno era una diosa, equivalente a la Hera griega, diosa del matrimonio y reina de los dioses. Hija de Saturno y Ops, hermana y esposa de Júpiter, con el que tuvo dos hijos, Marte y Vulcano y una hija, Lucina. Juno fue una deidad mayor de la religión romana y formó parte, junto a Júpiter y Minerva, de la Tríada Capitolina, un importante culto romano. En la mitología romana Juno representa a la maternidad.

Neptuno es un dios de la mitología romana, pero proveniente de la mitología griega, hijo de los dioses Saturno y Ops, hermano de Júpiter y Plutón. Gobierna todas las aguas y mares y cabalga las olas sobre caballos blancos. Todos los habitantes de las aguas deben obedecerlo y se le conoce como Poseidón en la mitología griega.

Neptuno eligió el mar como morada y en sus profundidades existe un reino de castillos dorados. Con su poderoso tridente agita las olas, hace brotar fuentes y manantiales donde quiera y encausa su ira provocando los temibles sismos o terremotos.

Febo es un apodo o epíteto del dios Apolo en la mitología clásica. Probablemente su significado originalmente era "brillante".
Los poetas clásicos latinos también aplicaban el apodo Febo al dios sol, de ahí las referencias comunes en la poesía europea posterior a Febo y su carro como una metáfora del sol.
Los símbolos incluyen el sol, la lira, el arco y la flecha, el cuervo, el delfín, el lobo, el cisne y el ratón. Hijo menor de Zeus y Leto. ​Hermano gemelo de Artemisa. Líder de las musas inspiradoras.

En la mitología romana, Minerva es la diosa de la sabiduría y las artes, además de la protectora de Roma y la patrona de los artesanos. Se corresponde con Atenea en la mitología griega, aunque se le destituye el rango de diosa guerrera, siendo sustituida por Belona, la diosa romana de la guerra, que se corresponde a Enio en la mitología griega.

Venus fue la diosa del amor, la belleza y la fertilidad de la mitología romana a quien se adoraba y festejaba en muchas fiestas y mitos religiosos romanos. Desde el siglo III a. C., la creciente helenización de las clases altas romanas la identificó con la diosa griega Afrodita. Era la esposa de Vulcano. Julio César la adoptó como su protectora y Virgilio, como halago a su patrón Augusto y a la gens Julia, señaló que Venus era el ancestro femenino del pueblo romano a través de su legendario fundador Eneas y su hijo Ascanio
Los símbolos incluyen la paloma, el pájaro, la manzana, la abeja, el cisne, el mirto y la rosa.
Su nombre proviene del griego αφρο 'afro', surgida de la espuma del mar después de que la sangre de Urano goteara sobre la tierra y el mar tras ser castrado por su hijo Crono.


Marte o Ares villa Hadriana
Dios de la guerra, la fuerza, la virilidad masculina, y el derramamiento de sangre. Protector del olimpo y de los ejércitos. Los símbolos son la lanza y el escudo. También los son la antorcha, el jabalí, la serpiente, el perro, el buitre. Hijo de Zeus y Hera, amante preferido de Afrodita, su aliada en la guerra y sanadora. Su nombre romano Marte, nos dio la palabra marcial, martes (día de la semana) y el mes de marzo.

Baco o Dionisio
Dios del vino, las celebraciones y el éxtasis. Dios patrón del arte del teatro. Los símbolos incluyen la vid, la hiedra, la copa, el tigre, la pantera, el leopardo, el delfín y la cabra. Hijo de Zeus y de la mortal princesa de Tebas Sémele. Casado con la princesa cretense Ariadna. El olímpico más joven, así como el único nacido de una mujer mortal.

Diana o Artemisa
Diosa virgen de la caza, la virginidad, el parto, el tiro con arco y todos los animales. Los símbolos incluyen la luna, el ciervo, el perro de caza, la osa, la serpiente, el ciprés y el arco y la flecha. Hermana gemela de Apolo. Hija mayor de Zeus y Leto.


Vulcano o Hefesto
Maestro herrero y artesano de los dioses; dios del fuego y la forja. Los símbolos incluyen el fuego, el yunque, el hacha, el burro, el martillo, las tenazas y la codorniz. Hijo de Hera, con Zeus o sin él. Después de que él naciera, sus padres le arrojaron fuera del monte Olimpo, aterrizando en la isla de Lemnos. Casado con Afrodita, aunque a diferencia de la mayoría de los maridos divinos, raramente fue licencioso. Su nombre latino, Vulcano, nos dio la palabra "volcán".

Ceres o Démeter
Diosa de la fertilidad, la agricultura, la naturaleza y las estaciones del año. Los símbolos incluyen la amapola, el trigo, la antorcha y el cerdo. Medio hija de Crono y Rea. Su nombre latino, Ceres, nos dio la palabra "cereal".

Mercurio o Hermes 
Mensajero de los dioses; dios del comercio y la retórica. Los símbolos incluyen el caduceo (vara entrelazada con dos serpientes), las sandalias y el casco alados, la cigüeña y la tortuga (cuyo caparazón usó para inventar la lira). Hijo de Zeus y la ninfa Maia. El segundo olímpico más joven, apenas mayor que Dioniso. Se casó con Dríope, hija del rey Dríope, y su hijo Pan se convirtió en el dios de la naturaleza, el señor de los sátiros, el inventor de la flauta y el compañero de Dioniso.

Nacimiento del arte griego

La historiografía del arte ha identificado varios estilos que periodizan el arte de la Antigua Grecia:
  • Geométrico (siglos IX y VIII a. C.); hay muy pocos datos del periodo anterior, conocido como Edad Oscura, a la que precedió el arte de las civilizaciones prehelénicas (arte cicládico, arte minoico y arte micénico)
  • Orientalizante (final del siglo VIII y comienzos del VII a. C.)
  • Arcaico (siglos VII y VI a. C.), en la decoración pictórica de la cerámica se caracteriza por las figuras negras.
  • Severo (finales del VI y comienzos del V a. C.), en la decoración pictórica de la cerámica se caracteriza por los vasos bilingües.
  • Clásico (siglos V y IV a. C). –de las Guerras Médicas al reinado de Alejandro Magno-, en la decoración pictórica de la cerámica se caracteriza por el uso de las figuras rojas, que se prolonga en el periodo posterior.
  • Helenístico (final del siglo IV y siglos III y II a. C.), prolongado por el arte romano a partir de la conquista romana de Grecia (146 a. C.).
Kílix ático (siglo V a.C.) que representa un amante  besando a su amado . Las representaciones de escenas pederastas son abundantes en el arte griego.
La cerámica ática designa la producción de cerámica en esta región, con centro en Atenas. Con cerca de 20 000 piezas áticas de figuras negras, que constituye el más largo y al mismo tiempo la colección de cerámicas más significativa, seguido únicamente de la cerámica ática de figuras rojas.

A partir del siglo VI a. C. el centro político de la polis se convierte en un lugar de gran relevancia artística, convirtiéndose la plaza pública o ágora en el corazón de las actividades cívicas de la sociedad. Entre todas ellas sobresale la de la ciudad de Atenas, impulsada por el legislador Solón y monumentalizada en la época de los Pisistrátidas.

El culto religioso desempeñó también un papel fundamental en la sociedad griega de este periodo, de manera que todas aquellas ciudades que dispusieron de medios económicos suficientes promovieron la construcción de edificios religiosos en piedra, los cuales cumplieron un importante papel a la hora de cohesionar las diferentes clases de la nueva sociedad, menos igualitaria que la de siglos anteriores. Se crean ahora santuarios panhelénicos, como Delfos y Olimpia, donde los distintos tiranos realizan grandes ofrendas votivas para exhibir su poder, y se fomentan nuevos cultos populares, al tiempo que surgen mitos relacionados con dioses y héroes locales, lo que incrementa las identidades políticas de las distintas polis que necesitan sentirse independientes y destacar sobre el resto.

La arquitectura griega fijó las formas del templo, que se fue desarrollando en las acrópolis o ciudadelas elevadas de cada ciudad; así como en los santuarios panhelénicos

Triglifos y metopas del friso del Templo C de Selinunte, dedicado a Poseidón. Hacia 580 a. C. Las esculturas representan el carro de Helios, la decapitación de Medusa por Perseo y a Heracles capturando a los Cercopes.

miércoles, 20 de octubre de 2021

Metamorfosis - ARTE y MITO - Los lienzos para la Torre de la Parada - Ovidio - Las metamorfosis

ARTE y MITO

Loggia di Psiche, 1518-19, fresco de Rafael. En imagen, sección del techo donde se representa el concilio de los dioses, principalmente los doce olímpicos, recibiendo a Psique.

El rapto de Psique de William-Adolphe Bouguereau
Psique (en latín Psyche, en griego Ψυχή), divinidad griega y protagonista de un mito latino, es la personificación del alma.
Según la historia, inmortalizada por Apuleyo en su Metamorfosis (El asno de oro), Psique era la menor y más hermosa de tres hermanas, hijas de un rey de Anatolia. Afrodita, celosa de su belleza, envió a su hijo Eros (Cupido) para que le lanzara una flecha que la haría enamorarse del hombre más horrible y ruin que encontrase. Sin embargo, Eros se enamoró de ella y lanzó la flecha al mar; cuando Psique se durmió, se la llevó volando hasta su palacio. Para evitar la ira de su madre, una vez que tiene a Psique en su palacio, Eros se presenta siempre de noche, en la oscuridad, y prohíbe a Psique cualquier indagación sobre su identidad. Cada noche, en medio de la oscuridad, se amaban.

Fragmento de un relieve helenístico (siglo i a. C. - siglo i) representando los doce olímpicos con sus atributos en procesión; de izquierda a derecha, Hestia (cetro), Hermes (casco alado y bastón), Afrodita (velo), Ares (casco y lanza), Deméter (cetro y gavilla de trigo), Hefesto (bastón), Hera (cetro), Poseidón (tridente), Atenea (búho y casco), Zeus (rayo y bastón), Artemisa (arco y carcaj) y Apolo (cítara) (procedente del Walters Art Museum).

En la religión de la antigua Grecia, los dioses olímpicos eran los principales dioses del panteón griego, que moraban en el monte Olimpo (el más alto de Grecia). A ellos les fueron consagrados tanto templos, como festividades cívicas, actividades artísticas y deportivas, siendo considerados los más importantes dentro del amplio conjunto de las deidades de la mitología griega. En sus orígenes, los primeros cultos se remontan aproximadamente hace 5000-6000 años, hacia el 3500 a. C.​ El culto a las deidades de la Antigua Grecia permanece vigente en el Helenismo.

Árbol genealógico de los dioses olímpicos. En los casos de Afrodita, Ares, Dioniso, Atenea, Hefesto y Urano para este gráfico se ha tomado como modelo la versión de la Teogonía de Hesíodo. En azul, los que siempre se consideran olímpicos, en amarillo los variables, y en negro, los demás dioses. La línea continua indica relación padre-hijo y la discontinua la pareja

Los mitos son relatos que recogen historias de dioses y semidioses y su relación con los hombres. De ahí que se hallen presentes en todas las culturas y sociedades antiguas. De origen incierto en la mayor parte de las ocasiones, tradicionalmente se transmitían de forma oral, modificándose paulatinamente con nuevos añadidos y diferentes versiones. En el caso de los mitos griegos, los primeros testimonios escritos no se remontan más allá del siglo VIII a. C.

Los protagonistas de esos mitos eran los dioses del Olimpo, que no sólo regían el destino de los hombres, sino que bajaban a la Tierra e interactuaban con ellos, adoptando en ocasiones una apariencia humana que los hacía más cercanos. Sus historias también servían para explicar todo tipo de fenómenos de la naturaleza o del universo que les rodeaba. Surgieron así infinidad de divinidades que personificaban montañas, fuentes, ríos, mares, vientos, constelaciones…, también todo tipo de árboles y de especies animales que convivían con los hombres.

A lo largo de la historia, la mitología clásica ha sido una constante fuente de inspiración para numerosos artistas, y esas fabulosas narraciones quedaron recogidas en cerámicas, bloques de mármol, medallas, tablas y lienzos 

Los mitos son relatos maravillosos situados fuera del tiempo histórico y protagonizados por personajes de carácter divino o heroico. La mitología, por su parte, es el conjunto de mitos y, al mismo tiempo, su estudio.

Gracias a los mitos, griegos y romanos pudieron ofrecer una interpretación sobre el origen del mundo y sobre diversos fenómenos de la naturaleza o del universo. Surgieron así infinidad de divinidades que personificaban montañas, fuentes, ríos, mares, vientos, constelaciones…, pero también todo tipo de árboles y especies animales. Dioses y semidioses —siempre con apariencia humana, salvo en el caso de los monstruos— dejaron junto a los héroes una huella perenne en el curso del mundo como protagonistas de sucesos ejemplares, en los que el componente simbólico es esencial.

En un primer momento los mitos fueron narraciones no escritas, que se iban transmitiendo de forma oral y modificándose paulatinamente con nuevos añadidos. Homero y Hesíodo, en el siglo VIII a. C., fueron los primeros en poner por escrito esas historias, dando nombres a los dioses y señalando sus particularidades. Pero no podríamos conocer y entender los mitos clásicos sin las aportaciones de otros autores posteriores, tanto griegos como romanos. Cabe destacar, entre otros, a Apolodoro, Luciano de Samósata, Diodoro de Sicilia, Filóstrato, Virgilio y, especialmente, a Ovidio, autor de las Metamorfosis, que constituyen un auténtico manual de mitología grecorromana.

El acercamiento a los mitos clásicos tiene un importante obstáculo: la terminología. Algunos dioses son conocidos por sus nombres griegos pero otros son más reconocibles por sus nombres romanos.

Apolo persiguiendo a Dafne - 636 - 1638. Óleo sobre lienzo, 193 x 207 cm.

Ovidio cuenta la transformación de Dafne en árbol en el libro I de las Metamorfosis (452-552:) "(...) El primer amor de Febo fue Dafne, la hija de Peneo, un amor que no produjo el ignorante azar, sino la cruel ira de Cupido. (...) Apolo se disponía a seguir hablando cuando huye en temerosa carrera la hija de Peneo y lo dejó con la palabra en la boca(...). Agotadas sus fuerzas, palideció ella y vencida por el esfuerzo de la rápida huída dijo mirando a las aguas del Peneo: "¡Ayúdame, padre, si los ríos sois divinidades, echa a perder, cambiándola, esta figura con la que he gustado demasiado"! Apenas acabó su plegaria, un pesado sopor invade sus miembros: una delgada corteza ciñe su tierno pecho, sus cabellos crecen como hojas, sus brazos como ramas, sus pies ha poco tan veloces se adhieren en raíces perezosas, en lugar del rostro está la copa: sólo la belleza queda en ella". Este episodio, tal y como indica Ovidio, es consecuencia de la burla que Apolo le dedicó a Cupido después de que el primero hubiera vencido a la serpiente Pitón (P1861).

El cuadro estuvo atribuido a Cornelis de Vos hasta 2017, fecha en que se localizó la firma de Van Thulden.

Los lienzos para la Torre de la Parada fueron realizados en torno a 1636-1638 aproximadamente, siguiendo la correspondencia entre el Cardenal Infante Don Fernando, gobernador de Flandes en el momento del encargo, y su hermano el rey Felipe IV. La decoración de la Torre de la Parada, en cuyo proyecto también participaron otros autores como Velázquez, fue el mayor encargo que Rubens recibió de Felipe IV. A partir de 1636 se enviaron desde Amberes a Madrid más de sesenta obras para esta casa de recreo situada en los montes del Pardo. La mayor parte de las escenas narraban las pasiones de los dioses, según fueron descritas en las Metamorfosis del poeta romano Ovidio y otras fuentes clásicas.

Para llevar a cabo un proyecto tan amplio, Rubens realizó pequeños bocetos sobre tabla, donde capta la esencia moral de las historias y las actitudes de los personajes. Estos bocetos sirvieron de base para la elaboración de los lienzos definitivos. El Museo del Prado conserva diez de los bocetos de Rubens, nueve de ellos donados en 1889 por la duquesa de Pastrana, y uno adquirido en el año 2000. El Prado también conserva la mayoría de los lienzos realizados a partir de los diseños de Rubens para la decoración de este lugar (muchos de los cuadros fueron pintados por otros artistas).

La Torre de la Parada en un lienzo de Félix Castelo (c. 1640).
Félix Castelo o Castello (Madrid 1595- ibidem 1651), fue un pintor barroco español, miembro de una dinastía de artistas italianos encabezada por su abuelo, Giovanni Battista Castello, llamado el Bergamasco, quien se trasladó a España en tiempos de Felipe II, y continuada por su padre, Fabricio Castello, y su tío Nicolás Granello, formados en El Escorial, donde participaron en la decoración de la Basílica. Aunque su apellido suele aparecer castellanizado como Castelo, él firmó sus obras indistintamente de un modo y otro.

La Torre de la Parada fue un pabellón de caza que se ubicaba a las afueras de Madrid, en el Monte de El Pardo (Parque regional de la cuenca alta del Manzanares), no lejos del Palacio de El Pardo. Hacia 1635-40 fue uno de los principales proyectos arquitectónicos y decorativos del rey Felipe IV, gran aficionado a la caza, que deseaba un caserón de descanso en la zona para las largas jornadas cinegéticas.

Felipe IV de España, llamado «el Grande» o «el Rey Planeta» (Valladolid, 8 de abril de 1605-Madrid, 17 de septiembre de 1665), fue rey de España desde el 31 de marzo de 1621 hasta su muerte, y de Portugal desde la misma fecha hasta diciembre de 1640. Su reinado de 44 años y 170 días fue el más largo de la casa de Austria y el tercero de la historia española, siendo superado solo por Felipe V y Alfonso XIII, aunque los primeros dieciséis años del reinado de este último fueron bajo regencia.
Durante la primera etapa de su reinado compartió la responsabilidad de los asuntos de Estado con don Gaspar de Guzmán, conde-duque de Olivares, quien desplegó una ambiciosa política belicista en el exterior y reformista en el interior que buscaba mantener la hegemonía española en Europa. Tras la caída de Olivares, se encargó personalmente de los asuntos de gobierno, ayudado por cortesanos muy influyentes, como Luis Méndez de Haro, sobrino de Olivares, y el duque de Medina de las Torres.

Su finalidad última fue la de servir de descanso al monarca durante las largas jornadas cinegéticas a las que fue tan aficionado. El edificio, en forma de torre con pequeños añadidos, se cubría con tejados de pizarra y un elaborado chapitel y se rodeaba de un muro perimetral como una fortaleza.

La torre fue destruida casi en su totalidad en 1714 por el incendio que provocaron las tropas austríacas durante la Guerra de Sucesión Española​ y apenas subsisten imágenes suyas en pinturas de la época. Actualmente sólo permanecen las ruinas.

El principal atractivo del edificio radicó en la extensa serie de pinturas mitológicas, siguiendo el relato de Ovidio, encargada a Rubens en 1636. El ciclo constaba de sesenta y tres lienzos de gran formato y fue realizado por diversos pintores en Amberes conforme a los bocetos aportados por Rubens. El maestro se reservó la ejecución de catorce pinturas, y las restantes se deben a algunos de los colaboradores habituales del maestro flamenco: Jacob Jordaens, Theodor van Thulden, Erasmus Quellinus II, Jan Cossiers, Peeter Symons y otros.

(Publio Ovidio Nasón, en latín Publius Ovidius Naso; Sulmona, actual Italia, 43 a.C. - Tomis, hoy Constanza, actual Rumania, 17 d.C.) Poeta latino. Educado en las artes de la política, Ovidio estudió en Roma y completó su formación en diversas ciudades del mundo griego, pero pronto abandonó la política para dedicarse por entero a la poesía, convertido en un hombre adinerado tras heredar la hacienda de su padre.

Tuvo numerosas amantes, y se casó tres veces (con dos divorcios), y algunas de sus peripecias amorosas aportaron el material poético para sus Amores, una serie de poemas que narran los incidentes de sus relaciones con Corina, personaje en el que seguramente condensó diversas figuras femeninas.

Augusto desterró a Ovidio, autor de las ‘Metamorfosis’, a los confines del imperio por causas que aún no se han aclarado

Ovidio perteneció a una serie de poetas que no conocieron las guerras civiles que asolaron Roma durante el siglo I a. C. Los antiguos poetas augusteos, como Virgilio y Horacio, con sus valores patrióticos y su estética clasicista, estaban ya muy lejos de la generación de Ovidio, heredero de la estética helenística que representa el gusto por la erudición y por la despreocupación política y social.

En Roma, donde residió hasta los cincuenta años de edad, se relacionó con la más alta sociedad, incluido el emperador Octavio Augusto. Sin embargo, en el año 8 d. C. cayó en desgracia y fue desterrado hasta su muerte en Tomis, en el Ponto Euxino, cerca del Mar Negro, sin que se sepa cuál fue exactamente el motivo; el propio Ovidio supone que se debió al tono libertino de algunas de sus obras, que se habría interpretado como un ataque a la política de reforma moral y a la estética del emperador Augusto, quien llegó a castigar el adulterio como si fuese una ofensa contra el Estado o la religión, incluso más allá de la propia tradición romana. Sin embargo, estas obras circulaban desde hacía tiempo, por lo que se ha especulado también con la posibilidad de que el poeta conociera un escándalo en el que estaba implicada la hija del emperador.

Las metamorfosis 

Del poeta romano Ovidio, es un poema en quince libros que narra la historia del mundo desde su creación hasta la deificación de Julio César, combinando con libertad mitología e historia. Fue terminado en el año 8 d. C.

Esta obra literaria es considerada como una obra maestra de la edad de oro de la literatura latina. Una de las obras clásicas más leídas durante la Edad Media y el Renacimiento, Las metamorfosis inspiró a múltiples artistas, como Tiziano, Velázquez y Rubens, y continúa ejerciendo una profunda influencia en la cultura occidental.

Octavio Augusto
(Cayo Julio César Octaviano, también llamado Augusto o César Augusto; Roma, 63 a. C. - Nola, Nápoles, 14 d. C.) Primer emperador romano. Procedía de una rica familia del orden ecuestre de Veletri (su abuelo fue banquero y su padre, pretor de Macedonia). Por parte de madre era sobrino-nieto de Julio César, el cual le adoptó en el 45 a. C. y le designó su heredero.


La maravillosa villa de la emperatriz Livia en Prima Porta - La estatua de Augusto - El Palazzo Massimo alle Terme, pincha aqui

El placer de coleccionar arte - Mecenas, el amigo de Augusto y de los poetas - Los Horti de Mecenas - Auditorium de Mecenas - Periégesis. pincha aqui