Teodorico el Grande - Los ostrogodos - Los vándalos - Los francos - El arrianismo -- Atila, pincha aqui
![]() |
Entrada del mausoleo de Teodorico en Rávena. |
Rápidamente se distingue de todas las demás edificaciones de Rávena por el hecho de que no está construido en ladrillo, sino con bloques de piedra de Istria. Es de planta circular, retomando la tipología de otros mausoleos romanos (cfr. la tumba de Cecilia Metela), y se caracteriza por constar de dos pisos.
![]() |
Vista gran angular de planta superior -- el sarcófago en pórfido rojo. |
Según Valois, Muratori y Alberti, los restos del monarca descansaban en una vasija de pórfido situada sobre cuatro columnas que coronaban la cúpula, realizada en un sólo bloque de granito. Esta cubierta del mausoleo es la característica más sorprendente del edificio. Está formada por un único monolito con forma de casco, en piedra de Aurisina de 300 toneladas y de 11 metros de diámetro, transportado por mar. Simboliza la fuerza y robustez militar típicas de las culturas germánicas. Se encontraba rematada por estatuas de los doce apóstoles en bronce.
Se encuentra en el exterior una banda decorativa con un motivo «a tenaza», el único testimonio en Rávena de una decoración tomada de la orfebrería goda más que del repertorio romano-bizantino.
El palacio de Teodorico en Rávena (Italia) fue uno de los varios palacios que Teodorico el Grande (454-526), rey de los ostrogodos, construyó en distintos lugares de su reino en Italia (al menos otro en Monza y un palacio destinado a la caza en Galeata); aunque dado que Rávena fue su capital y principal residencia de su corte regia, que pretendía emular a la de los emperadores romanos (Roma había quedado relegada a corte papal), fue este el palacio que más tiempo ocupó durante su reinado (desde que tomó la ciudad, en el año 493, hasta su muerte en 526), y el que más interés tuvo en enriquecer y convertir en una suntuosa residencia.
Como capilla palatina ―consagrada en el año 505 a la advocación de Cristo Salvador y para culto arriano―, se construyó la actual basílica de San Apolinar el Nuevo. Los mosaicos contenían una serie de retratos de Teodorico y su corte (que fueron eliminados tras la conquista bizantina, en 540), y dos excepcionales representaciones paisajísticas del puerto de Classe y de la ciudad de Rávena (que sí se conservan). Esta última incluye especialmente una vista del propio palacio, en perspectiva forzada, que hace ver en un mismo plano tres lados de un peristilo de columnas corintias que sostienen una galería de arcos de medio punto. En la zona central, destaca un hastial (no un frontón clásico), que incluye un dintel donde está escrita la palabra Palativm.
Como todas las iglesias de Rávena del periodo imperial (hasta 476), ostrogodo (hasta 540) y bizantino (después de esa fecha), también San Apolinar el Nuevo cuenta con unos singulares mosaicos. Sin embargo, no pertenecen a la misma época: los hay del periodo de Teodorico y otros pertenecientes a la reestructuración ordenada por el obispo Agnello, cuando se reconsagró el edificio al culto cristiano católico.
![]() |
Éste es quizá el "signo" más conocido del Juicio Final: El Gran Pastor, convertido en Rey, separa a las ovejas de las cabras. |
A finales del siglo VIII, Carlomagno obtuvo del papa Adriano I el permiso para arrancar los mármoles y pavimentos del Palacio de Rávena para decorar su propio palacio de Aquisgrán. El arquitecto carolingio Eudes de Metz escogió las columnas de pórfido del palacio de Rávena para el piso superior de la capilla palatina de Aquisgrán, posiblemente el lugar que ocupaba Carlomagno.
El Palacio de Aquisgrán - El monasterio de Saint-Gall, pincha aqui
Pipino el Breve - Carlomagno, pincha aqui
Muerte de Carlomagno - Ludovico Pío, pincha aqui
Basílica de San Apolinar el Nuevo (Basilica di Sant'Apollinare Nuovo) es la denominación de un templo cristiano de la ciudad italiana de Rávena. Inicialmente se consagró para el culto arriano, al ser construido por orden del rey ostrogodo Teodorico el Grande en 505; tras la conquista bizantina (540) fue habilitada para el culto católico (en la época no se había producido aún la separación de las iglesias oriental y occidental). Forma parte del conjunto monumental de ocho estructuras de Rávena inscritas en la lista del Patrimonio de la Humanidad en 1996.
Con la conquista de la ciudad por parte de los bizantinos (540) se inició una serie de restauraciones en la ortodoxia católica que implicó el cierre o la transformación de los antiguos edificios relacionados con los ostrogodos y el arrianismo. Fue emblemática la situación de san Apolinar el Nuevo, en la que había en la parte que cubría los arcos que dividen las naves un ciclo de mosaicos con temas relacionados con el cristianismo arriano, que a instancias del obispo Agnello fue eliminada y transformada. Solo se salvaron las partes más altas de la decoración (con las Historias de Cristo y con los santos y profetas), mientras en la parte más baja, la mayor y más cercana al observador, se llevó a cabo una completa reestructuración de la que solo se salvaron las vistas del puerto de Classe y del Palatium de Teodorico, aunque eliminando todos los retratos, que probablemente fueran del propio Teodorico y de su corte. En esa ocasión también se cambió la consagración a San Martín de Tours, santo famoso por su lucha contra la herejía, y solo más adelante se asignó la denominación del primer obispo de Rávena San Apolinar.
![]() |
Mosaicos de San Apolinar Nuevo, posteriores a su re-consagración. Rávena. Los reyes Magos y la Vírgen entronizada con el niño flanqueda por 4 ángeles |
No hay comentarios:
Publicar un comentario