domingo, 7 de marzo de 2021

(III) Perú - Sacsayhuamán - Ollantaytambo - Písac - Huayna Cápac (11) - Huáscar (12) - Atahualpa (13) - Túpac Huallpa

(II)Perú -  Fundación y época incaica - Cuzco - Mascapaicha - Inca Roca (6º) - Pachacútec (9º), Túpac Inca Yupanqui (10), pincha aqui

Sacsayhuamán ("halcón satisfecho") es una fortaleza ceremonial inca, ubicada a dos kilómetros al norte de la ciudad de Cusco. Se comenzó a construir durante el gobierno del sapa inca Pachacútec, en el siglo XV; sin embargo, fue Huayna Cápac quien la culminó en el siglo XVI.

Se piensa que correspondió a una fortaleza militar, en donde se entrenaba a los guerreros. Hay dudas al respecto, ya que, de acuerdo a su arquitectura, podría haber tenido un fin religioso y haber sido construido como un gran templo al Dios Sol. Sin embargo, durante la época de la conquista, mostró su eficacia como fortaleza para defender la ciudad. Su principal característica es la forma en que fue construida; cuenta con grandes bloques de piedra, alcanzando los más altos los 9 m. Se asevera que su construcción demoró 50 años aproximadamente, iniciándose en el período del Inca Túpac Yupanqui. Fue construida por 20 000 hombres.




Plano de Sacsayhuamán
La construcción es típica de la arquitectura inca, aunque es el lugar donde esta técnica se usó a mayor escala. La roca se cortaba en la cantera de forma tosca con la forma aproximada requerida. Luego era arrastrada con cuerdas por cientos de hombres hasta el lugar de construcción, donde se le daba el tallado definitivo. Las cuerdas usadas eran tan impresionantes que fueron mencionadas por el conquistador español Diego de Trujillo en 1571 tras inspeccionar una habitación llena de material de construcción.

No se conoce con exactitud la técnica arquitectónica empleada para la construcción de esta monumental fortaleza o santuario;[cita requerida] la cual produjo la admiración de Francisco Pizarro y sus hombres. Pedro Sánchez de la Hoz, secretario de Pizarro, dejó una primera descripción del edificio, pero la más detallada es la del cronista Inca Garcilaso de la Vega.

Una garra de puma hecha de piedras
La suavidad aterciopelada de la piedra resalta en estas formaciones. Hay figuras diseñadas en las piedras y rocas, entradas a túneles subterráneos o chicanas, anfiteatros, construcciones de carácter ritual, probablemente relacionadas con el culto al agua. Este sitio desempeñó un importante rol en las actividades rituales incaicas.

La fortaleza ceremonial de Sacsayhuamán es, con sus muros megalíticos, la mayor obra arquitectónica que realizaron los incas durante su apogeo. Desde la fortaleza se tiene una singular vista panorámica de los entornos, incluyendo la ciudad del Cusco.

Cisterna para retener agua de lluvia.
Dentro de la fortaleza, había grandes almacenes de alimentos y armas, y también canales para la distribución del agua. El trono del Inca, ubicado junto a la fortaleza, consistía de una gran roca tallada y pulida en varios niveles, desde donde el soberano presidía las fiestas, celebraciones, desfiles y daba órdenes.

Puerta en el muro

Detalle de un muro
Sacsayhuamán está ubicada a 2 km de Cusco, capital del antiguo Imperio inca; se encuentra a una altura de 3.700 msnm y abarca una extensión de 3.093 hectáreas. El valle se encuentra cercado por las montañas Ausangate, Pachatusán y Cinca, y está bañado por el río Tullumayu. Esta zona posee un paisaje con flora y fauna abundantes, entre la que destacan las llamas y los halcones.

De acuerdo a imágenes obtenidas por medio de radar, Sacsayhuamán se comunica en línea recta con el Coricancha, con Marcahuasi (Convento de Santa Catalina en Cuzco), el templo de Inca Huiracocha (hoy Catedral de Cuzco), el Palacio de Huáscar, el templo de Manco Cápac (Colcampata) y Huamanmarca.

Písac  es un complejo arqueológico que está en el distrito homónimo de la provincia de Calca,​ está ubicado a 30 kilómetros de la ciudad del Cusco, en el Perú. El yacimiento arqueológico es uno de los más importantes y visitados del Valle Sagrado de los Incas. Se encuentra al este de la cordillera de Vilcabamba. Como era costumbre en la arquitectura inca, las ciudades fueron construidas sobre la base de trazos figurativos de animales. 


Písac está dividido en dos zonas, la antigua, ubicada en la parte alta, es un sitio arqueológico incaico, y la actual, ubicada en el valle, que data de la época colonial. Su plaza principal es un lugar entretenido lleno de colorido y con diversos artículos artesanales a la venta. Este pueblo es conocido por su observatorio astronómico.
La arquitectura de Písac también es mestiza construida sobre restos indígenas por el virrey Toledo. Aquí se puede asistir a una misa en quechua en medio de indígenas y varayocs o alcaldes regionales. Igualmente, se puede comprobar cómo los agrónomos incas resolvieron el problema de sembrar en las pendientes de los cerros.

Es una atracción turística por el sitio arqueológico incaico que forman parte junto con Ollantaytambo y Machu Picchu del circuito arqueológico del Cuzco, que lo hacen la mayor fuente de ingreso del pueblo, aparte de la agricultura de subsistencia.

Ollantaytambo  es un poblado y sitio arqueológico incaico, capital del distrito de Ollantaytambo (provincia de Urubamba), situado al sur del Perú, a unos 90 km al noroeste de la ciudad del Cuzco.
Durante el incanato, Pachacuti conquistó la región y construyó el pueblo y un centro ceremonial. En la época de la conquista sirvió como fuerte de Manco Inca Yupanqui, líder de la resistencia inca. En Ollantaytambo hay andenes de resistencia (para evitar deslizamientos), no agrícolas como en los demás sitios arqueológicos del Cuzco. En la actualidad es una importante atracción turística debido a sus construcciones incaicas y por ser uno de los puntos de partida más comunes del camino inca hacia Machu Picchu.

Ollantaytambo trata de un típico ejemplo de la extraordinaria planificación urbana de los incas.
Sus callejuelas empedradas y serpenteantes, las ruinas diseminadas por doquier y sus terrazas agrícolas son atractivos que destacan por sí mismos y el visitante lo puede apreciar en todo su esplendor. Entre las ruinas, es recomendable la visita a la antigua fortaleza y al templo, donde podemos apreciar magníficas vistas del Valle Sagrado de los Incas.


Huayna Cápac (en quechua: Wayna Qhapaq ‘rey joven’) fue el undécimo y antepenúltimo inca del Tahuantinsuyo.
Emperador de Cuzco. Hijo del Sapa Inca Túpac Yupanqui y de la Coya Mama Ocllo, nacido durante las expediciones de conquista emprendidas por su padre durante el reinado de Pachacútec. 
Sarmiento de Gamboa citado por Rostworowski dice que Túpac Yupanqui enfermó en Chinchero, eligiendo como su sucesor al menor de sus hijos, hecho que disgustó a algunas panacas cuzqueñas que esperaban que el sucesor fuera Cápac Guari hijo de la concubina Chuqui Ocllo. Gracias a la oportuna intervención de su tío materno Huamán Achachi la conspiración no prosperó y fue nombrado Inca tomando el nombre de Huayna Cápac, Con un inicio tan agitado empezó el gobierno del nuevo Inca, que básicamente tuvo que dedicar todos sus esfuerzos a consolidar los terrenos conquistados por su padre y sofocar las revueltas de provincias levantiscas.

Rostworowski afirma que estando Huayna Cápac en Quito, le llegó la noticia de extraños individuos barbados que navegando en "casas de madera" habían arribado a las costas por el norte. Era 1527 y Francisco Pizarro con sus compañeros habían pisado el territorio incaico.

Huáscar, nacido como Tupic Cusi Hualpa (Huascarpata, 1491 - Mollebamba​, 1533) fue el penúltimo Inca del Tahuantinsuyo, uno de los diez hijos de sangre de Huayna Cápac y uno de los terceros con acceso al trono. 

Las versiones oficiales dicen que Huayna Cápac y quien fue nombrado su sucesor, Ninan Cuyuchi, fallecieron en 1527 de viruela, cuya epidemia empezaba a brotar por el norte del Imperio incaico tras la invasión europea de América del Sur. Ante este hecho, escoger al nuevo Inca fue difícil y finalmente se eligió a Huáscar, pues este había sido nombrado como Incap antin (vicegobernador) de Cuzco por su padre.

Grabado que representa la muerte de Huáscar
Una vez derrotado el ejército cuzqueño, Huáscar fue conducido descalzo, semidesnudo y atado del cuello hasta donde se encontraba Atahualpa (quien también se encontraba prisionero por los españoles). Sin embargo, antes de que se encontraran, Atahualpa, temiendo que Pizarro liberara a Huáscar y le devolviera el poder, ordenó su ejecución en el poblado de Andamarca. Sus restos fueron arrojados al río Yanamayo.

Varios pretendieron el trono, entre ellos su medio hermano, Atahualpa, quien terminaría derrocándolo en 1532, apresándolo y posteriormente acabando con su vida; todo lo cual sucedió poco antes que Atahualpa mismo fuera apresado por Francisco Pizarro, quien lo ejecutó por haber mandado a asesinar a su hermano, por el pecado de poligamia y el delito de la esclavitud contra los nativos.

A pocos meses de asumir el gobierno, Huáscar descubrió una vasta conspiración, donde estaban implicados varios de sus hermanos que querían encumbrar como heredero a Cusi Atauchi, muy estimado y admirado en el Cusco. 

Huáscar veía en Atahualpa la mayor amenaza a su poder, ya que este había pasado una década combatiendo en las campañas de su padre y tenía el apoyo de los generales y gente de Quito. No se opuso a que permaneciera como gobernador de Quito, por respeto a los deseos de su difunto padre, pero con dos condiciones: que no hiciera campañas militares para expandir sus territorios y que se reconociera vasallo suyo y le pagara tributos, y Atahualpa las aceptó.

Una tensa paz duró no más de cinco años, sin que ninguno de los dos realizara alguna campaña militar y dedicándose a disfrutar de las riquezas que heredaron. 

La primera batalla la ganó Huáscar con un ejército comandado por su hermano, el general Atoc. Atahualpa aprovechó una tregua (en época de cosecha se supone que ninguna etnia andina debe realizar campañas bélicas) y tomó algunas ciudades norteñas. Poco a poco llegó a Cuzco casi invicto y finalmente derrotó a Huáscar.

Atahualpa (puquina: Ata-w wallpa —«El señalado y diligente ó el elegido y animoso»—​ (Caranqui, Quito o Cuzco, circa 1500 - Cajamarca, 26 de julio de 1533) fue el último soberano inca.

Pizarro vio lo que había y supo ganarse el apoyo de los pueblos nativos oprimidos por los incas: huancas, tallanes, etc. Así pudo avanzar con una exigua hueste desde la costa hacia el interior, hasta el mismísimo corazón del imperio. Atahualpa, sintiéndose en peligro, citó a Pizarro en Cajamarca, al amparo de una vieja ciudadela. La noche anterior al encuentro, decenas de miles de guerreros incaicos encendieron hogueras en los montes y prorrumpieron en cánticos que helaron el corazón de los nuestros. Después del amanecer apareció Atahualpa: no menos de 10.000 hombres y una lujosa cohorte de nobles acompañaban al inca, sentado en una litera de oro. Enfrente, 156 españoles barbudos y sudorosos, con un fraile dominico, una veintena de arcabuces, setenta caballos y unos cuantos falconetes ligeros, pero estruendosos. La aproximación fue pacífica, pero nadie ignoraba que todos acabarían con las armas en la mano. El fraile tendió a Atahualpa una Biblia. El inca la arrojó al suelo. Pizarro sacó la espada, apresó a Atahualpa y gritó: “¡Santiago!”. Y fue decir “Santiago” y entrar a descabello. Tronaron los falconetes, dispararon los arcabuces, los jinetes se precipitaron sobre la muchedumbre de indios y éstos, al ver que todo aquello ocurría con el Inca hecho preso, salieron de estampida. La batalla duró media hora. El Tahuantinsuyo se derrumbó sobre sí mismo.

Túpac Huallpa, llamado Toparpa por los españoles, fue un inca nombrado por Francisco Pizarro para suceder a Atahualpa y no perturbar los intereses españoles en la zona (inclusive lucía el cuartelado de la Corona de Castilla en su mascaipacha o corona).​ A los tres meses de iniciado su mandato falleció a causa de un envenenamiento.

Era uno de los más de 100 hijos de Huayna Cápac, padre de Huáscar y Atahualpa, apoyando al primero en la guerra civil incaica. Cuando lo nombraron sucesor de Atahualpa aceptó servir al rey Carlos I de España.

Toparpa ordenó a sus súbditos que se dedicaran de lleno a la extracción de metales preciosos, atendiendo a los deseos de Pizarro y los suyos.

En compañía del inca, del general Calcuchimac (que estaba encadenado), y con más de 500 soldados castellanos, el 10 de septiembre de 1533, los conquistadores tomaron el camino imperial de la sierra de Cajamarca hacia Cuzco. Viajaron las primeras jornadas sin que los naturales hicieran la menor resistencia. Pizarro y sus hombres eran considerados como salvadores del gobierno usurpador de Atahualpa.

Tras el asesinato de Atahualpa por sus captores españoles, Calcuchímac y los demás presos acompañaron a los españoles en su marcha hacia el Cuzco. Estaban consigo Túpac Hualpa, el primer inca marioneta nombrado por Francisco Pizarro.

El capitán Challcochima luchando contra las etnias del norte, según un dibujo de Guaman Poma

En pleno viaje, apareció un joven hijo de Huayna Cápac, que estaba convencido de que los españoles eran salvadores pues peleaban contra Quisquis (quien había hecho desmanes en la toma del Cuzco), se trataba de Manco Inca. Manco Inca prometió ayuda y fidelidad a los españoles. Estos le prometieron salvación frente a los terribles abusos que cometieron los partidarios de Atahualpa en la ciudad de Cuzco. Francisco Pizarro acusó a Calcuchímac de envenenar a Toparpa Túpac Hualpa, luego lo condenó a muerte. Al negarse a ser bautizado, Calcuchímac voluntariamente entró a la hoguera para ser quemado vivo.

Su muerte fue recibida con alegría por parte de los incas cuzqueños

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