domingo, 22 de octubre de 2023

(2)LA RUTA DE LA SEDA (2ª PARTE) - LA ERA DE LOS CALIFATOS - Herederos de Mahoma - LOS CUATRO CALIFAS PERFECTOS La Primera Expansión Musulmana La emperatriz Wu (Wu Zetian) - ¿Que ocurrio en la dinastía Tang?

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MUERE MAHOMA

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La sucesión de Mahoma provocó un conflicto en el mundo musulmán que dura hasta nuestros días y que enfrenta a las dos principales ramas del Islam: chiitas y sunitas.
Los chiitas eran partidarios de que el líder fuera el yerno del profeta mientras que los sunitas defendían que la cabeza de los musulmanes fuera elegido por la mayoría de la comunidad. A esta diferencia principal hay que sumar otras de carácter doctrinal.
Los chiitas son minoría, el 13% de los musulmanes del mundo, mientras que el resto son sunitas.
Los chiitas están en Azerbaiyán, Bahréin, Irak, Líbano y, sobre todo, en Irán. Este país es clave en el Islam chiita porque es su núcleo espiritual y financiero. 
Entre los grupos radicales ligados al chiismo está Hezbolá, fundado en 982 en Líbano para expulsar a Israel de la parte occidental del país.
Entre los chiitas también hay otras subramas como los imames, los alauitas, los ismaelitas, los drusos o los zaidíes. De los sunitas el grupo más destacado son los salafitas.
La mayoría de los musulmanes son sunitas; más de un 85%. Están presentes en países como Egipto, Turquía, Qatar o Indonesia, aunque el Estado sunita con mayor peso político y económico es Arabia Saudí.
Los grupos radicales sunitas son minoritarios pero también más famosos: Al Qaeda, Hamás, los talibán y el Estado Islámico.

Mahoma, el que fue jefe militar y civil, legislador, hombre político y líder religioso en la ciudad de Medina era en sus orígenes un joven pastor de ovejas, al igual que lo fueron otros profetas como Moisés o David.

En esa etapa de su vida, ni el mismo imaginaba que más adelante sería el portavoz de la palabra divina para el pueblo árabe. «El Enviado de Dios», como él mismo se proclama, el último de los mensajeros o profetas cuya misión era la revelación del orden divino al pueblo árabe y a toda la Tierra. El Islam, doctrina de orden religioso fundado por Mahoma, tiene su origen en las revelaciones divinas que a lo largo de varios años recibió del ángel Gabriel durante sus retiros espirituales en una gruta del monte Hira.

Como consecuencia de ello, y bajo el gobierno de los califas sucesores de Mahoma, Abu Bakr (632- 634), Omar, Señor de los Creyentes (63-644),  Otmán (644-656), Alí, primo y yerno de Mahoma (656-661), y la dinastía omeya (661-750), el pueblo musulmán entrará como un torbellino en la historia, conquistará vertiginosamente la España visigoda y llegará hasta Poitiers (Francia), creando un inmenso imperio desde el río Indo (India) hasta el Atlántico.

La posterior historia medieval europea estará marcada por la lucha entre dos culturas y dos mundos situados a ambos lados del Mediterráneo. Pero será el Islam de al-Andalus el brillante foco que dará lugar a una civilización, culta y refinada, que iluminará durante siglos con su esplendor todo el Viejo Mundo.

La expansión del Islam

Paciente, tenaz, sensible y hábil, Mahoma pregonó a los cuatro vientos con meritoria sinceridad que su misión consistía en transmitir la doctrina que Alá le había revelado, pero que no se podía esperar de él que hiciese milagros.

Aunque la leyenda le atribuye un fabuloso viaje a los cielos poco antes de la Hégira, su vida no está envuelta en la aparatosidad de otros grandes hombres. El Profeta tuvo en La Meca una juventud casta y monógama para luego gozar de una madurez plena de sensualidad al lado de sus catorce esposas y varias esclavas. La casa donde recibía a sus discípulos era extremadamente modesta y, a su imagen y semejanza, levantó la mezquita en Medina.

En 632 Mahoma, ya enfermo, realizó su última peregrinación a La Meca.

Herederos de Mahoma

Mahoma no había dejado un heredero ni una estructura de poder a su muerte. Esto provocó que tras el fallecimiento del profeta, la debilidad de los lazos que unían a la comunidad musulmana se hiciera patente.

Los colaboradores de Mahoma decidieron restringir la elección a los miembros de la tribu coreiscita y ésta recayó en el anciano Abu Bakr, suegro de Mahoma a quien se puso el apelativo de Califa. Era el jefe político-religioso de una comunidad que comprende en la actualidad a más de 870 millones de fieles repartidos prácticamente por los cinco continentes. 


El Califato Ortodoxo, Perfecto o de los Bien Guiados (632-661)

Representación de Mahoma y los cuatro califas

Tras su muerte, los principales candidatos para suceder a Mahoma fueron su yerno Abu Bakr y el primo del profeta, Alí. La decisión pertenecía al consejo de notables de Medina, quien decidió proclamar Califa (significa sucesor) a Abu Bakr, padre de Aisha, la esposa favorita del profeta, además de hombre de confianza hasta su muerte y una de las primeras personas que abrazaron la nueva fe.

Este nombramiento provocó algún que otro recelo en algunas tribus de la zona, fundamentado en la no consanguineidad de Abu Bakr con el profeta.

LOS CUATRO CALIFAS PERFECTOS

Tras la muerte de Mahoma se llega al Califato Ortodoxo, en el cual se suceden cuatro califas: Abu Bakr, Umar, Utman y Alí. Es en este califato cuando el imperio musulmán sale de Arabia para extenderse por Siria, Irak y Egipto principalmente. El nuevo imperio se organiza dividiéndolo en provincias, adaptando las circunstancias de cada posesión a las características previas de cada zona conquistada. Los musulmanes no exigían la conversión al Islam de los vencidos.

A Abu Bakr lo sucedería Umar (634-644), el más importante de los califas ortodoxos, quien llevó a cabo las primeras conquistas y estableció las bases del estado musulmán, expulsando de Arabia a todos los no musulmanes residentes en ella. Sin embargo Umar fue asesinado cuando llevaba solo diez años en el trono y volvieron a aparecer los problemas sucesorios. En esta ocasión, Alí volvió a ser desechado como candidato en favor de Utman (644-656), otro yerno de Mahoma que era de origen omeya y que se encargó de culminar la primera expansión musulmana. Sin embargo, en el 656 Utman fue asesinado por  un seguidor de Alí, y gracias a esto el primo de Mahoma pudo por fin ser proclamado califa. Pero Alí (656-661) era un hombre poco capaz y pronto fue abandonado por sus principales apoyos, con lo que los omeya, encabezados por Muawiya, comenzaron a conspirar contra él. Así surgió la fitna (ruptura), una auténtica guerra civil entre los seguidores de Alí (alidas primero, chiitas después) y los del clan omeya que se prolongó hasta que en el 661 Alí fue asesinado en la mezquita de Kufa por un jariyí. Los jariyíes eran una escisión dentro de los partidarios de Alí que se produjo cuando este aceptó someterse a un arbitraje independiente tras la derrota contra Muawiya en la batalla de Siffin. El plan jariyí era también acabar con Muawiya pero fallaron en este propósito y le quedó el camino libre a Muawiya para ser nombrado califa, inaugurándose el Califato Omeya.

Expansión musulmana en tiempos de Mahoma (I), Abu Bakr (II), Omar (III) y Utman (IV) Imagen en Wikimedia Commons de Bontenbal bajo CC

Desde que comenzaron las conquistas, se inició también la tarea de organizar todo lo que iba a ser el Imperio Musulmán. Casi impresiona más lo ordenado de la expansión que la rapidez o la extensión de la misma. El Corán no decía nada sobre lo que se debía hacer con los vencidos, por lo que los conquistadores optaron por adaptarse a las circunstancias de cada lugar, aunque realmente se puede decir que la llegada de los musulmanes no cambió apenas las formas de vida de los habitantes de los territorios conquistados. Es más, lo normal es que estuvieran menos controlados que con bizantinos o persas, por ejemplo.

La Primera Expansión Musulmana

Pese al debate historiográfico sobre si Mahoma tenía o no proyectado extender el Islam por todo el mundo, la realidad es que el profeta nunca salió de Arabia y que fueron los primeros califas ortodoxos los que iniciaron la expansión de la religión musulmana. Es asombroso ver como en tan poco espacio de tiempo, una tropa poco numerosa de beduinos, sin prácticamente educación militar y poco equipados, aunque dirigidos por míticos generales como Jalid, la "espada del Islam" o Amr ibn al-As, fueron capaces de derrotar a ejércitos tan poderosos como el persa, extendiendo el islamismo rápidamente por todo el Próximo Oriente Asiático.

Si bien las motivaciones religiosas relacionadas con la Guerra Santa motivó a los ejércitos islámicos formados por beduinos seminómadas conocedores del terreno por el que se desplazaban, se han dado otras explicaciones de índole económica o política para esta rápida expansión. Por un lado, se han planteado las necesidades de migración por parte de una población con importante escasez de tierras de cultivo, por otro lado, ante las graves crisis políticas internas, la necesidad de expansión para evitar la disolución de la unidad conseguida por Mahoma. Además, hay que tener en cuenta que bizantinos y persas, que habían subestimado a los musulmanes, estaban exhaustos por verse obligados a mantener numerosos frentes abiertos y por las importantes crisis internas que vivían. Por último, no debemos olvidar la posición central de Arabia con respecto a estos dos imperios, los cual daba cierta ventaja posicional a las tropas islámicas.

Primero se conquistó Siria, que vivía una grave crisis religiosa, venciendo a los bizantinos y llegando a las mismas puertas de Anatolia, mientras que por la misma época también se luchó en el Este contra los persas, a los que se expulsó de Tesifonte conquistándose toda Mesopotamia, a la que a partir de ese momento se llamaría Irak. El Imperio Persa, por tanto, desaparece por completo del mapa en el 651 y en los siguientes años se realizaron continuas incursiones por Armenia, Asia Menor, Islas del Egeo y Egipto. La primera expansión terminó con la conquista de Egipto, que abriría las puertas al futuro control de todo el Norte de África, ya durante la Segunda Expansión
Yihad
Según la Enciclopedia del islam, yihad se refiere al decreto religioso de guerra, basado en el llamamiento del Corán a dar a conocer la ley de Dios.
Europa

Tarik fue un general, perteneciente a los bereberes, que dirigió la conquista musulmana de la península ibérica (Hispania visigoda), según la historiografía tradicionalmente admitida, basada en crónicas árabes de los siglo X y XI.


Las conquistas árabes llegaron hasta Europa. En 711, al mando de Tarik y enviados por el gobernador africano Muza, los árabes conquistaron el Reino visigodo, y se anexaron Hispania. La expansión del islam se hace según el principio de la guerra santa o Yihad. Este se toma del Corán donde el término aparece en la fórmula «esfuerzo en el camino de Dios», en el sentido de esfuerzo para hacer reinar los derechos de Dios, es decir, para defender el islamismo. A diferencia de la fe cristiana, que rechaza la guerra ofensiva para expandir la fe, el islam defiende las ofensivas militares para imponer la fe de Mahoma.

Esta tierra, entonces cristiana, había sido desgastada por las luchas intestinas derivadas contra la herejía (arrianismo en la península ibérica y donatistas en el Magreb) y, debido a esto, había sido largamente perseguida por el poder imperial. Lo que explica la acogida fácil para los conquistadores, hecho por la mayoría de ellos por lo menos en África del Norte. La Hispania se convertirá en el país de al-Ándalus durante ochocientos años.


Época contemporánea

Mapa de los países musulmanes a comienzos del siglo xxi.     Sunní     Chií     Ibadí (jariyismo)

El islam es hoy la religión más seguida después del cristianismo con un total estimado de 1.3 miles de millones de creyentes (sobre el 20% de la población mundial).

Se convierten en los dueños de la ruta de la seda

La dinastía Tang  fue una dinastía imperial de China que gobernó desde 618 hasta 907, con un interregno entre 690 y 705. Fue precedida por la dinastía Sui y seguida por el período de las Cinco Dinastías y los Diez Reinos en la historia china. Los historiadores generalmente consideran al Tang como un punto culminante de la civilización china y una época dorada de la cultura cosmopolita.​ El territorio Tang, adquirido a través de las campañas militares de sus primeros gobernantes, rivalizaba con el de la dinastía Han. La capital Tang en Chang'an (actual Xi'an) era la ciudad más poblada del mundo en su día.


El Imperio Tang estuvo en su apogeo hasta mediados del siglo VIII.

A COMIENZOS DEL SIGLO VIII LOS CALIFAS MUSULMANES SE APODEARON DE LA TRANSOXIANA, CON LAS CIUDADES CARAVANERAS DE BUJARÁ Y SAMARCANDA. SÓLO TENÍAN QUE CRUZAR EL PAMIR PARA ADENTRARSE EN TERRITORIO CHINO.

LOS BIZANTINOS PIDEN AYUDA A LOS CHINOS EN CONTRA DE LOS MUSULMANES, LOS PERSAS SASÀNIDAS HICIERON LO MISMO.
LOS CHINOS SE NEGARON 

La emperatriz Wu (Wu Zetian), la única monarca oficialmente reconocida de China en más de dos milenios.

La usurpación de Wu Zetian


La cueva Fengxian (675) de las Grutas de Longmen, encargada por Wu Zetian.

Aunque entró en la corte del emperador Gaozong como la humilde consorte Wu Wei Liang, Wu Zetian se elevó al asiento más alto del poder en 690, estableciendo el efímero Wu Zhou. El ascenso de la emperatriz Wu al poder se logró a través de tácticas crueles y calculadoras: una teoría de conspiración popular declaró que ella mató a su propia niña y culpó a la emperatriz de Gaozong para que la emperatriz fuera degradada. El emperador Gaozong sufrió un derrame cerebral en 655 y Wu comenzó a tomar muchas decisiones judiciales por él, discutiendo asuntos de estado con sus consejeros, quienes tomaron órdenes de ella mientras ella se sentaba detrás de una pantalla.​ Cuando el hijo mayor de la emperatriz Wu, el príncipe heredero, comenzó a hacer valer su autoridad y abogar por las políticas a las que se oponía la emperatriz Wu, murió repentinamente en 675. Muchos sospecharon que fue envenenado por la emperatriz Wu. Aunque el siguiente heredero aparentemente mantuvo un perfil más bajo, en 680 fue acusado por Wu de planear una rebelión y fue desterrado (más tarde se vio obligado a suicidarse). La emperatriz Wu (Wu Zetian), la única monarca oficialmente reconocida de China en más de dos milenios.
En 683, el emperador Gaozong murió. Fue sucedido por el emperador Zhongzong, su hijo mayor sobreviviente por Wu. Zhongzong intentó nombrar al padre de su esposa como canciller: después de solo seis semanas en el trono, la emperatriz Wu lo depuso en favor de su hermano menor, el emperador Ruizong.​ Esto provocó que un grupo de príncipes Tang se rebelaran en 684. Los ejércitos de Wu los suprimieron en dos meses.​ Ella proclamó la era Tianshou de Wu Zhou el 16 de octubre de 690,​ y tres días después degradó al emperador Ruizong a príncipe heredero.​ También se vio obligado a renunciar al apellido de su padre Li en favor de la emperatriz Wu. Luego gobernó como el único reinado de emperatriz de China.

Un golpe de Estado el 20 de febrero de 705 obligó a la emperatriz Wu a ceder su puesto el 22 de febrero. Al día siguiente, su hijo Zhongzong fue restablecido al poder; los Tang fueron restaurados formalmente el 3 de marzo. Ella murió poco después

La Gran pagoda del ganso salvaje, Chang'an (Xi'an hoy en día), construida en 652, reparada por la emperatriz Wu Zetian en 704.

La capital Tang en Chang'an (actual Xi'an) era la ciudad más poblada del mundo en su día. La familia Lǐ  fundó la dinastía, tomando el poder durante el declive y el colapso del Imperio Sui. La dinastía Tang duró 288 años, y solo fue interrumpida brevemente durante 15 años cuando la emperatriz Wu Zetian tomó el trono, proclamó la dinastía Wu Zhou y se convirtió en el único reinado de la emperatriz china legítima. 

¿Que ocurrio en la dinastía Tang?
La dinastía Tang ( 618-907) estableció un poderoso poder unificado, poniendo término a la situación caótica y dividida que reinaba en la parte central de China durante más de 300 años.

¿Cuántos años duró la dinastía Tang?
Por su lado, la dinastía Tang (581-907) acabó con los cuatro siglos de contiendas y aseguró al territorio una estabilidad política y una armonía social olvidadas por enteras generaciones: se elevó el nivel de vida y consecuentemente del arte y de la cultura durante largo tiempo.
EN JULIO DEL APÑO 751 LAS TROPAS CHINAS DE LA DINASTÍA TANG SALIERON AL ENCUENTRO DE LOS EJÉRCITOS DE LOS CALIFAS ABASÍES EN EL VALLE DEL RÍO TALAS, EN LAS ESTRIBACIONES DEL PAMIR (KIRGISTÁN).
TRAS LA DERROTA DE TALAS, TODA ASIA CENTRAL QUEDÓ EN MANOS DE LOS MUSULMANES DEL CALIFATO ABBASÍ. LA CHINA DE LA DINASTÍA TANG SE ENFRENTÓ A UN LARGO PERIODO DE REVUELTAS INTERNAS Y JAMÁS PUDO RECUPERAR SU ANTIGUA INFLUENCIA SOBRE LA TRANSOXIANA. EL ISLAM SE CONVIRTIÓ EN LA RELIGIÓN DOMINANTE EN ASIA CENTRAL Y LOS COMERCIANTES SOGDIANOS Y PERSAS LO FUERON INTRODUCIENDO LENTAMENTE EN EL TARIM Y EN LA PROPIA CHINA.



Mapa actual de Asia Central. Imagen: Themightyquill en Wikimedia Commons

En el año 750 Abu al-Abbas al-Saffah derrotó a los omeyas. Como sabemos, Abderramán pudo escapar a Al Ándalus pero los demás fueron exterminados, extendiéndose el poder de los abásidas por todo Oriente Medio y norte de África. En esa expansión, el siguiente paso era la región de Syr Darya, en una Asia Central que hasta entonces los chinos de la dinastía Tang habian conseguido retener bajo su órbita. La guerra volvía a asomar en el horizonte.

Según viejas crónicas, como la de Xuanzang, los musulmanes reunieron doscientos mil efectivos, entre soldados del califato más sus aliados turcos y tibetanos. Es posible que se trate de una exageración.

Por su parte, el emperador Xuanzong envió unos diez mil hombres y un contingente no determinado de tropas del reino de Ferghana, aunque el grueso de su ejército lo componían, una vez más, veinte mil karlukos. Ambos contendientes se encontraron en el río Talas y pelearon durante varios días sin que la victoria se decantara a favor de ninguno hasta que los mercenarios y las tropas de Ferghana, quizá sobornados o abrumados por la superioridad numérica de los árabes e intuyendo lo peor, decidieron cambiar de bando.

Así, de pronto, el ejército imperial vio cómo perdía dos tercios de sus filas y, dado que además la defección se llevó a cabo en plena lucha, quedó gravemente comprometido, rodeado, con enemigos en vanguardia y retaguardia y sus antiguos aliados enfrentándosele a corta distancia. La masacre fue antológica y se estima que únicamente se salvaron dos mil chinos.


Situación del río Talas / foto Dominio público en Wikimedia Commons

El califato quedó así dueño del territorio, aunque optó por no continuar expandiéndose hacia la frontera china porque el sucesor de Abu al-‘Abbas al-Saffah, su hermano Abu Jafar al-Mansur, protagonizó uno de esos sorprendentes giros que tiene la política de vez en cuando: llegó a un acuerdo con el emperador Suzong, hijo de Xuanzong, para ayudarle a recuperar el control de su capital y enfrentarse al rebelde An Lushan, que había propiciado el intento de instaurar una nueva dinastía, la Yan.

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