miércoles, 20 de enero de 2021

AMÉRICA LATINA ENTRE LO REAL Y LO FANTÁSTICO - (II) Bolivia - Tiwanaku - (Pinceladas de Historia) - Kalasasaya - Palacio de Putuni - Puerta de la Luna - Puerta del Sol - Monolito Ponce

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La visita a las ruinas de la ciudad de Tiwanaku

Descubrir a fondo los misterios de Tiwanaku os llevará casi todo el día. Además del área cívico-ceremonial principal, podéis ver dos museos y el templo Pumapunku.

Museo cerámico de Tiwanaku

Aquí encontraremos cerca de 3.500 piezas correspondientes a diferentes épocas, halladas en las localidades por las que en su día se extendía la ciudad de Tiwanaku. Sin duda no es la parte más interesante de la visita. Las piezas principales del yacimiento se encuentran en el Museo Nacional de Arqueología (MUNARQ) de Bolivia en la Paz. Curiosamente la sede de este museo se llama Palacio Tiwanaku.

Hay piezas de cerámica tiahuanacota en muchos museos del mundo, como estas del Museo Etnográfico de Berlín

Museo Lítico de Tiwanaku

Este museo es mucho más interesante que el anterior, sobre todo por las piezas que contiene. 

Lo primero que veremos es la Puerta de la Estrella, que nos da la bienvenida. Luego pasamos al patio central, encontrándonos de frente la Sala de Piezas Líticas y a la derecha la Sala Bennett, dedicada exclusivamente a esta estela milenaria. Cabe destacar que algunas esculturas tienen alfileres de oro incrustados, supuestamente utilizados para sujetar trajes y vestirlas. En otras, aparecen restos de pigmentos, deduciéndose que la mayoría de piezas estaban policromadas. 

Chachapuma. Es la figura del decapitador, un Dios felino con cuerpo humano. Su concepción tiene que ver con el hábito carnicero del puma. En la escultura -realizada en basalto negro- vemos que sujeta una cabeza entre las manos. Varias de ellas flanqueaban el acceso a la Pirámide de Akapana.

El Observador. Esculpida en una sola pieza en piedra caliza, para algunos la figura representa un observador, para otros una persona en meditación.

La Puerta de la Estrella, realizada en una solo bloque con talles escalonados.

El Museo Lítico de Tiwanaku, además de albergar al monumental Monolito Pachamama (Bennett), exhibe valiosísimas piezas.

Monolito Bennett en la Plaza del Monolito en la ciudad de La Paz antes de ser enviado de vuelta a su lugar de origen Tiahuanaco.
La estrella de este museo es la «estela» o monolito Bennett, llamado así por su descubridor. Esta figura maciza de más de 7 metros y 20 toneladas de peso es la más grande que sobrevive de cualquiera de las culturas andinas antiguas. Según algunos autores, esta figura es una representación de la Pachamama, o Madre Tierra. En sus manos lleva un báculo y un tipo de vaso ceremonial llamado quero (o kero). La figura viste un tocado y un cinturón y está cubierta de 30 pequeñas representaciones de animales y criaturas míticas.

Cabeza Monumental. Hallada en la ladera este de la Pirámide de Akapana. Hasta la fecha no se ubicó su cuerpo. Realizado en la época clásica en andesita o traquita.

Área cívico-ceremonial de Tiwanaku
Lo primero que os llamará la atención son los grandes espacios abiertos, pensados para las celebraciones ceremoniales. La ciudad sigue un eje este-oeste y todo el conjunto estuvo rodeado de un foso de carácter simbólico-ceremonial más que defensivo. Más allá de este área central construida en piedra, se extendería la zona residencial. Construida en adobe, este área esta hoy día oculta bajo los campos de cultivo. Se estima que en su apogeo, Tiwanaku pudo albergar 70.000 habitantes, aunque algunos autores reducen este número a la mitad. Os dejamos este mapa del área cívico-ceremonial para orientaros en vuestra visita.


En este lugar se estudiaban las estaciones. En los equinoccios, el Sol nace por la puerta principal de ingreso al recinto, a la que se llega por una escalera con columnas de piedra a cada lado. Si observamos a través de la puerta, podemos ver el Monolito de Ponce.mplo-Pirámide de Akapana

Es el punto central del recinto ceremonial de Tiwanaku y su monumento más imponente. Aunque se sigue trabajando en su restauración, actualmente sólo está excavada su base. La pirámide de Akapana medía 18 metros de alto, 800 de perímetro y estaba formada por 7 niveles escalonados. El conjunto estaba rodeado de canales de drenaje, bastante bien conservados. La técnica constructiva utilizada sugiere que las obras de la Pirámide se realizaron en varias fases a lo largo del tiempo.

Se desconoce si el nombre de Akapana proviene de “Aka‑ Kjahuana” (lugar desde donde se atisba) o de “Hake‑Apana” (lugar donde la gente muere)

Se cree que la Pirámide de Akapana era un lugar de culto, pues en la cima había un templo con planta con forma de cruz andina. Supuestamente, allí había una lámina de agua para poder estudiar el reflejo del cielo estrellado. Su entrada se encontraba por el oeste, y la pirámide se encuentra perfectamente alineada con los puntos cardinales.

Curiosamente, la pirámide de Akapana no fue cubierta por sedimentos, sino enterrada a propósito quizás con el fin de proteger este lugar sagrado. De poco sirvió, porque a principios del s. XX se usó como cantera para construir la línea férrea La Paz-Guaquil

Templo semisubterráneo o Templo de los rostros
Cercano a la pirámide, este templo tiene su acceso por una escalera que baja en el lado sur. Las paredes del templo están formadas por 48 pilares de arenisca roja, y el piso se encuentra a más de dos metros de profundidad. Un avanzado sistema de drenaje evita que pueda inundarse con las lluvias. Aquí fue donde se halló el Monolito Bennett, aunque no se tiene claro si era su ubicación original.



Este templete se llama también «de los rostros», pues en el sobresalen 175 semblantes esculpidos, cada uno distinto del anterior. Supuestamente, estas caras representan todas las étnias conocidas por los tiahuanacotas. Así, el templo daría la bienvenida a los mandatarios e invitados extranjeros antes de acceder al Kalasasaya. Otros autores afirman que en realidad las caras son un símbolo de la práctica de exponer las cabezas cercenadas de los enemigos derrotados. Finalmente hay quien afirma que el templo representa el mundo de los espíritus y los rostros las almas de los difuntos.

El monolito Barbado o Estela “Kontiki Viracocha”
Esculpido en arenisca, ocupa el centro del Templo semisubterráneo. En su rostro presenta una barba que le llega hasta el pecho. En la parte de arriba, representando el cielo está el cóndor. A ambos lados, desde los hombros hasta los pies, hay esculpidas dos serpientes, simbolizando el inframundo. Finalmente, en la parte inferior de los faldones hay dos pumas, que representan el mundo terrenal. Esta simbología se encontraría posteriormente a lo largo de todo el Imperio Inca.


Kalasasaya
Esta descomunal estructura sagrada mide 130 metros de largo por 120 metros de ancho. En sus muros, las rocas verticales que hacen la función de pilares nos permiten entender su nombre… Kalasasaya, el «templo de las piedras paradas». Estos muros tienen un excepcional nivel de sofisticación. Entre sus piedras no se puede introducir ni siquiera una hoja de papel, y su verticalidad y pulido hace palidecer la perfección de las construcciones del Imperio Inca.

Con la tecnología de hace mil años es increíble conseguir ese nivel de perfección en un muro que mide 130 metros

En este lugar se estudiaban las estaciones. En los equinoccios, el Sol nace por la puerta principal de ingreso al recinto, a la que se llega por una escalera con columnas de piedra a cada lado. Si observamos a través de la puerta, podemos ver el Monolito de Ponce.


En el recinto interior o ceremonial todavía se adivina la existencia de siete pequeños habitáculos a cada lado del patio. En el acceso norte al recinto exterior veremos nuevamente dos «altavoces» tiahuanacotas.

Hay tres piezas interesantes en el Kalasasaya, el Monolito Ponce, el Monolito Fraile y la Puerta del Sol. En el centro del triángulo formado por estas tres esculturas está el altar del Kalasasaya, aunque debemos tener en cuenta que la Puerta del Sol no se encuentra en su ubicación original.

Esta estela antropomorfa de más de tres metros de alto se encuentra cubierto de relieves. Hombres alados, peces, pumas, cóndores y otros motivos geométricos decoran esta figura. Sus ojos son cuadrados, su nariz se une a sus cejas formando una «T», su boca es ovalada y sus orejas están talladas en alto relieve. La figura porta en sus manos un báculo y un quero.


En el brazo derecho de la figura aparecen los restos de un «exorcismo» , una cruz cristiana y una virgen. Normalmente se dice que los españoles mutilaron y destruyeron las figuras tiahuanacotas grabando cruces en ellas. Sin embargo, ¿por qué molestarse en grabar una cruz si vas a destruirlo?. A lo largo de la historia muchos monumentos, como el Coliseo de Roma, fueron declarados sagrados precisamente para evitar su expolio y destrucción… ¿ocurrió lo mismo con los monolitos de Tiwanaku? 

Monolito Fraile
Esta estela de tres metros es también llamada «Dios del Agua» por su cinturón con cangrejos en relieve. Destaca su mano derecha, con los dedos al revés. No está especialmente decorado ni tiene un gran nivel de detalle. Por eso se cree que fue de las primeras esculturas talladas en Tiwanaku. Además, la climatología ha degradado enormemente la escasa decoración de la figura.

El apodo de «fraile» le fue dado por los primeros misioneros españoles a la vista de su abultado vientre. Sobre este monolito se cometió la barbaridad de grabar la fecha exacta del descubrimiento en su mano, un 26 de diciembre.

Puerta del Sol
Esta estructura es la más famosa de Tiwanaku. Está esculpida en una sola pieza de roca andesita (un tipo de roca volcánica) y pesa unas 10 toneladas. Mide dos metros y medio de alto, cuatro de ancho y medio metro de grosor. Parte de la puerta está inconclusa, por motivos desconocidos.

Dibujo de la Puerta del Sol de 1877. Aunque la escala está exagerada, se puede apreciar la fisura en el dintel.

Esta puerta no es solo decorativa, aparentemente su friso de bajorrelieves es un calendario agrícola con las 4 grandes temporadas de cultivo de la zona. Así, en la puerta aparecen referencias al cultivo del haba, del maiz (o choclo), de la quinua y de la papa. En el centro del friso, rodeado por tres hileras de suplicantes, aparece el Señor de los báculos, o dios creador. De su cabeza salen rayos y sostiene un báculos con cabeza de cóndor en cada mano. Esta divinidad sería llamada Viracocha por los Incas, y aquí aparece con lágrimas en los ojos, en representación de la lluvia.


Palacio de Putuni
Su nombre significa en aymara «lugar dónde hay huecos», muy apropiado para esta necrópolis. En el Palacio de los Sarcófagos sólo podían ser enterrados tiahuanacotas de alto rango. Las cámaras funerarias están dispuestas rodeando el patio central, y se cerraban ¡¡con puertas correderas de piedra. 

Putuni forma parte del Complejo Arqueológico Monumental de Tiwanaku y se encuentra ubicado al oeste del Templo de Kalasasaya. El ingreso principal se encuentra próximo al sector de la pared balconera del templo. Su nombre deriva de la palabra aymara Putuputuni que significa “donde hay huecos”, debido a la serie de cámaras funerarias que circundan el patio central. Es conocido también como “Palacio de los Sarcófagos” por lo que se deduce que la construcción pudo ser empleada para el entierro de personalidades del Estado de Tiwanaku. Tiene una planta de forma rectangular con 69 metros en sus muros de este a oeste, 55.20 metros en sus muros de norte a sur y una plataforma de 1.20 metros de altura con ornamentos a modo de zócalos fabricados en piedra cortada y labrada externa e internamente conformando y encerrando un gran patio central. Asimismo se evidencia un excelente sistema de alcantarillado que contaba con canales y matrices ubicado en la parte oeste de la plataforma a 2 metros de profundidad por donde eran evacuadas las aguas servidas. En los muros interiores se encuentran cámaras funerarias con acceso al patio central con una puerta corrediza de piedra que se deslizaba al humedecer el piso.

El recinto presenta tres accesos: el principal formaba parte de una portada imponente de piedra labrada y adintelada orientado al este. Los otros accesos se hallan en el muro norte. Estos ascendían a la plataforma mediante pequeños peldaños pétreos, los ingresos estaban flanqueados por Kerikalas, “Piedras que Arden” o “Piedras de Fuégo” que eran fuéntes luminosas para señalar los accesos a los recintos habitacionales que se levantaban encima de la plataforma. De estas habitaciones no quedan vestigios debido a que en su construcción se emplearon adobes de barro.
Puerta de la Luna

La Puerta de la Luna es un monumento que forma parte del Complejo Arqueológico Monumental de Tiahuanaco (yacimiento catalogado como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco desde el año 2000), en el departamento de La Paz de Bolivia. La puerta se asienta sobre un terreno elevado en el enclave de Putuni, donde se halla el Palacio de los sarcófagos, y fue construida por los integrantes de la Cultura Tiahuanaco, civilización precolombina que durante su período de mayor expansión se distribuía en parte de lo que ahora son Bolivia, Chile y Perú. Comprendía casi todo el altiplano denominado meseta del Collao hasta la costa del océano Pacífico por el oeste y el chapare por el este. Su capital y principal centro religioso fue la ciudad de Tiwanaku, ubicado en las riberas del río Tiwanaku en el departamento de La Paz en Bolivia.

Entre otros elementos, tenemos un enorme bloque de arenisca de 131 toneladas, el más grande hallado hasta ahora en la ciudad. Otras piezas desconcertantes son el conjunto de bloque pétreos con forma de «H» y de función desconocida.


Con todo, el resto más extraordinario es un pequeño bloque de diorita. Está perfectamente pulido y presenta una fina canaleta con varias muescas cilíndricas milimétricas. Las herramientas del hombre andino eran de bronce, insuficientes para tallar un material tan resistente con tanta precisión, no digamos ya pulirlo. ¿utilizaron una especie de lápiz de diorita? ¿polvo de cuarzo para favorecer la abrasión como los egipcios? Sea cual sea la respuesta, esta simple pieza tuvo que requerir un enorme trabajo… ¿por qué tanto esfuerzo? ¡otro misterio más de Tiwanaku todavía sin descubrir!


Hay muchísimos documentales, artículos, videos, etc. hablando de la supuesta «tecnología imposible» de Tiwanaku y su relación con visitantes de otros planetas. 

Hoy día nos asombra la perfección de los milenarios muros del Kalasasaya

Tiwanaku y El Origen Perdido, de la escritora Matilde Asensi
Entre las novelas en las que se menciona Tiwanaku destaca la cuarta novela de la escritora española Matilde Asensi. En «El Origen Perdido» unos piratas informáticos viajan a Bolivia buscando la cura a una maldición sufrida por el hermano de uno de ellos, estudioso del idioma aymara. En esta novela, descubren una cámara secreta en Tiwanaku y luego se internan en el selvático Parque Nacional Madidi para localizar a los últimos aymaras, refugiados allí tras la llegada de los españoles.

Una apasionante aventura tras los pasos de una civilización
Una extraña enfermedad que ha dejado a su hermano en estado vegetativo lleva al hacker y empresario informático Arnau Queralt a emprender una investigación arqueológica para encontrar el remedio. De forma sorprendente, se verá inmerso en una aventura que le llevará a la historia del Imperio Inca, las ruinas de Tiwanacu y la selva amazónica, tras las huellas de una civilización perdida. El lector sigue con Arnau y sus amigos, Marc y Lola, este viaje a través del conocimiento, descubriendo algunos misterios sin resolver en la historia de la Humanidad, las paradojas de la Teoría de la Evolución y el verdadero papel de los españoles en la conquista de América. Una novela deslumbrante que reta al lector a un juego de inteligencia y le conduce hasta una meta cuya clave está en el poder de las palabras.

El libro fue muy polémico en Bolivia, con acusaciones de plagio que llevaron al repudio de la editorial y de la escritora por parte de la Cámara de Diputados de Bolivia. Se afirma que la escritora se basó en la Expedición Madidi, dirigida por historiador y periodista argentino Pablo Cingolani, que no es citado en todo el libro.

Fuentes: Mapa y Mochila - Wikipedia

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