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jueves, 10 de abril de 2014

Francesco Borromini



Francesco Castelli, llamado Francesco Borromini, (Bissone, Suiza, 25 de septiembre de 1599 - Roma, 3 de agosto de 1667) fue un arquitecto suizo-italiano, considerado uno de los máximos exponentes del barroco romano.
La obra de Borromini resulta muy original, sin precedentes claros salvo la influencia parcial de Miguel Ángel, a quien el arquitecto admiraba. Entre los principales elementos y criterios arquitectónicos utilizados en su obra, cabe destacar:

  • Orden gigante, utilizado en forma complementaria y alternada.
  • Planta central, que sería una tendencia distintiva de las iglesias barrocas
  • Dinamismo espacial
  • Uso de la luz
  • Incorporación de la escultura
  • Materiales simples y económicos
  • Esquema geométrico modular, superando al módulo aritmético de la arquitectura clásica.

Borromini fue una importante influencia para el arquitecto piemontés Guarino Guarini y sus sucesores.
Comentarios sobre Borromini y su obra
  • "Maderno, junto con Borromini y Carlo Fontana eran los líderes de una banda de artistas que conspiraron para sacar a la arquitectura de su tranquilo reposo (...), que sustituyeron por una turbulenta movilidad". Karl Baedecker, 1883 en "Guía de Italia central"
  • "Era usual verlo de humor melancólico o, como decían algunos de sus allegados, hipocondríaco, a causa de lo cual se enfermaba realmente, sumado a la continua especulación sobre las cosas de su arte, con el tiempo esta tendencia se profundizó y se convirtió en una actitud permanente, de tal forma que huía de las conversaciones para estar en soledad, ocupado solamente en el giro continuo de pensamientos turbulentos”. Filippo Baldinucci, historiador del arte (1624-1696)


Sant'Ivo alla Sapienza 

Entre 1640 y 1650 Borromini trabajó en el diseño de la iglesia de Sant'Ivo alla Sapienza y sus jardines, cerca del palacio de la Universidad de Roma.


Borromini concibe un edificio de planta central basado en un esquema geométrico que, extraño a la tradición italiana, se inspira en la arquitectura de la Antigüedad tardía. Procediendo con una extraña limpieza geométrica, como si demostrara algún teorema, obtiene por la yuxtaposición de dos triángulos equiláteros una planta estrellada de perfil mixtilíneo.




La forma centralizada responde a la necesidad litúrgica de la contemplación del sacramento. Esta forma centralizada es trabajada volumétricamente levantándola y estrechándola hacia la cúspide. La trayectoria seguida por cada vértice de la planta está marcada con pilastras que llegan hasta la base de la linterna. Esta forma de trabajar el volumen concede a la capilla una singular configuración espacial. La idea de movimiento que comunica el edificio hace posible que se considere a San Ivo en la Sapienza como representativa del barroco.




La unidad espacial la consigue ahora mediante las grandes pilastras que marcan el desarrollo ascensional de la estrella de la planta que no cambia su diseño. Desde el potente entablamento, con ritmo cada vez más progresivo, se constriñe su amplitud conforme se aproxima al cerramiento, hasta convertirse en la clave de la cúpula en un óculo circular, de gran pureza geométrica. Allí, repitiendo el motivo y desarrollándolo vertiginosamente, vuelve a proponer el ritmo cóncavo-convexo de la planta estrellada y construye una linterna que se resuelve en una estructura en espiral. De esta manera, logra que el espacio interior se hinche, bañando la luz la inmaculada blancura del revoque y de la decoración estucada.



Exteriormente, Borromini concentra su interés en la cúpula. La exedra del patio porticado, cuya concavidad es aprovechada como fachada de la iglesia y tocada por la propia dinámica borrominesca, sólo deja ver el alto también que opone pletórico su propia convexidad. Sobre el revestimiento del tambor, la cima del extradós de la cúpula es revestida de gradas divididas por aéreos contrafuertes que preparan el desenlace vertical de la linterna (que se remite a modelos clásicos de la arquitectura romana oriental, como el templode Jupiter en Baalbek) y del fantástico coronamiento en espiral, sobremontado por una estructura metálica. La energía liberada en esta sucesión de estructuras, a cual más escandalosa y desconcertante, es totalmente vanguardista par ala Roma papal de las grandes cúpulas.




Debido a que la iglesia se encuentra rodeada por las dependencias de la Universidad, la única forma exterior que trabajó Borromini en San Ivo en la Sapiencia es la cúpula, con una fuerte carga decorativa y simbólica, ya que está coronada por el elemento más imaginativo de todo el conjunto, una rampa en espiral que va enrollándose en torno al cono interior de la linterna y que asciende hasta el punto culminante de todo el edificio: la estructura de hierro forjado que, en forma de llama o de abeja, sostiene una esfera y una cruz, en alusión al emblema de la familia Barberini doinando el mundo. La iglesia está llena de otros símbolos que aluden a la sabiduría, a las familias Chigi y Della Rovere, al Nuevo Testamento, etc. 


En Sant'Agnese en Agone 

Borromini revirtió la planta original de Girolamo Rainaldi (y su hijo Carlo Rainaldi ), comenzada en 1652 en el lugar en que santa Inés fue martirizada en el circo de Flavio Doniciano, convertida luego en la Plaza Navona. Su acceso principal en la Via si Santa Maria dell'Anima. La fachada se expandió para incluir partes del lindante Palazzo Pamphilii, ganando espacio para los dos campanarios.




Borromini perdió el encargo antes de completarlo, debido a la muerte del papa Inocencio X en 1655. El nuevo papa, Alejandro VII, y el príncipe Camilio Phampilii volvieron a llamar a Rainaldi, pero este no hizo grandes cambios y la iglesia todavía es considerada como una expresión notable de los conceptos de Borromini.


 

San Carlo alle Quattro Fontane 

(También llamada San Carlino por sus pequeñas dimensiones; en español su traducción sería: San Carlos de las cuatro fuentes). Es una iglesia construida entre 1638 y 1641 en la ciudad de Roma. Diseñada por Francesco Borromini (1599-1677), es una de las piezas maestras de la arquitectura barroca.

Forma parte de un conjunto de edificios monásticos instalados sobre el Monte Quirinal, fue un encargo de la Orden de los Trinitarios Descalzos, dedicados a la liberación de esclavos cristianos, en Quattro Fontane en 1634. Está consagrada a Carlo Borromeo y fue encargada bajo el patronazgo del Cardenal Francesco Barberini, quien vivía en un palacio cercano.



San Carlino presenta una libre agregación de espacios diversos, ya que junto con la iglesia se construyó el convento, creando un conjunto de correlaciones y contrastes en cuanto a formas geométricas, siendo el claustro del convento rectangular, mientras la iglesia presenta forma elipsoidal. La iglesia presenta una cúpula oval, concebida con una autonomía absoluta, presenta dos focos de luz, a la luz cenital que se introduce por la parte superior de la cúpula se unen los sistemas lumínicos rasantes que se introducen por la base de ésta. Destaca como obra barroca pues muestra una fachada muy dinámica, hecho que se ve en la ruptura del entablamento del marco del portón y la alternancia de formas cóncavas y convexas.
En total San Carlo alle Quattro Fontane destaca por el alto grado de conocimientos matemáticos y arquitectónicos empleados por Borromini.



La forma oval de la nave se vé articulada y disuelta en un ritmo de convexidades y concavidades que muestran una de las cumbres de los interiores barrocos, tal como lo describen Trachtenberg y Hyman:

"Diseñó los muros en ondas entrantes y salientes , como si no fueran de piedra sino de un material flexible puesto en movimiento por un espacio energético, arrastrando consigo las profundas tablaturas, cornisas, molduras y frontones".




El Palacio Spada 

(En italiano, Palazzo Spada) es un palacio en Roma (Italia), que alberga una gran colección de arte, la Galería Spada. Se encuentra en el rione de Regola, concretamente en la plaza Plaza Capo di Ferro, 13, con un jardín enfrente del Tíber, muy cerca del Palacio Farnesio. Es famoso por su fachada, y por la falsa perspectiva lograda por Borromini.



Fue originariamente construido en 1540 para el cardenal Girolamo Capodiferro. Bartolomeo Baronino, de Casale Monferrato, fue el arquitecto, mientras que Giulio Mazzoni y un equipo proporcionaron un lujoso trabajo de estuco dentro y fuera. El palacio fue adquirido por el cardenal Spada en 1632. Encargó a Francesco Borromini que lo modificase para él, y fue Borromini quien creó la obra maestra de falsa perspectiva en trampantojo en el patio con arcos, en el que filas de columnas cada vez de menor tamaño y el suelo alzándose crean la ilusión óptica de una galería de 37 metros de largo, cuando es de 8 metros, con una escultura a tamaño natural detrás, cuando en realidad tiene sólo 60 centímetros de alto. Borromini fue ayudado en este truco de perspectiva por un matemático.



La decoración escultórica en estuco, de estilo manierista, que hay en la fachada frontal del palacio y la de su patio presentas esculturas en nichos y todo un botín de frutas y flores, grutescos y viñetas de mecanismos simbólicos (impresi) en bajorrelieve entre las pequeñas ventanas enmarcadas de un entresuelo, la más rica fachada del cinquecento en Roma.

La escultura colosal de Pompeyo el Grande, que se creyó erróneamente que era aquella a cuyos pies cayó Julio César, fue descubierta bajo la pared medianera de dos casas romanas en 1552: iba a ser decapitada para satisfacer la reclamación de ambas partes, que apelaron al cardenal Capodiferro, de manera que él intercedió ante el papa Julio III en defensa de ella, quien la adquirió y luego se la dio al cardenal.

La colección del cardenal Spada, que incluye cuatro galerías de pinturas de los siglos XVI y XVII, obra de Andrea del Sarto, Guido Reni, Tiziano, Jan Brueghel el Viejo, Guercino, Rubens, Durero, Caravaggio, Domenichino, Annibale Carracci, Salvator Rosa, Parmigianino, Francesco Solimena, Michelangelo Cerquozzi, Pietro Testa, Giambattista Gaulli, y Orazio y Artemisia Gentileschi, tiene el interés añadido de que están colgados a la manera del siglo XVII, marco con marco, con las pinturas menores «resbalando» sobre los más grandes.

El palacio Spada fue comprado por el Estado Italiano en 1927 y actualmente es sede del Consejo de Estado italiano.






Trampantojo en el patio del Palacio Spada de Roma,
obra de Francesco Borromini.
El pasillo es mucho más corto
y la escultura mucho menor de lo que parecen.

Pompeyo

(Cneo Pompeyo Magno o el Grande; ?, 106 - Pelusio, Egipto, 48 a. C.) Militar y político romano. Perteneciente a la gens plebeya de los Pompeyos, su padre había sido cuestor, pretor y cónsul. Con él se había formado como militar. Durante las guerras civiles de Roma, formó un ejército propio, que puso al servicio de Sila, derrotando a los partidarios de Mario en Sicilia y en África (83 a. C.); y cuando el partido popular pareció revivir bajo la dirección de Lépido, Pompeyo se encargó de derrotarlo en Etruria (77).

Fue enviado a Hispania, en donde aplastó la rebelión de Sertorio (77-71); y, al regresar a Italia, acabó con los restos de la rebelión de esclavos encabezada por Espartaco. Ejerció el Consulado con Craso en el 70

San Giovanni in Laterano 

La actual basílica es de estilo Barroco, fruto de una radical transformación de Francesco Borromini en el siglo XVII; de época anterior se conservan los magníficos mosaicos del ábside, el ciborio gótico y el pavimento de estilo cosmatesco. En lo alto de la fachada se encuentran estatuas de Cristo, los dos Juanes (el Evangelista y el Bautista) y los Apóstoles. La fachada fue reformada en el siglo XVIII, siguiendo el estilo de la de San Pedro, por el arquitecto Alessandro Galilei.




El canónigo de honor de San Juan de Letrán es el presidente de la República Francesa, según una tradición que se remonta al siglo XVII, cuando el jefe del Estado era un rey. Nicolas Sarkozy tomó posesión del cargo en una ceremonia el 20 de diciembre del 2007.

El claustro
  



lunes, 7 de abril de 2014

Arquitectura barroca (Italia)

Italia

Al igual que en la época anterior, el motor del nuevo estilo volvió a ser Italia, gracias principalmente a la comitencia de la Iglesia y a los grandes programas arquitectónicos y urbanísticos desarrollados por la sede pontificia, deseosa de mostrar al mundo su victoria contra la Reforma. La principal modalidad constructiva de la arquitectura barroca italiana fue la iglesia, que se convirtió en el máximo exponente de la propaganda contrarreformista. Las iglesias barrocas italianas se caracterizan por la abundancia de formas dinámicas, con predominio de las curvas cóncavas y convexas, con fachadas ricamente decoradas y repletas de esculturas, así como gran número de columnas, que a menudo se desprenden del muro, y con interiores donde predominan igualmente la forma curva y una profusa decoración. Entre sus diversas planimetrías destacó —especialmente entre finales del siglo XVI y principios del XVII— el diseño en dos cuerpos, con dos frontones concéntricos (curvo el exterior y triangular el interior), siguiendo el modelo de la fachada de la Iglesia del Gesù de Giacomo della Porta (1572).



Iglesia del Gesù de Giacomo della Porta (1572)

Uno de sus primeros representantes fue Carlo Maderno autor de la fachada de San Pedro del Vaticano (1607-1612) —al que además modificó la planta, pasando de la de cruz griega proyectada por Bramante a una de cruz latina—, y la Iglesia de Santa Susana (1597-1603). Pero uno de los mayores impulsores del nuevo estilo fue el arquitecto y escultor Gian Lorenzo Bernini, el principal artífice de la Roma monumental que conocemos hoy día baldaquino de San Pedro (1624-1633) —donde aparece la columna salomónica, posteriormente uno de los signos distintivos del Barroco—, columnata de la Plaza de San Pedro (1656-1667), San Andrés del Quirinal (1658-1670), Palacio Chigi-Odescalchi (1664-1667). El otro gran nombre de la época es Francesco Borromini, arquitecto de gran inventiva que subvirtió todas las normas de la arquitectura clásica —a las que pese a todo aún se aferraba Bernini—, a través del uso de superficies alabeadas, bóvedas nervadas y arcos mixtilíneos, creando una arquitectura de carácter casi escultórico.  Fue autor de las iglesias de San Carlo alle Quattre Fontane (1634-1640), Sant'Ivo alla Sapienza (1642-1650) y Sant'Agnese in Agone (1653-1661). El tercer arquitecto de renombre activo en Roma fue Pietro da Cortona, que también era pintor, circunstancia quizá por la cual creó volúmenes de gran plasticidad, con grandes contrastes de luz y sombra (Santa Maria della Pace, 1656-1657; Santi Luca e Martina, 1635-1650). Fuera de Roma cabe destacar la figura de Baldassare Longhena en Venecia, autor de la Iglesia de Santa Maria della Salute (1631-1650); y Guarino Guarini y Filippo Juvara en Turín, autor de la Capilla del Santo Sudario (1667-1690) el primero, y de la Basílica de Superga (1717-1731) el segundo.


Carlo Maderno



(Capolago, 1556-Roma, 1629) Arquitecto italiano. Era sobrino de Domenico Fontana. Su primera realización notable fue la fachada de Santa Susana de Roma, que, inspirada en la del Gesù, estableció un prototipo de fachada barroca. Intervino también en la construcción de Sant'Andrea della Valle, Santa Maria della Vittoria y San Giovanni dei Fiorentini. Bajo el pontificado de Pablo V, Maderno ganó el concurso para la ampliación de la basílica de San Pedro, para cuyo proyecto aportó soluciones que no perjudicaran la cúpula de Miguel Ángel. Sus principales obras civiles son los palacios Mattei y Barberini de Roma.

Santa Susana de Roma
Fachada de la Basílica de San Pedro
 
Palacio Barberini Roma
Gian Lorenzo Bernini 

Fue una de las figuras más emblemáticas en Roma que, gracias a sus obras, ha dejado en la ciudad uno de los patrimonios artísticos y culturales de mayor relieve. Él no era sólo arquitecto sino también escultor y pintor de éxito, Bernini trabajó con otros grandes nombres del panorama artístico italiano e internacional y es también el autor de unas de las obras y unos monumentos más famosos del mundo.




Gian Lorenzo Bernini nace en Nápoles el 7 de diciembre de 1598 y se desplaza en Roma desde muy joven, ciudad dónde empieza a trabajar como aprendiz en los astillero romanos. Aproximadamente en el 1605 participa en los trabajos ordenados por Papa Paolo V, cuando Bernini realizará una de sus obras más importantes la "Asunción de la Virgen” que actualmente se puede visitar dentro de la Basílica de Santa a María la Mayor.

Bernini, durante los primeros años de su carrera, trabajó en una Roma que atravesaba un período bueno, sobre todo bajo la perspectiva económica y política. Esto permitió que la ciudad invirtiese en las obras públicas y artísticas. En aquel período en Roma llegaron muchos artistas desde toda Italia, y además, muchos fueron los escultores y los pintores internacionales que viajaban en la ciudad. Éste permitió un cambio técnico, artístico y cultural muy importante que durante los años se notó en las obras de los artistas italianos y sobre todo de Bernini.


Busto del Papa Gregorio XV
Éxtasis de Santa Teresa

El palacio Chigi-Odescalchi
De sus realizaciones como arquitecto, la más valorada, además de la columnata de San Pedro, es la pequeña iglesia de San Andrea al Quirinale, en la que arquitectura y escultura se unen en una búsqueda de efectismo destinada a crear un ambiente adecuado para suscitar la fe y los sentimientos religiosos. El palacio Chigi-Odescalchi, que ejerció una influencia decisiva en toda Europa, es uno de sus edificios civiles más conseguidos.



Baldaquino Basilica de San Pedro
 
Interior de la Iglesia de San Andrea al Quirinale

Iglesia de San Andrea al Quirinale

La imponente columnata de Bernini en la plaza de San Pedro, en Roma



Pietro da Cortona

Cuyo auténtico nombre era Pietro Berettini (*Cortona, 1 de noviembre de 1596 – †Roma, 16 de mayo de 1669) fue un pintor y arquitecto italiano.

Pietro de Cortona pertenece al período inicial del Barroco. Es conocido fundamentalmente por su trabajo en el terreno de los frescos decorativos y de la pintura. Durante el pontificado de Urbano VIII (de quien hizo un retrato), fue uno de los principales artistas establecidos en Roma, junto a Bernini y Borromini. Se puede decir que representa el máximo exponente del arte decorativo del Barroco pleno, haciendo olvidar a artistas anteriores como Giovanni da San Giovanni y oscureciendo a competidores como Giovanni Lanfranco.

También es obra suya el notable embellecimiento del exterior de Santa Maria della Pace (1656-1667) su obra más completa por su ambientación en un entorno medieval, en la que colaboró con Carlo Fontana, y la fachada de Santa Maria in Vía Lata (hacia 1660) en cuyo pórtico realizó una disposición semejante a la de San Andrés en el Quirinal de Bernini y San Carlos al Corso (1668).

Cúpula de Pietro da Cortona

Exterior de Santa Maria della Pace de  Pietro da Cortona

Retrato de Urbano VIII
El Triunfo de la Divina Providencia, 1632-1639

domingo, 6 de abril de 2014

Arquitectura barroca

En el barroco la arquitectura va, frecuentemente, unida al urbanismo. Los edificios más representativos son los civiles, con interiores recargados de decoración, plantas complicadas y originales soluciones para las cubiertas. Emplea el orden gigante.

La ciudad se vuelve escenográfica. Es el escenario del teatro de la vida. Se crean perspectivas visuales sobre un punto de referencia, pero, también, lugares singulares, plazas y rincones acogedores. Todo ello es un reflejo del poder, ya sea este civil o religioso.

El palacio es el típico edificio de vivienda urbana para las familias poderosas. Se caracteriza por sus fachadas dinámicas, con curvas y contracurvas, y el juego de luces y sombras, en los que se resaltan las piezas principales.También se crean jardines. Hay un gusto por la belleza de la naturaleza mejorada y ordenada del típico jardín francés.

El hotel es un tipo de vivienda unifamiliar exenta y rodeada de jardines, cerrada con una valla, que triunfa en esta época entre la burguesía y las clases privilegiadas. Es la típica vivienda burguesa. Suele haber varias en la misma calle, con características similares.

El templo es el lugar del sermón y la eucaristía. Se trata de un sitio de representación teatral, por lo que debe tener una buena visibilidad y una buena acústica. Se impone el espacio unitario que los jesuitas, defensores de la Contrarreforma, emplearon en El Gesú, una planta de cruz latina con un gran crucero cubierto por una cúpula. Este es un espacio didáctico, la iluminación va dirigida, a través de una cúpula, hacia la zona de debajo del retablo, el cual tiene un programa iconográfico doctrinal, muy recargado, en el que se manifiesta todo el poder y la riqueza de la orden y la Iglesia Católica.
Existe una nueva concepción del espacio, las plantas adoptan formas caprichosas, en movimiento, los edificios se cargan de una decoración que invade todos los rincones. Los edificios muestran la inclinación al lujo y la riqueza.



Las características básicas de la arquitectura barroca son:
  • El rechazo de la simplicidad y la búsqueda de lo complejo.
  • El papel del movimiento y la luz, como elementos determinantes de la misma.
  • La creación de espacios dinámicos.
  • La creación de nuevas tipologías para edificios concretos.
  • El gusto por lo infinito, por lo teatral, y lo efectista.
  • La subordinación del resto de todas las artes al todo arquitectónico.
  • El uso de la linea curva tanto en las estructuras de los edificios como en la decoración.
  • Utilización de materiales ricos para dar mas sensación de ostentación.

La arquitectura barroca en Europa central

En Alemania y en Austria la inspiración italiana combinada con la francesa creará edificios de gran exuberancia decorativa, sobre todo en los interiores, de luminosidad brusca, que darán paso al estilo Rococó.

Una vez superada la guerra de los Treinta Años (1618-1648) en Europa central habrá sitio para los artistas. En Alemania y Austria el barroco posee un gusto clásico, no en vano, no han tenido Renacimiento y se pasa directamente del gótico a un barroco con tintes clásicos, que, sin embargo, dará pronto paso al rococó. Esta tardanza favorece que hasta bien entrado el siglo XVIII el estilo de Europa central sea de estilo italiano o francés. Se trata de un barroco muy dado a la policromía y a los efectos del claroscuro. Los edificios se llenan de perfiles curvos y las plantas adquieren formas inverosímiles. Se utiliza con profusión el orden gigante, los atlantes y las columnas salomónicas. Los palacios adquieren grandes proporciones.

Destacan arquitectos como Agostino Barelli: iglesia de los Teatinos de Múnich, Gaetano Chiaveri: iglesia de la Corte de Dresde, George Bähr: Nuestra Señora de Dresde, Fischer von Erlach es el arquitecto más significativo: construye la iglesia de San Carlos de Borromeo, con una gran cúpula central y anchos espacios laterales, y la Cancillería Imperial de Viena, Lucas Hildebrand construye palacios y jardines: palacio Alto Belverde, Baltasar Neumann: palacio de Würzburg., y Jacob Prandtauer: el convento de Melk, siguiendo las ideas del Concilio de Trento.

Agostino Barelli: iglesia de los Teatinos de Múnich
Gaetano Chiaveri: iglesia de la Corte de Dresde

George Bähr: Nuestra Señora de Dresde
Palacio Imperial de Hofburg
Fischer von Erlach es el arquitecto más significativo: construye la iglesia de San Carlos de Borromeo

Lucas Hildebrand construye palacios y jardines: palacio Alto Belverde
La Residencia de Würzburg. Baltasar Neumann
Jacob Prandtauer: el convento de Melk


La arquitectura barroca en Inglaterra

En Inglaterra predomina el equilibrio y la austeridad. Pervive el estilo Tudor, y la igual que Alemania y Austria pasa a un estilo barroco con tintes clásicos. Es en las ciudades universitarias de Cambridge y Oxford donde está mejor representado el nuevo estilo. La arquitectura inglesa está muy influida por Palladio por lo que también se la conoce como paladianismo.

Entre los arquitectos ingleses destacan Christopher Wren, es el más conocido. Reconstruye la catedral de San Pablo y Londres, tras el incendio de 1666. Iñigo Jones traduce fielmente las villas de Palladio: trazas del Whitehall en Londres, y James Gibbs: biblioteca Radcilffe en Oxford.


La catedral de San Pablo - Christopher Wren

Whitehall en Londres - Iñigo Jones

James Gibbs: biblioteca Radcilffe en Oxford

La arquitectura barroca asumió unas formas más dinámicas, con una exuberante decoración y un sentido escenográfico de las formas y los volúmenes. Cobró relevancia la modulación del espacio, con preferencia por las curvas cóncavas y convexas, poniendo especial atención en los juegos ópticos (trompe-l'œil) y el punto de vista del espectador. También cobró una gran importancia el urbanismo, debido a los monumentales programas desarrollados por reyes y papas, con un concepto integrador de la arquitectura y el paisaje que buscaba la recreación de un continuum espacial, de la expansión de las formas hacia el infinito, como expresión de unos elevados ideales, sean políticos o religiosos.