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miércoles, 16 de julio de 2014

Mi viaje a Sicilia (III) Sicilia Normanda - Roger II

Unas pinceladas de historia:

El Reino de Sicilia en 1154, a la muerte de su fundador, Roger II
Roger II de Hauteville 

(Mileto, 22 de diciembre de 1095 - Palermo, 26 de febrero de 1154) fue Conde de Sicilia (1105-30) y Duque de Apulia (1127-30), así como rey de Sicilia desde 1130 hasta su muerte.

Hijo de Roger I, sucedió a su hermano Simón siendo menor de edad. Comenzó a gobernar en 1112, y en su dilatado reinado convirtió las conquistas normandas en el sur de Italia en un territorio unificado elevado a la categoría de reino, con un gobierno personal y centralizado.

Roger II coronado por Cristo (Mosaico de la Iglesia de la Martorana).
La inscripción reza Rogerios rex en letras griegas.
Roger era el segundo hijo de Roger I y Adelaida del Vasto. Sucedió a su mayor hermano Simón en el condado de Sicilia en 1105. Estuvo bajo la regencia de su madre hasta 1112. Desde este año hasta la muerte de su primo Guillermo II de Apulia en 1127, Roger trabajó para aumentar su prestigio mediante matrimonio con una princesa española, hija de Alfonso VI de León, y por asistencia a su primo Roger Borsa, quien le dio su mitad de Mesina, Palermo y Calabria, que había recibido en las divisiones de las conquistas sicilianas muchos años antes.

A la muerte de Guillermo, hijo de Borsa, Roger recibió el ducado de Apulia y unió todas las posesiones normandas en Italia, a excepción del principado de Capua, que estaba en manos de la familia Drengot


Rogelio II creó en 1135 el Reino normando de África, que quería unir a su Reino de Sicilia.
Pero la muerte en 1154 se lo impidió.

Sicilia fue conquistada hacia el 1071 por el Gran Conde Roger, siendo a partir de esta conquista un condado. El conde Roger formaba parte de unos mercenarios normandos que habían estado pagados por bizantinos que deseaban expulsar a los sarracenos de la península Itálica. Con él se iniciará la dinastía Hauteville en Sicilia.

El antipapa Anacleto II inviste a Roger II como rey de Sicilia y él lo hace su feudo, cosa que plantea un problema político cuando la dinastía Hohenstaufen toma el poder en el reino de Sicilia. Los descendientes de Roger II, Guillermo I y Guillermo II, reinaron en Sicilia desde de su muerte en 1154 hasta 1189.
Guillermo II no tuvo descendencia, por lo que nombra heredera legítima a su tía, Constanza I de Sicilia (hermana de Roger II). La cual se casa con Enrique VI, cosa que permite la llegada al poder de la dinastía Hohenstaufen. 
El papa Clemente III teme por los bienes de la iglesia de Sicilia al subir al poder la dinastía Hohenstaufen, cosa que provoca su rechazo al matrimonio entre Constanza I de Sicilia y el emperador Enrique VI. Clemente III invita al emperador a rendirle juramento de vasallaje, pero el emperador lo rechaza. El Papa decide entonces dar apoyo a Tancredo de Sicilia, bastardo de Roger II, que muere en 1194.

Tumba de Roger II en la Catedral de Palermo

La arquitectura normanda en el sur de Italia

La Conquista normanda de Italia Meridional supuso una mezcla de románico y estilo normando. Se expandieron y ampliaron castillos de origen lombardo, bizantino o árabe y se construyeron nuevos. Para ello se recurrió a artesanos locales, por lo que conservan elementos de origen no normando. Se construyeron catedrales latinas en las tierras arrebatadas a la Iglesia griega o al Islam, sobre todo en estilo románico con influencias bizantinas e islámicas. La administración normanda, centralizada y compleja en comparación con otros países europeos de la época, requirió además edificios públicos y palacios, que abundaron en las grandes ciudades. En dichos palacios es donde más claramente se observa la influencia sículo-normanda.

Dinastía Hohenstaufen

Los Hohenstaufen o Staufen, también conocidos como gibelinos, fueron una dinastía de emperadores del Sacro Imperio Romano Germánico, monarcas de Alemania y de Sicilia, originaria de la región de Suabia.


Su nombre lo adoptaron de un castillo situado entre Göppingen y Schwäbisch Gmünd (Suabia). El primer representante de este linaje que tiene comprobada su existencia es Federico de Büren. Su hijo Federico I, primer duque de Suabia, se casó con la única hija de Enrique IV en 1079, recibiendo el ducado de Suabia, que de esta forma era incorporado a los dominios de esta familia. En 1125 heredaron las posesiones de la Dinastía salia al producirse su extinción. Los Hohenstaufen intentaron obtener la corona germánica y desde entonces mantuvieron una rivalidad constante con los Güelfos. Alcanzaron sus aspiraciones cuando algunos de sus miembros se convirtieron en emperadores del Sacro Imperio Romano Germánico y reyes de Alemania (entre 1138 y 1254). Enrique VI se hizo dueño de Sicilia, hecho que generó un enfrentamiento entre los Hohenstaufen y el papado. En 1268 murió decapitado el último de sus representantes, Conradino.

Enrique IV 

(Goslar, 11 de noviembre de 1050 – Lieja, 7 de agosto de 1106) fue rey germánico desde 1056, emperador del Sacro Imperio Romano Germánico desde 1084, hasta su abdicación en el año 1105. Fue el tercer emperador de la Dinastía salia. Fue hijo del emperador Enrique III y de Agnes de Poitou.

Dominación Hohenstaufen, 1194-1266

Enrique VI se proclama rey de Sicilia el 25 de diciembre de 1194, en Palermo, junto con su esposa Constanza I de Sicilia. Su reinado será sin embargo corto, ya que muere en 1197. Entre esta fecha y 1220, el Papa intenta frenar el poder de los Hohenstaufen en Sicilia.

Enrique VI y Constanza I de Sicilia, imagen de 1196.
Dominación angevina, 1266-1282

Dominación aragonesa, 1282-1442

Con el matrimonio de la heredera legal de Manfredo I Hohenstaufen, Constanza II de Sicilia, con Pedro III el Grande, el reino de Sicilia se convierte en uno de los principales intereses del rey aragonés, debido a que alegaba los derechos de su esposa al trono en el reino isleño. Cuando Pedro III se disponía a hacer valer el poder de su flota en el Mediterráneo, los sicilianos se rebelaron contra los Anjou (entre otras causas debido a las cargas impositivas que soportaban) en los sucesos conocidos como las vísperas sicilianas. 

Dominio español

El dominio español, por un conjunto de razones, fue caracterizado entre otras cosas por el empobrecimiento de Sicilia. Sicilia en el siglo XVI fue acosada por el creciente imperio otomano y esto llevó al asedio de Malta con el consiguiente derrumbe del comercio en el Mediterráneo centro-oriental. Entre los virreyes españoles se destacó Osuna.

Virreinato de Osuna

Cuando Osuna tomó posesión del nuevo cargo en Milazzo, el 9 de marzo de 1611, el reino de Sicilia se hallaba en la última miseria. Por falta de crédito la Caja de Palermo (el erario público) había tenido que declararse en bancarrota y cerrar sus puertas. La moneda se adulteraba sin recato y la inflación arruinaba al sufrido pueblo siciliano. En Mesina los ladrones asaltaban las tiendas y los comercios a plena luz del día, en medio de la indiferencia general, y era imposible viajar sin una escolta armada. La justicia era un juguete de los poderosos y las cárceles estaban repletas. La escuadra estaba desarmada, convertida en ludribio de golfos, y sin más reputación que la de su cobardía.



(Osuna) Pedro Téllez-Girón
Pero pronto el enérgico Osuna puso remedio a tamaños males, con general aplauso: restituyó el crédito de la hacienda pública, restableció el peso y la ley de las monedas, ajustó los impuestos a las verdaderas rentas de los contribuyentes, equilibró los presupuestos e hizo aumentar los ingresos. Los caminos fueron limpiados de salteadores y facinerosos, la autoridad y la libertad de los ministros de la justicia, restaurada, y las cárceles repletas quedaron yermas y vacías.

Una de sus principales preocupaciones fue reorganizar la marina, como mejor medio de defender la isla contra las incursiones de turcos y berberiscos. La situación era desesperada, ya que el virrey solo contaba con 9 galeras para la defensa de la isla, desprovistas de remeros y bastimentos. Había tanta escasez de tripulantes para las galeras como exceso de pícaros, pordioseros con taras simuladas, que infestaban las calles y las puertas de las iglesias. Pero el nuevo virrey de Sicilia ideó un sistema de reinserción que resolvió simultáneamente ambos problemas, aunque después de 1616 se retiró y todo volvió como antes.

Pedro Téllez-Girón y Velasco Guzmán y Tovar (Osuna, 17 de diciembre de 15741 - Barajas, 24 de septiembre de 1624) fue un noble, político y militar español, Grande de España, III duque de Osuna, II marqués de Peñafiel y VII conde de Ureña entre otros títulos, caballero del Toisón de Oro. Sirvió a Felipe III en los empleos de virrey y capitán general de los reinos de Sicilia (1610-1616) y de Nápoles (1616-1620), reorganizando su marina y combatiendo con éxito a turcos y venecianos. Se le atribuye la organización de la Conjuración de Venecia, uno de los episodios más oscuros del siglo XVII.


Últimos siglos

Al terminar la guerra de sucesión española Sicilia fue cedida a Saboya (bajo el reinado de Víctor Amadeo II) mediante los tratados de Utrecht.3 Pero ya en 1720 Sicilia pasó en manos de los Habsburgo de Austria.


En 1734 José Carrillo de Albornoz, conde de Montemar, reconquistó Sicilia para los Borbones españoles.

En 1816 Sicilia y Nápoles se unieron, formando el Reino de las Dos Sicilias. La creación del Reino de las Dos Sicilias, o sea, la pérdida de independencia de Sicilia, sentó muy mal a los sicilianos. Esto se puede observar teniendo en cuenta la gran cantidad de revoluciones que acontecieron en la isla a partir de la formación del estado duosiciliano y que terminaron solamente con la unificación de Italia en 1861.

Guillermo I de Sicilia

(? - 7 de mayo de 1166), rey de Sicilia, hijo del rey Rogelio II y de Elvira de Castilla, nieto de Alfonso VI de León. Era apodado Guillermo el Malo.




El papa Adriano IV movilizó a los nobles en su contra. Se apoyaba en que la autoridad de Guillermo no había sido reconocida por el emperador bizantino, Manuel I Comneno, y el emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, Federico I Barbarroja.

Con su esposa, Margarita de Navarra, tuvo cuatro hijos


Murió el 7 de mayo de 1166, fue enterrado en la catedral de Monreale, junto a su esposa.

Margarita de Navarra 

(1128 – 1183) fue reina consorte del Reino de Sicilia durante el reinado de Guillermo I (1154–1166) y la regente durante la minoría de edad del hijo de ambos, Guillermo II.


Fue hija del matrimonio entre el rey García Ramírez de Navarra y su primera esposa, la normanda Margarita de L'Aigle. Se casó de niña con Guillermo cuando éste era todavía un príncipe de Sicilia más, el cuarto hijo de Roger II de Sicilia. Según el historiador italiano Isidoro La Lumia ella fue, a edad avanzada, bella ancora, superba, leggiera (todavía hermosa, orgullosa, ligera).

Durante el reinado de su marido, fue a menudo ignorada por el rey. Sin embargo, ella tenía una personalidad más fuerte que la de él y varias veces lo convenció para que actuara cuando el rey quería ser pasivo. Ella estuvo enamorada de Mayón de Bari, el ammiratus ammiratorum (almirante de almirantes) del rey, y ambos se aliaron a menudo para intentar derribar a los opositores del rey, aunque uno de ellos, Mateo Bonello asesinó a Mayón de Bari y secuestró a Margarita con dos de sus hijos durante la rebelión de 1160.


Tumba de Margarita de Navarra en la Catedral de Monreale 
Legado

Ella continuó viviendo hasta 1183, dotando como su herencia a la abadía benedictina del sitio de Santa María de Maniaces, construida por el catapán bizantino Jorge Maniaces un siglo antes, y también una iglesia en San Marco d'Alunzio, el primer castillo de Roberto Guiscardo en Sicilia. Fue enterrada en la Catedral de Monreale.


Santo Tomás Becket
Es interesante la correspondencia que la reina Margarita tuvo con Santo Tomás Becket. Santo Tomás le escribió "te debemos una deuda de gratitud" por la ayuda que la reina prestó al santo contra el rey Enrique II de Inglaterra. Tomás también escribió a Ricardo Palmer, obispo de Siracusa, solicitándole a él, un opositor contra cualquier otro candidato que no fuera él mismo para la sede palermitana, que trabajara para la causa de la reina y de Esteban. Sin embargo, más interesante que cualquiera de estos intercambios epistolares, es el colgante de oro de Tomás que ahora está en el Museo Metropolitano de Arte de Manhattan (Nueva York). Lleva la inscripción ISTUD REGINA MARGARETE SICULORUM TRANSMITTIT PRESUL RAINAUDUS BATONIORUS con una efigie de su alteza Margarita y de un prelado (Tomás o Reinaldo).
Santo Tomás de Canterbury, Tomás Cantuariense, Tomás de Cantorbery o Tomás Becket (n. Londres; 21 de diciembre de 1118 – f. Canterbury; 29 de diciembre de 1170). Arzobispo de Canterbury y Lord Canciller de Inglaterra. Es venerado como santo y mártir por la Iglesia Católica y la Iglesia Anglicana.

GuillermoII 

Rey de Sicilia llamado el Bueno, hijo de Guillermo I de Sicilia también llamado "el Malo". Nació en 1153 y murió en 1189. Empezó a reinar bajo la tutela de su madre Margarita de Navarra, hasta 1171, por contar solo con 13 años a la muerte de su padre.

Adoptó desde un principio varias medidas beneficiosas: sostuvo al Papa Alejandro III contra Federico Barbarroja, defendió los derechos de Alexis Comneno, sobrino del emperador griego Manuel Comneno, contra el usurpador Andrónico y envió una escuadra al socorro de Tiro, sitiada por Saladino.

Sucesión

Murió poco después, dejando su reino al emperador Enrique VI del Sacro Imperio Romano Germánico, hijo de Federico I Barbarroja, marido de la hija de Roger II, Constanza, acto que se considera una desgracia para Sicilia.


Guillermo está enterrado en un mausoleo en la Catedral de Monreale.


GuillermoII

sábado, 31 de mayo de 2014

Sala Rubens del Museo del Louvre (París) - María de Médici


Este conjunto estuvo expuesto en la gran galería del Museo del Louvre desde 1815. Luego, en 1900 se lo colocó en otra sala que tampoco correspondía al estilo de la galería original, estrecha, alargada, con techo bajo e iluminada por ventanas laterales, es decir una galería a la francesa.
Cuando se amplió el museo del Louvre en 1993, se construyó esta sala (ver foto) especialmente para esta colección, respetando más las condiciones originales, en términos de luz y espacio, en un estilo moderno.


En 1622, la reina de Francia María de Medicis encarga a Rubens una sucesión de veinticuatro cuadros para decorar la galería oeste de su Palacio del Luxemburgo que ella había mandado construir.
Estos cuadros representan, en orden cronológico, las fechas claves de la vida de la reina y fueron pintados de la mano del maestro, entre 1622 y 1625.
Estaba previsto que la galería este del palacio fuese decorado por otros tantos cuadros dedicados a las batallas y los triunfos del rey asesinado Enrique IV. Sin embargo Rubens sólo empezó los dos primeros cuadros, que se conservan en Florencia.


«La educación de María de Médici»
Aquí podemos identificar a la Diosa Minerva y Apolo enseñando la lectura y la música respectivamente. De forma escorzada, se representa a Mercurio que le muestra su elocuencia. Bajo él, vemos a las Tres Gracias que le ofrecen su belleza a María, ataviada con la vestimenta adecuada para una mujer de su nivel nobiliario.
En la franja inferior aparece un instrumento musical, una paleta con pinceles y un escudo caído, representando que la reina debía ayudar al florecimiento de las artes y la cultura, dejando a un lado las guerras.
Por último, todas las figuras parecen estar bañadas por un tono dorado, creando el contraste de iluminación exacto para acentuar el brillo de algunos colores como los rojizos.
En esta tela se representa un tema histórico. María de Médicis, que había sido la reina de Francia como consorte de Enrique IV, era al tiempo de la ejecución de los cuadros la reina madre y regente, dado que el rey Luis XIII había ascendido al trono a los nueve años (en 1610). El encargo fue realizado por la propia María, con la finalidad de reforzar su soberanía y legitimidad en unos tiempos en que su hijo Luis XIII entraba en conflicto con su madre. El programa de toda la serie fue ideado por el abad de Saint-Ambroise, pero igualmente contribuyeron con sus propuestas la reina, el cardenal Richelieu y el propio pintor.
Rubens dibujó los esbozos en París, pero la ejecución material fue llevada a cabo con ayuda de colaboradores en Amberes. Mientras que los cuadros de la serie se conservan en el Louvre, los esbozos están en la Alte Pinakothek de Múnich.
«Desembarco de María de Medici en Marsella»
En este cuadro se representa un hecho histórico ocurrido el 3 de noviembre de 1600: María de Médicis llega a Marsella. Alegorías de Francia y de la ciudad la cumplimentan. Por encima, la sobrevuela la Fama. La composición es descentrada, con un dinamismo típicamente barroco. Junto a los personajes históricos o reales del plano superior coexisten los personajes mitológicos en el mar: monstruos marinos, sirenas, ninfas, en los que abundan los opulentos desnudos y los colores cálidos típicos de la escuela veneciana. Son Neptuno y las nereidas, que han acompañado al barco para asegurar una travesía sin incidentes. De esta manera elimina las fronteras entre lo histórico, lo terrenal y las fuerzas eternas.
Enrique IV recibe el retrato de la reina.
Esta escena es la cuarta del ciclo y en ella Rubens imagina un primer encuentro entre los futuros esposos a través del arte. Enrique IV recibe el retrato de su prometida de manos de Himeneo, dios del matrimonio, en la izquierda, y Cupido, dios del amor, en la derecha. Galia, la personificación de Francia, ataviada con un casco emplumado y un vestido adornado con flores de lis, aconseja adecuadamente al monarca mientras que en la zona superior de la composición se halla la pareja olímpica, Júpiter y Juno, acompañados cada uno por sus símbolos: el águila con los rayos del dios y el carro y los pavos reales de la diosa. La presencia de los dioses es una referencia a los "alter ego" divinos de Enrique y María, simbolizando la armonía conyugal.
«Marie de Medicis como Belona» (reina triunfante)
X El encuentro del rey y de la reina.
XI El Nacimiento de Luis XIII.
XII Los preparativos del rey para la guerra de Alemania.
XIII El coronamiento de la reina en Saint-Denis.
XIV El rey llevado al cielo y la regencia de la reina

XVI La toma de la ciudad de Jülich (1 de setiembre de 1610).
Intercambio de novias
El 9 de noviembre de 1615, Ana cruzaba el puente sobre el Bidasoa, frontera natural entre España y Francia. En sentido contrario se dirigía su cuñada, Isabel de Francia. Esta se había casado por poderes en Burdeos con el futuro Felipe IV, hermano de Ana. Ana había contraído nupcias por el mismo sistema en Madrid con Luis XIII, rey de Francia.
La doble boda había sido concertada por la reina madre María de Médicis con el objetivo de alcanzar la paz entre los dos países. Felipe III había aceptado pero no tuvo reparo en mostrar en público la tristeza que le produjo la separación de su hija mayor.
Matrimonio desdichado
Ana de Austria y Luis XIII se desposaron el 25 de noviembre de 1615 en la catedral de Burdeos. Convertidos en marido y mujer, María de Médicis se encargó de amargar a la joven pareja. La reina madre no quería que Ana tuviera ningún poder en la corte ni que menguara la gran influencia que ejercía sobre su hijo. Así que María, ayudada por el cardenal Richelieu, se dispuso a separar a la pareja y limitó sus encuentros a la necesaria unión para conseguir un heredero.
XVII El intercambio de las princesas de Francia y España (6 de noviembre de 1615).
El 20 de enero de 1666, de madrugada, moría Ana de Austria. Un cáncer de mama, uno de los primeros certificados en la historia, dio a la madre del Rey Sol una de las muertes más terribles, ver como su cuerpo se descomponía estando ella aún viva. Pero Ana mantuvo la serenidad y la paciencia que caracterizaron toda su vida. Aceptó su destino con resignación y gran entereza. Desaparecía una de las reinas más importantes de Francia.
Ana de Austria era la mayor de los ocho hijos que tuvieron Felipe III de España y su esposa la reina Margarita de Austria. Nacida el 22 de septiembre de 1601 en Valladolid, Ana tuvo una infancia feliz. A pesar de que su madre murió cuando ella tenía 10 años, tras el nacimiento de su octavo hijo, la infanta recibió siempre el cariño y amor de toda su familia. En especial de su padre. Felipe III, que fue sin duda un rey mediocre pero un marido enamorado y un padre amantísimo, (...), dedicó entonces a sus hijos, y principalmente a Ana, grandes demostraciones de afecto
Una vez en la corte de Francia, Ana recordaría aquel afecto familiar y se lo inculcaría a sus propios hijos, chocando totalmente con la fría y distante María de Médici, su suegra, quien educó a sus hijos en la más estricta etiqueta y siempre poniendo por encima de todo la razón de estado.


XXI El tratado de Angulema (30 de abril de 1619).
XXII La paz concertada en Angers 510 de agosto de 1620).
XXIII La reconciliación de la reina con su hijo Luis XIII
después de la muerte del duque de Luynes (15 de diciembre de 1621).
María de Médici (Florencia, Italia; 26 de abril de 1575 - Colonia, 3 de julio de 1642) fue reina de Francia como la segunda esposa del rey Enrique IV de Francia de 1600 a 1610. María fue la sexta hija de Francisco I de Médici (1541–1587), Gran duque de Toscana, y de Juana de Habsburgo-Jagellón (1547–1578), archiduquesa de Austria. Ella era miembro de la rica y poderosa Casa de Medici.
Bailarina de ballet, coleccionista, su mecenazgo contribuyó a desarrollar las artes en Francia. Cercana a los artistas de su Florencia natal, fue educada por Jacobo Ligozzi. 
«El Triunfo de la Verdad» (1622–1625) 394 x 160 cm. Louvre. María de Médici
Es una alegoría del Rey Louis XIII y la Reina flotando en el cielo en la parte superior. En la inferior Rubens nos muestra al Tiempo y la Verdad haciendo referencia a la revindicación de la Reina siendo otra ves admitida en el consejo del estado.
Reina de Francia
Su matrimonio con Enrique IV de Francia fue debido, principalmente, a las preocupaciones dinásticas y financieras del rey de Francia. Los Médici, banqueros acreedores del rey de Francia, prometieron una dote de 600.000 escudos de oro, lo que hizo que María de Médici fuera apodada como la “Gran banquera”.
Su llegada a Francia desde Marsella, tras su matrimonio por poderes en Florencia antes de llevarse a cabo su confirmación en Lyon, tuvo gran repercusión. Dos mil personas formaban su cortejo. Antoinette de Pons, marquesa de Guercheville y dama de honor de la futura reina, fue la encargada de recogerla en Marsella. Después de desembarcar, María de Médici se reunió con su esposo en Lyon, donde pasaron la noche de bodas.

Nupcias de María de Médici con Enrique IV de Francia (1600, Jacopo Chimenti).
María de Médici quedó embarazada en seguida, y el 27 de septiembre de 1601 nació el primer hijo, el delfín Luis, causando gran alegría tanto al rey como a todo el reino, ya que desde hacía cuarenta años se esperaba el nacimiento de un Delfín. María de Médici continuó con su papel de esposa y le dio a su marido varios hijos.
María de Médici no se entendía con Enrique IV. Sumamente celosa, no soportaba las aventuras femeninas de su marido, ni sus desaires; él la obligaba a relacionarse con sus amantes y además le escatimaba el dinero que necesitaba para cubrir todas las necesidades que su condición real le exigía. Las discusiones entre ambos eran frecuentes, seguidas por una relativa tranquilidad. María de Médici quería hacerse coronar oficialmente como Reina de Francia, pero Enrique IV, por diversas razonas políticas, iba posponiendo la ceremonia. Fue necesario esperar al 13 de mayo de 1610, fecha en la que se esperaba una larga ausencia del rey —Enrique partió para conducir una “visita armada” a fin de solucionar un problema político entre los príncipes del Sacro Imperio, y el caso de Cléveris y Juliers—, para que la reina fuera coronada en Saint-Denis e hiciera su entrada oficial en París. Al día siguiente el rey fue asesinado.

La regente
Tras la muerte de Enrique IV el 14 de mayo de 1610, María de Médici asumió la regencia en nombre de su hijo Luis XIII que aún no tenía 9 años, demasiado joven para poder reinar. La posición insegura de su regencia ante la nobleza del reino y sus vecinos europeos la obligó a romper con la política de Enrique IV. Destituyó a los consejeros del rey, pero no consiguió hacerse obedecer por los Grandes. Para recuperar el poderío de Francia, no encontró mejor solución que pactar la paz con España. En 1615 este acercamiento se concretó por medio de un matrimonio franco-español. Su hija Isabel se casó con Felipe IV de España, y su hijo se casó con Ana de Habsburgo, infanta de España.

María de Médici, hacia 1595.
La política de la reina provocó, no obstante, un gran descontento. Por una parte, los protestantes vieron con inquietud ese acercamiento de María con Su Majestad Católica el rey de España, Felipe III; por otra, María de Médici intentaba reforzar el poder de la monarquía con el apoyo de personas como Concino Concini, esposo de su hermana de leche y dama de compañía Leonora Dori, que no era apreciada por algunos nobles franceses. Éstos, llevados por la xenofobia, acusaban a los inmigrantes italianos que rodeaban a María de Médici de enriquecerse en perjuicio de la nobleza francesa. Aprovechándose de la debilitación causada por la regencia, los nobles de las grandes familias, con el príncipe Condé a la cabeza, se alzaron contra María de Médici para conseguir así unas compensaciones financieras.

Unos años más tarde, cuando María de Médici fue exiliada por su hijo, empezó a fraguarse la leyenda negra de María de Médici: se la acusó de haber procurado la riqueza y el poder de sus favoritos italianos, del despilfarro financiero causado por los derroches de la reina y su entorno, de la torpeza y la corrupción de su política que se había incrementado durante el gobierno de María de Médici. Por otro lado, la reina y su hijo no tenían buenas relaciones. Sintiéndose humillado por la conducta de su madre, Luis XIII organizó en 1617 un golpe de Estado en el que fue asesinado Concino Concini. Al tomar el poder, exilió a su madre en el Castillo de Blois.
En 1619, la reina se escapó de su prisión y provocó una sublevación contra su hijo el rey.

Retrato de María de Médici. Frans Pourbus el Joven, Museo del Louvre, París.
Finalmente, María decidió retirarse de la corte. El rey, sabiendo lo intrigante que podía llegar a ser, la envió al castillo de Compiègne, desde donde trató de huir a Bruselas en 1631, donde pensaba encontrar ayuda para su causa. Refugiada con los enemigos de Francia, María fue privada de su condición de reina de Francia y, por consiguiente, de sus pensiones.
El fin de María de Médici fue patético. Durante años vivió al amparo de las cortes europeas en Alemania, después en Inglaterra, intentando crear enemigos contra el cardenal y sin poder regresar nunca a Francia. Refugiada en la casa natal de Rubens, murió en 1642, unos meses antes que Richelieu.

viernes, 30 de mayo de 2014

La Paz de Augsburgo - Paz de Westfalia

La Paz de Augsburgo 
También llamada "Paz de las religiones", fue un tratado firmado por Fernando, hermano y representante del emperador Carlos V y las fuerzas de la Liga de Esmalcalda el 25 de septiembre de 1555 en la ciudad de Augsburgo en Alemania, por el cual se resolvía el conflicto religioso de las reformas protestantes.

El acuerdo divide el Imperio de Carlos V en dos confesiones cristianas (luterana y católica) y otorgaba a los príncipes alemanes la capacidad de elegir la confesión a practicar en sus Estados (de entre las mencionadas, cualquier otra, como el calvinismo, estaba prohibida).



Los súbditos del mencionado príncipe estaban obligados a profesar la religión que éste eligiera, pero tenían la alternativa de emigrar a otro. Esta paz llegó pese a la victoria de Carlos V en la batalla de Mühlberg de 1547, pero no se consiguió acabar con el problema. También se establece el principio del reservatum ecclesiasticum según el cual si un príncipe que ocupaba un cargo eclesiástico católico se pasaba al luteranismo, no podía apropiarse los bienes del obispado o abadía y hacerlos hereditarios para la propia familia. El paso de la propiedad de beneficios y terrenos eclesiásticos al patrimonio personal del obispo o abad que se adhiriera al luteranismo era llamada "secularización" y fueron reconocidas como tales sólo las anteriores a 1552, mientras que los obispados y los bienes católicos secularizados después de 1552 debieron ser restituidos. Tal cláusula fue muy controvertida y considerada inaceptable por los príncipes luteranos, así que no fue votada en la Dieta, pero fue agregada con una deliberación del Emperador. El estatus ambiguo de esta cláusula fue una de las causas de la Guerra de los Treinta Años. La firma de la Paz de Augsburgo (1555) establecía que los príncipes protestantes eran libres de elegir su religión.


Portada de la edición impresa de los artículos del tratado, Maguncia 1955.
Los decretos del Concilio de Trento cobraron validez para Italia, Portugal, Polonia y los príncipes católicos de Alemania con la sesión de 1566 de la Dieta de Augsburgo (la política regalista de Francia (Rey Cristianísimo) y España (Monarquía Católica) hacía que fueran sus reyes quienes determinaran su entrada en vigor). 

Paz de Westfalia
El término de Paz de Westfalia se refiere a los dos tratados de paz de Osnabrück y Münster, firmados el 15 de mayo y 24 de octubre de 1648, respectivamente, este último en la Sala de la Paz del Ayuntamiento de Münster, en la región histórica de Westfalia, por los cuales finalizó la Guerra de los Treinta Años en Alemania y la Guerra de los Ochenta Años entre España y los Países Bajos. En estos tratados participaron el emperador del Sacro Imperio Romano-Germánico (Fernando III de Habsburgo), los Reinos de España, Francia y Suecia, las Provincias Unidas y sus respectivos aliados entre los príncipes del Sacro Imperio Romano-Germánico.


Firma del Tratado de Münster
La Paz de Westfalia dio lugar al primer congreso diplomático moderno e inició un nuevo orden en Europa central basado en el concepto de soberanía nacional. Varios historiadores asignan una importancia capital a este acto, pues en Westfalia se estableció el principio de que la integridad territorial es el fundamento de la existencia de los Estados, frente a la concepción feudal de que territorios y pueblos constituían un patrimonio hereditario. Por esta razón, marcó el nacimiento del Estado nación.



Un mapa simplificado de Europa después de la Paz de Westfalia en 1648 (incluye algunas fronteras derivadas de la Paz de los Pirineos de 1659).
Hasta la instauración de la Confederación del Rin en 1806, las reglas de Westfalia pasaron a formar parte de las leyes constitucionales del Sacro Imperio Romano. Las garantías del Tratado fueron asumidas por los países fronterizos con el Sacro Imperio: Francia y Suecia. Sin su autorización no podía cambiarse ninguna disposición. Así, los alemanes, que vivían en más de 300 Estados independientes, sólo podían fusionarse con otro Estado si contaban con la aprobación de Suecia y Francia.

Una octavilla de la Paz de Westfalia de 1648.
Donauwörth



(En español áurico, Donaverte) es una ciudad en la región administrativa de Suabia del Estado libre de Baviera, en Alemania.



Junto a Nördlingen, Donauwörth es una de las dos capitales del distrito Danubio-Ries. Está situada en el río Danubio. Es llamada «Perla del Danubio bávaro» y forma parte del circuito turístico denominado «El Camino Romántico» o «La Senda Romántica» (Romantische Straße).



Es la vía comercial entre Nuremberg y Augsburgo que pasó antiguamente por Donauwörth. Las lujosas casas hacen recordar la importancia que tuvo la ciudad en tiempos pasados.


Monasterio de la Sta Cruz – Iglesia barroca XVIII
Münster en Westfalia 
Es una ciudad de Renania del Norte-Westfalia, Alemania. La ciudad tiene 293.000 habitantes (20121 ) y es la sede del distrito administrativo del mismo nombre. Münster está entre Dortmund y Osnabrück en el centro del Münsterland. Desde 1915 Münster tiene el status de una gran ciudad. Hoy en día Münster tiene aproximadamente 45.000 estudiantes (2010/20112 ) es una de las ciudades estudiantiles más grandes con varias universidades.


Münster es la sede de un obispo católico. En 799, el Papa León III fundó el obispado de Münster, así como las diócesis de Osnabrück, Minden y Paderborn. Actualmente, el obispo de Münster es Felix Genn.
En Alemania, Münster es conocida como la ciudad de las bicicletas y por su centro histórico, el cual fue restaurado poco a poco.

Iglesia de St. Lamberto
El ayuntamiento
El Palacio Erbdrostenhof, donde nació la Beata Madre María del Divino Corazón, condesa Droste zu Vischering.

La Catedral

martes, 27 de mayo de 2014

El siglo XVIII y la Ilustración

Introducción

La Ilustración fue una época histórica y un movimiento cultural e intelectual europeo –especialmente en Francia e Inglaterra–que se desarrolló desde fines del siglo XVII hasta el inicio de la Revolución francesa, aunque en algunos países se prolongó durante los primeros años del siglo XIX. Fue denominado así por su declarada finalidad de disipar las tinieblas de la humanidad mediante las luces de la razón. El siglo XVIII es conocido, por este motivo, como el Siglo de las Luces.

Los pensadores de la Ilustración sostenían que la razón humana podía combatir la ignorancia, la superstición y la tiranía, y construir un mundo mejor. La Ilustración tuvo una gran influencia en aspectos económicos, políticos y sociales de la época. La expresión estética de este movimiento intelectual se denominará Neoclasicismo.


Siglo XVII: la era de la Razón

Según muchos historiadores, los límites de la Ilustración han alcanzado la mayor parte del siglo XVII, aunque otros prefieren llamar a esta época la Era de la Razón. Ambos períodos se encuentran en cualquier caso, unidos y emparentados, e incluso es igualmente aceptable hablar de ambos períodos como de uno solo.


Isaac Newton
A lo largo del siglo XVI y siglo XVII, Europa se encontraba envuelta en guerras de religión. Cuando la situación política se estabilizó tras la Paz de Westfalia (acuerdo entre católicos y protestantes, 1648) y el final de la guerra civil en Inglaterra, existía un ambiente de agitación que tendía a centrar las nociones de fe y misticismo en las revelaciones "divinas", captadas de forma individual como la fuente principal de conocimiento y sabiduría (Iluminismo). En lugar de esto, la Era de la Razón trató entonces de establecer una filosofía basada en el axioma y el absolutismo como bases para el conocimiento y la estabilidad.

Isaac Newton (25 de diciembre de 1642 JU – 20 de marzo de 1727 JU) fue un físico, filósofo, teólogo, inventor, alquimista y matemático inglés, autor de los Philosophiae naturalis principia mathematica, más conocidos como los Principia, donde describió la ley de la gravitación universal y estableció las bases de la mecánica clásica mediante las leyes que llevan su nombre. Entre sus otros descubrimientos científicos destacan los trabajos sobre la naturaleza de la luz y la óptica (que se presentan principalmente en su obra Opticks) y el desarrollo del cálculo matemático.




Siglo XVIII: el inicio de las revoluciones

El siglo XVIII constituye, en general, una época de progreso de los conocimientos racionales y de perfeccionamiento de las técnicas de la ciencia. Fue un período de enriquecimiento que potenció a la nueva burguesía, si bien se mantuvieron los derechos tradicionales de los órdenes privilegiados dentro del sistema monárquico absolutista. Sin embargo, la historia del siglo XVIII consta de dos etapas diferenciadas: la primera supone una continuidad del Antiguo Régimen (hasta la década de 1770), y la segunda, de cambios profundos, culmina con la Revolución Estadounidense, la Revolución francesa y Revolución industrial en Inglaterra.

Esta corriente abogaba por la razón como la forma de establecer un sistema autoritario ético. Entre 1751 y 1765 se publica en Francia la primera Enciclopedia, de Denis Diderot y Jean Le Rond D'Alembert, que pretendía recoger el pensamiento ilustrado. Querían educar a la sociedad, porque una sociedad culta que piensa por sí misma era la mejor manera de asegurar el fin del Antiguo Régimen (el absolutismo y las dictaduras se basan en la ignorancia del pueblo para dominarlo). En su redacción colaboraron otros pensadores ilustrados como Montesquieu, Rousseau y Voltaire.

Portada de Elementos de la filosofía de Newton (1738),que Voltaire y Émilie du Châtelet publicaron con gran éxito. En ella, explicaron de forma sencilla los principios básicos de los descubrimientos de Newton en matemáticas, astronomía y óptica, haciendo accesible la nueva física para el público francés.


Los líderes intelectuales de este movimiento se consideraban a sí mismos como la élite de la sociedad, cuyo principal propósito era liderar al mundo hacia el progreso, sacándolo del largo periodo de tradiciones, superstición, irracionalidad y tiranía (periodo que ellos creían iniciado durante la llamada Edad Oscura). Este movimiento trajo consigo el marco intelectual en el que se producirían las revoluciones Guerra de la Independencia de los Estados Unidos y Revolución francesa, así como el auge del capitalismo y el nacimiento del socialismo. En la música estaba acompañado por el movimiento barroco y en las artes por el movimiento neoclásico.

Otro destacado movimiento filosófico del siglo XVIII, íntimamente relacionado con la Ilustración, se caracterizaba por centrar su interés en la fe y la piedad. Sus partidarios trataban de usar el racionalismo como vía para demostrar la existencia de un ser supremo. En este periodo, la fe y la piedad eran parte integral en la exploración de la filosofía natural y la ética, además de las teorías políticas del momento. Sin embargo, prominentes filósofos ilustrados como Voltaire y Jean-Jacques Rousseau cuestionaron y criticaron la misma existencia de instituciones como la Iglesia y el Estado.



Montesquieu 

Charles Louis de Secondat, Señor de la Brède y Barón de Montesquieu (Château de la Brède, 18 de enero de 1689 - París, 10 de febrero de 1755), fue un cronista y pensador político francés que vivió durante la llamada Ilustración.

Montesquieu 

Es uno de los filósofos y ensayistas ilustrados más relevantes en especial por la articulación de la teoría de la separación de poderes, que se da por descontada en los debates modernos sobre los gobiernos y ha sido introducida en muchas constituciones en todo el mundo.

Su pensamiento debe ser enmarcado dentro del espíritu crítico de la Ilustración francesa, patente en rasgos como la tolerancia religiosa, la aspiración de libertad y su concepto de la felicidad en el sentido cívico
Se considera uno de los precursores del liberalismo y fue quien elaboró la teoría de la separación de poderes.

Jean-Jacques Rousseau 

(Ginebra, Suiza, 28 de junio de 1712 - Ermenonville, Francia, 2 de julio de 1778) fue un polímata: escritor, filósofo, músico, botánico y naturalista franco-helvético definido como un ilustrado; a pesar de las profundas contradicciones que lo separaron de los principales representantes de la Ilustración.


Jean-Jacques Rousseau
Las ideas políticas de Rousseau influyeron en gran medida en la Revolución francesa, el desarrollo de las teorías republicanas y el crecimiento del nacionalismo. Su herencia de pensador radical y revolucionario está probablemente mejor expresada en sus dos frases más célebres, una contenida en El contrato social: «El hombre nace libre, pero en todos lados está encadenado»; la otra, presente en su Emilio, o De la educación: «El hombre es bueno por naturaleza», de ahí parte su idea de la posibilidad de la educación.

Voltaire

François Marie Arouet (París, 21 de noviembre de 1694 – ibídem, 30 de mayo de 1778), más conocido como Voltaire, fue un escritor, historiador, filósofo y abogado francés que figura como uno de los principales representantes de la Ilustración, un período que enfatizó el poder de la razón humana, de la ciencia y el respeto hacia la humanidad. En 1746 Voltaire fue elegido miembro de la Academia francesa en la que ocupó el asiento número 33.
Voltaire defendió la tolerancia por encima de todo . Esta célebre frase, que se le atribuye erradamente, pretende resumir su postura sobre este asunto.
  • No comparto lo que dices, pero defenderé hasta la muerte tu derecho a decirlo.

Voltaire
Voltaire criticó en numerosas ocasiones la pretensión del pueblo judío de ser el pueblo elegido por Dios y se hizo eco de los prejuicios habituales en su época contra los judíos. Esta actitud crítica, que ha llevado a algunos a tildarle de antisemita o antijudío, se inscribe en la hostilidad general del autor contra la religión, que le llevó a atacar con idéntico celo a cristianos y musulmanes Por ello, muchos historiadores consideran a Voltaire antirreligioso en general, antes que antisemita o anticristiano, mas no por eso se le debe considerar intolerante a las religiones, ya que puede no aceptar los dogmas religiosos, y sin embargo, tolerarlos



Voltaire, a la izquierda, en la corte de Federico II de Prusia.
Fue éste último quien pronunció la famosa frase
 «Todo para el pueblo, pero sin el pueblo»,
cita que resume el despotismo ilustrado.
David Hume 

(Edimburgo, 7 de mayo de 1711 – ibídem, 25 de agosto de 1776) fue un filósofo, economista, sociólogo e historiador escocés y constituye una de las figuras más importantes de la filosofía occidental y de la Ilustración escocesa.

David Hume, retrato de Allan Ramsay (1766).

Immanuel Kant 

(Königsberg, Prusia, 22 de abril de 1724 – Königsberg, 12 de febrero de 1804) fue un filósofo prusiano de la Ilustración. Es el primero y más importante representante del criticismo y precursor del idealismo alemán y está considerado como uno de los pensadores más influyentes de la Europa moderna y de la filosofía universal.

Entre sus escritos más destacados se encuentra la Crítica de la razón pura (Kritik der reinen Vernunft), calificada generalmente como un punto de inflexión en la historia de la filosofía y el inicio de la filosofía contemporánea. En ella se investiga la estructura misma de la razón.


Immanuel Kant
«La Ilustración significa el movimiento del hombre al salir de una puerilidad mental de la que él mismo es culpable. Puerilidad es la incapacidad de usar la propia razón sin la guía de otra persona. Esta puerilidad es culpable cuando su causa no es la falta de inteligencia, sino la falta de decisión o de valor para pensar sin ayuda ajena. Sapere aude ¡Ten valor de servirte de tu propio entendimiento! He aquí la divisa de la Ilustración.»
Immanuel Kant, ¿Qué es la Ilustración?


Retrato de cuerpo entero de Jovellanos, pintado por Francisco de Goya y Lucientes en 1798, considerado uno de los más emblemáticos personajes de la Ilustración española. Este intelectual español accedió al cargo de ministro y emprendió reformas que no llegaron a consolidarse. En el fondo se aprecia una estatua de Minerva, diosa de la sabiduría, que parece estar "bendiciéndole".

Ideas Ilustradas

Ideas generales

  • Fe constante en el poder de la razón humana. Durante la Ilustración llegó a pensarse que con un uso juicioso de la razón sería posible un progreso ilimitado.
  • El conocimiento. Se pensaba que el conocimiento no es innato al ser humano, sino que procede solamente de la experiencia y la observación de la realidad.
  • La educación. A través de una educación apropiada, la humanidad podía ser modificada, cambiada su naturaleza para mejorar.
  • Búsqueda de la felicidad. Creían que las aspiraciones humanas no debían centrarse en la otra vida, sino más bien en los medios para mejorar las condiciones de la vida terrenal. La felicidad humana, por tanto, fue antepuesta a la salvación religiosa.
  • Criticismo. Surgió un deseo e reexaminar y cuestionar los valores recibidos del pasado.
  • Antinacionalismo. Fue un movimiento de dimensión europea, abierto a las ideas que nacían en uno y otro lado del continente.
  • Amor a la naturaleza. Este hecho se concreta en el deseo de descubrir, mediante la aplicación de la razón y la observación, las leyes que la rigen.
Ideas políticas

La Ilustración fue un movimiento muy preocupado por las cuestiones políticas y sociales. Aquí podéis encontrar tres ideas importantes desarrolladas por tres de los más influyentes pensadores del movimiento.

  • La crítica del Antiguo Régimen.
  • La división de poderes.
  • La teoría de la democracia.
Vehículos de difusión de las ideas ilustradas

Aunque la Ilustración caló exclusivamente en sectores minoritarios de la sociedad, sus valedores siempre intentaron extender sus ideas desde y a través de diferentes ámbitos. 

Básicamente fueron estos:

  • Las sociedades científicas, literarias o artísticas y las academias, apoyadas por los poderes públicos.
  • Las sociedades de amigos del país, establecidas usualmente en las principales ciudades y capitales de provincia.
  • Los Salones. Tertulias o reuniones de ilustrados para tratar sobre los más diversos temas.
  • La Enciclopedia. Diccionario ilustrado que recoge todo el conocimiento de la humanidad.