sábado, 28 de enero de 2017

El castillo de Javier (Navarra) - La Danza de la muerte o Danza macabra

Es un género artístico tardo-medieval cuyo tema era la universalidad de la muerte. Se trata de un diálogo en verso y por tanto representable, en que una personificación alegórica de la Muerte, como un esqueleto humano, llama a personas de distinta posición social o en diferentes etapas en la vida para bailar alrededor de una tumba. Típicamente estas figuras eran el Papa, el Obispo, el Emperador, el Sacristán, el Labrador, etc. La muerte les recuerda que los goces mundanos tienen su fin y que todos han de morir. Se cree que las danzas macabras eran de hecho bailadas representadas teatralmente en el siglo XIV.

Danzas de la Muerte de Guyot Marchant, 1486
A la dança mortal venid los nascidos
que en el mundo soes de qualquier estado;
el que non quisiere a fuerça de amidos
facerle e venir muy toste parado.
Pues ya el freire vos ha pedricado
que todos vayais fazer penitencia,
el que non quisiere poner diligencia
por mi non puede ser más esperado
Este macabro espectáculo se desarrolló en toda la literatura europea, procedente de Francia. El tema de la muerte dominó la Baja Edad Media y frente a ella no había resignación cristiana, sino terror ante la pérdida de los placeres terrenales. Presenta, por un lado, una intención religiosa: recordar que los goces del mundo son perecederos y que hay que estar preparado para morir cristianamente; por otro lado, una intención satírica al hacer que todos caigan muertos, con independencia de su edad o su posición social, dado el poder igualatorio de la muerte. También tuvo expresión artística, mereciendo destacarse los grabados que hicieron Hans Holbein el Joven (publicados en 1538) y Heinrich Aldegrever (1541). Ya en el siglo XIX, el caricaturista Thomas Rowlandson lanzó otra versión grabada de tono más humorístico.

La Danza de la Muerte de Michael Wolgemut
Alberto Durero, Retrato de Michael Wolgemut (Núremberg, Museo Nacional Germano).
Michael Wolgemut (anteriormente escrito Wohlgemuth) (Núremberg, c. 1434 - 1519), pintor y grabador alemán, perteneciente a la última fase del gótico, conocida como estilo flamenco, o prerrenacimiento. Trabajó mayormente en Núremberg. Debe buena parte de su fama actual a su etapa como maestro de Durero.
Fue el principal entre los artistas de la xilografía alemana de su época. Proporcionó numerosas ilustraciones para libros a los muchos editores existentes en Núremberg, aunque los grabados más atractivos se vendían también separadamente. 
La Danza general de la Muerte escrita en castellano se conserva en un manuscrito de la Biblioteca de El Escorial, fue compuesta a principios del siglo XV. Consta de más de seiscientos versos dodecasílabos en coplas de arte mayor en que van desfilando y lamentándose todas las figuras representativas de los tres estamentos sociales medievales (nobleza, clero y plebe) sucesivamente invitados por la Muerte a unirse a su danza.

Grabado que representa a la muerte llevándose a un trovador (derecha) y a un abogado. La Danse macabre, París, Guy Marchant, 1486..
La Edad Media fue una época de pestilencias e inseguridad, pero también de arte y gusto estético. En esa temporada se solía comunicar al pueblo a través de las imágenes, más inmediatas y comprensibles también por los numerosos analfabetos de esa temporada: por eso los monjes “Disciplini” de Clusone comisionaron estos espléndidos frescos representando la Danza de la Muerte.
Pero ¿quiénes eran los Disciplini? Se trataba de una cofradía entregada a las obras caritativas con los desheredados de la sociedad y seguía unas reglas de vida extremamente rígidas, marcadas por las oraciones, la penitencia y la autoflagelación. Los cofrades estaban tan preocupados por la salvación del alma que decidieron representar el Triunfo de la Muerte en forma de esqueleto, indiferente frente a la riqueza y el poder de reyes, caballeros y papas. Todo el mundo está sometido a Ella, así que todos tienen que vivir con rectitud en previsión de la salvación eterna.
Cualquier persona se queda con la boca abierta al mirar la belleza de esta obra, que lleva quinientos años decorando las paredes de este edificio religioso y ha sido restaurada hace muy poco. 
Clusone (Bergamo, Lombardi­a, Italia) - Oratorio dei Disciplini: Danza Macabra, Danza de la Muerte, fresco antiguo
La Muerte y el médico, de la Danza de la Muerte (1538). - Hans Holbein el Joven
Hans Holbein el Joven (der Jüngere) (Augsburgo, Sacro Imperio Romano Germánico, 1497?1 - † Londres, entre el 7 de octubre y el 29 de noviembre de 1543) fue un artista e impresor alemán que se enmarca en el estilo llamado Renacimiento nórdico. Es conocido sobre todo como uno de los maestros del retrato del siglo XVI.¡ También produjo arte religioso, sátira y propaganda reformista, e hizo una significativa contribución a la historia del diseño de libro. Diseñó xilografías, vidrieras y piezas de joyería. Se le llama "el Joven" para diferenciarlo de su padre, Hans Holbein el Viejo, un dotado pintor de la escuela gótica tardía.

El arte de Holbein fue apreciado desde el principio de su carrera. El poeta y reformador francés Nicolas Bourbon lo llamó "el Apeles de nuestro tiempo", un galardón típico de la época. Holbein también ha sido descrito como un gran "fuera de serie" de la historia del arte, puesto que no fundó ninguna escuela.

Pintura mural de Pompeya donde se cree que se representa la Venus Anadiomena del pintor Apeles.
Apeles fue uno de los más queridos y afamados pintores de la Edad Antigua. Nació en Colofón, en el año 352 a. C.; y falleció en Cos el 308 a. C.
El Cristo muerto de Holbein.
Pintura siglo XVI - XVII - Hans Holbein el Joven, pincha aqui

El castillo de Javier está situado en una loma de la localidad de Javier, en Navarra, a 52 km al este de Pamplona capital y 7 km al este de Sangüesa. Data del siglo X. En este castillo nació y vivió San Francisco Javier, hijo de los Señores de Javier, y de aquí tomó su apellido. Es lugar de peregrinación, especialmente a principios de marzo, en las llamadas Javieradas.

Javierada es la denominación de la peregrinación que se realiza al Castillo de Javier (Navarra) en honor a San Francisco de Javier, uno de los santos patrones de la Comunidad Foral de Navarra.
El nombre de Javier proviene del euskera etxeberri ('casa nueva'), que en su evolución se transformó en Javier. La grafía original es Xavier, mientras que en vasco se escribe Xabier.

El castillo y la basílica anexa, del siglo XIX.
El castillo y la villa de Javier fueron ganados por Sancho VII de Navarra en torno al año 1223. Un noble aragonés los había dado como garantía por un préstamo de 9.000 sueldos que le concedió el monarca navarro, pero al acabar el plazo y no poder hacer frente al pago, pasaron a la propiedad de Sancho. No era la primera vez, ni sería la última, pues Sancho VII fue uno de los grandes prestamistas de la Corona de Aragón, y gracias a los préstamos no devueltos, se adueñó de una serie de villas y castillos entregados como aval que le ayudaron a reforzar sus fronteras con Aragón: Escó, Peña, Petilla, Gallur, Trasmoz, Sádaba, etc.

Sancho VII de Navarra, conocido como «el Fuerte» fue rey de Navarra entre 1194 y 1234, año en que murió en el castillo de Tudela, Navarra. Era hijo y sucesor de Sancho VI «el Sabio», de la dinastía Jimena y hermano de Berenguela de Navarra, casada con Ricardo Corazón de León.
El Reino de Navarra en la época de Sancho VII el Fuerte:     Reino de Navarra     Territorio perdido ante Castilla (1198–1200)     Territorios conseguidos mediante vasallaje (1196–1203)     Reino de Castilla     Reino de Aragón
En 1236 el castillo fue entregado por el rey Teobaldo I a Adán de Sada.
Teobaldo I «el Trovador» (Troyes, 1201-Pamplona, 8 de julio de 1253) fue rey de Navarra (1234-1253) y conde de Champaña y Brie como Teobaldo IV (1201-1253).
Tras la conquista de Navarra el castillo y la villa como feudo pertenecían a María de Azpilcueta(madre de Francisco de Javier), oriunda del Valle de Baztán, casada con Juan de Jaso, cuya familia defendía la independencia del reino. Por este motivo el Cardenal Cisneros ordenó la demolición completa del castillo en 1516, aunque sólo se realizó un desmochando de la parte fuerte del mismo.
Juan de Jaso o Juan de Jatso (San Juan de Pie de Puerto, Reino de Navarra, ¿?-Bearn, 1515) fue un jurista navarro nacido en la merindad de Ultrapuertos. Fue Presidente del Consejo Real de Navarra. De linaje agramontés, se mantuvo fiel a los reyes de Navarra Catalina de Foix y Juan III de Albret cuando Navarra fue conquistada.
Juan III de Albret (1469-14 de junio de 1516) fue el último rey de Navarra. Hijo de Alano de Albret, heredó de su padre los títulos de señor de Albret, conde de Périgord, vizconde de Limoges y de Tartas. Su madre fue Catalina de Rohan, bisnieta de Carlos II de Navarra.
Juan de Albret fue rey de Navarra jure uxoris en virtud de su unión matrimonial con Catalina de Foix en 1484, quien ya era reina desde el año anterior por la muerte de su hermano, Francisco Febo. Recibió el nombre de Juan III de Navarra.
Tras sucesivas herencias, la propiedad del castillo, junto con el resto del pueblo de Javier, recayó en la Casa de Villahermosa.

A finales del siglo XIX, el castillo estaba prácticamente en ruinas, y por iniciativa de sus propietarios, María del Carmen de Aragón-Azlor, duquesa de Villahermosa, y su marido José Manuel de Goyeneche, conde de Guaqui, se comenzaron las obras de restauración.

Duquesa de Villahermosa; fotografía de Franzen
María del Carmen de Aragón-Azlor e Idiáquez, más conocida como la Duquesa de Villahermosa (Madrid, 30 de diciembre de 1841 - ibídem, 5 de noviembre de 1905), fue una aristócrata española, mecenas de las artes y las letras que protegió a autores destacados como Luis Coloma o José Zorrilla
De ascendencia real, por ser descendiente de Juan II de Aragón a través de su hijo el infante Alfonso de Aragón, maestre de Calatrava y hermano de Fernando el Católico
José Manuel de Goyeneche y Gamio, Conde de Guaqui, Duque de Villahermosa
José Manuel de Goyeneche y Gamio (Arequipa, Perú, 1831 - Madrid, 1893). Político español, de origen peruano. II Conde de Guaqui, Duque de Villahermosa y Grande de España. José Manuel de Goyeneche nació en la ciudad de Arequipa y fue bautizado el mismo día en la Iglesia Catedral de dicha ciudad peruana por su tío José Sebastián de Goyeneche, Obispo de Arequipa, Arzobispo de Lima y primado del Perú.
El repentino fallecimiento sin descendencia del conde de Guaqui en 1893 hizo peligrar la continuación de las obras por falta de fondos. Sin embargo, los hermanos del conde, el marqués de Villafuerte, las duquesas de Goyeneche y Gamio y don José Sebastián de Goyeneche, mediante escrituras notariales otorgadas el 30 de abril de 1894 y 9 de marzo de 1895 acordaron reconocer a la duquesa de Villahermosa el usufructo vitalicio de toda la herencia de su marido para así poder hacer frente a los gastos de las obras ya iniciadas. Dada la envergadura de estas obras, todos los hermanos del conde de Guaqui también participaron con sus propios fondos en la restauración del castillo, edificación de una basílica adosada a él y la construcción de viviendas para sacerdotes y casas de ejercicios.

En la torre denominada del Santo Cristo se encuentra el oratorio del castillo de Javier. Es un espacio angosto de formato alargado decorado todo su perímetro por pinturas. En las paredes encontramos un total de ocho esqueletos gesticulantes, algunos de los cuales portan filacterias con textos. Los esqueletos, muy verosímiles, destacan por su color ocre claro del oscuro y uniforme fondo.
Bajo la zona abovedada de la capilla se observan las pinturas de unos esqueletos en diferentes posiciones y con diferentes elementos en sus manos. Se ha realizado sobre un fondo negro y se han dibujado columnas para separar las escenas de uno de otro. Las pinturas de esta capilla representan la Danza de la Muerte y datan de finales del siglo XV. De estilo gótico avanzado, incorporan algunos elementos más propios del renacimiento.
Capilla de origen altomedieval que servía como oratorio del castillo y se localiza en la parte inferior de la torre oeste.
Presenta planta de pequeña nave única rectangular, más cabecera semicircular. La nave se cubre con una bóveda de lunetos de hacia 1622 - fecha de canonización de San Francisco - y la cabecera con bóveda de horno.
La magnífica talla de Cristo Crucificado muerto es de igual cronología y estilo que las pinturas, correspondiendo al último cuarto del siglo XV. Sobrecoge por su expresión enigmática de dulce sonrisa, muy gótica. La tradición piadosa une devocionalmente al Santo con este Cristo, atribuyéndole el milagro de haber sudado sangre cuando el Santo expiró en 1552 a las puertas de China.
Ya a principios del siglo XX, la duquesa de Villahermosa donó el castillo y la basílica a la Compañía de Jesús con la condición de que lo mantuviera tal y como se le entregó. En la cripta de la basílica descansan los restos de quienes contribuyeron a la reconstrucción del castillo y erección de la basílica: la duquesa de Villahermosa, su marido José Manuel de Goyeneche (conde de Guaqui) y los hermanos María Josefa (duquesa de Goyeneche), Carmen (duquesa de Gamio) y José Sebastián de Goyeneche y Gamio (fundador de la Fundación Goyeneche).
Francisco de Jaso y Azpilicueta, más conocido como Francisco de Javier o Francés de Jaso (* 7 de abril de 1506 –† 3 de diciembre de 1552) fue un religioso y misionero navarro de la Compañía de Jesús nacido en el Castillo de los Jaso (Javier, Reino de Navarra) y fallecido en la isla Shangchuan (China). Fue canonizado por la Iglesia católica con el nombre de san Francisco Javier.
Francisco de Javier fue un relevante misionero jesuita, miembro del grupo precursor de la Compañía de Jesús y estrecho colaborador de su fundador, Ignacio de Loyola. Destacó por sus misiones que se desarrollaron en el oriente asiático y en el Japón. Recibió el sobre nombre de Apóstol de las Indias.
Mapa del viaje de San Francisco Javier
Representación de Francisco Javier en la bóveda de la capilla dedicada al santo en la iglesia del Gesù, en Roma. La obra se basa en una de las historias milagrosas atribuidas a Francisco Javier que relata cómo recuperó su crucifijo después de perderlo en el mar. Francisco Javier estaba atrapado en una tormenta mientras viajaba a Malaca (Malasia) en el año 1546. Con fe arrojó la cruz al mar, pidiéndole a Dios que la hiciera un instrumento para pacificar las turbulentas aguas. El mar se calmó y al llegar a las costas de Malaca, Francisco Javier vio un cangrejo caminando hacia él sosteniendo su crucifijo en sus pinzas.
El 24 de enero de 1552 llega a Cochín y el 18 de febrero a Goa. Después de solucionar algunos problemas de las misiones y preparar el viaje a China, parte rumbo a ese país el 14 de abril. Le acompañan en la aventura el sacerdote Gago, el hermano Álvaro de Ferreira, Antonio de Santa Fe (que era de origen chino) y un criado indio llamado Cristóbal, y se embarcaron en la Santa Cruz capitaneada por Pereida.
Cuando llegan a Malaca tienen problemas con el Capitán de Mares, Álvaro de Ataide, que retrasa el viaje por dos meses e impide que Pereida siga al mando de la nao. Llegaron a la isla Shangchuan a finales de agosto de 1552, movido al parecer por las afirmaciones de los japoneses, que no valoraban nada que no hubiese arraigado antes en China, y con la idea de evangelizar en China para que esto influyese luego en Japón. Esta isla era el lugar de encuentro entre los mercaderes chinos y portugueses.
Permanecen a la espera de la llegada de un barco chino que debe introducirles, clandestinamente, en el continente. El 3 de diciembre de ese año muere Francisco de Javier cuando contaba 46 años de edad.
Su cuerpo es conducido a Goa, donde llega en la primavera de 1554, siendo enterrado en esa ciudad.

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