sábado, 6 de febrero de 2021

AMÉRICA LATINA ENTRE LO REAL Y LO FANTÁSTICO - (II) GUATEMALA - LOS MAYAS - Alexander von Humboldt - La Piedra del Sol

AMÉRICA LATINA ENTRE LO REAL Y LO FANTÁSTICO - GUATEMALA Y LA SELVA DE PETÉN CUNA DE LA CIVILIZACIÓN MAYA - Diego de Landa, pincha aqui.

Alexander von Humboldt

(Alexander o Alejandro Humboldt; Berlín, 1769 - 1859) Naturalista y explorador alemán. Recibió una excelente educación en el castillo de Tegel y se formó intelectualmente en Berlín, Frankfurt del Oder y en la Universidad de Gotinga.

Sus viajes de exploración, equiparables a los de Darwin en cuanto a la influencia que tuvieron en varios ámbitos científicos, lo llevaron desde Europa a América del Sur y del Norte hasta Asia Central. Realizó experimentos y estudios de campo en numerosas áreas: física, zoología —especialmente, en ornitología— climatología, oceanografía, geología, mineralogía, botánica, vulcanología. Adelantado a su tiempo, fue pionero del pensamiento ecológico, y la primera persona que escribió sobre el cambio climático. Ya en vida alcanzó gran popularidad en Alemania, y también gozó de reconocimiento en el extranjero: fue miembro de la Royal Society y la American Philosophical Society; la Academia de las ciencias en Berlín lo honró como "el principal científico de su época", y la correspondiente Academia francesa le puso de apodo "el nuevo Aristóteles."
Humboldt terminó sus viajes por América con una visita a Estados Unidos, donde fue huésped del presidente Thomas Jefferson, un aficionado de los estudios geográficos, en especial sobre la Nueva España, poco después llamada México, gracias a los cuales Estados Unidos obtuvo información estratégica de la riqueza de su vecino y del estado de debilidad interior que lo aquejaba. Los servicios de Humboldt, aportados ingenuamente, fueron cruciales para avivar el deseo norteamericano por apoderarse de los territorios mexicanos, como al poco tiempo ocurrió.

Apasionado por la botánica, la geología y la mineralogía, tras estudiar en la Escuela de Minas de Freiberg y trabajar en un departamento minero del gobierno prusiano, en 1799 recibió permiso para embarcarse rumbo a las colonias españolas de América del Sur y Centroamérica. Acompañado por el botánico francés Aimé Bonpland, con quien ya había realizado un viaje a España, recorrió casi diez mil kilómetros en tres grandes etapas continentales: las dos primeras en Sudamérica, desde Caracas hasta las fuentes del Orinoco y desde Bogotá a Quito por la región andina, y la tercera por las colonias españolas en México. A lo largo de estos viajes conoció a algunos destacados naturalistas hispanoamericanos, como José Celestino Mutis y Francisco José de Caldas.

Los viajes de Alexander von Humboldt a América (1799-1804)

Como resultado de su esfuerzo logró acopiar cantidades ingentes de datos sobre el clima, la flora y la fauna de la zona, así como determinar longitudes y latitudes, medidas del campo magnético terrestre y unas completas estadísticas de las condiciones sociales y económicas que se daban en las colonias mexicanas de España. Entre 1804 y 1827 se estableció en París, donde se relacionó con las más insignes personalidades de la época (conoció entre otros a Simón Bolívar, cuya causa emancipadora apoyó) y se dedicó a la recopilación, ordenación y publicación del material recogido en su expedición, contenido todo él en treinta volúmenes que llevan por título Viaje a las regiones equinocciales del Nuevo Continente.

(Llamado el Libertador; Caracas, Venezuela, 1783 - Santa Marta, Colombia, 1830) Caudillo de la independencia hispanoamericana. Nacido en una familia de origen vasco de la hidalguía criolla venezolana, Simón Bolívar forjó su ideario político leyendo a los pensadores del empirismo y la ilustración (Locke, Montesquieu, Voltaire, Rousseau) y viajando por Europa. En París tomó contacto con las ideas de la Revolución Francesa y conoció personalmente a Napoleón y al naturalista alemán Humboldt.
Afiliado a la masonería e imbuido de las ideas liberales, ya en 1805 juró en Roma que no descansaría hasta liberar a su país de la dominación española. Y aunque carecía de formación militar, Simón Bolívar llegó a convertirse en el principal dirigente de la guerra por la independencia de las colonias hispanoamericanas; además, suministró al movimiento una base ideológica mediante sus propios escritos y discursos.

Mapa de la expedición de Humboldt a Rusia en 1829

De entre los hallazgos científicos derivados de sus expediciones cabe citar el estudio de la corriente oceánica de la costa oeste de Sudamérica que durante mucho tiempo llevó su nombre, un novedoso sistema de representación climatológica en forma de isobaras e isotermas, los estudios comparativos entre condiciones climáticas y ecológicas y, sobre todo, sus conclusiones sobre el vulcanismo y su relación con la evolución de la corteza terrestre.

En 1827 regresó a Berlín, donde desempeñó un destacado papel en la recuperación de la comunidad académica y científica alemana, maltratada tras décadas de conflicto bélico. Fue nombrado chambelán del rey Federico Guillermo III de Prusia y se convirtió en uno de sus principales consejeros, por lo que realizó numerosas misiones diplomáticas. En 1829, por encargo del zar Nicolás I de Rusia, efectuó un viaje por la Rusia asiática, en el curso del cual visitó Dzhungaria y el Altai.

Durante los últimos veinticinco años de su vida se concentró principalmente en la redacción de Cosmos, monumental visión global de la estructura del universo, de la que en vida vio publicados cuatro volúmenes. Cofundador (junto con Carl Ritter) de la geografía moderna, Alexander von Humboldt está considerado como uno de los últimos grandes ilustrados, con una vasta cultura enciclopédica, cuya obra abarcaba campos tan dispares como los de las ciencias naturales, la geografía, la geología y la física.

Fuente: Ruiza, M., Fernández, T. y Tamaro, E. (2004). Biografia de Karl Ritter. En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea. Barcelona (España)

Fachada del Castillo de Humboldt, en el 2005. La mansión renacentista de Tegel se construyó en 1558 y se remodeló, en vida del Barón de Humboldt, al estilo clásico.
El palacio de Tegel (también llamado palacio de Humboldt) se encuentra en el barrio de Berlin-Tegel (Distrito de Reinickendorf) y es el monumento más destacado del distrito. El parque del palacio limita con el lado norte del lago de Tegel. El palacio y el parque son actualmente (2017) propiedad de la familia Heinz, descendientes directos de la familia Humboldt, que emplea el palacio como residencia.
Se construyó inicialmente en 1558 como mansión renacentista. Por orden del Príncipe elector Federico Guillermo I de Brandeburgo se reformó el edificio para convertirlo en un palacete de caza. El palacio pasó en 1766 a la propiedad de la familia Humboldt por casamiento y se convirtió en la residencia de la familia.

Tras la muerte de la madre, Wilhelm von Humboldt heredó la propiedad en 1797. Entre 1820 y 1824 hizo reformar el edificio al gusto clasicista por Karl Friedrich Schinkel. En el parque se encuentran asimismo los sepulcros de la familia Humboldt, realizados por Karl Friedrich Schinkel en 1829, en los que también fueron enterrados Alexander y Wilhelm von Humboldt. En 1983 se declaró el parque como monumento protegido. El parque era hasta hace poco de acceso público. Tras diferencias entre el gobierno del distrito de Reinickendorf y el actual propietario, Ulrich von Heinz, éste decidió en mayo de 2005 prohibir la entrada

Karl Friedrich Schinkel (13 de marzo de 1781, Neuruppin - 9 de octubre de 1841, Berlín) fue un arquitecto y pintor alemán. Schinkel fue el más destacado arquitecto del neoclasicismo en Alemania,​ siendo uno de los artífices de la ciudad de Berlín en su periodo prusiano.​ Como jefe del departamento de obras del Estado prusiano y arquitecto de la familia real, diseñó la mayoría de los edificios importantes de la época en Berlín.​Sus obras y proyectos ejercieron una notable influencia en numerosos arquitectos del movimiento moderno.

Viaje por Nueva Granada, Quito y el Perú: Caldas y Montúfar
Desde Bogotá, cruzando el altiplano andino, el alemán llegó hasta Quito. En Quito, capital de la Real Audiencia de Quito, Humboldt es recibido en 1802 por los nobles locales.
Humboldt realizó varias ascensiones a los Andes ecuatorianos, entre ellos al Chimborazo,20​ el nevado más alto del Ecuador.
De Loja (Ecuador), se dirigieron a Cajamarca (Perú), y luego viajaron a Lima para instalarse en el vecino puerto de El Callao, lugar donde realizó mediciones de temperatura oceánica en el Pacífico, que le permitieron a la postre descubrir la corriente fría que en su honor lleva su nombre y que ya había sido intuida por José de Acosta.24​ Estudió además el guano y sus propiedades fertilizantes para la agricultura. Luego se embarcaron rumbo a Guayaquil, para más adelante viajar a México.

Alexander von Humboldt y Aimé Bonpland al pie del volcán del Chimborazo, cuadro de Friedrich Georg Weitsch (1810)
El Chimborazo es el volcán y la montaña más alta en el Ecuador, y el punto más alejado del centro de la Tierra​ con una altitud de 6263,47 metros​ sobre el nivel del mar. Su última erupción conocida se cree que se produjo alrededor de 550 d.C.​ Está situado en los Andes centrales, junto a la ciudad de Riobamba, 150 km al suroeste de Quito y a 145 km de Guayaquil.

Viaje por Nueva España (México)

El 22 de marzo de 1803 llegó con una fragata española de Guayaquil (Ecuador) a Acapulco, el puerto mexicano del Pacífico. Visitó las cercanías y las describió en su diario, antes de proseguir su viaje el 29 de marzo por Chilpancingo y Taxco hasta la Ciudad de México (a donde llegó el 12 de abril). En un México construido con las ruinas de la capital de los aztecas, Humboldt descifró el calendario azteca o Piedra del Sol que fue desenterrado en la Plaza Mayor, e hizo varias excursiones por los alrededores.

Fotografía de 1910 de la Piedra del Sol con Porfirio Díaz.
Porfirio Díaz (Oaxaca de Juárez, Oaxaca, 15 de septiembre de 1830-París, Francia, 2 de julio de 1915), fue un militar mexicano que ejerció el cargo de presidente de México en siete ocasiones. En total ocupó la presidencia de México por 31 años, una extensión sin precedentes, y cuyo lapso, en la historia de México, es denominado como Porfiriato.

La Piedra del Sol es un disco monolítico de basalto de olivino con inscripciones alusivas a la cosmogonía mexica y los cultos solares, popularmente llamado Calendario Azteca al tener la Cuenta de los Días, las Eras y aspectos calendarios, las interpretaciones sobre la función y el significado de este monolito son diversas entre especialistas desde su redescubrimiento en el siglo XVIII.4​ Probablemente fue una plataforma de combate gladiatorio,​ involucrado, posiblemente, en la festividad mexica Tlacaxipehualiztli. Mide 3,60 metros de diámetro, 122 centímetros de grosor y pesa más de 24 toneladas

Piedra del Sol, exhibida en el Museo Nacional de Antropología, Ciudad de México.

Dentro de este monolito están descritos los movimientos de los astros y algunos ciclos en donde los meses duraban veinte días, los años dieciocho meses y los siglos 52 años, los cuales se renovaban.

El monolito fue tallado en el Período Posclásico mesoamericano, entre los años 1250 y 1521 d.C. No existen indicios claros sobre el año exacto de la talla, la autoría y la finalidad del monolito, aunque existen ciertas referencias a la construcción de un enorme bloque de piedra por los mexicas en su última etapa de esplendor. 

Probablemente fue arrastrada por miles de personas desde un máximo de 22 kilómetros hasta el centro de México-Tenochtitlan.

Tras la conquista, fue trasladado hacia el exterior del Templo Mayor, hasta el oeste del entonces Palacio Virreinal y la Acequia Real, en donde permaneció descubierto, con el relieve hacia arriba durante muchos años. Según el mismo Durán, fue durante el cargo de Alonso de Montúfar como arzobispo cuando él ordenó enterrar la Piedra del Sol para que "se perdiese la memoria del antiguo sacrificio que allí se hacía".

Hacia finales del siglo XVIII, el virrey Juan Vicente de Güemes inició una serie de reformas urbanas en la capital de la Nueva España. Una de ellas fue la construcción de nuevas calles y la mejora de ciertas áreas de la ciudad, mediante la introducción de drenajes y banquetas. En el caso de la entonces llamada Plaza Mayor, se construyeron atarjeas, se niveló el piso y se remodelaron áreas. Fue José Damián Ortiz de Castro, maestro mayor de las obras urbanas ejecutadas, quien informó del hallazgo de la Piedra del Sol el 17 de diciembre de 1790.

Plaza Mayor de México DF, pintura de Pedro Gualdi realizada hacia 1850. Adosada al costado de la torre de la Catedral se aprecia la Piedra del Sol, que estuvo ahí desde 1790, fecha en que fue descubierta.
Visita las minas de Pachuca, Real del Monte, Morán y Guanajuato y los impresionantes alcantarillados de la ciudad en Huehuetoca.

En enero de 1804 Humboldt regresó a la alcantarilla de Huehuetoca y escribió sobre su penosa construcción; lamentó sobre todo las inhumanas condiciones de trabajo de los indios. También se preocupó de las circunstancias en las minas coloniales; escribió un amplio informe sobre la mina de Guanajuato e intercedió en favor de los trabajadores.

El 20 de enero de 1804 sale del centro cultural iberoamericano y va a Veracruz. Durante este viaje mide el Popocatépetl, con aproximadamente 4560 metros sobre el nivel del mar; el Iztaccíhuatl y escala el Cofre de Perote. La medición de los volcanes es una evidente prioridad de su viaje.

Después de su estancia en Veracruz (18 de febrero hasta el 7 de marzo) continúa su viaje por La Habana hacia los Estados Unidos.ç

En agosto de 1804 —después de cinco años de viaje— Alexander de Humboldt regresa con su material científico a París y es recibido y celebrado por diez mil personas. Entusiasmó y cautivó a la gente con su curiosidad y su saber.

Reprodujo dibujos ele algunas de las más bellas esculturas mayas y aztecas y varios planos de las ruinas de Mitla, Cholula y Xochicalco. Entre las piezas reproducidas en su libro destaca el “busto de una sacerdotisa azteca”, que pertenecía a la colección personal de su amigo Guillermo Dupaix

Humboldt elige este busto de la cultura azteca para iniciar su libro por su belleza. La escultura sorprende al autor por tener esculpida ‘una especie de toca que tiene algún parecido con el velo de las cabezas de Isis, de las Esfinges, de los Antinoos y de gran número de estatuas egipcias’. La frente de la sacerdotisa azteca está adornada con una fila de perlas que jalonan una estrecha banda, que no aparece en ninguna estatua de Egipto. Lo que demuestra el geógrafo es 'que existía comunicación entre la ciudad de Tenochtitlan, la antigua ciudad de México, y las costas de California, donde las perlas se pescaban en abundancia'. Añade en su libro que "era normal era encontrar en las estatuas de distintos países borlas o cascabeles dispuestos con gran simetría. La escultura es de un basalto muy duro y de un bello color negro en el que aparecen granos de peridoto.

El geógrafo y naturalista alemán considera que a pesar de la majestuosidad de las cordilleras “son los valles lo que más excita la imaginación del viajero europeo. El valle de esta lámina “no es tan notable por sus dimensiones como por la extraordinaria forma de su roquedo, que parece esculpido por la mano del hombre. Sus cimas desnudas y áridas ofrece un contraste pintoresco con los bosquetes y las plantas hernáceas que cubren los bordes de la grieta”. El torrente, puntualiza el autor, desciende de la cadena oriental de los Andes. El nombre es de un antiguo pueblo de indios muyscas. El arco natural del puente es de 14 metros y medio de largo y de casi 13 metros de ancho.
Dibujos realizados por Alejandro de Humboldt y grabados por Bouquet, de Paris

Entre los pueblos de México, según explica Humboldt, 'las figuras y los caracteres simbólicos no se dibujaban en hojas separadas'. No se formaron rollos en los manuscritos, los plegaban en zigzag, de una manera muy parecida a los abanicos, con dos tabletas pegadas a los extremos de tal manera que al desplegar las pinturas de tal manera que el conjunto ofrece un gran parecido con nuestros libros con las páginas unidas, antes de separarlas.
Esta pieza se encuentra conservada en la biblioteca del Vaticano

El geógrafo relata que el dibujo se realizó en junio de 1802 con una gran nevada, justo un día después de la excursión que realizaron hacia la cima. 'Solamente los viajeros que hayan visto de cerca las cimas del Mont-Blanc y del Mont-Rose serán capaces de apreciar el carácter imponente, tranquilo y majestuoso de estas vistas. La masa del Chimborazo es tan descomunal que la parte que abarca la vista cerca del límite de las nieves perpetuas tiene 7.000 metros de ancho'.

El autor del libro dedicado un amplio capítulo a analizar los distintos calendarios que existían en el momento en el que descubre éste de basalto porque para él demuestra que para cuando los españoles llegaron a América, los pueblos de México ya habían logrado un cierto grado de civilización. Es una demostración de que los toltecas y aztecas tenían diferentes visiones del tiempo, ya fuese para establecer el orden de los sacrificios o para realizar los cálculos de astrología. Es un hecho evidente que calendarios de estas características no fueron realizados por gentes incultas del Nuevo Continente. Torquemada dejó en 'Monarquía indiana' 'una valiosa recopilación de los calendarios encontrados en diferentes localidades de México'. Los mexicanos conservaban anales que se remontaban a ocho siglos y medio antes de la llegada de Cortés al país de Anáhuac.

Para facilitar las comunicaciones entre las costas del mar del Sur y la provincia de Jaén de Bracamoros, situada al este de los Andes, el cartero de correos del Perú bajaba durante dos días a nado, primero el ríoGuancabamba o Chamaya y a continuación el Amazonas.Las cartas las envuelve en un pañuelo o en un hato llamado guayuco, que se colocaba en forma de turbante sobre la cabeza. Además en el turbante se colocaba un machete, no tanto para defenderse como para abrirse paso en los bosques. Este hombre era conocido como el correo que nada. Para no fatigarse demasiado se agarraba a un tronco de madera muy ligero.
El dibujo se realizó en el momento en el que el hombre se lanza al agua en el pueblo de Chamaya

Los indios de la provincia de Valladolid,antiguo reino de Michoacán, son los más industriales de la Nueva España.Poseen un especial talento para realizar figuritas en la madera, vistiéndose con la ropa hecha con la pulpa de una planta acuática. La pulpa es muy porosa y permite absorber los colores más brillantes y tallada en espiral permite conseguir piezas de gran tamaño.

El relieve, según el autor, ‘uno de los restos más curiosos de la escultura mexicana’, fue encontrado hace pocos años cerca de la ciudad de Oaxaca. En el dibujo se distingue un grupo de tres figuras de formas esbeltas ya no es propio de la primera infancia del arte. Los ornamentos, entre los que se distinguen plumas, cintas y flores, se complementan con un tipo de nariz de anormal tamaño que se encuentran en las pinturas mexicanas que se conservan en Roma, en Velletri y Berlín. Este relieve representa a un guerrero después del combate engalanado con los despojos de sus enemigos. Y dos esclavos se sitúan a los pies del vencedor con las piernas cruzadas y desnudos. Además de sus prominentes narices destaca la forma puntiaguda de las cabezas. Los nativos de América, según puntualiza Humbolt, poseen el hueso frontal hundido hacia atrás y con muy poca frente.
Origen del relieve desconocido, Humboldt encargó en Roma el grabado a partir del dibujo que le hicieron llegar.

Fuente: Aurora Intxausti "El Pais"

El Museo de Historia Natural de Berlín (en alemán, Museum für Naturkunde in Berlin) es un museo de historia natural situado en la ciudad de Berlín, capital de Alemania. Es una de las instituciones de investigación más importantes del mundo en materia de biodiversidad y evolución biológica y geocientífica y comprende colecciones de zoología, paleontología, geología y mineralogía
En 1949 la Universidad de Berlín pasa a llamarse Universidad Humboldt de Berlín, por lo que a partir de entonces también empezó a llamarse al Museo de Historia Natural de Berlín «el Museo Humboldt» (esta denominación dejó de tener validez en 2009 por desolidarse el museo de la universidad en ese año). 

Otro de los fósiles mundialmente famosos del museo es este ejemplar de Giraffatitan brancai (anteriormente nombrado Brachiosaurus brancai), el mayor esqueleto completo de dinosaurio encontrado hasta la fecha.

Durante su estancia en España Humboldt fue presentado al rey Carlos IV y a través del barón Philippe de Forell, embajador de Sajonia, consiguió las autorizaciones pertinentes para realizar la expedición que es punto de referencia de los avatares científicos del siglo XIX.

Humboldt y Bonpland  llegaron en enero de 1799 a España por Barcelona, desde donde marcharon a Valencia y Madrid, ciudad ésta donde se encontraban en febrero de 1799. En mayo, y pasando por las Castillas, terminaron en Galicia, y desde La Coruña marcharon el 5 de Junio en la fragata Pizarro con rumbo a América, haciendo escala en las islas Canarias para realizar trabajos científicos en Tenerife. Desde aquí, marcharon a estudiar los territorios que hoy denominamos Colombia, Venezuela, Cuba, Ecuador, Perú y México.

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