lunes, 28 de noviembre de 2022

X - Navarra Barroca - La plaza nueva de Tudela (un modelo de urbanismo del siglo XVII) - Retablos e Imaginería - Roncal - Iglesia de San Esteban (XVI) - Retablo de Garde - La momia sin nombre de Roncal

IX - Navarra Barroca - Ambiente artistico y cultural en la Sangüesa del Barroco - Iglesia de San Salvador (Sangüesa) - Juan de Berroeta - Palacio de Ongay-Vallesantoro - Iglesia de Santiago el Mayor de Sangüesa, pincha aqui



Tudela es un municipio y ciudad española de la Comunidad Foral de Navarra, situada a 94 km de la capital de la comunidad, Pamplona. Es la cabeza del partido judicial homónimo, cabeza de la merindad homónima y el centro económico y comercial de la Ribera de Navarra. También es el segundo municipio más poblado de Navarra con una población de 37 008 habitantes (INE 2021).

Grabado de la bajada del Ángel y el volatín en Tudela de J. A. Fernández en “Libro nuevo de la hermandad”
En nuestros días, esta plaza sigue acogiendo diferentes festividades tanto devocionales como folklóricas. Así, en la mañana del Domingo de Resurrección se viene celebrando, desde el siglo XIV, la “Bajada del Ángel” un acto religioso-folklórico que escenifica el saludo del Ángel a la Virgen María comunicándole la resurrección de su Hijo.


EL NEXO ENTRE LA CIUDAD VIEJA Y LA NUEVA

La plaza de los Fueros de Tudela es el ejemplo más sobresaliente de plaza mayor barroca en Navarra

Fue levantada sobre el cauce del río Queiles por lo que fue necesario cubrir la vaguada con arcadas de piedras y extender sobre ellas el suelo de la plaza.

Fue construida entre 1687 y 1691 bajo la dirección de Domingo Ucazcal, maestro de obras tudelano. Su creación vino a suplir la necesidad de un lugar amplio en el que poder celebrar las corridas de toros y otros espectáculos cívico-religiosos de la ciudad. El modelo seguido fue el promovido en España por los Austrias de trazado regular presentando un espacio cuadrangular semicerrado, esto último propiciado por los arcos de ingreso de tres de las cinco calles que desembocan en él., De esta forma, se consiguía una plaza de estética uniforme construida a un mismo nivel muy similar a la Plaza Mayor de Madrid y la Plaza de la Corredera de Córdoba y que, a pesar de las posteriores intervenciones, sigue conservando su regularidad y geometría en sus edificios.


Tradicionalmente, las corridas de toros se desarrollaban en la "Plaza Viaje" o "Plaza de las Verduras" pero el Cabildo prohibió esta diversión al tratarse de suelo sagrado por ser el cementerio de la Parroquia de Santa María. Como solución el Regimiento decidió crear una plaza destinada a las corridas de toros y demás eventos religiosos y civiles. Para su consecución fue necesario la ruptura de la muralla convirtiendo a la nueva plaza en colector de vías y nexo de unión entre la vieja ciudad y la posterior ampliación de la capital ribera. Es más, significó un "puente de futuro" al posibilitar la expansión de la ciudad más allá de los límites de la muralla dando lugar a la ciudad moderna. Asi mismo, también  adquirió la función de "sala de estar" para los tudelanos. Centrando en el flanco oeste destaca en altura la "Casa del Reloj" o "de la Ciudad" utilizada por los antiguos regidores para ver la corrida de toros, conocida por ello como el "Balcón de Toros". Fue construida por el mismo Domingo Ucazcal.

Otro de los pasos necesarios fue la cubrición del río Queiles que discurría entre el Hospital de Gracia y las murallas de la ciudad mediante un "cañón" o arco de piedra que después se rellenaría de tierra sirviera de suelo de la misma plaza. En un primer intento, la obra fue llevada a cabo por Juan de Lezcano que la terminó en 1688, pero con motivo de una gran tormenta que originó una crecida, el reciente "cañón" quedó arruinado.

Finalmente, una nueva construcción fue adjudicada al maesro albañil José Ezquerra que cubrió no solo el rio Queiles sino también una acequia conocida como "del Vencerol" utilizando la piedra extraída del castillo de "Sancho El Fuerte"

Parroquia de Santa María de Gracia situada en Plaza Nueva (Tudela)

La fachada del Hospital de Nuestra Señora de Gracia, obra del siglo XVII fue remodelada integrándose en la plaza como uno de sus cuatro lienzos consiguiendo una estética uniforme. Más adelante en 1940 fue modificada al incorporar una serie de porches en el piso inferior para conseguir mayor amplitud.

Retablos e Imaginería

A lo largo de los siglos XVII y XVIII los templos de toda España recibieron una avalancha de retablos que llegaron a forrar sus paredes, barroquizando los interiores de las iglesias.

Una primera fase de los retablos del siglo XVII, es heredera de los retablos contrarreformistas, que tanto éxito habían tenido en la centuria anterior. Podemos denominarla fase clasicista, y se desarrolla fundamentalmente durante la primera mitad de siglo.

El retablo de Santa Teresa en los Carmelitas Descalzos de Pamplona


El retablo de Santa Teresa de los Descalzos fue realizado, junto a la escultura de su titular, a la vez que el mayor y los colaterales del templo, hacia 1670. La bellísima imagen de la santa es de tamaño natural y sigue el modelo popularizado años atrás, por Gregorio Fernández en la escultura del Carmen Calzado de Valladolid. Recoge la instantánea de la santa escribiendo bajo la inspiración del Paráclito, con el rostro extático y la mirada elevada. Viste hábito de la orden con talle alto y plegado acartonado tan característico de la escuela castellana.

Roncal


Roncal es una villa y un municipio español de la Comunidad Foral de Navarra, situado en la merindad de Sangüesa, en la comarca de Roncal-Salazar, en el valle de Roncal y a 90 km de la capital de la comunidad, Pamplona. Su población en 2017 fue de 213 habitantes (INE)
Desde 2021 Roncal forma parte de la Asociación Los Pueblos Más Bonitos de España.

El 15 de junio de 1345 se firmó en Urzainqui el denominado Contrato de la Unión y Régimen de los Panificados. Se trata del primer documento que nos desvela la existencia de una mancomunidad.

Carlos I otorgó a los habitantes del valle del roncal el privilegio de la infanzonia e hidalguía universal así como el uso y aprovechamiento de los pastos de las Bardenas Reales y la exención de pagos de cuarteles y alcabalas en guerras con Francia.

  • Antiguo tributo que el vendedor pagaba al fisco en una compraventa, y ambos contratantes en una permuta.
  • Impuesto en general.

1607. Petición de Asiento en Cortes

En 1785 le volvió a ser denegada a los roncaleses su solicitud de asiento en Cortes en base a similares argumentos.

Iglesia de San Esteban (XVI)

De estilo gótico-renacentista, con una nave con capillas entre los contrafuertes, crucero y cabecera pentagonal bóvedas estrelladas de nervios rectos como cubiertas.

El conjuratorio es una parte de la iglesia, habitualmente de modestas dimensiones, adosado a una torre, campanario o espadaña, o de alguna manera situado en altura; y siempre provisto de un vano, sea ventana o balcón, para asomarse al exterior.
Su función era permitir al sacerdote la conjuración de las tormentas o realizar distintos rituales apotropaicosnota ​ o propiciatorios, como la bendición de los campos u otros.

Su exterior es un gran bloque macizo de sillar en el que destaca la torre que se alza sobre el último tramo. La puerta de ingreso al templo es de medio punto y se encuentra bajo un pórtico e tres tramos. Preside su interior un gran retablo ochavado en estilo barroco, el resto de retablos son de estilo barroco también y churrigueresco. La sillería del coro es barroca del siglo XVIII. Entre las piezas de platería destaca una cruz procesional en plata sobredorada de estilo tardogótico.


El retablo mayor de la parroquia de Roncal

Su autor fue Miguel de Garde, arquitecto afincado en Sangüesa, que realizó la obra entre 1666 y 1667. El retablo en su diseño resulta un tanto retardatario, dependiendo aún de los modelos tardorromanistas. Consta de banco con relieves entre dobles ménsulas de follaje, sendos cuerpos con tres calles divididas por columnas pareadas con el tercio inferior del fuste en zig-zag y el resto acanalado y el ático triple entre machones. La decoración carnosa y protobarroca se circunscribe a las hornacinas y los entablamentos.

La iconografía se compone de figuras de santos aislados, con el excepción de los relieves del banco en los que figuran las escenas de la Oración del Huerto y el Camino del Calvario.

A continuación, y conviviendo con modelos clasicistas, encontramos una fase propiamente barroca, en la que el movimiento, la exuberancia decorativa y las columnas salomónicas rompen la armonía arquitectónica del periodo anterior. Se trata de los retablos salomónicos. Las novedades que presentan estos retablos son fundamentalmente dos, la utilización de las columnas salomónicas y la incroporación de una decoración a base de cartelas cactiformes muy carnosas y pinjantes de grutos y otros motivos.

A finales de siglo corresponden las fábricas de los magníficos retablos de Garde.

El retablo principal de Garde es el primer intento de gran retablo barroco en el valle del Roncal y uno de los primeros en su tipología con cascarón y salomónicas a gran escala en toda la merindad de Sangüesa.

El autor de este retablo, Juan Baines, fue un maestro natural de Isaba, examinado en Pamplona en 1696. 

El retablo de Garde es su obra de mayor envergadura.

Presenta planta ochavada y se cierra con un suntuoso cascarón, de los primeros de este tipo realizados en Navarra. Consta de banco, cuerpo dividido en tres calles y cascarón. El alto banco presenta seis ménsulas, dos exteriores en un plano más avanzado, que se decoran con ricos follajes y busto de bicha y las cuatro interiores, en un plano posterior y dispuestas en dos niveles que se adornan con el mismo tipo de follaje salpicado de flores y con bustos de bichas vestidas de corazas. El cuerpo principal se divide en tres calles, cada una de las cuales cuenta con hornacinas rematadas por ricas tarjetas de acusado relieve, la central con corona y las laterales con parejas de niños y veneras. La articulación de estas estructuras se realiza mediante traspilastras y columnas salomónicas de orden gigante de capitel corintio, simples las externas y dobles las que enmarcan la calle central; todos los fustes de estos soportes se encuentran recorridos por una movida y plástica vegetación salpicada de girasoles, chicotes y bichas que brotan del mismo follaje. Un potente entablamento da paso al cascarón. La iconografía del conjunto respeta lo pactado con el maestro en 1700; en el cuerpo principal flanquean a la espectacular escultura de Santiago matamoros, las imágenes de San Pedro y San Pablo, mientras en el cascarón se localiza a Santa Ana con la Virgen Niña más dos figuras de los arcángeles Miguel y Rafael. 

Ermita de la Virgen de Zuberoa

A este modelo responde el retablo mayor de la ermita de la Virgen de Zuberoa, en Garde. El maestro José Fernández, arquitecto de Uncastillo se encargó de las obras de la nueva ermita y de realizar el retablo, que estaba practicamente terminado en 1680. Excepcionalmente en el condicionado de las obras de la ermita se incluyó la obra del retablo y dos colaterales. Aquel tendría columnas salomónicas y se realizaría en año y medio. De planta recta, cubre toda la cabecera y se organiza entre calles articuladas por salomónicas de uvas. 


Destacan en el compartimento de la titular unas salomónicas con el fuste recorrido de estrías helicoidales, que resultan de enorme rareza en la región. Pero lo verdaderamente excepcional en estas tierras es la utilización de lienzos en todos sus compartimentos. Uno de ellos es obra de Vicente Berdusán, con taller en la capital de la Ribera, del cual hay réplicas en Viana, Caparroso o Corella. No fue la única obra suya en el santuario, ya que los cuatro lienzos de los colaterales son suyos y están firmados algunos de ellos. La razón última de los encargos de esta pintura y los lienzos de los colaterales del mismo santuario al afamado pintor establecido en Tudela desde tierras tan distantes geográficas de la Rivera de Navarra, hay que buscarla en la proximidad de sus habitantes y las relaciones humanas propiciadas por la emigración temporal de los pastores roncaleses a tierras de la Ribera del Ebro -las Bardenas Reales- con sus ganados.

La momia sin nombre de Roncal

La villa de Garde conserva las reliquias de un santo, que algunos atribuyen a San Bonifacio, 'padre' del árbol de Navidad

La localidad de Garde forma parte de la ceremonia inmemorial conocida como el Tributo de las Tres Vacas, un conflicto secular por los pastos en la muga de la Piedra de San Martín. La iglesia parroquial de la coqueta villa guarda los supuestos restos de un santo al que se conoce con el mismo nombre pero al que se le adjudican distintos apellidos. Para unos, se trata de Bonifacio de Tarso, decapitado en Asia en el año 306. Para otros, de Bonifacio de Mainz, considerado el padre del árbol de Navidad. Un curioso y fascinante misterio para estos días de Adviento.

Oculta en un banco del retablo de la iglesia de Santiago, ajena a los comentarios que despierta su figura, destaca una momia en actitud serena. 

Otros investigadores relacionan estas reliquias con San Bonifacio, el apóstol de Alemania. Fue un monje de Inglaterra llamado Wifrido, que evangelizó en Germania hacia el año 715. Fundó distintos obispados y diócesis como la emblemática Würzburg y en 746 fue nombrado obispo de Maguncia, Mainz en alemán, a orillas del Rin. Mainz es un apellido muy frecuente en Navarra, en el valle de Roncal y en Garde. Algunos se remontan muy atrás para recordar que esta zona de Navarra fue invadida en su día por los cimbros, un pueblo germánico celta que llego hasta Hispania tras atravesar la Galia.


Tirar de estos hilos es una aventura fascinante, en el que se mezclan aspectos como la religión y la historia. Incluso con episodios de piratería. Los introduce el alcalde de Isaba, Ángel Luis de Miguel Barace. El regidor habla de una historia del siglo XVII, protagonizada por los hermanos Felipe y Pascual Atocha, propietarios de una flotilla de barcos. En un viaje a las Indias fueron atacados por piratas, por lo que invocaron a la virgen de Zuberoa, patrona de Garde. La victoria se puso de su lado y se hicieron con un gran botín. Con parte de ese tesoro arreglaron la ermita de la virgen, crearon una asociación para educar a los niños pobres y compraron distintas reliquias. La tradición oral del valle sostiene que entre aquellas estaba el cuerpo momificado de San Bonifacio. Aunque también es cierto que en aquella época había mucho tráfico de reliquias dado su efecto atracción de peregrinos que redondeaban las arcas de las ciudades que las poseían.

Retablo de la ermita de Nuestra Señora de Idoia

El mismo artista, Juan Baines, ya había realizado con anterioridad (1694)el retablo de la ermita de Ntra. Sra. de Idoia. 

La pieza cubre toda la cabecera del templo y consta de banco con dos netos exteriores y dos ménsulas interiores, cuerpo dividido en tres calles y articulado por salomónicas vestidas con dinámicos motivos vegetales y cabecitas de niños y ático con estípites. 

El protagonismo lo posee la decoración que viste todas sus estructuras con fino y rico follaje que incorpora cabezas de niños, ángeles y una especie de seres mezcla de peces y humanos, a modo de sirenas que aparecen en otros retablos navarros como el mencionado de Cárcar. La iconografía del retablo se reduce a la titular flanqueada por las esculturas de San Joaquín y San Vicente y otro santo al que se ha identificado con San Cipriano en el ático, aunque el contrato señala como a San Gregorio Ostiense.

Se tienen noticias de la llegada de varios cuerpos momificados a nuestra comunidad; Santa  Deodata, Santa Columba, San Inocencio y San Fidel a la Catedral de Pamplona, y San Bonifacio a Garde

Catedral de Pamplona
El ático alberga un lienzo que representa a la Virgen del Pópolo.

En el banco el añadido barroco para albergar el cuerpo de San Inocencio,aunque otros creen que son restos de Santa Columba.

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