XLVI - EL DESCUBRIMIENTO DE ORIENTE - TRANSFORMACIONES DEL SIGLO II - Los ilergetes - Hispania Citerior (“la más cercana”) - Hispania Ulterior (“la más lejana”) - Catón el Viejo - Cursus honorum - LOS SENADORES ROMANOS Y LOS PUBLICANI - Graccurris (Alfaro) - Tiberio Sempronio Graco - Plutarco - Tito Livio - Diodoro Sículo, pincha aquí
171 a.C.: Protesta de los pueblos hispanos ante Roma
En el año 171 a.C., varios pueblos hispanos (de la península ibérica) enviaron una embajada a Roma para quejarse ante el Senado.
La razón era el comportamiento abusivo de los magistrados romanos y de las societates publicanorum (compañías privadas encargadas de recaudar impuestos).
Roma ya había conquistado gran parte de Hispania y la dividió en dos provincias:
- Hispania Citerior (noreste)
- Hispania Ulterior (sur)
En estas provincias, los magistrados romanos (como gobernadores o pretores) y los publicani (recaudadores privados) cometían abusos:
- Cobros excesivos de impuestos.
- Explotación de los recursos locales.
- Maltrato a las poblaciones indígenas.
Se presentaron ante el Senado, que escuchó sus quejas.
Aunque Roma prometió investigar, las prácticas abusivas continuaron durante muchos años, provocando nuevas rebeliones.
Esta situación de explotación fue una de las causas que provocaron:
- Revueltas locales, especialmente en la Celtiberia.
- Guerras posteriores, como la Guerra Celtibérica (181–133 a.C.), donde Roma tuvo que luchar durante décadas para dominar completamente Hispania.
A largo del recorrido es posible observar distintos tipos de viviendas romanas, algunas (domus) construidas por las clases más pudientes y otras viviendas donde vivían los habitantes de las clases más humildes. En las domus, era habitual que tuviera un peristilo o patio central rodeado de columnas con un estanque o impluvium donde se recogían las aguas de lluvia para dirigirlas así como almacenarlas a la cisterna. También solían decorarse con mosaicos en los pisos así como pinturas murales en sus paredes.
Fue una ciudad antigua situada en el actual municipio de San Roque (Cádiz, España). Su origen se remonta a los fenicios y luego a los cartagineses, pero adquirió gran importancia en época romana.
Fundación como colonia latina
En el año 171 a. C., el Senado romano fundó en Carteia la primera colonia latina fuera de Italia, llamada Colonia Libertinorum Carteia.
Esta colonia se creó para dar tierras y derechos a los hijos de soldados romanos y mujeres hispanas, que hasta entonces no tenían ciudadanía ni patria legal (ingenui).
Ser “colonia de derecho latino” (ius Latii) significaba:
- Sus habitantes no eran ciudadanos romanos plenos, pero gozaban de ciertos derechos civiles y políticos (por ejemplo, comerciar y contraer matrimonio legítimo según el derecho romano).
- Podían obtener la ciudadanía romana individualmente al ocupar cargos municipales.
- La ciudad tenía instituciones locales (duunviros, edil, ordo decurionum) siguiendo el modelo romano.
Localización y contexto histórico
- Segeda era un importante oppidum celtibérico situado cerca de la actual Mara y Belmonte de Gracián (provincia de Zaragoza, España).
- Pertenecía al pueblo de los belos, una de las tribus celtíberas que habitaban el valle medio del Ebro antes y durante la conquista romana.
- El término oppidum se refiere a una ciudad fortificada que funcionaba como centro político, económico y defensivo de una tribu. Segeda controlaba rutas comerciales y territorios fértiles, lo que la convirtió en un punto estratégico.
Los belos y su organización
- Los belos formaban parte del grupo de pueblos celtíberos (junto con titos, arévacos, lusones, etc.).
- Su territorio se extendía por el valle del Jalón.
- Segeda era su capital política y religiosa.
- Practicaban una economía basada en la agricultura, ganadería y metalurgia (especialmente hierro y bronce).
- Mantenían relaciones comerciales con los íberos y más tarde con los romanos.
Por Falconaumanni - Trabajo propio, CC BY-SA 3.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=31757149
Moneda de Sekaisa del siglo II al siglo I a. C.
Sekaiza hizo sus primeras acuñaciones entre los años 170 y 154 a. C., ases, unidades de bronce y divisores. Acuñando también denarios de plata para pagar los tributos de Roma.
El conflicto con Roma: origen de la Segunda Guerra Celtibérica
- El nombre de Segeda pasó a la historia porque fue el motivo del inicio de la Segunda Guerra Celtibérica (154 a. C.).
- Los belos estaban ampliando las murallas de su ciudad y reagrupando a otros pueblos vecinos, lo que Roma interpretó como un acto hostil.
Según las fuentes (Apiano, Ibérica 44-50):
- Roma había prohibido a los pueblos aliados construir nuevas fortificaciones.
- Los segedenses argumentaron que no estaban edificando una ciudad nueva, sino ampliando una ya existente, por lo que no rompían el tratado.
- El Senado romano no aceptó la excusa y envió un ejército dirigido por el cónsul Quinto Fulvio Nobilior.
- Esto provocó una gran rebelión celtibérica, en la que también participaron los arévacos y su líder Carus de Segeda.
Desarrollo y consecuencias
- En el 154 a. C., los romanos avanzaron contra Segeda, que fue abandonada y destruida por sus propios habitantes para evitar su toma.
- Los belos se refugiaron en Numancia, aliándose con los arévacos.
- A partir de entonces, Roma modificó incluso el inicio del año consular, fijándolo el 1 de enero, para permitir la partida temprana de las legiones contra Segeda.
Este hecho histórico marcó el comienzo de la Segunda Guerra Celtibérica (154–133 a. C.), que culminó con la destrucción de Numancia.
- Zona roja: territorio controlado o influenciado por Roma. Representa el avance de las fuerzas romanas en el este de la Península Ibérica.
- Zona azul: territorio de los celtíberos, donde se encuentran los pueblos autóctonos como los belos, titos y arévacos.
- Segeda: aparece en el borde entre ambos mundos. Era el oppidum principal de los belos, y el detonante de la guerra.
- Numancia: más al norte, en territorio arévaco. Se convirtió en el refugio de los segedenses tras la destrucción de su ciudad por los romanos.
- Flecha amarilla: indica el movimiento de los segedenses hacia Numancia, buscando protección y alianza con los arévacos tras el ataque romano.
- Símbolo del estandarte romano (águila): señala el avance del ejército romano desde el este, bajo el mando del cónsul Quinto Fulvio Nobilior.
En el 154 a. C., los romanos acusaron a los belos de Segeda de violar los tratados por ampliar sus murallas y reagrupar poblaciones.
En el 153 a. C., Roma envió un ejército contra ellos.
Los segedenses huyeron y se unieron a los arévacos en Numancia, lo que extendió el conflicto.
Esta guerra fue el inicio de una larga resistencia celtibérica que culminaría décadas después con la caída de Numancia (133 a. C.).
Numancia, en una imagen idealizada
«Cuando se visita el yacimiento de Numancia, uno se da cuenta de lo increíble que fue esa resistencia. La ciudad de Numancia era un recinto de 600 metros por 300.
Después de haber derrotado a los cartagineses, el péndulo de la cultura los romanos pasó del momento estoico al epicúreo. «El ejército estaba compuesto por milicias, no estaba profesionalizado, y sus soldados no tenían ya nada que ganar en Numancia porque no había un buen botín que repartirse. Cada campaña la dirigía un cónsul que tenía un mandato anual y que esperaba alcanzar su gloria. No había una planificación a largo plazo y por eso Roma hizo un ridículo tras otro»
¿Y los celtíberos? ¿Por qué su resistencia brutal? ¿Por qué no aceptaron convertirse en hispanorromanos, como hicieron sus vecinos con bastante éxito? «Porque a población de Tarraco, por ejemplo, ya tenía una experiencia de contacto con griegos y fenicios. Estaban preparados para los romanos. Los celtíberos tenían una cultura mucho más encerrada en sí misma».
NUMANCIA
Fue una ciudad celtibérica situada en el norte de la actual provincia de Soria (España), sobre un cerro a orillas del río Duero.
Su posición elevada le daba una gran ventaja defensiva y controlaba los caminos entre la Meseta y el valle del Ebro.
El pueblo que la habitaba era el de los arévacos, una de las tribus más poderosas de los celtíberos.
Apiano de Alejandría (Appianus Alexandrinus)
Apiano nació en Alejandría (Egipto) hacia el 95 d. C., durante el reinado del emperador Trajano, y murió alrededor del 165 d. C. bajo Marco Aurelio.
Era griego de cultura, pero ciudadano romano, lo cual era común entre los miembros cultos de Alejandría.
Se formó como abogado y trabajó en la administración romana, llegando a ocupar un puesto como procurador (funcionario financiero del Imperio) en Roma. Gracias a esa posición, tuvo acceso a archivos y documentos oficiales que enriquecieron su labor histórica.
Obra principal: Historia Romana (Ῥωμαϊκά)
La Historia Romana de Apiano era una obra monumental en 24 libros, aunque no todos se conservan. Su propósito era narrar la historia de Roma desde sus orígenes hasta la instauración del Imperio (aproximadamente hasta Trajano).
Numancia era un oppidum (ciudad fortificada) típico del mundo celtibérico:
- Rodeada por murallas de piedra y fosas defensivas.
- Calles estrechas y casas de planta rectangular, construidas con piedra y barro.
- Economía basada en agricultura, ganadería y metalurgia.
- Sociedad guerrera, organizada en clanes y asambleas tribales.
- Además de su fortaleza natural, Numancia tenía un fuerte espíritu comunitario y guerrero, lo que la convirtió en símbolo de resistencia.
153 a.C. Nobilior, en persecución de los segedenses, cerca Numancia y trata de apoderarse de la ciudad con 30000 hombres, 300 jinetes númidas y 10 elefantes
Unas inmensas moles de 5 toneladas de peso y 3,5 metros de altura que causaban estragos cuando cargaban contra el enemigo. Aunque también un arma de doble filo, pues no era raro que, al asustarse, se descontrolaran y provocaran el caos. Ya lo expresó el historiador Apiano (95-165 d. C.) en « Historia de Roma. Sobre Iberia »: «Esto es lo que les suele ocurrir siempre a los elefantes cuando están irritados, que consideran a todos como enemigos.
Quinto Fulvio Nobilior (en latín, Quintus Fulvius M. F. M. N. Nobilior) fue un cónsul romano, hijo del también cónsul Marco Fulvio Nobilior, vencedor de la Liga Etolia y hermano del cónsul del año 159 a. C. Marco Fulvio Nobilior
El ejemplo vivo de lo peligrosos que eran estos animales para las tropas aliadas lo sufrió en primera persona el cónsul Quinto Fulvio Nobilior en el verano del año 153 a. C. Por entonces, el representante de la República romana fue testigo de cómo una decena de estos paquidermos abandonaban el asalto sobre las murallas de Numancia y se volvían, asustados, contra los mismos legionarios que les habían adiestrado. El resultado de la contienda fue una verdadera humillación para sus hombres, que se vieron obligados a abandonar el asedio y huir para no morir aplastados. Por si fuera poco, aquel desastre se completó cuando los defensores abrieron las puertas de la ciudad sedientos de sangre. «Los numantinos se lanzaron desde los muros, y en la persecución dieron muerte a cuatro mil hombres y tres elefantes », explica Apiano.
Las bajas romanas superaron los 4000 hombres
Los romanos atrapados en la Atalaya de Renieblas, sin poder recibir provisiones, sufrieron más bajas por el hambre y el frío que a causa de los celtíberos
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