Ernesto Augusto III
Duque de Brunswick (Ernst August Christian Georg) (Penzing, cerca de Viena, 17 de noviembre de 1887 – Castillo de Malbork, 30 de enero de 1953), Duque de Brunswick en el periodo de noviembre de 1913 a noviembre de 1918 y pretenso Rey de Hanóver (1923-1953).
Ernesto Augusto III |
Fue nieto del Rey Jorge V de Hannover, a quien los prusianos depusieron tras la Guerra de las Siete Semanas en 1866. El bisabuelo de Ernesto fue Ernesto Augusto I de Hanóver, Duque de Cumberland, hijo del Rey Jorge III del Reino Unido. Ernesto Augusto era el sexto hijo de Ernesto Augusto de Hannover, tercer Duque de Cumberland, y de su esposa, la Princesa Thyra de Dinamarca.
Cuando el hermano mayor de Ernesto, Jorge, murió en un accidente de automóvil el 20 de mayo de 1912, el emperador alemán envió un mensaje con sus condolencias al Duque de Cumberland. En respuesta a este gesto, el duque envió a su hijo Ernesto Augusto a Berlín para agradecer al emperador su mensaje. En Berlín, Ernesto se enamoró de la única hija del Emperador Guillermo, la Princesa Victoria Luisa de Prusia.
El 24 de mayo de 1913, Ernesto y Victoria Luisa se casaron. Esta unión reconcilió a las casas de Hohenzollern y de Hannover.
En los siguientes treinta años, Ernesto Augusto permaneció como jefe de la casa de Hanóver. Vivió lo suficiente para ver cómo su hija Federica se hizo Reina de los helenos, cuando su marido Pablo de Grecia y Dinamarca subió al trono en 1947.
El duque y la duquesa de Brunswick tuvieron cinco hijos:
- Ernesto Augusto IV de Hannover (18 de marzo de 1914 - 9 de diciembre de 1987).
- Jorge Guillermo (25 de marzo de 1915 - 8 de enero de 2006).
- Federica (18 de abril de 1917 - 6 de febrero de 1981).
- Cristián Óscar (1 de septiembre de 1919 - 12 de julio de 1981).
- Welfo Enrique (11 de marzo de 1923 - 12 de julio de 1997).
La princesa Victoria Luisa de Prusia, en alemán Viktoria Luise Adelheid Mathilde Charlotte (13 de septiembre de 1892 - 11 de diciembre de 1980) fue una princesa europea, duquesa de Brunswick. Hija del Emperador Guillermo II de Alemania y su esposa Augusta Victoria de Schleswig-Holstein, fue la única mujer entre los siete hijos del emperador y además fue la última en fallecer.
Fue la abuela materna de la Reina de España, así como de sus hermanos Constantino II de Grecia e Irene de Grecia
Ernesto Augusto IV de Hannover
Ernesto Augusto IV de Hannover
Ernesto Augusto Jorge Guillermo Cristián Luis Francisco José Nicolás Óscar de Brunswick-Luneburgo (en alemán Ernst August Georg Wilhelm Christian Ludwig Franz Nikolaus Oskar von Braunschweig-Lüneburg) (18 de marzo de 1914, Brunswick – 9 de diciembre de 1987, Schulburg), fue un príncipe de Hannover, duque hereditario de Brunswick de 1914 a 1918, jefe de la Casa real de Hannover de 1953 a 1987. También le fue concedido por el rey Jorge V, durante un corto periodo luego de su nacimiento, el título de príncipe de la Gran Bretaña e Irlanda, además fue duque heredero de Cumberland y de Teviotdale de 1914 a 1917, Sus títulos británicos fueron suspendidos bajo la ley de Privación de títulos de 1917.
Ernesto Augusto IV de Hannover Ortrudis Berta de Schleswig-Holstein-Sonderburg-Glücksburg |
Ernesto Augusto contrajo primeras nupcias en 1951 con la princesa Ortrudis Berta de Schleswig-Holstein-Sonderburg-Glücksburg con la que tuvo seis hijos.
Cuando contaba con 4 años perdió sus títulos luego de la abdicación de su padre en 1918; a la muerte de éste en 1953 se convirtió en jefe de la Casa de Hannover, siendo conocido como Ernesto Augusto IV. Llegó a contar con dos nacionalidades: La británica luego de acogerse exitosamente a la "Sophia Naturalization Act 1705" y, naturalmente, la alemana.
Ernesto Augusto de Hannover
Nació el 26 de febrero de 1954 en Hannover, Alemania Occidental.1 Es el pretendiente al trono de Hannover y es de Príncipe de Hannover, Duque de Brunswick y Luneburgo. Es el actual esposo de la princesa Carolina de Mónaco con quien tiene una hija, la Princesa Alejandra de Hannover, nacida el el 20 de julio de 1999.
- Padre - Ernesto Augusto de Hannover
- Madre -Ortrudis de Schleswig-Holstein-Sonderburg-Glücksburg
- Chantal Hochuli (1981 - 1997)
- Princesa Carolina Heredera de Mónaco (1999 - 2008) Viven separados desde 2008, oficialmente no se han divorciado.
Chantal Hochuli |
Chantal Hochuli y Ernesto Augusto de Hannover |
Ernesto de Hannover es el Jefe de la Casa de Hannover, es el segundo de los seis hijos que tuvieron Ernesto Augusto IV, Príncipe de Hannover y Duque de Brunswick y Luneburgo, y su primera esposa, la princesa Ortrudis de Schleswig-Holstein-Sonderburg-Glücksburg. Ernesto es primo hermano de la Reina Sofía de España, dado que su padre era hermano de la Reina Federica de Grecia.
Princesa Carolina y Ernesto Augusto de Hannover |
Ernesto cursó los primeros estudios en Alemania Occidental, y a los quince años le fue retirado el permiso de conducir motos a causa de un accidente que ocasionó cuando formaba parte de un grupo de chicos rockeros. Poco después era enviado a Inglaterra, donde ingresó en el prestigioso Box Hill Co-Educational School, en el condado de Surrey, donde tan sólo estuvo un trimestre, dado que de pronto surgió en él la vocación por la agricultura, lo que le llevaría a matricularse en el Royal Agricultural College de Cirencester, también en el Reino Unido, siguiendo después los estudios en Canadá.
El incorregible Ernesto
Cuando Ernesto Augusto IV murió en 1987 ya sabía que su primogénito varón, Ernesto, no iba a ser el fiel reflejo del protocolo aristocrático. A los 15 años, mientras estudiaba en Alemania, formó parte de un grupo aficionado al rock; durante aquellos meses la policía le retiró el carné de moto por estar involucrado en un accidente. Algo que estuvo a punto de volver a repetirse en Ibiza, donde el primo de la Reina Sofía pasa un mes haciendo lo que más estamos acostumbrados a ver: disfrutar de la vida. Tabaco, alcohol, comidas y sobremesas que se alargan hasta el siguiente amanecer. Sol y mar en la pitiusa: la isla del dinero y de la fiesta, el mejor entorno para un hedonista convencido.
A punto de cumplir los 60, Ernesto no ha cambiado sino que ha ido acentuando con la edad su afición por los momentos poco principescos. Ya en 1981 su padre derogó la ley de matrimonios iguales que caracterizaba a la dinastía Hannover por la que el matrimonio del heredero debía ser con alguien de sangre azul. La razón fue el primogénito quería casarse con la hija de un multimillonario arquitecto suizo, Chantal Hochuli. En 1988 su hermano, Luis Rodolfo de Hannover, se suicidó al descubrir el cadáver de la condesa Isabel de Thurn, su esposa, que había muerto por sobredosis. Chantal Hochuli estuvo a su lado en aquel durísimo momento y hasta nueve años después, cuando los rumores empezaron a crecer en torno a su relación con Carolina de Mónaco, amiga de ambos. La prensa los captó juntos en Nueva York, Londres, Oriente… En 1997 Chantal le interpuso una demanda de divorcio por tener una relación con otra mujer, de la que no se dijo el nombre. Su relación con la monegasca era un hecho.
Empezó entonces a descubrirse el tridente de la personalidad del güelfo que las portadas más han explotado: beber, orinar y pelear. Hasta ese momento, Ernesto de Hannover había disfrutado del anonimato y Carolina de Mónaco de la tranquilidad. Se le acabó pronto. Apenas unos meses antes del enlace con la monegasca, Ernesto protagonizó el más famoso de sus momentos, el paraguazo a un cámara alemán que le costó más de 50.000 euros y dar la vuelta al mundo vía internet y programas televisivos. Aún hoy aparece de vez en cuando en algún que otro zapping. En 1999 se casó con la hija de Grace Kelly, embarazada ya de su único descendiente común: Alejandra Hannover Grimaldi. La joven, que cumplió 15 años el pasado 20 de julio, ha crecido mientras su padre copaba cientos de portadas amarillistas a causa de sus marcadas ausencias – en el funeral de su suegro Rainiero por una pancreatitis, en la boda de los Príncipes de Asturias o en la de su cuñado Alberto de Mónaco– y multas por agresión o conducta impropia: insultos y patadas a una periodista durante los festivales estivales de 1999 en Salzburgo, puñetazos al propietario de una discoteca en Kenia por tener la música demasiado alta, orinar en la pared del pabellón turco de la muestra universal Hannover 2000, amenazar a una redactora jefe del Bild por publicar las fotos de la evacuación en cuestión o conducir por carreteras francesas a más de 200 kilómetros por hora.
Casi el millón que ha gastado en pago de esas denuncias no han hecho gran mella en el patrimonio. En 2011, Sotheby’s puso en marcha la mayor subasta de su historia con lo que Hannover había sacado de los sótanos del germano castillo de Ahlden, en Celle. Los huecos que no usa aprovechando al máximo la vida los invierte en el cine documental –lo ha convertido en profesión–, diversos negocios y la gestión de su patrimonio.
A alguien que, hipotéticamente, podría estar reinando actualmente en Inglaterra, la vida no le ha hecho precisamente reverencias reales. Sus amigos dicen que fue la presión de los medios de comunicación lo que le llevó a beber y cambiar su actitud. Tiene muchos detractores, pero también partidarios.
Nobleza obliga es una de las canciones que uno de los grupos punk, fans del aristócrata, le ha dedicado.
Nobleza obliga es una de las canciones que uno de los grupos punk, fans del aristócrata, le ha dedicado.
Ernesto de Hannover parece estar contribuyendo a la maldición monegasca que una gitana echó a un antepasado de Carolina: ningún miembro de la familia tendrá estabilidad emocional si se casa antes de los 50. Hasta el momento se ha cumplido para todos los miembros de la familia, incluso para Alberto, que se casó pasada la cincuentena. Carolina de Mónaco hizo todo lo posible para que funcionara y Hannover dejara su afición por los excesos. No fue suficiente, y después de ver las fotos de su marido con otra mujer en las playas de Tailandia en 2010, decidió poner tierra de por medio y marcharse a Mónaco con la pequeña Alejandra. Desde entonces el divorcio planea sobre los titulares de toda la prensa rosa, pero hasta ahora, si ha ocurrido, no se ha hecho oficial. Fuente: El Pais
'Turistas de todo el mundo han podido verle (a Ernesto Augusto) como besaba a su bella acompañante, estrechamente abrazados en las calientes aguas del mar y como se dejó posteriormente dar crema', señala el reportaje de la revista.
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