Erice
(Eryx) (Èrici o simplemente U' Munti en siciliano) es una localidad italiana de la provincia de Trapani, en Sicilia. Ubicada sobre un monte homónimo, tiene 28.880 habitantes.
Erice habitada desde el Paleolítico Superior, reune muchos rasgos sicilianos, como un urbanismo normando, la organización árabe de la vivienda en torno al patio y un amplio abanico de dulces.
En Erice se vive el Medievo respetado, sus calles empedradas llevan la historia manchada en las piedras de sus empinadas cuestas. Si la niebla lo permite, y los ojos se esfuerzan, la vista desde lo alto de Erice, permitirá alcanzar Tunez o el Etna.
Sin mirar tan lejos Trápani se abre al mar en las faldas de la montaña. Y por el otro costado Valderice, el valle que se abre hacia el golfo Castellammare.
Quizá debido a su imponente presencia, tutelando la provincia de Trápani, Erice ha sido desde tiempos inmemoriales lugar de culto y advocación a las divinidades clásicas. Incluso hoy en día sus numerosas iglesias confieren a Erice del halo de misticismo que desprendió antaño. Precisamente el punto más alto de Erice, donde se alza el castillo, fue lugar de culto y veneración -en todo el Mundo clásico y el Mediterraeo Occidental-, de las diosas del amor y la fertilidad, Astarté para los fenicios, Afrodita para los griegos y Venus para los romanos.
Si tenemos en cuenta que al llegar a Sicilia desde el Sur, Erice es un faro natural sobre el promontorio, entenderemos el porque de su importancia. Además la existencia de un templo de origen incierto, cuyas sacerdotisas se prostituian con los peregrinos como ofrensa sacra que se veía recompensada con donaciones cuantiosas al templo explica que el binomio religión economía se prolongase en el tiempo.
Virgilio ya cita a Erice en la Eneida, y la mitología dice que Dedalo aterrizó aquí. Lo único constatble es que los Elimos, un pueblo rodeado de incognitas, que también habitó Segesta, lo pobló desde el siglo XV al VIII a.C. Con suma probabilidad fue este pueblo el que introdujo el culto a la fertilidad que luego fenicios, cartagineses, griegos y romanos perpetuaron o incluso lo hicieron propio, como estos últimos, que construyeron templos en su honor en la propia Roma.
Ciudadela árabe, fue en época normanda, en concreto a partir de 1167, cuando tras la conquista del conde Ruggerio, adquiere el dibujo urbano de callejuelas sobre el que posteriormente se fueron edificando palacios, murallas, iglesias, las puertas de Trapani, Spada y Cármine, y el resto de elementos que perviven en el trazado que hoy admiramos.
Hoy Erice es un punto de veraneo de algunos sicilianos y extranjeros, con segundas residencias, pero sobre todo es un tesoro arquitectónico perfectamente conservado, cuyas calles sólo ven roto su silencio por los turistas y el ajetreo de los cafes y tiendas de souvenirs de las calles que desembocan en la Piazza Umberto.
Merece la pena bordear Erice por las calles más tranquilas hasta llegar al castillo y a los jardines comunales, Giardino del Balio, donde el esfuerzo de subir las cuestas se ve recompensado con la paz, las vistas, y la visita al castillo.
Para llegar a Erice podemos elegir entre el ascenso en un moderno Funicular (Funivia de Erice www.funiviaerice.it/ ) que permite volar por encima de las laderas que van dibujando las islas Egades, o por el ascenso en coche desde Trápani (14 km), que zigzagea casi de forma interminable, pero que ofrece panorámicas del mar que parece estar al alcance de la mano.
Los recorridos prefijados encorsetan la sensación de perderse e ir descubriendo los rincones que no se han visto erosionados por el paso del tiempo, las angostas callejuelas son un laberinto de cautivadoras postales vivientes. Su abigarrado aspecto se debe al limitado espacio construible.
Chiesa Madre, Santa Maria della Asunta |
Desde el aparcamiento de Porta Trápani, normanda, pero sobre fortificaciones elimianas, Vittorio Emanuelle II asciende hasta la Piazza Umberto, que aglutina la vida social de Erice. A la izquierda, antes de la plaza una callejuela nos abre a la explanada de la Chiesa Madre, Santa Maria della Asunta, del siglo XIV, levantada bajo reinado de Federico de Aragón. Su particular campanario, separado de la iglesia es en realidad una torre de vigilancia aragonesa de 1315. El maravilloso pórtico de la iglesia pese a ser gótico, algo inusual en la barroca Sicilia, data del 1426. Sin embargo el gótico del interior es un “parche” de 1852.
Piazza Umberto I |
El Corso Vittorio Emanuele es la calle principal de Erice, flanqueada por residencias y palacetes de estilo barroco, tiendas de cerámica y tentadoras pastelerías de dulces locales. Era la antigua Via Regia.
La calle arranca en la Puerta de Trápani y avanza colina arriba hasta desembocar en la animada Plaza Umberto I, reformada en el siglo XIX donde se emplaza el Ayuntamiento y Museo Cordici.
Ésta y otras calles de Erice mantienen su carácter medieval, con sus murallas, pavimentos empedrados, casonas de piedra con balcones decorados, etc. Del Corso Vittorio Emanuele parte a la derecha la Via General Salerno con sus nobles palacios, que nos lleva directamente al Castillo normando.
La iglesia de San Pedro. Edificada en 1.365 y reconstruida en los siglos XVI y XVII, la Iglesia de San Pedro era una de las más visitadas por los fieles, debido a su situación, en el centro de la ciudad. Su estratégica situación marcaba los límites entre las 4 parroquias de Erice.
La iglesia de San Pedro fue agregada al monasterio de las clarisas, cuyo vasto edificio se mantiene justo enfrente, comunicado con el templo por medio de un arco, pero ahora es la sede central del Centro "Ettore Majorana".
Fue reconstruida en 1.745 por el arquitecto Gian Biagio Amico, dotándola de una planta elíptica y confiriéndole un estilo barroco. El altar mayor tenía una estatua de mármol de Nuestra Señora de la Paz del siglo XVI, aunque fue trasladada al interior del convento de clausura y ya no puede visitarse.
La iglesia de San Pedro |
Dejando atrás la iglesia de San Salvador seguimos por Vittorio Emanuelle hasta Piazza Umberto, donde podemos tomar un café en sus terrazas bajo el ayuntamiento, a la espera de que abran el Museo Cordici, que expone tanto restos arquelógicos, manuscritos, incunables, pintura y esculturas de diferentes épocas, y cuyo relieve de la Anunciación de Antonello Gagini, de 1525 es la joya más destacada.
La Anunciación de Antonello Gagini, de 1525 encargo de un noble ericino. |
La ascensión concluye con la entrada a los castillos Pepoli, edificio normando gestionado por manos privadas y que sólo permite una visita parcial, y el Castillo di Venere, en estado ruinoso, pero que sugiere tiempos de gloria cuando haya por el siglo XII se construyó sobre el templo de Venus (Venere).
La Piazza San Doménico y su bonita iglesia, sede del Centro Científico Ettore Majorana, las iglesias de San Giuliano y San Martín o la extramuros iglesia de Santa Ursula y la Addolorata son buenos postres para la excursión por Erice.
Las suntuosas pastelerías de las calles de Erice son famosas por la elaboración de dulces de almendra y mazapán que antiguamente sólo se elaboraban en el convento.
Caffè María
En el Caffè María en Erice (Sicilia) podemos degustar las creaciones de María Grammatico, una de las mejores reposteras de Italia y del mundo. Su local es reconocido tanto por sus creaciones (mazapanes, cuscinetti, cannoli de ricotta...) como por su impresionante terraza con vistas. Como curiosidad, recibió su formación pastelera en el orfanato de Carlo de Erice, donde se crió, y al salir se dedicó a lo único que había aprendido a hacer: endulzar la vida a los demás.
Otro producto típico de Erice son las Frazzate, alfombras artesanales confeccionadas a mano |
La Torre Balio. Esta torre histórica, situada en los Jardines del Balio, era la antigua residencia del gobernador normando que mandó construir el Castillo (se comunicaba con él a través de un puente levadizo), pero hoy ha sido reconvertida en el Café del Balio. En su fachada puede verse el blasón de Carlos V.
En cualquier caso, puedes verla por fuera y lo más recomendable: sentarse a tomar algo en su terraza, rodeada de la vegetación de los jardines y con unas vistas espectaculares desde el acantilado. Puedes sentarte a desayunar o merendar, acompañando un buen café con un crépe, un pastelillo, o una porción de la famosa tarta "cassata siciliana".
Torre Balio |
La torre, de dos cuerpos, tiene una impresionante altura, lo que unido a que se encuentra en uno de los puntos más altos de la ciudad, es visible desde cualquier punto. En su fachada puede verse el flamante escudo de armas del Conde Pepoli.
Junto a ella hay un paseo que va bordeando todo el acantilado, desde donde hay unas espectaculares vistas panorámicas.
La Torre Pepoli |
Su portada es renacentista. El interior es bastante majestuoso, con tres naves separadas por columnas. Merece la pena entrar a visitarla pues alberga un rico patrimonio, especialmente los pasos del Misterio, que procesionan el Viernes Santo por las calles de la ciudad.
También son dignos de admirar los estucos y pinturas al fresco, así como la pila bautismal, la capilla de San Giuliano (cuya talla fue realizada por Pietro Orlando) y la Capilla de la Virgen Inmaculada, obra de Orazio Ferraro.
La Iglesia de San Giuliano |
La Iglesia de San Giuliano |
Lo más reseñable de su exterior es la escalinata de acceso (descendente), la impresionante cúpula y la decoración en zig-zag que enmarca su portada tardogótica. El campanario fue añadido en 1691.
Iglesia de San Juan Bautista |
Aunque ahora se utiliza principalmente para eventos culturales, todavía conserva algunas de las más valiosas obras de arte sacro de la ciudad, especialmente esculturas de mármol. Entre ellas se puede citar la Madonna del Soccorso (siglo XVI) originaria de la Iglesia de San Domenico, San Juan Evangelista (obra de Antonello Gagini en 1531), San Alberto, Santa Rosalia...
También conserva interesantes pinturas al fresco del siglo XIV en sus paredes.
Curiosidades:
El Condado de Erice es un título nobiliario pontificio de carácter vitalicio creado por el papa León XIII el 2 de mayo de 1900 a favor de don Jesús Padierna de Villapadierna y Erice. Su nombre se refiere al apellido familiar.
Corona condal |
El apellido Erice, vinculado a las familias de Erice, Eriz y Sebastián de Erice, es un linaje navarro con orígen gallego o asturiano. El apellido se menciona en la "Crónica General de España" (1344) de Rodrigo de Toledo y Lucas de Tuy indicando que el rey Ramiro I de Asturias y los hermanos caballeros Ergica y Olmundo de Erice empujaron a los vikingos hasta la ribera del Miño en el año 844. La rama navarra tenía su casa solar llamada Echandía o Echeandía, situada en el lugar de Erice, ayuntamiento de Iza, merindad de Pamplona.
Fin de "Mi viaje a Sicilia"
Continuo con "Los países Germánicos y la Europa del Este"
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