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LOS HALLAZGOS EN VICHAMA REAFIRMAN PODER DE LA MUJER, pincha aqui
En el norte de Perú han aparecido los restos de un ritual, que incluyen decapitaciones y copas de cerveza, cerca de una pirámide anterior a la época inca.
En agosto se descubrieron los primeros cuerpos en las excavaciones cercanas a la antigua pirámide de Huaca Las Ventanas, en una fosa de 15x15 metros.
La pirámide forma parte del complejo de Sicán, capital del pueblo Lambayeque (también llamados Sicán) que gobernó la costa norte de Perú entre los años 900 y 1100.
De acuerdo con Haagen Klaus, arqueólogo de la Utah Valley University, hay más de un centenar de cuerpos (enterrados desnudos y algunos decapitados) en la fosa recién descubierta.
Restos de un ritual en Perú |
La mayoría son hombres adultos, a excepción de dos niños, cada uno de ellos acompañado por lo que parece ser una mujer adulta.
«A pesar de lo que parece indicar este descubrimiento, los Sicán no eran belicistas», señala Klaus, sino una cultura que se basó en el comercio para construir un imperio que, en su mayor apogeo alrededor del año 1000, alcanzaba miles de kilómetros de lo que en la actualidad es Ecuador y Perú.
Según la teoría de Klaus, los cuerpos encontrados en la fosa común participaron de forma voluntaria en un ritual que celebraba la muerte para que «surgiera una vida nueva en el mundo».
«Sicán era tierra santa, y parece que solamente tuvieron lugar ahí los rituales religiosos más importantes», añade. «Lo más probable es que se tratara de un sacrificio ritual masivo».
«Sin embargo, es distinto a otros hallazgos anteriores relacionados con el pueblo Sicán, pues la línea entre ritual de enterramiento y sacrificio parece menos clara».
Cabezas de cerámica, calaveras y cerveza
«A diferencia de la posición de otros cuerpos encontrados en yacimientos en Sicán, en este caso no parece que haya un patrón en la colocación de los cuerpos en esta fosa», afirma José Pinilla, arqueólogo y codirector del proyecto junto a Carlos Elera, director del Museo Nacional de Sicán.
«Los cuerpos están colocados en posiciones muy diferentes: desde tirados sin más con brazos y piernas separados a cuidadosamente colocados en posiciones flexionadas».
Por ejemplo, uno de los cuerpos fue encontrado en el borde oriental de la fosa, boca abajo sobre una jarra de cerámica de 1,3 metros de altura que se usaba para fabricar y servir chicha de maíz, una bebida similar a la cerveza habitual en las celebraciones funerarias de los Andes.
La situación de esta jarra sugiere que los Sicán celebraron un ritual solemne de enterramiento en el que los vivos consumieron y ofrecieron a los muertos grandes cantidades de chicha.
Algunos de los cuerpos están decapitados y hay al menos 20 cabezas en una fosa pequeña que forma parte del yacimiento. Sin embargo, no se ha establecido una conexión directa entre los cuerpos decapitados y las calaveras.
«En el laboratorio buscaremos marcas de cortes que indiquen que las cabezas no se desprendieron de sus cuerpos una vez enterrados, sino que se trataba de las cabezas frescas de los muertos», afirma Haagen Klaus.
Además de las cabezas humanas, se han encontrado en la fosa cabezas de cerámica del dios Sicán, que solía adornar las vasijas funerarias, y figuras de cabezas que decoraban las copas de chicha.
Igualmente, han sido halladas cabezas de cerámica que representan llamas, pumas, monos, tortugas, osos y personas.
«Cuando se rompe una vasija o una botella por accidente, las marcas de la rotura suelen ser aleatorias. Sin embargo, aquí vemos unos cortes extremadamente cuidadosos y ordenados, por lo que sabemos que se trata de algo intencional», confirma Klaus en una entrevista telefónica.
«Tenemos restos de figuras de cabezas de animales, personas o el propio dios Sicán. Y por otro lado, claro, tenemos los cuerpos de personas que parece que fueron decapitadas en una ofrenda ritual».
Basándose en los dibujos de las vasijas, el equipo cree que los cuerpos fueron colocados en la fosa durante tres acontecimientos que tuvieron lugar entre 900 y 1100.
Los dos primeros consistieron en el entierro de los cuerpos. Durante el tercero se volvió a abrir la fosa y los huesos «fueron alterados, recolocados y manipulados», como afirma el codirector del proyecto Pinilla.
«En ese momento se colocaron la fosa de calaveras y huesos largos como fémures y húmeros».
Fuente: POR JOHN ROACH PARA NATIONAL GEOGRAPHIC NEWS
CARAL, ARQUITECTURA EJEMPLO DE ARMONÍA CON LA NATURALEZA
Caral, es considerada la civilización más antigua de América. Los restos de su capital, la homónima Caral, están en la lista de la UNESCO de Patrimonio Cultural de la Humanidad.
Caral fue la capital de la denominada civilización Caral; se encuentra situada en el valle de Supe, a 182 kilómetros al norte de Lima (Perú) y 23 km del litoral. La civilización se desarrolló entre los 3000 y 1800 años antes de Cristo. En un territorio semidesértico de 66 hectáreas, dominan el horizonte siete pirámides monumentales de piedra que parecen iluminarse cuando las golpea el sol. Muy cerca de allí, surca el río Supe.
Las edificaciones están alrededor de dos plazas circulares hundidas. La ciudadela, considerada sagrada, tiene 25 asentamientos. Aún continúan las excavaciones, pero lo que se encuentra a la luz muestra edificaciones en armonía con la naturaleza y con una avanzada ingeniería.
Los habitantes de Caral construyeron en tierras desérticas y respetaron las fértiles. No usaron armas ni murallas. Los arquitectos del mundo se inspiran en sus ruinas para edificar en armonía con el entorno.
Caral por todo lo alto, pincha aqui
Perú resguarda en los restos arqueológicos de Vichama, antigua ciudad de la civilización Caral, «la memoria colectiva del cambio climático ocurrido hace más 3.800 años»
De acuerdo con el investigador, las representaciones de personajes moribundos, esqueléticos y de peces, plasmadas en los murales de las edificaciones descubiertas en el valle de Supe a 200 kilómetros al norte de Lima, representan los efectos de una catástrofe natural que afectó a las poblaciones de la costa peruana en épocas remotas.
«Es la representación de un recuerdo anterior relacionado a un periodo de crisis, que estaría asociado al final de la civilización Caral, y esto motivado por los cambios medioambientales que se produjeron alrededor de 2.000 años a.C.», dijo a Xinhua poco después de participar en el Congreso de Arqueología en la sede del Ministerio de Cultura.
«Los altos relieves de la parte inferior, muestran los personajes cadavéricos, donde resaltan bastante las costillas, los huesos, que puede ser recordatorios del tiempo en el que hubo crisis por los cambios medio ambientales»
Según el arqueólogo, estas edificaciones son, en realidad, un registro histórico de los efectos del cambio climático y la hambruna que ocurrieron en la costa peruana durante la antigüedad.
Shicras: una antigua técnica de la civilización Caral que ayuda a construir viviendas antisísmicas
El Ing. Julio Vargas Neumann, docente del Departamento de Ingeniería e investigador de la Pontificia Universidad Católica del Perú, es uno de los responsables de un interesante proyecto sobre construcción de viviendas sismorresistentes al rescatar una técnica usada hace más de cinco mil años por la cultura Caral. “Se trata del uso de las shicras, bolsas hechas con fibra vegetal que son rellenadas, generalmente, con rocas de diferentes tamaños”, explica. La durabilidad de la infraestructura de la cultura Caral tiene así una explicación.
Desde hace más de 50 siglos, los antiguos constructores, especialmente de la costa peruana -donde hay mayor actividad sísmica-, tuvieron que luchar para proteger las construcciones de la frecuente ocurrencia de terremotos que nos acompañan desde siempre, con muertes y pérdidas materiales.
La shicra es una técnica textil de milenaria, consiste en la elaboración de tejidos en fibra vegetal. |
En Caral se puede contemplar esta antiquísima técnica textil que se usó en la construcción de pirámides y que sigue vigente en un poblado de Huarochirí.
El equipo de arqueólogos dirigidos por Ruth Shady descubrió vestigios de su uso en las pirámides de Caral, conocida como la ciudad más antigua de América. Y fue precisamente en Caral donde el ingeniero Julio Vargas Neuman, profesor de la PUCP, planteó el uso de shicras en la construcción de viviendas populares resistentes a terremotos. Sus ensayos fueron exitosos.
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