(XI) LA ROMA DE LOS REYES - LOS TARQUINIOS Y LA CAÍDA DE LA MONARQUÍA - Solón - LA CONSTITUCIÓN SERVIANA - Patricios y plebeyos - ¿Cómo funcionaban los comicios por centurias? PINCHA AQUÍ
Tulia, la ambiciosa y cruel hija de Servio Tulio y esposa de Tarquinio el Soberbio, pasa con su carro sobre el cadáver de su padre, asesinado por orden de Tarquinio. Pintura al óleo de Dandré Bardon Tullie, 1735, Museo Fabre, Montpellier.
La historia tradicional de los orígenes de Roma gira en torno a una fecha crucial: el año 509 a.C., en que fue derrocado el último de los siete reyes que gobernaron la ciudad desde la época de Rómulo, dos siglos y medio atrás, para dar paso a la República. Ese último rey de Roma se llamaba Tarquinio, pero la tradición histórica romana le dio el apodo de «el Soberbio», diferenciándolo así de otro Tarquinio que había reinado en Roma unas décadas antes, Tarquinio Prisco. En efecto, en la memoria histórica de la Roma republicana Tarquinio el Soberbio encarnó los peores vicios de la monarquía y fue visto como un modelo de tirano y enemigo de la patria.
Sin embargo, durante el gobierno de su último rey etrusco, Roma vivió un gran auge económico y cultural, un gran desarrollo urbanístico y una expansión territorial sin precedentes. El prestigio militar de Tarquinio, la fuerza política de su monarquía y el apoyo de las ciudades etruscas más poderosas garantizaron la supremacía de Roma en el Lacio y contribuyeron a que la ciudad se convirtiese en la máxima potencia en la región del mar Tirreno.
Entre las leyendas que corren acerca de las vestales, mujeres tan veneradas en la antigua Roma, destaca una por el mensaje que trasmitió en su momento, así como por su contexto histórico: la traición de la vestal Tarpeya.
La leyenda cuenta que mientras Roma estaba asediado por el rey sabino Tito Tacio, Tarpeya, hija del comandante de la ciudadela, se acercó al campo sabino y les ofreció entrar a cambio de "lo que llevaban en sus brazos izquierdos". Deseando el oro, se refería a sus brazaletes. Pero en lugar de ello, los sabinos le lanzaron los escudos, --que portaban en el brazo izquierdo -- encima, y así fue aplastada hasta la muerte bajo su peso.
Tito Tacio (m. Lavinio, 745 a. C.) fue un rey sabino originario de Cures que también compartió con Rómulo el trono de Roma.
Su cuerpo fue entonces lanzado desde la roca Tarpeya, que pasó a ser conocida como el lugar de ejecución para los más destacados traidores de Roma.
La Roca Tarpeya en la actualidad
La Roca Tarpeya era una abrupta pendiente de la antigua Roma, junto a la cima sur de la colina Capitolina. Tenía vistas al antiguo foro romano. Durante la República, se utilizó como lugar de ejecución de asesinos, esclavos ladrones y traidores, que eran lanzados desde ella, siempre que fuesen condenados por los quaestores parricidii. Quienes sufrían de alguna tara irrecuperable o de enfermedad mental, corrían la misma suerte, pues los antiguos romanos entendían que habían sido maldecidos por los dioses. Tenía una altura de unos 25 metros (80 pies).
Pronto Tarquinio y su cuñada eliminaron a sus respectivos cónyuges y contrajeron matrimonio. Instigado por su nueva esposa, Tarquinio comenzó a desacreditar a su suegro, hasta que en una ocasión se rodeó de un grupo armado y, sentado frente a la Curia, se proclamó heredero del trono de su antepasado Tarquinio Prisco, que había muerto asesinado. Servio Tulio, sin escolta y privado del apoyo del Senado, fue asesinado por los sicarios de Tarquinio. Su cuerpo quedó abandonado en una calle vecina al foro, el clivus urbius. Su hija Tulia dio muestras de su impiedad arrollando con su carro el cadáver de su padre.
Livio presenta el gobierno de Tarquinio como una auténtica tiranía. El rey, escribe, «hizo matar a los senadores más importantes que sospechaba habían sido partidarios de Servio» y gobernó sin aceptar más consejo que el de sus propios familiares. Él mismo decidía las causas que implicaban la pena capital, de modo que «estaba en su mano ejecutar, desterrar y privar de bienes». Iba siempre rodeado de guardaespaldas, pues sabía que «tenía que afirmar su poder sobre el miedo».
El monte Capitolino y el foro romano, con todos los edificios que los conformaban a finales del siglo II a.C.
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Tarquinio el Soberbio impulsó en Roma el desarrollo de infraestructuras urbanas y de numerosos edificios civiles y religiosos. Ejemplo de ello fue la construcción del gran templo de Júpiter Óptimo Máximo en el monte Capitolino, en la que participaron los mejores artesanos etruscos y la plebe romana. Tarquinio hizo erigir también las tribunas del Circo Máximo, que ya se había comenzado a edificar en tiempos de Tarquinio Prisco. A fines del siglo VI a.C. se terminó asimismo la excavación de la Cloaca Máxima, una imponente obra de ingeniería hidráulica que permitió resolver definitivamente el peligro de las inundaciones a las que el foro estaba expuesto, dado que se hallaba en una zona pantanosa en la que confluían las aguas de los montes circundantes.

El fresco sobre estas líneas ilustra la fundación del templo de Júpiter Óptimo Máximo en la colina Capitolina de Roma por Tarquinio el Soberbio. Perino del Vaga. 1525. Galería Uffizi, Florencia. Wikimedia Commons
La expulsión de Roma
Tradicionalmente, el fin de Tarquinio el Soberbio se relaciona con un episodio violento protagonizado por su hijo Sexto: la violación de Lucrecia, una patricia romana casada con un pariente del propio rey. El suicidio de la joven tras el ultraje suscitó tal indignación que los romanos, liderados por Bruto, un sobrino de Tarquinio, decidieron prohibir el regreso del rey –que en esos momentos se encontraba en una campaña militar contra Ardea– y expulsar de la ciudad a todos los miembros de su familia. Según la tradición, Lucio Junio Bruto y Tarquinio Colatino, convertidos en libertadores del pueblo, se proclamaron cónsules, una nueva magistratura anual que sustituía a la figura del monarca.
El rapto de Lucrecia por Tiziano (1490-1576). Lucrecia fue violada por Sexto, hijo del rey romano Lucio Tarquinio el Soberbio. El incidente, según la leyenda, provocó la caída de la monarquía y el comienzo de la república romana en el año 509 a.C.
Imagen fotográfica en blanco y negro de una pintura anterior a 1845 de François-Joseph Navez de Bruto, San Lucrecio, L Tarquinio Collatinus y Publio Valerio jurando derrocar a Lucio Tarquinio el Soberbio mientras Lucrecia yace muerta. (Museos Reales de Bellas Artes de Bélgica, Bruselas)
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