HISTORIA DE ROMA - LA ROMA DE LOS REYES - MONARQUÍA Y REPÚBLICA - LAS SIETE COLINAS - EL RÍO TÍBER - LOS ETRUSCOS Y LOS GRIEGOS

LA ROMA DE LOS REYES

La mayor parte de las civilizaciones inician su andadura con un marco geográfico amplio: un valle, el curso de un río, una meseta rodeada de montañas... Sin embargo, Roma comienza con una única ciudad. Un mínimo asentamiento que contrato todo pronóstico, acabaría por apoderarse de gran parte del mundo conocido y por cambiar la Historia de la Humanidad.

LAS SIETE COLINAS

El Tíber es uno de los ríos más largos de Italia. Nace en los Apeninos y atraviesa el centro de la Península Itálica antes de desembocar en el Tirreno. Es un río caudaloso, especialmente, como es lógico, cerca de su desembocadura, y cruzarlo no resultaba fácil en la antigüedad. 

El Tíber es el tercer río más largo de Italia (después de los ríos Po y Adige), con una longitud de 405 km.

Nace en los Apeninos, en el monte Fumaiolo, en la región de Romaña, y atraviesa las regiones de Umbría y Lacio, pasando por las ciudades de Perugia y Roma. Desemboca en el mar Tirreno, el cual alcanza dividido en dos brazos en Ostia, el Isola Sacra (al sur) y Fiumicino (al norte). En su curso hay numerosos puentes, algunos de ellos de gran valor histórico-artístico.

A unos 30 km. de su desembocadura, tras superar una pequeña isla, la corriente se remansaba en una zona pantanosa. En ese punto se encontraba uno de los mejores vados del Tíber en muchos kilómetros a la redonda. Además el interés del lugar era doble, porque entre los pantanos emergían, como pequeñas torres, una serie de altozanos que permitían vigilar el preciado paso sobre el Tíber. Los más cercanos: EL CAPITOLIO, EL PALATINO Y EL AVENTINO, que rodeaban el pantano como un inmenso teatro, garantizaban el completo control del vado a aquellos que los poseyeran. Así pues, quien levantara una ciudad sobre esas colinas, controlaría uno de los puntos más estratégicos del centro de la Península Itálica

ENTRE LOS ETRUSCOS Y LOS GRIEGOS HABÍA INTERCAMBIOS MERCANTILES, TANTO POR TIERRA COMO POR MAR

TENÍAN QUE ATRAVESAR ROMA

EL RÍO TIBER CRECE MUCHO EN PRIMAVERA, FUE MUY PROBLEMATICO HASTA EL SIGLO XIX (CAUSABA  INUNDACIONES EN ROMA)

EL CLIMA ES CÁLIDO; DONDE EL AGUA DE REMANSA HAY MOSQUITOS QUE PRODUCEN LA MALARIA (HASTA EL SIGLO XX NO SE TERMINÓ DE ERRADICAR

LAS 7 COLINAS, SON LO BASTANTE LIBRES DE INUNDACIONES Y DE MOSQUITOS

DESDE LAS COLINAS SE CONTROLABA LOS BARCOS QUE PASABAN POR EL VADO (ISLA TIBERINA)

El núcleo central y antiguo de la ciudad está constituido por las históricas Siete colinas de Roma: la Colina Palatina, el Aventino, el Capitolio, el Quirinal, el Viminal, el Esquilino y el Celio. La ciudad comprende también otros relieves, entre los cuales el monte Mario, el monte Antenne, el monte Brianzo, el monte de las Joyas, el monte Giordano, el Gianicolo, el Pincio, los montes Parioli, el monte Savello, el monte Sacro y el monte Verde.

Los etruscos o tirrenos fueron un pueblo de la antigüedad cuyo núcleo geográfico fue la Toscana (Italia), a la cual dieron su nombre

Desde la Toscana se extendieron hacia Umbría y, por el sur, hacia el Lacio​ y la parte septentrional de la Campania,​ donde chocaron con las colonias griegas de la Magna Grecia (sur de Italia); hacia el norte de la península itálica ocuparon la zona alrededor del valle del río Po, en las actuales regiones de Emilia-Romaña, Lombardía y la parte sur del Véneto.

Llegaron a ser una gran potencia naval en el Mediterráneo occidental, lo cual les permitió establecer factorías en Cerdeña y Córcega.

Procedencia étnico-lingüística de los griegos de Magna Grecia.     Griegos del noroeste     Aqueos     Dorios     Jonios
Magna Grecia  es el nombre dado en la Antigüedad clásica al territorio ocupado por los colonos griegos en el sur de la península itálica y en Sicilia, donde fundaron numerosas polis que comerciaban tanto entre ellas como con la Hélade propiamente dicha.

Los habitantes peninsulares de la Magna Grecia, es decir, los itálicos de lengua y cultura griega, eran conocidos como italiotas, mientras que, a los habitantes magno-griegos de la isla de Sicilia se les conocía como siciliotas.