lunes, 24 de marzo de 2025

(XIII) LA ROMA DE LOS REYES - LOS TARQUINIOS Y LA CAÍDA DE LA MONARQUÍA - Dionisio de Halicarnaso - Templo en la Colina Capitolina - Grupo escultórico de la tríada capitolina -Los libros sibilinos - Las Sibilas de Miguel Ángel


(XII) LA ROMA DE LOS REYES - LOS TARQUINIOS Y LA CAÍDA DE LA MONARQUÍA - Tarquinio el Soberbio - La Roca Tarpeya - La expulsión de Roma, PINCHA AQUÍ

 Quedaba así abolida la monarquía y daba inicio el sistema republicano.


Horacio Cocles defiende el puente Sublicio. Óleo por Charles le Brun. Siglo XVII.

Charles Le Brun (París, 24 de febrero de 1619-22 de febrero de 1690) fue un pintor y teórico del arte francés, uno de los artistas dominantes en la Francia del siglo XVII.

El monarca exiliado organizó entonces un ejército con tropas de Tarquinia y Veyes y atacó Roma. Sin embargo, fue derrotado y en la batalla perdió la vida uno de sus hijos

De nuevo en el exilio y ya anciano, el Soberbio se refugió en Tusculum, en la corte de su yerno Octavio Mamilio, quien instigó a treinta ciudades latinas a coaligarse contra Roma. En la batalla del lago Regilo, la caballería y la infantería romanas, guiadas por Aulo Postumio y Tito Ebucio, vencieron a las tropas etruscas y latinas, comandadas por Mamilio, Tarquinio y uno de sus hijos. 
Fue el golpe final para el viejo rey. Cuenta Dionisio de Halicarnaso que ni latinos, ni etruscos ni sabinos quisieron acoger a Tarquinio, quien, cumplidos ya los 90 años, encontró refugio en la corte de Aristodemo el Malvado, tirano de Cumas. Allí murió y fue sepultado a los pocos días.

Dionisio de Halicarnaso (Halicarnaso, c. 60 a. C.-Roma, 7 a. C.) fue un historiador, crítico literario y profesor de retórica de origen griego que vivió en Roma en la época de Augusto. Es conocido principalmente por ser el autor de las Antigüedades romanas, una obra histórica sobre el origen de Roma que ha llegado parcialmente hasta la actualidad.


Un mapa que muestra la extensión de Etruria y la civilización etrusca. El mapa incluye las 12 ciudades de la Liga Etrusca y las ciudades notables fundadas por los etruscos.

Basado en un mapa de The National Geographic Magazine Vol.173 No.6 de junio de 1988.


Cimientos del templo de Júpiter Capitolino.
Museos Capitolinos (Roma)


Maqueta del Templo en la Colina Capitolina

El templo de Júpiter Óptimo Máximo, también conocido como templo de Júpiter Capitolino, fue el templo más importante en la Antigua Roma y estaba localizado en la Colina Capitolina.

Estaba dedicado a Júpiter, junto a las otras dos integrantes de la Tríada Capitolina, Juno y Minerva.


Cabeza de Júpiter en una imago clipeata (‘imagen en escudo’) . Museo Arqueológico Nacional de Florencia.
La imago clipeata prefigura el formato tondo propio del Renacimiento.

Júpiter, también Jove, es el principal dios de la mitología romana, padre de dioses y de hombres. Su equivalente griego es Zeus, aunque esta deidad latina no fue tomada de la mitología griega, como sí ocurrió en otros casos. Sus atributos son el águila, el rayo y el cetro.


Saturno devorando a su hijo (1819-1823), por Goya.


Estatua de Livia Drusila como Ops, con gavilla de trigo y cornucopia. Mármol romano, siglo I d. C.
En la mitología romana, Ops (en latín ‘abundancia’) era una diosa de la fertilidad y la tierra de origen sabino. Su marido era Saturno, el generoso monarca de la edad dorada. Al igual que Saturno era identificado con el dios griego Cronos, Ops lo era con Rea, la esposa de Cronos.

Livia Drusila o Julia Augusta (59/58 a. C.-29 d. C.) fue la tercera esposa del emperador Augusto
Se casó en primeras nupcias con Tiberio Claudio Nerón, a quien dio dos hijos: Tiberio Claudio Nerón, futuro emperador, y Druso, gran general. Fue abuela de Germánico y Claudio, bisabuela de Calígula y Agripina la Menor y tatarabuela de Nerón.


Hijo de Saturno y Ops, Júpiter fue la deidad suprema de la tríada capitolina, integrada además por su hermana y esposa, Juno, y por su hija, Minerva.

Grupo escultórico de la tríada capitolina. Museo Arqueológico Nacional de Palestrina. Es la única representación conjunta de estos tres dioses que se ha conservado. Fue hallado en 1994 en la excavación de la villa romana dell'Inviolata (Parco dell'Inviolata, en Guidonia Montecelio, muy próximo a Roma).

Palestrina es un municipio italiano de la ciudad metropolitana de Roma Capital, en la región del Lacio. Tiene una población de 22 158 habitantes (ISTAT 2024).


En la mitología romana, Juno  era una diosa que presidía el matrimonio y los nacimientos, equivalente a la Hera griega, y como tal era la reina de los dioses. Hija de Saturno y Ops, hermana y esposa de Júpiter, con el que tuvo dos hijos, Marte y Vulcano

En la mitología romana Juno representa a la maternidad.


Minerva con casco sosteniendo un pequeño búho. Mármol y ónice dorado, siglo II d. C. y restauraciones del siglo XVIII. El cuerpo de ónice es una copia del tipo de Hera Borghese; la estatua fue restaurada como Minerva mediante la adición de una cabeza y brazos de mármol.

En la mitología romana, Minerva es la diosa virgen de la sabiduría, la civilización, las ciencias, la navegación, la justicia, el estado, la educación, la medicina, el comercio, las artes, la habilidad, la industria, los inventos, el desarrollo, los oficios y la paz, además de ser la protectora de Roma y la patrona de los artesanos. Se corresponde con Atenea en la mitología griega

Fue el centro del culto del estado romano y, según la tradición, fue construido para sustituir y marcar la supremacía sobre el santuario dedicado a Iuppiter Latiaris en los Mons Albanus, cerca de Alba Longa, con la intención de trasladar el centro de la liga latina a Roma. Al culto se logró que coincidieran hasta 47 pueblos, de los cuales, 30 eran latinos, reuniéndose todos, una vez al año, para practicar sacrificios rituales en común.

Delante del templo terminaban las ceremonias triunfales con un sacrificio augural, utilizando un altar portátil. En su interior se guardaban, entre otros, los libros sibilinos y una ánfora estándar, el amphora capitolina, de modo que sirviese de patrón de medida.


Colina Capitolina en la era republicana.


Mapa de la expansión de Roma hasta la caída de Tarquinio el Soberbio.

La batalla del lago Regilo fue un enfrentamiento militar semi-legendario entre la naciente República romana y los ejércitos de la Liga Latina, con una decisiva victoria de la primera.
La ciudad latina de Crustumerium tomó la ciudad romana de Fidenas, Praeneste pasó a manos de la República y la guerra entre ambos pueblos se hizo inevitable.

Derrotado, Tarquinio consiguió el asilo del tirano Aristodemo de Cumas donde murió en 495 a. C.

Cuando Aristodemo era tirano de Cumas, la ciudad mantenía ya relaciones estrechas con Roma, relaciones a partir de entonces esclarecidas por la arqueología, pero que se observaban también en las tradiciones antiguas, en particular en la que sitúa durante el reinado de Tarquinio el Soberbio, la adquisición de los libros sibilinos por Roma.


Ciudades de la Magna Grecia, con la ubicación de Cumas, próxima a Dicearquia, Capua, Neápolis e Isquia, ciudades que pertenecían a la zona de dialecto jónico

Cumas (en latín: Cumae,  es una antigua ciudad de la Magna Grecia, en la costa del mar Tirreno, actual Campania, al sur de Italia, en los municipios de Bacoli y Pozzuoli, suburbio de Nápoles.


La cueva de la Sibila es una galería artificial grecorromana, descubierta como resultado de las excavaciones arqueológicas de la antigua ciudad de Cumas. La cueva se identifica como el lugar en el que la Sibila de Cumas operaba y divulgaba sus oráculos.

La fecha de construcción es algo incierta: según Amedeo Maiuri, fue construida entre los siglos VII y VI a.C., como lo demuestra el tipo de corte de la piedra de toba con forma trapezoidal

Los libros sibilinos eran unos libros mitológicos y proféticos de la antigua Roma


La Sibila Cumana, de 350 x 380 cm, es un fresco de Miguel Ángel de 1508-1510 y forma parte de la decoración de la bóveda de la Capilla Sixtina, en los Museos Vaticanos de Roma, encargada por el papa Julio II.

La Sibila Cumana forma parte de la serie de los Videntes, colocados sobre amplios tronos arquitectónicos fingidos sobre las ménsulas. Cada uno de ellos está acompañado de un par de jóvenes asistentes y sobre un gran asiento marmóreo, entre dos pilares con fingidos altorrelieves de amorcillos por parejas, en varias posiciones. Su nombre está escrito (en este caso CVMAEA) en igualmente simuladas tablitas bajo la plataforma que hace de base al trono, sostenidas por otro amorcillo.


La posición de la Cumana en el tramo central de la bóveda recuerda su fundamental profecía relatada por Virgilio en la IV égloga de las Bucólicas, en la que predice el nacimiento de un niño en el reinado de Augusto que dará origen a una nueva Edad de Oro: esta es la profecía más importante en el contexto pagano reinterpretada en clave cristiana, que abrió el camino para la conexión entre la cultura clásica y la doctrina cristiana del Humanismo. De hecho, se consideraba que toda la humanidad en la fase antigua había vivido a la espera de la "Buena Nueva" y que Dios, aunque se había manifestado más directamente a los profetas del Antiguo Testamento, había transmitido fragmentos de la Revelación también a los paganos, especialmente por medio de las sibilas, sacerdotisas y videntes.

Según Tito Livio, Tarquinio «no tenía ningún derecho al trono aparte de la fuerza, dado que era rey sin el sufragio del pueblo ni ratificación del Senado». Arriba, Tarquinio en una ilustración de Historia de Roma, (la Sibila con los 9 libros) Mary Macgregor, 1912. Wikimedia Commons


Los libros Sibilinos (Podemos ver los tres últimos libros)
Cuando la Sibila de Cumas se presentó ante el último rey de Roma, lo hizo con nueve libros y pidió por ellos un precio muy alto. Tarquinio se negó a pagar semejante precio, así que la Sibila destruyó tres de los nueve libros y volvió a pedir el mismo precio. Tarquinio, ultrajado, volvió a negarse y la Sibila, sin dudarlo, volvió a destruir tres libros más, al tiempo que volvía a exigir la misma suma. Tarquinio, alarmado por la actitud de la Sibila, y temiendo que terminase por destruirlos todos, accedió por fin, pagando por tres libros el precio que la Sibila había pedido por nueve.
Tarquinio ordenó que los tres libros fuesen guardados en el templo de Júpiter de Roma, y a partir de entonces, fueron consultados en situaciones excepcionales para la ciudad.

En la Antigüedad se la consideró como la más importante de las diez sibilas conocidas.
Apolo era el dios que inspiraba las profecías de las sibilas y prometió que concedería un deseo a la sibila de Cumas. Ella cogió un puñado de arena en su mano y pidió vivir tantos años como partículas de tierra había cogido; pero se le olvidó pedir la eterna juventud, así es que con los años empezó a consumirse tanto que tuvieron que encerrarla en una jaula que colgaron del templo de Apolo en Cumas. La leyenda dice que vivió nueve vidas humanas de 120 años cada una.



Apolo Belvedere, Roma Museos Vaticanos. Copia en mármol hecha en tiempos de Adriano de un probable original en bronce de Leocares, documentada desde 1509 en el Vaticano, donde se describía como «famoso nel mondo». Patrón de la salud, la belleza, la música y las bellas artes, Apolo ha servido de fuente de inspiración para artistas y oráculos.

Apolo era hijo de Zeus y Leto y hermano gemelo de Artemisa.
En la mitología griega, Leto es una hija de los titanes Ceo y Febe—se la denomina con el patronímico de Ceántide— y, en el panteón olímpico, madre con Zeus de los mellizos Apolo y Artemisa.

Las Sibilas de Miguel Ángel


La Sibila Délfica ocupa un lugar destacado dentro del conjunto de las figuras proféticas del mundo antiguo, particularmente en la tradición griega. El reconocimiento de sus predicciones se remonta al siglo VI a.C., período en el cual Delfos, situada en Grecia, adquirió una importancia central como ciudad sagrada y sede del famoso oráculo de Apolo, consolidándose como un núcleo religioso y cultural en el mundo helénico. 

Durante todo el periodo helénico, las profecías de la Sibila Délfica gozaron de gran popularidad e influencia. Su figura se asocia con predicciones de carácter mesiánico, entre las que destaca la profecía del nacimiento de un niño de una virgen, anticipando los sufrimientos que dicho niño experimentaría.

La representación de la Sibila Délfica es rica en simbolismo y técnica, revelando una cuidadosa atención a la expresión corporal y facial que comunica tanto acción como emoción.


La Sibila Eritrea, que también recibe diversas denominaciones como Erqiea, Erifla, Herifle, Herófla y Riquea, es una figura prominente en la tradición profética del mundo antiguo. Su origen se sitúa en Eritrea, una ciudad de Jonia, en la provincia de Asia Menor, lo que refuerza su conexión con una región conocida por su rica cultura y su producción literaria. 

Esta Sibila es conocida por haber profetizado la destrucción de Troya, un evento central en la mitología y la historia de la antigua Grecia. La destrucción de Troya, narrada en obras como la «Ilíada» de Homero, se convierte así en un punto de referencia para explorar las implicaciones de sus profecías, situando a la Sibila Eritrea en un contexto donde se entrelazan la literatura, la historia y la religión.

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