miércoles, 22 de noviembre de 2023

(4)LA RUTA DE LA SEDA (2ª PARTE) -La Ciudad redonda de Bagdad - Basora - El califato de Córdoba (929-1031) - Medina Azahara - Abderramán III -Las vasconas que engendraron emires y califas andalusíes - La batalla del Talas - Las cifras arábigas - La muselina

(3)LA RUTA DE LA SEDA (2ª PARTE) -Los Hui - Dinastía Song (960 a 1276 d. C.) - Dinastía Tang (618 - 907 d. C.) - Los uigures -  La Mezquita del Profeta - La Meca - La Kaaba -  La Piedra Negra, pincha aqui

  • CALIFAS PERFECTOS (632-661)
  • CALIFAS OMEYAS (661-750)
  • CALIFAS ABASÍES (750-1258)

LOS OMEYAS HABÍAN SITUADO SU CAPITAL EN DAMASCO, UNA CIUDAD MUY VINCULADA  A LAS RUTAS MERCANTILES.


Por otro lado, los califas eran los guardianes de los Santos Lugares y los responsables de que la peregrinación que todo musulmán debía realizar a la Meca, el Hadj, discurriera con los menores incidentes posibles. Esta peregrinación podía seguir el trazado de la Ruta de la Seda, y desde luego, conectaba con el viejo Camino Real, que desde Oriente Próximo se adentraba en la cordillera del Hedjaz, en el occidente de Arabia, pasaba por las ciudades caravaneras de Medina y La Meca, y llegaba hasta Yemen. De hecho, antes de convertirse en una ciudad santa, La Meca había sido un centro comercial importante. Tras la eclosión del Islam su influencia en el intercambio de mercancías creció todavía más. No sólo los mercaderes se aprovecharon de la seguridad de los caminos y de la afluencia de peregrinos, sino que éstos también solían vender mercancías y adquirir productos costosos en La Meca para revenderlos y costearse el viaje. Al parecer, por ejemplo, la porcelana china era tan habitual en la ciudad, que se convirtió en el elemento preferido de regalo e intercambio. Así que el desarrollo del califato y su preocupación por la seguridad de los peregrinos contribuyó también a mejorar el tránsito a lo largo de los caminos, y sobre todo en la ruta de especias, incienso y mirra que llegaba hasta Yemen y Omán.


VI - LA RUTA DE LA SEDA - Mesopotamia - Shatt al-Arab - Tigris y Éufrates - Babilonia - Ciro II el Grande - Alejandro III de Macedonia - Al-Mansur (el Victorioso) -PINCHA AQUI



VII - LA RUTA DE LA SEDA - El Imperio seléucida - Antíoco III - Ctesiphon - Bagdad - Palmira - Aleppo - Seleucia Pieria - Partia, PINCHA AQUI

Bagdad​ es la capital federal y la ciudad más poblada de Irak. Su número de habitantes es de 8 765 000 (est. 2016), lo que la convierte en la mayor ciudad del país y la segunda del mundo árabe, solo por detrás de El Cairo.

Ubicada a orillas del río Tigris, la ciudad fue fundada en el siglo VIII y se convirtió en capital del Califato abasí. En poco tiempo se convirtió en un centro cultural, comercial e intelectual de gran relevancia del mundo islámico. Esto, y el hecho de ser sede de varias instituciones académicas relevantes, como la Casa de la sabiduría, le sirvieron a la ciudad para ganarse una reputación mundial de «Centro de Enseñanza».

La Ciudad redonda de Bagdad entre 767 y 912 d. C.


En el año 761 Al-Mansur (el Victorioso) fundó Bagdad, cerca de las ruinas de la antigua Babilonia y la convirtió en la capital del islam. Mansur creía que Bagdad era la ciudad perfecta para ser capital del imperio islámico bajo el Califato abasí, y estuvo tan encantado con el sitio que dijo: «Esta es realmente la ciudad que estoy fundando, donde estoy viviendo, y donde mis descendientes reinarán después». Desarrolló una política económica y de capital, sobre todo porque su situación le dio el control de estratégicas rutas comerciales. También constituía una excelente ubicación debido a la abundancia de agua, que era muy poco común durante ese tiempo y su saludable clima.


El califato tenía como centro a Damasco, pero las tierras de Mesopotamia eran ricas y bien pobladas. Con su fundación, Bagdad eclipsó a Ctesifonte, la capital del Imperio persa, situada a unos 30 km al sureste, que había estado bajo la dominación musulmana desde el año 637, y que fue rápidamente abandonada después de la fundación de Bagdad. Heredera de Babilonia (que había sido abandonada desde el siglo II a. C., y cuya ubicación estaba a unos 90 kilómetros al sur) y de Seleucia del Tigris.

La biblioteca de Bagdad era impresionante, la más importante después de la de Alejandría hasta que llegaron las hordas mongolas y la arrasaron siglo XIII. Se dice que las aguas del río  bajaron durante días negras de la cantidad de manuscritos que tiraron los mongoles al río.

La Ruta de la Seda llegaba a SIRIA a través de las tierras altas de Mesopotamia, donde conectaba con la Ruta del Incienso, que atravesaba Arabia desde Yemen.
Entre Mesopotamia y Siria el camino se bifurca. Llegamos a la ciudad de PALMIRA.

Basora


Situada al sur de Irak a 545 km de Bagdad y 55 km de la costa del Golfo Pérsico entre las fronteras de Irán y Kuwait, se encuentra la ciudad de Basora y su región. Fundada en el año 636, es hoy la segunda ciudad del país con cerca de 3 millones de habitantes. Es la única salida al mar de Irak, convirtiendo a Basora, el canal de Shatt Al Arab y el cercano puerto de aguas profundas de Umm Qasr, en un activo estratégico de Irak. Históricamente, la ciudad fue escenario de luchas constantes por su control, especialmente entre el Imperio Otomano y Persa.


LA RUTA DE LA SEDA MARÍTIMA VIVIÓ UN PERIODO DE ESPLENDOR BAJO LOS ABASÍES

AL SER DUEÑOS DE UN IMPERIO QUE IBA DESDE PAKISTÁN HASTA LA PENÍNSULA IBÉRICA Y LA ISLA DE SICILIA, LOS MUSULMANES EXTENDIERON POR EL MEDITERRÁNEO PRODUCTOS E INNOVACIONES ORIENTALES DESCONOCIDOS HASTA EL MOMENTO EN EUROPA.


El Califato omeya o califato de los omeyas (661-750 CE) fue el segundo de los cuatro grandes califatos establecidos tras la muerte de Mahoma. El califato fue gobernado por la dinastía omeya, un linaje árabe que ejerció el poder de califa, primero en Oriente, con capital en Damasco, y luego en al-Ándalus, con capital en Córdoba. El término omeya proviene de un antepasado de la familia, Umayya. Estrictamente hablando, la dinastía comienza con Mu‘awiya I, y termina con Marwán II, con la Revolución abasí en el 750.

La Mezquita de los Omeyas o Gran Mezquita de Damasco es la mezquita más importante en Damasco, la capital de Siria, y una de las más antiguas y grandes del mundo. Fue construida por el califa omeya al-Walid I en el año 705 sobre la catedral bizantina dedicada a Juan el Bautista desde la época del emperador romano Constantino I.

El califa omeya, Marwán II, huyó a Egipto y Abu l-Abbás se convirtió en califa, inaugurando así el Califato abasí. Todos los omeyas fueron asesinados; incluso se sacó a los muertos omeyas de sus tumbas, para borrar de este modo los rastros de la familia. Sólo uno logró escapar a la matanza, y con el tiempo reapareció en el otro extremo del mundo islámico, en al-Ándalus.
Marwán II -- Fue derrotado en febrero de 750 en la batalla del Gran Zab, disputada a orillas del río Zab, al norte de Bagdad; este descalabro supuso el fin del gran califato omeya, fundado en el 661.

Abu al-'Abbás  (721-754), fue el primer califa abasí (750-754). Su dinastía reinó desde 749 hasta 1258. As-Saffāḥ  es un título religioso mesiánico de literatura hadiz en el mahdi, que en árabe antiguo significaba "el generoso", del verbo árabe yasfaḥ "verter hacia fuera," lo que implica que el futuro gobernante sería liberal en la distribución de riqueza a los musulmanes (en árabe moderno esta palabra ha tomado una connotación negativa: "el que derrama sangre"/"rudo"). El nuevo califa se apropió de este título mesiánico en su primer sermón en Kufa en el año 749. Una explicación alternativa más débil del título es carnicero o derramador de sangre por sus esfuerzos implacables para eliminar a la rival familia omeya, poco probable, sin embargo, puesto que ningún califa hubiera apropiado el título por sí mismo si ese fuera el significado original.

El emirato independiente de Córdoba (756-929)
El único superviviente de los omeyas, Abd al-Rahman, se exilia al Magreb, zona por entonces refugio de todas las disidencias debido a su alejamiento de las capitales califales. Huésped de tribus bereberes junto a un puñado de aliados, Abd al-Rahman recaba apoyos entre las tropas sirias de al-Ándalus, hasta que en septiembre del año 755 desembarca en Almuñécar. Vence al gobierno de los abbasíes en la batalla de Al-Musara (756) y es nombrado emir por sus partidarios.
Al-Ándalus se hace así políticamente independiente, aunque Abd al-Rahman evitará hacer explícito su no reconocimiento del califa de Bagdad para mantener la apariencia de unidad en la umma o comunidad de musulmanes. A su muerte, al-Ándalus es un Estado totalmente estructurado. Le sucederán otros cuatro emires antes de que el país se independice también en el plano religioso, dando lugar al califato de Córdoba.

El califato de Córdoba (929-1031)
Será el emir Abd al-Rahman III, an-Nāsir, quien consume la ruptura con oriente proclamándose califa en el año 929, ya que de todas maneras la umma había quedado escindida por la creación, en Túnez, del califato chií de los fatimíes. Se proclamó califa basándose en distintos argumentos que dieron solidez a su decisión. Por un lado la familia era procedente de la tribu Quraysh, a la que pertenecía Mahoma y había frenado los intentos de los cristianos del norte de reconquistar al-Ándalus. Con ello, los omeyas consolidan su posición de poder y al mismo tiempo consolidan la posición del país en el exterior.
Tras la desintegración del Califato de Córdoba, el linaje de los omeyas se diluye lentamente en la población de al-Ándalus.

Mezquita-catedral de Córdoba


Se construyó como mezquita en el año 784. La historia tradicional, ya mencionada por los cronistas musulmanes, sostenía que el edificio ocupaba el sitio de la basílica hispanorromana de San Vicente Mártir. 

XXXV - Grandes Hitos de la Arquitectura Universal - Califato de Córdoba - Almanzor - La arqueta de Leyre - La Mezquita-Catedral de Córdoba, pincha aqui

La ciudad fue construida por el califa Abd al-Rahman III en honor a su amada Azahara, y se convirtió en una de las ciudades más impresionantes de Al-Ándalus . La leyenda de los almendros de Medina Azahara cuenta que el poderoso califa ordenó construir esta bella ciudad sobre la ladera de Sierra Morena, en las cercanías de Córdoba, para demostrarle el amor que sentía por su amada . La ciudad palatina estaba adornada con los materiales más preciados, maderas, mármoles, azulejos, hermosos jardines con flores y plantas traídas desde todos los rincones del mundo, poblados con hermosos pájaros y árboles de exóticos frutos . La leyenda también cuenta que el califa mandó talar un bosque situado frente a la Medina y replantarlo de almendros muy juntos unos de otros y cada primavera, cuando los almendros abrían su flor blanca, la nieve aparecía en Córdoba solo para su amada Azahara, que no volvió a llorar. La ciudad fue destruida en 1009 por órdenes de Muhammad al-Mahdi, y en 1010 fue nuevamente atacada por mercenarios bereberes de Suleyman al-Musta’in. Tras ello, al-Musta’in cercó la capital y no cesó en su ataque hasta su rendición en 1013. Tras la fitna, la ciudad califal quedó prácticamente arrasada 

Abd al-Rahmán ibn Muhámmadnota   (Córdoba (Qurṭuba), 7 de enero de 891-Medina Azahara, 15 de octubre de 961​), más conocido como Abderramán III, fue el octavo y último​ emir independiente (912-929) y primer​ califa omeya de Córdoba (929-961), con el sobrenombre de al-Nāṣir li-dīn Allah  «aquel que hace triunfar la religión de Dios» ('de Alá'). Hijo de un noble cordobés y de la cautiva navarra Muzna o Muzayna (Lluvia o Nube),​ el califa Abderramán vivió setenta años y reinó cincuenta.​ Fundó la ciudad palatina de Medina Azahara, cuya fastuosidad aún es proverbial, y condujo al emirato cordobés de su nadir al esplendor califal. Dedicó gran parte de su reinado a acabar de someter el territorio del emirato, desgarrado por numerosas rebeliones, mediante una mezcla de persuasión, prebendas y fuerza.


Las vasconas que engendraron emires y califas andalusíes
Los gobernantes andalusíes hicieron cautivos a los herederos de los recién creados reinos cristianos, a quienes se trató de acuerdo a su alcurnia. Fortún (quien sería el tercer monarca de Pamplona), fue retenido unos veinte años en Córdoba junto a su hija Onneca, apodada Durr (Perla en árabe), que se unió al emir Abdalá I -hijo a su vez de la vascona Ushar-. Con él tuvo dos hijas y un hijo (Mohamed), progenitor del célebre Abderramán III, quien fue criado por su abuelo Abdalá al quedar huérfano al poco de nacer. Se convirtió en emir en 912 y se intituló califa (“príncipe de los creyentes”) en 929, evidenciando la debilidad del Califato de Oriente al concentrar en su persona el poder político y el religioso.
Este primer califa andalusí era pelirrojo, de piel muy blanca y ojos azules, por lo que justificar el parentesco de los Omeyas con Mahoma no fue tarea fácil. Como relató Ibn Hazam en El Collar de la Paloma (1030), Abderramán III oscurecía con alheña su cabello, pero no podía disfrazar el color cielo de sus pupilas. Y es que su madre, una concubina cristiana denominada Muzna o Muzayna (Lluvia o Nube), procedía de los reinos septentrionales, al igual que su abuela Onneca y su bisabuela Ushar.

Durante varias generaciones fueron mujeres del norte peninsular –de posiciones sociales diversas- las que engendraron a los futuros emires o califas, adquiriendo el rango de “madre de infante”. 


LA TRADICIÓN ASEGURA QUE, TRAS LA BATALLA DE TALAS, LOS MUSULMANES HICIERON VARIOS PRISIONEROS CHINOS Y LES ARRANCARON EL SECRETO DE LA FABRICACIÓN DEL PAPEL.

La batalla del Talas, fue un enfrentamiento militar que tuvo lugar en mayo-septiembre del año 751 en Asia Central, a orillas del río Talas y al norte del río Sir Daria, en territorio del actual Kirguistán, cerca de la ciudad kazaja de Taraz.


En julio de 751, fuerzas Tang y abasíes se encontraron en el valle del río Talas para competir por el control sobre la región del Sir Daria de Asia central. Después de varios días de estancamiento, los karlukos, que originalmente se aliaron con los Tang se pasaron a los abasíes y con ello desequilibraron las fuerzas, lo que dio como resultado una derrota Tang. Solo 2000 chinos sobrevivieron a la batalla. La victoria árabe-turca supuso el fin de la expansión china por la región de la Asia central, que se integró desde ese momento y de forma definitiva en la cultura islámica. 


Quedó asegurado el control musulmán sobre la Transoxiana durante los siguientes 400 años. El control de esta región fue económicamente beneficioso para los abasíes debido a que estaba en la ruta de la seda. Los historiadores debaten si los prisioneros chinos capturados con posterioridad a la batalla llevaron la tecnología de la fabricación del papel a Oriente Medio, donde con el tiempo se difundió hasta Europa.

EL USO DE PAPEL SE EXTENDIÓ DESDE LA TRANSOXIANA POR TODA LA RUTA DE LA SEDA, Y LLEGÓ A EUROPA EN EL SIGLO X, A TRAVÉS DE SICILIA Y AL-ÁNDALUS, POSESIONES MUSULMANAS

Las cifras arábigas son los diez símbolos básicos empleados para expresar números en la mayor parte del mundo siguiendo las normas del sistema de numeración indo-arábigo. No obstante, las cifras arábigas también sirven para expresar números en otros sistemas como la numeración octal o la hexadecimal.

La razón por la que los dígitos se conocen más comúnmente como "números arábigos" en Europa y América es que fueron introducidos en Europa en el siglo x por hablantes de árabe de España y norte de África, que entonces usaban los dígitos desde Libia hasta Marruecos.

Las primeras menciones de los numerales en Occidente se encuentran en el Codex Vigilanus (o Albeldensis) de 976.

Reyes visigodos en el Codex Vigilanus
El nombre de Albeldense le viene del códice del monasterio de San Martín de Albelda en Albelda de Iregua, La Rioja, copiado y continuado por el monje Vigila hasta el año 976. De ahí el nombre de Códice vigilano
La Crónica albeldense no recoge información exclusiva de España, sino que su contribución es mucho más amplia, aportando referencias históricas y geográficas sobre el resto del mundo (Roma...).
El primer manuscrito europeo en el que aparecen los números arábigos. 

LOS NÚMEROS ARÁBIGOS FUERON DIFUNDIÉNDOSE LENTAMENTE POR EUROPA A LO LARGO DE TODA LA EDAD MEDIA, PERO SU AUTENTICA POPULARIZACIÓN NO LLEGÓ HASTA  EL SIGLO XV Y LA  INVENCIÓN DE LA IMPRENTA. NO POR CASAUALIDAD, A  PARTIR  DE ESE MOMENTO COMENZÓ  DEL DESPEGUE TECTOLÓGICO EN EUROPA OCCIDENTAL.

Mapa que muestra los centros de origen de Saccharum officinarum en Nueva Guinea, Saccharum sinense en el sur de China y Taiwán y S. barberi en India; las flechas punteadas representan introducciones austronesias

La caña de azúcar es originaria de Nueva Guinea. Los antiguos navegantes la llevaron a India, desde donde se extendió a China y a otras regiones de Oriente. Esto sucedió alrededor del año 4,500 a. C.

Mucho tiempo después, en el año 642 a. C. los persas invadieron la India, de la que adoptaron el cultivo de la caña. Por el año 510 a.C. los soldados del rey persa Darío se referían a ella como esa caña que da miel sin necesidad de abejas.


Su cultivo se siguió extendiendo: en el siglo VII d. C. los árabes conquistaron lo que fue Persia y, tan aficionados al dulce, llevaron el azúcar a otro de sus territorios conquistados: el norte de África y fue ahí donde los químicos egipcios perfeccionaron su procesamiento y la empezaron a refinar.
La caña de azúcar llegó a América en las expediciones de Cristóbal Colón, trasladándola desde las islas Canarias a lo que ahora pertenece a República Dominicana. En México, la caña de azúcar llegó en la conquista y su primera plantación se llevó a cabo en el estado de Veracruz.

La muselina ERA UNA TELA FINÍSIMA, SEMITRANSPARENTE, QUE SE ELABORÓ PRIMERO CON HILOS DE SEDA Y DESPUÉS CON ALGODÓN. EL SECRETO MDE SU FABRICACIÓN SE DESCUBRIÓ EN EL NORTE DE LA INDIA, Y FUERON MERCADERES MUSULMANES LOS QUE LA LLEVARON HASTA EL MEDITERRÁNEO BAJO EL CALIFATO ABBASÍ.

María Antonieta en traje de muselina (retrato de 1783).

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