Alfons Mucha c. 1906 |
Mucha se mudó a París en 1887 y continuó sus estudios en la Académie Julian y en la Académie Colarossi, produciendo al mismo tiempo ilustraciones para revistas y publicidad.
Medea, 1898. |
La actriz Maude Adams caracterizada como Juana de Arco |
Cuando Mucha visitó Estados Unidos fue reclutado por la excéntrica actriz Mrs. Leslie Carter, quien trató de superar el lujo y la ostentación de las obras de teatro de Sarah Bernhardt, lo que finalmente la llevó a la ruina. El formato y la configuración de los carteles eran parecidos a los hechos para el Théâtre de la Renaissance antes de 1900, con una influencia de las alhajas creadas para Georges Fouquet.
Mucha produjo una gran cantidad de pinturas, pósteres, avisos e ilustraciones así como diseños para joyería, alfombras, empapelados y decorados teatrales (litografías) en lo que llegó a conocerse como el estilo Art Nouveau. Los trabajos de Mucha frecuentemente introducían mujeres jóvenes, hermosas y saludables, flotando en atuendos vagamente neoclásicos, frecuentemente rodeadas de exuberantes flores las que a veces formaban halos detrás de sus cabezas. Este estilo fue imitado con frecuencia. De todos modos, Mucha intentó distanciarse de tal estilo a lo largo de su vida, insistiendo que más que adherir a cierto estilo en boga, sus pinturas se originaban en su propia inspiración. Declaró que pensaba que el arte existía para transmitir un mensaje espiritual y nada más; de allí su frustración por la fama que logró a través de un arte básicamente comercial. Por ende siempre quiso concentrarse más en proyectos elevados que ennoblecieran el arte y su lugar de nacimiento. Mucha visitó los Estados Unidos entre 1906 y 1910, retornando luego a tierras checas para establecerse en Praga, donde decoró el Teatro de Bellas Artes así como otros lugares distintivos de la ciudad.
Cuando Checoslovaquia obtuvo la independencia, tras la Primera Guerra Mundial, Mucha diseñó sellos postales, billetes de banco y otros documentos gubernamentales para la nueva nación. Pasó muchos años trabajando en lo que consideró su obra maestra, La Épica Eslava (Slovanská epopej), una serie de enormes pinturas que describen la historia de los pueblos eslavos, que fueron donadas a la ciudad de Praga en 1928. Mucha había soñado con completar esta serie, una celebración de la épica eslava, desde su juventud. Al invadir los alemanes Checoslovaquia, Mucha fue arrestado e interrogado por los ocupantes. Nunca se recuperó de la tensión de este episodio, ni de ver su país invadido y vencido. Murió en Praga el 14 de julio de 1939 a consecuencia de una pulmonía y allí fue enterrado, en el cementerio de Vysehrad. Su última pintura fue El juramento de unión de los eslavos.
Cartel de Mucha para Cycles Perfecta (1902). |
Vitral de la Catedral de San Vito, en Praga. |
'Slovanska Epopej' |
Epopeya Eslava |
El joyero Georges Fouquet Otra etapa del recorrido artístico de Mucha son las creaciones para la serie de alhajas realizadas por el joyero parisino Georges Fouquet siguiendo los diseños de Mucha. A Fouquet le llamaron la atención los adornos con los que Mucha engalanaba a las mujeres de sus carteles y paneles, reproducidos con gran lujo de detalles, también en sus propiedades materiales. Fouquet presentó una colección de joyas realizadas sobre diseños de Mucha en la Exposición Universal de París de 1900, en esta prevalecían las reminiscencias orientales y bizantinas. Además, diseñó los interiores de la Joyería de Fouquet. Mucha renunció más tarde con el objeto de alcanzar grupos más amplios de compradores para sus obras.
Interior de la joyería Fouquet en París creada por Mucha - Rue Ryale en 1900 |
Joyería Fouquet en París creada por Mucha - Rue Ryale en 1900 |
Dos diseños de Mucha creados para Sarah Bernhardt y realizados por Fouquet |
Dos diseños de Mucha creados para Sarah Bernhardt y realizados por Fouquet |
Mrs. Leslie Carter |
Sarah Bernhardt, por Nadar, hacia 1864 |
Nació el 23 de octubre de 1844 en el nº 5 de la calle École de Medecine, París. Su nombre real era Rosine Bernardt. Su madre era una mujer de religión judía, de origen holandés y llamada Julie Bernardt, alias Youle. Se ganaba la vida como prostituta de lujo junto con su hermana, Rosine Bernardt. Julie tuvo varias hijas más: en abril de 1843 tuvo dos niñas gemelas que fallecieron a las dos semanas. Tras Sarah, tuvo a Jeanne (fecha de nacimiento desconocida) y a Régine en 1855, que falleció de tuberculosis en 1873. Todas fueron hijas de padres distintos y desconocidos. Sarah Bernhardt nunca supo quién era su padre biológico, aunque se cree que era el Duque de Morny, medio-hermano de Napoleón III.
Su vida familiar no fue sencilla. Tuvo una relación tensa y distante con su madre, Julie. Su progenitora nunca fue una madre cariñosa e interesada y ese hecho hizo que Sarah siempre buscase su aprobación y su cariño.
Julie Bernard sentía predilección tan sólo por su hija Jeanne y descuidó totalmente la educación de su hija menor, Régine. Sarah Bernhardt sentía predilección por su hermana pequeña Régine y cuando logró ser independiente se la llevó a vivir consigo para alejarla de la madre y de las intenciones de ésta de convertirla también en cortesana. Lamentablemente a causa del abandono afectivo que sufrió y del ambiente del piso de su madre, Régine se convirtió en prostituta a los 13 años. Falleció a los 18, en 1873, a causa de la tuberculosis. Su otra hermana, Jeanne, también fue cortesana durante una época y siempre que tenía necesidad de dinero. Para apartarla de la mala vida, Bernhardt se la llevó consigo con su compañía y la acompañó en varias de sus giras americanas y europeas. Era una actriz mediocre, pero hacía pequeños papeles y vivía una vida de lujo junto a su hermana. Se sabe que sufrió crisis de neurosis a causa de su adicción a la morfina y que estuvo ingresada en el hospital de La Pitié-Salpetrière en París bajo cuidados del doctor Jean-Martin Charcot. En cambio, el hijo de Sarah, Maurice, siempre estuvo muy unido a su madre. Vivió siempre a su sombra, malgastando auténticas fortunas en el juego, en viajes y en una vida regalada.
Protegió y encumbró al pintor y cartelista Alphonse Mucha, cuyos trabajos fueron punto de referencia del Art Nouveau francés.
Sarah Bernhardt en Ruy Blas. |
Cartel de Alfons Mucha para "La Dame aux Camélias". |
Su entierro fue multitudinario: unos 150.000 franceses acudieron a despedirla.
Fue inhumada en el cementerio parisino de Père-Lachaise.
A todos inspiró, a todos enamoró. El propio Sigmund Freud, el gran padre del psicoanálisis, había colocado una foto suya inmensa en la entrada de su Consultorio para animar a los pacientes que acudían a verle. Impresionó a propios y ajenos. Oscar Wilde le dedicó una obra, Salomé. Pero es que Mark Twain, el célebre autor norteamericano también dijo “Solo hay cinco categorías de actrices: las malas, las regulares, las buenas, las muy buenas, y por supuesto, Sarah Bernhardt…”.
Alfred Dreyfus (Mulhouse, Francia, 9 de octubre de 1859 - París, Francia, 12 de julio de 1935). Militar francés.
Nació en el seno de una acaudalada familia de origen judío dedicada a la fabricación de textiles, que abandonó Alsacia cuando esta región fue anexionada por Alemania tras la Guerra Franco-Prusiana (1871). En 1872 opta por la ciudadanía francesa y decide dedicarse a la carrera militar, con el deseo de ver reintegrada Alsacia a Francia.
Alfred Dreyfus |
El caso Dreyfus tuvo como origen un error judicial, sobre un trasfondo de espionaje y antisemitismo, en el que la víctima fue el capitán Alfred Dreyfus (1859-1935), de origen judío-alsaciano, y que durante doce años, de 1894 a 1906, conmocionó a la sociedad francesa de la época, marcando un hito en la historia del antisemitismo.
La revelación del escándalo en Yo acuso (J'accuse), un artículo de Émile Zola en 1898, provocó una sucesión de crisis políticas y sociales inéditas en Francia que, en el momento de su apogeo en 1899, revelaron las fracturas profundas que subyacían en la Tercera República Francesa. Dividió profunda y duraderamente a los franceses en dos campos opuestos, los dreyfusards (partidarios de Dreyfus) y los antidreyfusards (opositores a Dreyfus). Reveló también la existencia en la sociedad francesa de un núcleo de violento nacionalismo y antisemitismo difundido por una prensa sumamente influyente. El caso se convirtió en símbolo moderno y universal de la iniquidad en nombre de la razón de Estado.
La revelación del escándalo en Yo acuso (J'accuse), un artículo de Émile Zola en 1898, provocó una sucesión de crisis políticas y sociales inéditas en Francia que, en el momento de su apogeo en 1899, revelaron las fracturas profundas que subyacían en la Tercera República Francesa. Dividió profunda y duraderamente a los franceses en dos campos opuestos, los dreyfusards (partidarios de Dreyfus) y los antidreyfusards (opositores a Dreyfus). Reveló también la existencia en la sociedad francesa de un núcleo de violento nacionalismo y antisemitismo difundido por una prensa sumamente influyente. El caso se convirtió en símbolo moderno y universal de la iniquidad en nombre de la razón de Estado.
Resumen
A finales de 1894, el Capitán del Ejército Francés Alfred Dreyfus, un ingeniero politécnico de origen judío-alsaciano, fue acusado de haber entregado a los alemanes documentos secretos. Enjuiciado por un tribunal militar, fue condenado a prisión perpetua y desterrado en la Colonia penal de la Isla del Diablo situada a 11 km de la costa de la Guayana francesa (Sudamérica), por el delito de alta traición. En ese momento tanto la opinión pública como la clase política francesas adoptaron una posición abiertamente en contra de Dreyfus.
Convencida de la arbitrariedad de la condena, la familia del capitán, con su hermano Mathieu al frente, intentó probar su inocencia y para ello recurrieron a los servicios del periodista Bernard Lazare. Simultáneamente, el coronel Georges Picquart, jefe del servicio de contraespionaje, comprobó, en marzo de 1896, que el verdadero traidor había sido el comandante Ferdinand Walsin Esterhazy. El Estado Mayor se negó, sin embargo, a reconsiderar su decisión y sacó a Picquart de Francia destinándolo al norte de África.
En enero de 1898, mientras el círculo de los partidarios de Dreyfus se ampliaba, sucedieron casi simultáneamente dos eventos de dimensión nacional:
- Esterházy, el verdadero traidor, fue absuelto y recibido con aclamaciones y aplausos por los sectores conservadores, monárquicos y nacionalistas.
- El escritor Émile Zola publicó J'Accuse, un alegato en favor de Dreyfus que llevó al cambio de opinión de muchos intelectuales.
Se había iniciado un proceso de escisión en dos de Francia que se prolongaría hasta fines del siglo XIX. Disturbios antisemitas estallaron en más de veinte ciudades. Hubo varios muertos en Argel. La República se conmovió, algunos hasta la vieron en peligro, generando el convencimiento de que había que acabar con el Caso Dreyfus si se quería calmar la situación.
En 1906 su inocencia fue reconocida oficialmente por la Corte de Casación a través de una sentencia que anuló el juicio de 1899.
Las consecuencias del Caso Dreyfus fueron de gran importancia, impactando en todos los aspectos de la vida pública francesa.
Contexto político
Contexto político
En 1894, la Tercera República Francesa (1870-1940) llevaba veinticuatro años de existencia. El sistema republicano parlamentarista de Francia acababa de afrontar tres crisis (el boulangismo en 1889, el escándalo del Canal de Panamá en 1892 y la amenaza anarquista, que alcanzó ese año su punto más alto con el asesinato del presidente Marie François Sadi Carnot y fue reprimida por las leyes malvadas sancionadas el año anterior) que terminaron consolidándola. Las elecciones de 1893, centradas en la cuestión social, otorgaron una clara victoria de los republicanos, que obtuvieron 317 bancas de las 581 en juego, superando a los republicanos radicales de Georges Clemenceau (122), a la derecha conservadora-monárquica (93) y a los socialistas (49).
Eulogio Varela
El boulangismo (en francés: boulangisme o la Boulange) fue un movimiento político francés de finales del siglo XIX (1886-1891) que constituyó una amenaza para la Tercera República Francesa. Su nombre deriva del general Georges Boulanger, militar que se convirtió en ministro de Guerra, alcanzó gran popularidad por sus reformas e inquietó al Gobierno por sus discursos bélicos.
El escándalo de Panamá (también conocido como el escándalo del Canal de Panamá o como el caso Lesseps) fue un caso de corrupción, relacionado con el intento fallido de construcción del Canal de Panamá, que salpicó a muchos políticos e industriales franceses durante la Tercera república francesa y arruinó a decenas de miles de ahorradores. El escándalo estuvo ligado a las dificultades de financiamiento de la Compañía Universal del Canal Interoceánico de Panamá, sociedad creada por Ferdinand de Lesseps para reunir los fondos necesarios y llevar a buen puerto el proyecto. Cuando la obra se reveló más onerosa de lo que se había previsto, Lesseps debió emitir una suscripción pública. Una parte de esos fondos fue utilizada por el financista Jacques de Reinach para sobornar a los periodistas y obtener ilegalmente el apoyo de personalidades políticas. Después de la liquidación judicial de la compañía que arruinó a sus suscriptores, el barón de Reinach fue encontrado muerto, mientras que muchos políticos fueron acusados de corrupción. En total, se perdieron cerca de mil millones de francos, en lo que ha sido considerado el mayor escándalo de corrupción del siglo XIX.
Una caricatura francesa sobre el escándalo: Lesseps y Emile Zola presentados como "muñecos parlantes" |
Creador, pedagogo y un gran teórico
Eulogio Varela |
En 1908 logra la primera Medalla en la Exposición Nacional de Bellas Artes. Junto a su producción artística, desarrolló una intensa labor teórica y pedagógica. Fue profesor en la Escuela de Artes y Oficios de Madrid y autor de dos publicaciones de referencia internacional: «Temas de composición decorativa» y «La letra y su teoría constructiva». En 1934 se retiró a su casa de Cercedilla, donde retomó la pintura.
Eulogio Varela, uno de nuestros mejores dibujantes y diseñadores, injustamente olvidado. Varela es el Alphonse Mucha español, pero, mientras que en Francia aún se realizan hasta bolsos con los dibujos del checo Mucha, en España casi nadie conoce a Varela, a pesar de ser uno de los nombres clave de nuestro Modernismo y un gran referente del diseño gráfico.
Por sus papeles desfilan caballeros, hadas, doncellas, dragones, serpientes, cisnes... Nos topamos con personajes como Don Quijote, Lohengrin o Brunilda. Y es que en su trabajo se cuelan la estética wagneriana y el gusto por el neohistoricismo, lo medieval, la Antigüedad clásica... Asimismo, hay un gusto especial en Varela por lo místico, fantástico, esotérico, oculto y maldito. La naturaleza (formas vegetales y florales) y la mujer moderna –ideal de ese cosmopolitismo modernista– se convierten en los grandes temas de sus trabajos, siempre con un halo de erotismo y sensualidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario