lunes, 6 de octubre de 2014

Los Nazarenos (III) Peter von Cornelius - El Cantar de los nibelungos - Casa Bartholdy - La parábola de las diez vírgenes

Los Nazarenos (II) - Johann Friedrich Overbeck - Franz Pforr - El Palacio del Té (Mantua, Italia) - Giulio Pippi  - Palazzetto Zuccari (Roma) - Casa Bartholdy, pincha aqui

Peter von Cornelius 

(Düsseldorf, en Alemania 23 de septiembre de 1783 – Berlín, 6 de marzo de 1867), es un pintor romántico alemán, perteneciente al movimiento de los nazarenos. Cornelius y Johann Friedrich Overbeck son los dos pintores más destacados de este estilo.

Estudió de 1795 a 1809 en la Academia de Dusseldorf, donde experimentó primero la influencia de la escuela de Jacques-Louis David y después la de los primitivos alemanes. Cornelius vivió en Fráncfort del Meno desde 1809 hasta 1811.
Peter von Cornelius 

Su primer trabajo importante fue la decoración del coro de la iglesia de San Quirino en Neuss (Renania del Norte-Westfalia). En Fráncfort comienza un ciclo de dibujos dedicado al “Fausto I” de Goethe que termina en 1816, con lo que abandonó su inicial clasicismo barroco y se volvió hacia formas neogóticas. Entre los pintores que han influido en su arte se citan a Ernst Ludwig Riepenhausen y Franz Pforr.

En septiembre de 1811 decidió unirse a la Hermandad de San Lucas. Llegó a Roma el 14 de octubre de 1811. Allí trabó amistad con Overbeck, y pronto fue uno de los cofrades más prometedores de esta hermandad constituida para el estudio y el aprendizaje de la pintura y de la que formaban parte, entre otros, Schadow, Veit, Schnorr y Ludwig Vogel.

La influencia de Peter von Cornelius se dejó notar en el grupo, pues encauzó su creatividad hacia un restauracionismo más secular que el religioso de Overbeck. Bajo su influencia, el grupo se vuelca en la elaboración de frescos monumentales. En Roma, Cornelius participó, con otros miembros de su hermandad, en la decoración de la Casa Bartholdy y de la Villa Massimi. Al mismo tiempo, Cornelius realizó dibujos para ilustrar el Cantar de los Nibelungos.
  • Casa Bartholdy
Jacob Salomon Bartholdy, (1779-1825), cónsul general de Prusia en Roma y tío del compositor Félix Mendelssohn encargó a este grupo de pintores la decoración del Palazzo Zuccaro. Elaboraron los frescos sobre el tema bíblico de José y sus hermanos. Los temas que correspondieron a Cornelius fueron José interpreta el sueño del faraón y José reconocido por sus hermanos. 
José reconocido por sus hermanos
José interpreta el sueño del faraón
Esta obra proporcionó gran celebridad al grupo en general, y a Peter von Cornelius en particular. La fuerza expresiva de los gestos y la fisonomía de sus figuras se correspondían plenamente con su monumental tamaño.
  • Casa Massimo
En 1817 el marqués Carlo Massimo les encargó la decoración de su pabellón en el jardín, el Casino Massimo, en Letrán. Cornelius pintó al fresco el techo con el tema del Paraíso de Dante, y Horny añadió las guirnaldas de frutas y flores. No obstante, no intervino más en esta obra porque se marchó a Múnich.
Carrera posterior
La elaboración de los frescos de Casa Bartholdy le proporcionaron cierta reputación, que se vio confirmada con la exposición colectiva de 1819, organizada con motivo de la visita del emperador de Austria. Llamaron la atención del príncipe heredero Luis de Baviera, que llamó a Cornelius para que fuera a Múnich para dirigir las decoraciones de la Gliptoteca. Simultaneó durante un tiempo esta labor con el trabajo en la Academia de Düsseldorf (director de 1821 a 1825). Con el tiempo comprendió que no podía dedicarse a ambos cargos con la atención que requerían, por lo que acabó renunciando al cargo en la academia de Dusseldorf, trasladándose a Múnich con aquellos alumnos que quisieron seguirlo. A la muerte del director Langer, 1824-1825, se convirtió en director de la Academia de Múnich, cargo que ostentó hasta 1841.

Luis I de Baviera subió al trono en 1825. En Múnich realizó la que probablemente sea su obra maestra, las decoraciones al fresco para la Iglesia de San Luis (1830 - 1840 aproximadamente). Efectuó igualmente decoraciones para la Pinacoteca y la Gliptoteca, estas últimas, con temas de la mitología griega, inspirados en Hesíodo y Homero.

Iglesia de San Luis

El juicio final .Iglesia de San Luis Munich

Cornelius alcanzó gran reputación en Alemania. Representaba la simplicidad del estilo y de los ideales de los Nazarenos, mezcla de una estética populista y un tanto patriótica. Ejerce una influencia profunda y es considerado como el representante de la pintura histórica idealista, caracterizada por tendencias que son, a la vez, cristianas y humanistas.
Después de haber tenido algunas diferencias con su cliente, Luis I, respecto a los frescos de la Iglesia de San Luis, Cornelius aprovechó la llamada de Federico Guillermo IV para marchar a Berlín (en torno al año 1840). Allí realizó una serie de esbozos sobre el Apocalipsis, para los frescos que se pretendían como decoración para el Campo Santo o mausoleo real, una sepultura de los Hohenzollern, que nunca se realizó. Sería su última obra.
En noviembre de 1841 Cornelius, aceptando una invitación, visitó Inglaterra, con motivo de los concursos de dibujos celebrados en Westminster Hall, para la decoración parcial del Palacio de Westminster.

Las vírgenes sabias y las vírgenes necias, h. 1813, óleo sobre lienzo

Las vírgenes sabias y las vírgenes necias
Muestra un estilo impregnado del arte de Rafael y Miguel Ángel, en el que se fusionan el ideal de los nazarenos y un cierto clasicismo.

Escena de taberna, h. 1820, óleo sobre lienzo, Museo Slaskie, Wrocław
 En la pared se puede leer: Vino Spagna

Los cuatro jinetes del Apocalipsis, 1845

La parábola de las diez vírgenes o parábola de las diez muchachas es una de las parábolas de Jesús, forma parte de sus enseñanzas. Su texto según la biblia cristiana es el siguiente:

Tres vírgenes necias que muestran su dolor, en la Catedral de Magdeburgo

"Entonces el Reino de los Cielos será semejante a diez vírgenes que tomando sus lámparas, salieron a recibir al novio. Cinco de ellas eran prudentes y cinco insensatas. Las insensatas, tomando sus lámparas, no tomaron consigo aceite; mas las prudentes tomaron aceite en sus vasijas, juntamente con sus lámparas. Y tardándose el esposo, cabecearon todas y se durmieron. Y a la medianoche se oyó un clamor: ¡Aquí viene el esposo; salid a recibirle! Entonces todas aquellas vírgenes se levantaron, y arreglaron sus lámparas. Y las insensatas dijeron a las prudentes: dadnos de vuestro aceite; porque nuestras lámparas se apagan. Mas las prudentes respondieron diciendo: Para que no nos falte a nosotras y a vosotras, id más bien a los que venden, y comprad para vosotras mismas. Pero mientras ellas iban a comprar, vino el novio; y las que estaban preparadas entraron con él a la boda; y se cerró la puerta. Después vinieron también las otras vírgenes, diciendo: ¡Señor, señor, ábrenos! Mas él, respondiendo, dijo: De cierto os digo, que no os conozco. Velad, pues, porque no sabéis el día ni la hora en que el Hijo del Hombre ha de venir".

Tres vírgenes precavidas que muestran su alegría, en la Catedral de Magdeburgo
Esta parábola fue una de las parábolas más populares en la Edad Media, con una enorme influencia en el arte gótico, la escultura y la arquitectura de las catedrales en Alemania y Francia.

Estilo
Influyó mucho entre sus contemporáneos. Para comprender la influencia tan decisiva de este pintor en su país y por qué era tan admirado, hay que recordar que, a principios del siglo XIX, Alemania no tenía una escuela de arte nacional. En menos de medio siglo, la labor de los nazarenos en general y de Cornelius en particular, logró que el mundo artístico se fijara en Múnich. Entre los alumnos que recibieron su influencia directa están Karl Hermann, Kaulbach y Adam Eberle. Tuvo admiradores en Francia, tales como Ingres, Gérard y Delacroix. Sólo el predominio del realismo a partir de 1840 hizo decaer su influencia.


En sus frescos se encuentra el origen del arte “colosal” alemán de finales del siglo XIX. Cada edificio público de Múnich y otras ciudades alemanas decorado con frescos, se convierte, como en Italia, en una escuela pública de arte.
Luis I de Baviera (en alemán: Ludwig I. von Bayern; Estrasburgo, 25 de agosto de 1786 - Niza, 29 de febrero de 1868) fue Rey de Baviera de 1825 a 1848 al suceder a su padre, el Rey Maximiliano I.
Luis era el hijo primogénito de Maximiliano I de Baviera y de su primera esposa, la princesa Augusta Guillermina de Hesse-Darmstadt. Durante su juventud adquirió el gusto por las artes, efectuando numerosos viajes a Italia. Tomó parte en las Guerras Napoleónicas, inicialmente con las tropas de Napoleón Bonaparte, para luego cambiar de bando en 1813.
Luis I de Baviera
En 1810 se casó con la princesa Teresa de Sajonia-Hildburghausen, a la que le sería repetidamente infiel; con motivo de las celebraciones nupciales, se realizaron celebraciones populares que son consideradas como el origen de la Oktoberfest, fiesta de la Cerveza de Múnich.
Tras la muerte de su padre en 1825, Luis ascendió al trono. En 1833 favoreció la formación de la Unión Aduanera de Alemania. Adoptó una política constitucional moderada durante los primeros años de su reinado, pero más tarde gobernó como un monarca absoluto en respuesta al espíritu revolucionario que triunfaba en Europa. Los políticos católicos dominaron la vida del país en la última década de su mandato, pero no consiguieron que desterrara a su amante, la bailarina irlandesa Lola Montez.
Abdicó en favor de su hijo Maximiliano II de Baviera durante la Revolución de 1848, que se extendió desde Francia a otras partes de Europa. Posteriormente se trasladó a Francia, donde pasó casi todo el resto de su vida, muriendo en Niza en 1868.
El Cantar de los nibelungos 
(En alemán Nibelungenlied) es un poema épico de la Edad Media, escrito sobre el siglo XIII, anónimo, de origen germano.
Este cantar de gesta reúne muchas de las leyendas existentes sobre los pueblos germánicos, mezcladas con hechos históricos y creencias mitológicas que, por la profundidad de su contenido, complejidad y variedad de personajes, se convirtió en la epopeya nacional alemana, con la misma jerarquía literaria del Cantar de mío Cid en España y el Cantar de Roldán en Francia.

Primera página del manuscrito. (ca. 1230).
El manuscrito del Cantar, el cual es conservado en la Biblioteca Estatal de Baviera
Estructura
Sigfrido vence a los nibelungos
En el reino de los nibelungos, vivía un rey llamado Nibelungo, quien tenía dos hijos: Schilbungo y Nibelungo. Ambos murieron a manos de Sigfrido. En realidad Sigfrido, caminando, se encuentra con unos hombres extrayendo un tesoro, quienes al verlo, lo llaman y le dicen a Sigfrido que los ayude a llevar el tesoro y que él se quedaría con una parte de éste. Sigfrido, ya cansado, sigue alzando el botín pensando en las grandes riquezas, pero cuando estaban por llegar a su destino, los hombres traicionan a Sigfrido e intentan asesinarlo. De la batalla sale victorioso Sigfrido, quedándose con todo el tesoro, y a su vez con 1.000 hombres, a los cuales se lleva a su reino y utiliza como esclavos. Se decía que el tesoro tenía una maldición.

El punto débil de Sigfrido
La acción del poema es la siguiente: Sigfrido y Krimilda son dos hijos de reyes. Tras múltiples peripecias, se conocen y se casan. Por otra parte, el hermano mayor de Krimilda, el rey Gunter, desea casarse con Brunilda, reina de Islandia, caracterizada por su belleza, su vigor físico y su bravura; el hombre que quisiera casarse con ella, primero habría de vencerla en combate. Sigfrido ayuda a Gunter, y con su manto mágico, que lo vuelve invisible, pelea sin que Brunilda se dé cuenta, con lo que Gunter consigue su propósito.

Noche de bodas de Gunther. Johann Heinrich Füssli. 1807
Al poco tiempo surge la enemistad entre Brunilda y Krimilda, cuando se descubre la treta entre Sigfrido y Gunter, por lo que la primera decide vengarse a través de Hagen, un caballero de la corte de Gunter que desea poseer el tesoro nibelungo de Sigfrido. Y lo hace a traición, ya que averigua por Krimilda cuál es el punto débil de Sigfrido, cuya imbatibilidad se atribuye a haber bañado su cuerpo con sangre de un dragón. Hagen mata en una cacería a Sigfrido, arrebata el tesoro a Krimilda y lo esconde. El ataque mortal a Sigfrido es posible ya que, en el momento de bañarse con la sangre del dragón, una hoja cubrió la espalda del héroe a la altura del omóplato, dejándola vulnerable.

La muerte de Sigfrido en un manuscrito del 1480-1490.

La desconfianza de Hagen
La segunda parte tiene lugar trece años después de estos hechos. Atila, rey de los hunos, desea casarse con Krimilda, la cual, deseosa de vengarse de los asesinos de Sigfrido, accede. Krimilda va al reino de Atila, se casa con él y tienen un hijo. Pasan trece años y la heroína pide a su esposo que invite a la corte a su hermano el rey Gunter y su séquito. Este accede, pese a las recomendaciones en contra de Hagen

"Krimilda llora el cadáver de Sigfrido". Johann Heinrich Füssli. 1817.

Venganza de Krimilda
Gunter y Hagen parten acompañados de mil guerreros y tras un largo viaje llegan al castillo de Atila. Poco tiempo después de su llegada empiezan las escaramuzas, al principio con poca intensidad, pero después se generalizan. Mueren primero los caballeros menos importantes, y después lo hacen los de más valor. Hagen asesina al hijo de Krimilda y Atila. Al final, Gunter y Hagen son derrotados y hechos presos. Krimilda exige a Hagen que les diga dónde está el tesoro de Sigfrido, y tras la negativa del prisionero, lo mata. El rey Atila reconoce el valor de su enemigo Hagen, por lo que reprocha a Krimilda su muerte; su pesar es compartido por el caballero Hildebrando, que decide vengar a Hagen y asesina a Krimilda. Con este sangriento desenlace concluye el "Cantar de los nibelungos".

Gunther manda a Hagen que oculte el tesoro en el Rin. Pintura de Peter von Cornelius. 1859.
Los Nibelungos
Friedrich Christian Anton Lang, conocido como Fritz Lang (Viena, 5 de diciembre de 1890 – Los Ángeles, 2 de agosto de 1976), dio lo mejor de sí mismo en esta adaptación de las leyendas germánicas que provocaron entusiasmo en su país, sobre todo en el incipiente partido nazi que creyó ver en él las grandes virtudes de la raza aria. Cuando Adolf Hitler fue nombrado canciller de Alemania, el ministro de propaganda Doctor Goebbels llamó a Lang a su despacho para pedirle que ruede las grandes películas propagandísticas del nuevo régimen. Éste respondió “no puedo, soy judío”, “nosotros decidimos quién es judío y quien no” sentenció el propagandista Goebbles. 
El guión del propio Lang y de su entonces esposa Thea von Harbou, quien abrazó la causa del nacionalsocialismo, son fieles a las leyendas originales. 
Dark Kingdom: The Dragon King
Una gran superproducción alemana que brindó una lograda adaptación de uno de los grandes clásicos  de la literatura como es “El Cantar de los Nibelungos“.Esta obra es un poema épico de origen germano que fue escrito de manera anónima en el siglo XIII
Dark Kingdom: The Dragon King, estrenada orginalmente como El Anillo de los Nibelungos, es una propuesta que combina el famoso poema mencionado con la “Saga Volsunga”, una clásica leyenda de Islandia que tiene varios puntos en común con el relato de los Nibelungos y también pertenece al siglo XIII.
La serie original dura 222 minutos y fue dividida en dos películas que pueden encontrar con facilidad en internet o en un buen video club si desean verla en dvd.


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