martes, 28 de octubre de 2014

Futurismo (II) - Umberto Boccioni - Carlo Carrà - Gino Severini

Umberto Boccioni 

(Regio de Calabria, 19 de octubre de 1882 - Sorte, Verona, 16 de agosto de 1916) fue un pintor y escultor italiano, teórico y principal exponente del movimiento futurista.


Umberto Boccioni: Autoportret, 1905 - Metropolitan Museum of Art, New York
Tras su llegada a Milán y su encuentro con los divisionistas y con Filippo Tommaso Marinetti, escribió, junto con Carlo Carrà, Luigi Russolo, Giacomo Balla y Gino Severini, el Manifiesto de los pintores futuristas (1910), al cual siguió el Manifiesto del movimiento futurista (1910). Según dichos manifiestos, el artista moderno debía liberarse de los modelos y las tradiciones figurativas del pasado, para centrarse únicamente en el mundo contemporáneo, dinámico y en continua evolución. Como temas artísticos proponían la ciudad, los automóviles y la caótica realidad cotidiana.

Falleció el 16 de agosto de 1916 en Sorte, (Verona) como consecuencia de sus heridas tras caer del caballo durante unas maniobras militares. 


Formas únicas de continuidad en el espacio (1913), obra que aparece en la cara nacional de Italia de las monedas de veinte céntimos de euro.
En sus obras, Boccioni supo expresar magistralmente el movimiento de las formas y la concreción de las materias.
Aunque influenciado por el cubismo, al que reprochaba su estatismo excesivo, Boccioni evitó siempre en sus cuadros la línea recta y utilizó los colores complementarios para crear un efecto de vibración. En cuadros como Dinamismo de un ciclista (Dinamismo di un ciclista, 1913), o Dinamismo de un jugador de fútbol (Dinamismo di un giocatore di calcio, 1911), las representaciones de un mismo tema en estadios temporales sucesivos sugieren eficazmente la idea del movimiento en el espacio.


Boceto para Dinamismo de un ciclista (1913) 

Boceto para Dinamismo de un ciclista (1913) 

Dinamismo di un ciclista, 1913

El fútbol como deporte y fenómeno social es un medio de expresión estético que no ha pasado desapercibido para el arte y la cultura, que ha encontrado en el dinamismo del  juego, los perfiles atléticos y legendarios de sus personajes y la explosión de color que brota entorno a un balón, un cauce idóneo de inspiración para crear en distintos campos del arte. Y como uno de los objetivos de esta travesía es navegar en la búsqueda histórica del fútbol como cultura arranco otra serie de posts cortos en los que los que el arte pictórico y el fútbol entrecruzan sus caminos gracias a la creatividad de grandes artistas de la pintura.

Dinamismo de un futbolista (c. 1913, óleo sobre lienzo, 193x201 cm, Museum of Modern Art, Nueva York) 

Viziuni simultane, 1911 - Niedersächsisches Landesmuseum, Hannover
Carga de las Lanzas (c. 1915, témpera y collage sobre engrudo, 32x50 cm, Colección Jucker, Milán) 



Carlo Carrà 

(Quargnento, 11 de febrero de 1881 - Milán, 13 de abril de 1966) fue un pintor italiano, uno de los líderes del movimiento futurista junto con Marinetti, que floreció en Italia a principios del siglo XX. Además de sus numerosas pinturas, escribió diversos libros relacionados con el arte.


Carlo Carrà 
A los doce años se marchó de casa para trabajar como decorador de murales. En 1899, Carrà estuvo en París decorando diversos pabellones para la Exposición Universal. Después pasó algunos años en Londres donde mantuvo contacto con algunos exiliados anarquistas italianos. Regresó a Milán en 1901. En 1906 entró en la Accademia di Brera, donde estudió con Cesare Tallone. En 1910 inició una época pictórica considerada la más popular del artista.


Caballo y Jinete – Carlo Carrá (1913)
La época futurista terminó coincidiendo con el inicio de la Primera Guerra Mundial. Su trabajo empezó a ser más claro en formas y estilo. En los 20 y 30 inició un periodo más sombrío. Un ejemplo de esta época es su pintura Mañana en el mar (1928).

Su obra más famosa es Funeral por el anarquista Galli de 1911. 

El propio Carrà fue anarquista durante su juventud aunque luego se convirtió en ultranacionalista.


“El Funeral del anarquista Galli” – Carlo Carrá (1911)
Innumerables hombres unidos haciendo una acción unitaria donde sus cuerpos actúan dinámicamente.De la malla de lineas, rayas y formas dinamizadas, sólo destacan aisladamente algunas figuras humanas o ciertos detalles del paisaje urbano, como el andamio del extremo superior izquierdo del cuadro.Un arco de colores marrones, rojos y amarillos y un azul de contraste elevan la tensión en el cuadro.Los rayos solares del cielo crean un contraste adiccional de gran efecto entre claridad y oscuridad.El aspecto del recuerdo tiene una importancia decisiva : el  cuadro fue pintado siete años después de que acaecieran los hechos políticos reales . De ahí que Carrà lo crease desde la percepción visual y emocional que recordaba . La teoría futurista de arte engloba en el concepto de la simultaneidad el método de trabajar con recuerdos , asociaciones y connotaciones. Carrà creó con el suyo un cuadro de historia moderno que no necesitaba un modelo literario.














Gino Severini 

(Cortona, 7 de abril de 1883 – París, 26 de febrero de 1966), fue un pintor italiano y uno de los líderes del movimiento futurista.

Gino Severini
Gino Severini supo unir ciencia y arte, rigor constructivo y fantasía inventiva, consiguiendo la más completa felicidad expresiva cuando, entre los años 1910 y 1915, conectó los valores dinámicos del futurismo con los constructivos del cubismo.



Fue Giacomo Balla, en Roma, quien le introdujo en la pintura divisionista, tendencia que continuó en París a partir de 1906. Allí tuvo contacto con los principales pintores cubistas: Pablo Picasso, Georges Braque, Federico Cantú, Lino Enea Spilimbergo y Juan Gris, participando en el desarrolló de ese movimiento, llegando a teorizar incluso sobre él en su obra Del cubismo al clasicismo, de 1921.



En 1910 firmó el Manifiesto de la Pintura Futurista, consiguiendo que se adhirieran al mismo los pintores Umberto Boccioni y Carlo Carrá. En 1912 organizó la primera Muestra de los Futuristas.
Entre los años 1924 y 1934, tras una crisis religiosa, se dedicó a la pintura sacra, realizando numerosas obras para iglesias, sobre todo suizas.
La obra presentada es "Il treno armato".


Il treno armato


Su obra es una visión caleidoscópica en la que se funde presente y pasado, espacio y tiempo, consiguiendo así una fiesta de luces y colores.




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