jueves, 9 de octubre de 2014

El carlismo - Guerra civil española

El carlismo es un movimiento político tradicionalista y legitimista de carácter antiliberal y contrarrevolucionario surgido en España en el siglo XIX que pretende el establecimiento de una rama alternativa de la dinastía de los Borbones en el trono español, y que en sus orígenes propugnaba la vuelta al Antiguo Régimen.

Dos típicos correligionarios carlistas del s. XIX. Francisco Solà i Madriguera, de Taradell (Osona), con su hijo, sobre el 1870.
En el último tercio del siglo XX el carlismo se fue dividiendo en dos grupos, uno que promovía el socialismo autogestionario, llamado el Partido Carlista; y otro partidario del tradicionalismo, llamado Comunión Tradicionalista Carlista. Ambos movimientos tienen actualmente un apoyo electoral residual.

Los orígenes de este movimiento político y social se encuentran en la crisis del Antiguo Régimen. Aunque siempre se nos ha planteado el Carlismo como el resultado de una lucha dinástica, desde este prisma hemos de entender que es algo mucho más complejo. Sus bases ideológicas surgen entre fines del siglo XVIII y principios del XIX. Ante la Revolución Francesa de 1789, aparece en España una corriente contrarrevolucionaria y antiliberal, liderada por intelectuales eclesiásticos, temerosos de la política anticlerical de los gobiernos de corte revolucionario. 

La legalidad dinástica vigente, procedía de la Ley Sálica  implantada en España por Felipe V, que primaba la descendencia directa por línea de varón, aunque las hembras tuvieran mayor derecho para tal sucesión.  En Marzo de 1830 Fernando VII publica la Pragmática Sanción, por la cual las hijas del rey recuperan la prioridad en la sucesión respecto a su tío. Ello asestó un duro golpe a las pretensiones de don Carlos de acceder al poder. El último rayo de luz para el pretendiente al trono fue la decisión de su enfermo hermano en 1832 de derogar la Pragmática Sanción para evitar a su muerte una lucha fratricida en el país. Pese a ello, ante una mejoría del rey Fernando, se restablece la Pragmática y se eliminarán del ministerio todos los elementos subversivos ultrarrealistas, instaurando un gabinete de realistas moderados.

El carlismo hizo suya la enseña tradicional de los ejércitos españoles, la Cruz de Borgoña, considerada bandera representativa de las fuerzas armadas del Monarquía católica.

Los llamados sucesos de La Granja tuvieron lugar en España en septiembre de 1832 al final del reinado de Fernando VII y consistieron en el intento fallido de los partidarios del hermano del rey Carlos María Isidro para que aquel anulase la Pragmática Sanción de 1789 que Fernando VII acababa de hacer pública el 31 de marzo de 1830 y que permitía que las mujeres pudieran reinar si no tenían ningún hermano varón, por lo que la hija de Fernando,  Isabel de casi dos años de edad era la legítima heredera al trono y no Carlos María Isidro. Como los partidarios de éste, llamados carlistas, no reconocieron a Isabel como heredera al trono, al morir Fernando VII un año después se produjo un pleito sucesorio que desembocó en una guerra civil, la Primera Guerra Carlista.

El infante Carlos María Isidro, autoproclamado rey con el nombre de Carlos V.
Antecedentes
  • Guerras de independencia hispanoamericanas 
  • Guerra Realista
  • Trienio Liberal y 
  • Década Ominosa.
Tras la invasión francesa de 1808 y la ausencia del monarca crean un vacío de poder que es aprovechado por los liberales para tomar el poder en las Cortes de Cádiz y proclamar la Constitución de 1812. En las Indias esto tiene parecidas consecuencias pero se desencadena un levantamiento criollo en pro de la independencia. Aquí se podría catalogar como el primer enfrentamiento entre realistas, favorables al Antiguo Régimen, e independentistas, que influidos por nuevas ideas luchan por la independencia de los virreinatos como repúblicas liberales.


Tras el golpe de estado que trae al Trienio Liberal (1820–1823) se consolida el movimiento de carácter antiliberal y contrarrevolucionario. Sin embargo, el movimiento hundía sus bases ideológicas en el pensamiento español antiilustrado y antiliberal de autores como Fernando de Ceballos, Lorenzo Hervás y Panduro o Francisco Alvarado, enmarcados en una corriente europea de reacción contra el enciclopedismo y la Revolución francesa. La intervención francesa de los Cien Mil Hijos de San Luis que hace por terminar la Guerra Realista donde se enfrentan por primera vez en la península las fuerzas de la tradición con el liberalismo.
Los Cien Mil Hijos de San Luis fueron un contingente francés con voluntarios españoles que combatió en España en 1823 en defensa del Antiguo régimen, por el que abogaba Fernando VII de España, poniendo fin a la Guerra Realista y al Trienio Liberal.
Cien Mil Hijos de San Luis
60 000 soldados y otros tantos mercenarios y civiles de apoyo cuya cifra exacta no se conoce
Francia intervino militarmente en España el 7 de abril de 1823 para apoyar a Fernando frente a los liberales y restablecer el absolutismo, en virtud de los acuerdos de la Santa Alianza. El ejército francés, denominado con el nombre de los Cien Mil Hijos de San Luis, fue encabezado por el Duque de Angulema, hijo del futuro Carlos X de Francia. 


El duque de Angulema.
El objetivo fundamental de la intervención francesa era terminar con los liberales (Trienio liberal) en el gobierno desde hacía tres años. Las fuerzas españolas leales se enfrentaron con los franceses en Cataluña al mando de Francisco Espoz y Mina, pero no hubo apenas reacción popular de apoyo y debieron retirarse.
El día 10 de abril de 1823 llegó la familia real española a Sevilla, y al día siguiente la Comisión Permanente de las Cortes. Hasta el 11 de junio Sevilla fue la capital de España de facto, pero la llegada de las tropas francesas obligó a trasladar la capital a Cádiz, llevándose al monarca con ellos.
Francisco Espoz Ilundain, conocido como Francisco Espoz y Mina (Idocin, Reino de Navarra, 17 de junio de 1781 - Barcelona, 14 de diciembre de 1836), fue un militar navarro.
Cádiz fue sitiada y bombardeada. La resistencia fue muy fuerte y los franceses no pudieron tomar la ciudad, aunque acabaron con las fortalezas que la protegían, como el fuerte de Trocadero. La situación de los sitiados era desesperada, pues no llegaban refuerzos de parte alguna. Al final se llegó a un pacto: Fernando VII saldría y prometería defender la libertad alcanzada por los españoles con la Constitución de 1812 y a cambio se rendiría la plaza.
Acordado con los franceses, Fernando VII salió de la ciudad, pero de forma inmediata se unió al invasor y el mismo 1 de octubre decretó la abolición de cuantas normas jurídicas que habían sido aprobadas durante los tres años anteriores, dando fin al Trienio Liberal.
Retrato de Fernando VII a caballo 1829
Durante la segunda restauración absolutista -conocida por los liberales como la "Década ominosa" (1823-1833) y que constituye el último periodo del reinado de Fernando VII- los absolutistas se dividieron entre absolutistas "reformistas" -partidarios de "suavizar" el absolutismo siguiendo las advertencias de la Santa Alianza, cuya intervención militar mediante los Cien Mil Hijos de San Luis había puesto fin en 1823 a la breve experiencia de monarquía constitucional del Trienio Liberal- y los absolutistas "apostólicos" o "tradicionalistas" que defendían la restauración completa de la monarquía católica tradicional, en la que el pueblo estaba representado por las cortes, y el poder del rey estaba por tanto limitado. Los tradicionalistas tenían en el hermano del rey, Carlos María Isidro -heredero al trono porque como ya sabemos Fernando VII después de tres matrimonios no había conseguido tener descendencia- a su principal valedor, y por eso comenzaban a ser llamados "carlistas"


El general carlista Tomás de Zumalacárregui.
Guerras carlistas
Primera Guerra Carlista (1833–1840)

Fue la más violenta y dramática, con casi 200.000 muertos. Los primeros levantamientos en apoyo de Carlos María de Isidro, proclamado rey por sus seguidores con el nombre de Carlos V, ocurrieron a los pocos días de la muerte de Fernando VII, pero fueron sofocados con facilidad en todas partes salvo en el País Vasco, Navarra, Aragón, Cataluña y la Comunidad Valenciana.

Cuadro "Calderote" (Primera Guerra Carlista) por Augusto Ferrer-Dalmau
Se trataba sobre todo de una guerra civil, sin embargo tuvo su impacto en el exterior: los países absolutistas (Imperio austríaco, Imperio ruso y Prusia) y el Papado apoyaban aparentemente a los carlistas, mientras que el Reino Unido, Francia y Portugal apoyaban a Isabel II, lo que se tradujo en la firma del Tratado de la Cuádruple Alianza en 1834.

El frente en su momento álgido.
Ambos bandos contaron con grandes generales (Zumalacárregui y Ramón Cabrera en el bando carlista, y Espartero en el bando isabelino, lo que se tradujo en un conflicto arduo y prolongado). Pero el agotamiento carlista llevó a que una parte de ellos, los Moderados dirigidos por el general Rafael Maroto se dividieran y buscasen un acuerdo con el enemigo. Las negociaciones entre Maroto y Espartero culminaron en el Abrazo de Vergara en 1839 que marcaba el fin de la guerra en el norte del país. Sin embargo, Cabrera resistió en el Levante casi un año más.

El carlismo en Aragón
Segunda Guerra Carlista (1846–1849)
Carlos Luis de Borbón y Braganza, pretendiente carlista al trono español como Carlos VI.
No fue tan dramática como la primera y tuvo un impacto mucho menor. El conflicto se prolongó de forma discontinua entre 1849 y 1860. Su principal campo de batalla fueron las zonas rurales de Cataluña, aunque hubo algunos episodios en Aragón, Navarra y Guipúzcoa. En 1845 el Infante don Carlos había abdicado en favor de su hijo Carlos Luis de Borbón, conde de Montemolín, que toma el nombre de Carlos VI, como pretendiente a la corona. Al mando del general Cabrera, la contienda se caracteriza por acciones guerrilleras que no consiguen resultado, haciendo que Cabrera tenga que cruzar la frontera, si bien algunos focos resistieron hasta 1860 en acciones más propias del bandolerismo.


General carlista Ramón Cabrera, «el Tigre del Maestrazgo».
Espada del General Ramón Cabrera, obsequio de Carlos VI.
Tercera Guerra Carlista (1872–1876)

Carlos VII

Carlos María de Borbón y Austria-Este (Liubliana, 30 de marzo de 1848 – Varese, 18 de julio de 1909), autotitulado «duque de Madrid» y «conde de la Alcarria», fue pretendiente carlista al trono de España bajo el nombre de Carlos VII entre 1868 y 1909, así como pretendiente legitimista al trono de Francia con el nombre de Carlos XI de Francia y (VI de) Navarra (1887–1909).
La tercera guerra carlista se inició con el levantamiento armado de los partidarios de Carlos VII (en 1868 el pretendiente publicó un manifiesto en el que exponía sus ideas, entre ellas la de constituir unas Cortes de estructura tradicional y promulgar una Constitución o carta otorgada, así como realizar una política económica proteccionista) sobre la monarquía de Amadeo I y después contra Alfonso XII, hijo de Isabel II, proclamado rey por el general Martínez Campos en Sagunto.

Los carlistas, derrotados en Montejurra, transportan a sus heridos al hospital de Irache, 1876. Dibujo obra de Daniel Urrabieta Vierge publicado en Le Monde Illustré.
Los principales escenarios de conflicto de esta guerra fueron las zonas rurales de las Vascongadas, Navarra y Cataluña, y con menor repercusión en zonas como Aragón, Valencia y Castilla.

Este nuevo conflicto fue uno de los factores que desestabilizaron la monarquía constitucional de Amadeo I y la primera República.

En rojo, zonas principales de conflicto.
La guerra finalizó en 1876 con la conquista de Estella, la capital carlista y la huida a Francia del pretendiente. Hubo algunos intentos posteriores de sublevación, aprovechando el descontento por la pérdida de las posesiones ultramarinas en 1898, pero no tuvieron éxito.


Alteza Doña Margarita de Borbón y de Borbón Esposa del Rey Carlos VII
El origen de las Margaritas se encuentra en la última guerra carlista. Debe su nombre a la esposa de Carlos VII, Doña Margarita, llamada el Ángel de la Caridad por sus labores sanitarias en los hospitales de campaña, principalmente en el del monasterio de Irache, cerca de Montejurra (La Montaña Sagrada de la Tradición).
Jaime III

El 18 de julio de 1909 muere el pretendiente Carlos VII y será su hijo Jaime de Borbón, con el nombre de Jaime III, quien asume el puesto de pretendiente carlista. Bartolomé Feliú fue su representante en España hasta 1912 y Juan Vázquez de Mella el encargado de la secretaría política del carlismo, a pesar de las malas relaciones entre él y el pretendiente.

En 1910 los carlistas ocuparon 4 escaños y en 1914 quedaron reducidos a tan sólo. Entre 1912 y 1918 una junta presidida por el marqués de Cerralbo ostentó la jefatura del partido. En 1913 comenzó a organizarse el requeté como una organización de milicias armadas del partido.

Jaime de Borbón y Borbón-Parma.
Durante la Primera Guerra Mundial Jaime vivió bajo arresto domiciliario en el Imperio austrohúngaro por su apoyo a Francia y a los aliados, sin casi comunicación con la dirección política carlista en España, que seguía encabezando Vázquez de Mella, con un carácter germanófilo. Tras la derrota de los imperios centrales, Vázquez de Mella, Cerralbo, Pradera y otros líderes carlistas, conocidos como mellistas, dejaron el partido en 1919 y se organizaron en el Partido Católico Tradicionalista.

El carlismo mantuvo una relación ambigua con la Dictadura de Primo de Rivera hasta 1925, cuando el pretendiente publicó un manifiesto contra ella, sucediéndose un período de represión de sus actividades por parte del régimen, del que tan sólo se recuperó en 1930 con la presentación de proyectos de Estatuto para Cataluña en 1930 y el Estatuto de Estella (Navarra y País Vasco) de 1931. 


General Miguel Primo de Rivera y Orbaneja (1870-1930)
Miguel Primo de Rivera y Orbaneja (Jerez de la Frontera, 8 de enero de 1870 – París, 16 de marzo de 1930) fue un militar, político y dictador español. Fue segundo marqués de Estella y Grande de España.
El carlismo llegaba muy debilitado al comienzo del periodo republicano. Desde 1931 adoptó una posición definida contra la Segunda República, formando una alianza electoral con el PNV, la Lliga Regionalista y pequeños partidos de la derecha, consiguiendo 7 diputados en las Cortes Constituyentes. El pretendiente Jaime mantuvo conversaciones con Alfonso XIII para la reunificación de sus ramas de la casa de Borbón, con la propuesta de establecer a Jaime como jefe de la casa de Borbón a cambio de que nombrara heredero al infante Juan, hijo de Alfonso XIII. Las negociaciones terminaron bruscamente con la muerte de Jaime a consecuencia de una caída de caballo el 2 de octubre de 1931.

Alfonso Carlos I

El único heredero directo era Alfonso Carlos de Borbón, hermano de Carlos VII , de 82 años, que tomó el nombre de Alfonso Carlos I en memoria de su hermano y reorganizó en 1932 el movimiento carlista como Comunión Tradicionalista, la denominación de Partido Carlista desapareció y se adoptaron nuevamente posturas ideológicas integristas, propiciando la vuelta de los mellistas y a la que se unieron otros movimientos católicos que temían una república laicista. Alfonso Carlos modificó la estructura del carlismo y creó la Junta Suprema de la Comunión Tradicionalista en la que había representación carlista, integrista, tradicionalista y pro-alfonsinos, tras el fallecimiento del marqués de Villores, le sucede el pro-alfonsino conde de Rodezno. De esta forma el carlismo entró en una fase de expansión, aumentando la actividad y el número de los círculos o creándose secciones femeninas (las «Margaritas»). La Comunión Tradicionalista tuvo un importante respaldo en el País Vasco, Navarra, Cataluña y también en Andalucía, donde destacó rápidamente el abogado Manuel Fal Conde que provenía del integrismo.

Los carlistas apoyaron el intento de golpe de estado del general Sanjurjo, -quien también venía de familia carlista- el 10 de agosto de 1932 y sus juventudes tuvieron serios enfrentamientos con los partidos de izquierda. Además, a pesar de su apoyo inicial al Estatuto de Cataluña acabaron por oponerse a él, lo que acabó con la relación con la Lliga, y posteriormente con el PNV cuando los carlistas de Álava se opusieron al estatuto vasco.
En las elecciones legislativas de 1933 participaron dentro de las candidaturas de derechas, consiguiendo 21 diputados, pero la alianza radical-cedista empujó a Comunión Tradicionalista a una posición de extrema derecha, provocando la radicalización de sus bases.
Alfonso Carlos de Borbón.
Tras un fallido intento de aproximación con el destronado rey Alfonso XIII, y la divergencia de intereses con el conde de Rodezno, por su estrategia de aproximación a Alfonso XIII, Alfonso Carlos suprimió la Junta y designó en mayo de 1934 a Manuel Fal Conde como Secretario General de la Comunión Tradicionalista, más combativo y hostil al acercamiento a los alfonsinos.

A partir de los sucesos revolucionarios de octubre de 1934, los carlistas pasaron a la conspiración y a la acción directa en contra de la República. El hecho que la única salida posible al régimen republicano era la insurrección armada lo que se manifestó en la reorganización del Requeté.

Ante el proceso de acercamiento con los alfonsinos, un sector del carlismo denominado Núcleo de la Lealtad cuyo periódico era El Cruzado español propugnó que estando las demás ramas borbónicas inhábiles de acuerdo al tradicionalismo, y de acuerdo a la pragmática de 1713 los derechos dinásticos corresponderían por vía femenina a la hija mayor de Carlos VII, lo que fue desautorizado por Alfonso Carlos.  Pero dada la elevada edad de Alfonso Carlos, y no tener decendencia y tras haber roto sus opciones con los alfonsinos, el pretendiente se reafirmó en sus posiciones antiliberale. Falleció por un accidente el 29 de septiembre de 1936.


Don Javier en la boda de su hija la infanta Francisca
Francisco Javier de Borbón-Parma y Braganza (Villa Pianore, Lucca, Italia, 25 de mayo de 1889 - Coira, Suiza, 7 de mayo de 1977), era pretendiente (1936-1952 como regente, 1952-1975 como Rey) de la rama carlista al trono de España, conocido como Javier I por sus seguidores y pretendiente a Duque de Parma y Piacenza entre 1974-1977, cabeza de la Casa de Borbón-Parma.
Su muerte significó el fin de la línea directa de los carlistas, al no tener descendencia. De acuerdo al Auto Acordado de 1713, los derechos hubieran correspondido al exiliado Alfonso XIII, al ser descendiente designado de Francisco de Paula de Borbón, hermano menor de Carlos María Isidro de Borbón (Carlos V para los carlistas), que había traicionado los principios tradicionalistas y sobre todo, se habían levantado en armas contra Carlos VII, por ello el 23 de enero designó a su sobrino Francisco Javier de Borbón-Parma como regente para establecer un Príncipe que aceptara los principios del legitimismo. Pero de acuerdo con la propia ley sucesoria establecida en el Auto Acordado de 1713, la sucesión correspondía precisamente al propio D. Francisco Javier de Borbón-Parma.
Fotografía de Alfonso XIII, c. 1920
Alfonso XIII de Borbón y Habsburgo-Lorena, llamado el Africano1 (Madrid, 17 de mayo de 1886 – Roma, 28 de febrero de 1941), fue rey de España desde su nacimiento hasta la proclamación de la II República el 14 de abril de 1931. Asumió el poder a los 16 años de edad, el 17 de mayo de 1902.
No obstante, los legitimistas de Francia sí reconocieron como rey de Francia al desterrado Alfonso XIII de España, con el nombre Alfonso I de Francia y Navarra
Guerra civil española

En las elecciones de febrero de 1936 los carlistas consiguieron 10 escaños en las candidaturas de la derecha. Los carlistas rompieron con los alfonsinos en abril de 1936 y prepararon su propio levantamiento armado contra la República, bajo la dirección de Manuel Fal Conde, que había conseguido aumentar espectacularmente la influencia del carlismo en Andalucía, y de José Luis Zamanillo, delegado nacional del Requeté (milicias armadas del carlismo), que habían formado la Junta Suprema Militar Carlista.

El carlismo se mantuvo dividido, un grupo más intransigente liderado por Fal Conde, con respaldo del regente Javier de Borbón, y otro más identificado con los sublevados, encabezado por el conde de Rodezno. La unificación impuesta por Franco en abril de 1937 con la Falange Española, en contra de la opinión de Fal Conde y del regente, contó con la aceptación de la mayor parte de los carlistas en el frente, especialmente el apoyo del carlismo navarro y de parte del vasco, que apoyaba al conde de Rodezno. El regente expulsó de Comunión Tradicionalista a los que aceptaron puestos en el nuevo partido único, la Falange Española Tradicionalista y de las JONS, y tras una entrevista con Francisco Franco fue expulsado de España, estableciéndose en Francia.


Situación el 23 de julio de 1936 tras el fracaso parcial del golpe de Estado. En azul las zonas controladas por los sublevados
La unificación terminó con el carlismo como partido, aunque no como fuerza política, y aunque perdió sus periódicos y edificios, mantuvo una cierta influencia en el gobierno franquista, a través del Ministro de Justicia, que era el conde de Rodezno, al tiempo que los carlistas manifestaban su disgusto con la ideología parafascista que predominaba en la FET y de las JONS. Con la ocupación alemana de Francia los nazis detuvieron al regente Javier de Borbón-Parma y lo trasladaron al campo de concentración de Natzweiler y luego, ante el avance de los aliados, al de Dachau hasta su liberación.
Tomás Domínguez Arévalo (Madrid, 26 de septiembre de 1882 - Villafranca, Navarra, 10 de agosto de 1952), más conocido por su título nobiliario de conde de Rodezno, fue un político español de ideología tradicionalista carlista. Tomás Domínguez y Arévalo, VII Conde de Rodezno, XII Marqués de San Martín y V Conde de Valdellano, Grande de España, Caballero de la Soberana Orden de Malta, Maestrante de Zaragoza, Maestrante de Sevilla, Hijo Predilecto de Navarra, Presidente de la Junta Suprema Tradicionalista, Diputado a Cortes por Aoiz, Senador del Reino por Cáceres, Ministro de Justicia del primer gobierno de Franco, Académico de la Real Academia de la Historia, abogado, escritor y genealogista así como uno de los líderes más representativos del tradicionalismo carlista. Vicepresidente de la Diputación Foral de Navarra. Consejero Nacional y procurador a Cortes durante las primeras legislaturas del período franquista.
Tomás Domínguez Arévalo
En el Segundo Ensanche de Pamplona se le dedicó durante el Franquismo una plaza en su memoria con la denominación de "Plaza Conde Rodezno", con la imponente presencia del Monumento a los Caídos en homenaje a los muertos en combate en el bando sublevado.
Cartel de la plaza Conde Rodezno de Pamplona alusiva a Tomás Domínguez Arévalo. Estas placas han sido sustituidas por otras genéricas al título nobiliario en junio de 2009.
El carlismo durante el franquismo

Variante del escudo vigente durante el periodo de la Restauración en el que se incorporó el Sagrado Corazón de Jesús. Este escudo fue muy utilizado por el Carlismo durante la Guerra Civil y los años inmediatamente posteriores a esta.

Durante el franquismo, el carlismo que había sido oficialmente "integrado" en el Movimiento Nacional, quedó relegado frente a la Falange, y en la práctica perseguido, con detenciones, cierres de círculos y confiscación de publicaciones y rotativos. Al mismo tiempo, el carlismo tuvo su propia crisis dinástica interna.

Ante la designación de Juan Carlos de Borbón como sucesor de Franco, la Comunión Tradicionalista aceleró su evolución ideológica al socialismo autogestionario.

Poco después de que el pretendiente sufriera un accidente de automóvil, este otorgó plenos poderes a su hijo, Carlos Hugo de Borbón-Parma, para dirigir el partido, y el 20 de abril de 1975 abdicó en él. Durante estos años, el Secretario Federal de Organización del Partido Carlista fue el periodista Carlos Carnicero.

Caricatura del carlismo de La Flaca, con personajes e ideales: «Dios, Patria y Rey».
El carlismo en la actualidad

Tras la muerte de Franco, el príncipe Sixto de Borbón, hermano de Carlos Hugo, apoyado por elementos de origen franquista y la Comunión Tradicionalista, intentó organizar un carlismo de extrema derecha alternativo al Partido Carlista, con una fuerte colaboración de Fuerza Nueva, llegando sus seguidores a realizar un atentado contra los carlistas fieles a Carlos Hugo en la concentración anual del carlismo en Montejurra en 1976, en lo que comúnmente se denominó como los «Sucesos de Montejurra» y que se saldaron con la muerte a balazos de dos carlistas (Ricardo García Pellejero y Aniano Jiménez Santos) y varios heridos. En sentencia de la Audiencia Nacional de 5 de noviembre de 2003 se reconoció a los dos asesinados como «víctimas del terrorismo», remitiéndose a la Sentencia dictada por el Tribunal Supremo de 3 de julio de 1978, siéndole entregada a una de sus viudas la Medalla de Oro de Navarra. Los responsables de estos hechos se beneficiaron de la amnistía de 1977 y quedó extinguida su responsabilidad penal.


Carlos Hugo de Borbón-Parma y Bourbon-Busset (París, 8 de abril de 1930 - Barcelona, 18 de agosto de 2010) fue Duque de Parma, Guastalla y Plasencia (Carlos IV de Parma). También fue heredero carlista al trono español (Carlos VIII).
A la llegada de la Transición, el Partido Carlista, que tenía 8.500 militantes en 1977, no pudo participar en las primeras elecciones al parlamento español, por no llegarle el reconocimiento a tiempo, lo que no impidió que pidiera el voto positivo para la Constitución de 1978.

Sin embargo, una parte importante de los militantes y simpatizantes del partido optaron por entrar en movimientos nacionalistas y regionalistas de izquierdas. Carlos Hugo dimitió de sus cargos y causó baja en el Partido Carlista en 1980, aunque sin renunciar a sus derechos dinásticos a la corona de España.

En la actualidad, Sixto de Borbón y el hijo de Carlos Hugo, Carlos Javier, son los pretendientes al trono de España. 

Carlos Javier de Borbón-Parma y Orange-Nassau (Nimega, 27 de enero de 1970) es el actual duque de Parma (Carlos V de Parma), desde la muerte de su padre Carlos Hugo de Borbón-Parma, el 18 de agosto de 2010. Es también reconocido por una parte importante de los carlistas como heredero al trono español (Carlos Javier I).
Sixto de Borbón
Es descendiente por vía materna de César Borja, hijo del papa Alejandro VI.
Sixto Enrique de Borbón-Parma y Bourbon-Busset (n. Pau, Francia el 22 de julio de 1940) es un político español, líder de la Comunión Tradicionalista y, para sus seguidores, reclamante de los derechos al trono de España como descendiente de Felipe V de España. Aunque Comunión Tradicionalista se integró en 1986 dentro de CTC, se rompió el acuerdo tras la deriva de la CTC y su dirección. Los "sixtinos" representan al carlismo de orientación más tradicionalista. De acuerdo con sus partidarios, Sixto Enrique es «duque de Aranjuez, infante de España, príncipe de Parma y de Plasencia, regente de la Comunión Tradicionalista y abanderado de la Tradición», aunque oficial y legalmente no posea ninguno de esos títulos, y el mismo príncipe haya negado repetidas veces que esté interesado en reclamar el trono de España ya que simplemente se considera custodio de los derechos dinásticos.
Fuente: Wikipedia

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