viernes, 11 de diciembre de 2015

El virreinato de Nueva España - Hernán Cortés - Nuño Beltrán de Guzmán - Los misioneros católicos - Carlos I de España - Felipe II - El Duque de Lerma - Símbolo del dólar

El virreinato de Nueva España fue una entidad territorial integrante del Imperio español, establecida en gran parte de América del norte por la Corona durante su dominio en el Nuevo Mundo, entre los siglos XVI y XIX, etapa conocida como período colonial mexicano. Fue creada tras la caída de México-Tenochtitlán, evento principal de la Conquista la que propiamente no concluyó sino hasta mucho después, pues el territorio de Nueva España siguió creciendo hacia el norte, a costa de los territorios de pueblos indígenas del desierto.
El virreinato de Nueva España fue creado oficialmente el 8 de marzo de 1535. Su primer virrey fue Antonio de Mendoza y Pacheco, y la capital del virreinato fue la Ciudad de México establecida sobre la antigua Tenochtitlan.
El virreinato de Nueva España llegó a abarcar los territorios de España en Norteamérica, Centroamérica, Asia y Oceanía.

Nueva España en 1800 (no incluidos los territorios insulares del Océano Pacífico).
La organización política dividía el virreinato en reinos y capitanías generales. Los reinos eran los de Nueva España (diferente al virreinato en sí); Nueva Galicia (1530); Guatemala (1540); Nueva Vizcaya (1562), Nuevo Reino de León (1569); Nuevo México (1598); Nueva Extremadura (1674) y Nuevo Santander (1746). Las capitanías fueron las de Filipinas (1574); Cuba; Puerto Rico y Santo Domingo. Estas subdivisiones territoriales tenían un gobernador y capitán general (que en la Nueva España era el propio virrey, quien añadía este título a sus otras dignidades). En Guatemala, Santo Domingo y la Nueva Galicia estos funcionarios eran llamados presidentes gobernadores, dado que encabezaban reales audiencias. Por esta razón estas audiencias eran consideradas como "pretoriales".

Nueva España después del Tratado de Adams-Onís de 1819 (no incluidos los territorios insulares del Océano Pacífico).
Existieron en la Nueva España dos señoríos. El más importante fue el Marquesado del Valle de Oaxaca, propiedad de Hernán Cortés y sus descendientes. El Marquesado incluía un conjunto de vastos territorios donde los marqueses tenían jurisdicción civil y criminal, y derecho a conceder tierras, aguas y bosques. Dentro del Marquesado se hallaban sus principales posesiones (estancias de ganado, labores agrícolas, ingenios azucareros, batanes y astilleros). El otro fue el ducado de Atlixco, otorgado en 1706 a José Sarmiento de Valladares, ex Virrey de Nueva España y casado con la condesa de Moctezuma, con jurisdicción civil y criminal sobre Atlixco, Tepeaca, Guachinango, Ixtepeji y Tula.

Palacio de Hernán Cortés en Cuernavaca, asiento del marquesado hasta 1629.

Nacido hacia 1485 en Medellín, Extremadura, Hernán Cortés llegó a México como aventurero dirigiendo la expedición enviada por Velázquez, su cuñado. Considerado por los aztecas como su dios Quetzalcóatl, el conquistador fue sancionado por Pánfilo de Narváez, a quien derrotó en Veracruz. Fundador del Virreinato de Nueva España, tuvo un hijo con La Malinche, su intérprete indígena, Martín Cortés, quien años más tarde se levantaría contra la Corona. Murió el 2 de diciembre de 1547, en la pobreza tras haber sido acusado de conspiración contra el rey.

Campaña de Cortés, desde Veracruz hasta México Tenochtitlan (1519-1521).
Carlos III de España introdujo reformas en la organización del virreinato en 1786, conocidas como reformas borbónicas en la Nueva España, en las que creaba las intendencias, que permitieron limitar, en cierta forma, las atribuciones del virrey.
Desde principios del siglo XIX, el virreinato cayó en crisis, agravada por la Guerra de la independencia española, y su consecuencia directa en el virreinato, la crisis política de 1808, que acabó con el gobierno de José de Iturrigaray y más adelante dio pie a la Conjura de Valladolid y la conspiración de Querétaro. Esta última fue el antecedente directo de la guerra de independencia mexicana, la que, al concluir en 1821, desintegró el virreinato y dio paso al Imperio Mexicano, en el que finalmente se coronaría Agustín de Iturbide.
Territorios de las diferentes potencias en 1800. Donde se puede apreciar el peso del Virreinato de Nueva España.

La Nueva España estaba comprendida por el actual México, más los actuales estados de California, Nevada, Colorado, Utah, Nuevo México, Arizona, Texas, Oregón, Washington, Florida y partes de Idaho, Montana, Wyoming, Kansas, Oklahoma y Luisiana, por parte de los actuales Estados Unidos de América; así como la parte suroeste de Columbia Británica del actual Canadá; más la Capitanía General de Guatemala (comprendida por los actuales países de Guatemala, Belice, Costa Rica, El Salvador, Honduras y Nicaragua); más la Capitanía General de Cuba (actuales Cuba, República Dominicana, Puerto Rico, Trinidad y Tobago y Guadalupe); así como, finalmente, la Capitanía General de las Filipinas, (comprendiendo las Filipinas, Carolinas y las Marianas, en el Pacífico asiático), fueron todos estos territorios partes constitutivas del Virreinato de Nueva España. Desde 1626 hasta 1642 los españoles se establecieron en el norte de Taiwán (llamada por los ibéricos Formosa -isla Hermosa-)

Máxima extensión del Virreinato de Nueva España, con la incorporación de la Luisiana (1764 - 1803). En verde claro el territorio no controlado de forma efectiva, pero reclamado como parte del Virreinato.
Códice que representa al conquistador Nuño Beltrán de Guzmán (Guadalajara, 31 de octubre de 1490 – Castillo de Torrejón de Velasco, 1544), fundador del reino de Nueva Galicia, y su capital fue Guadalajara, nombrada así en honor a su ciudad natal ubicada en Castilla. Acusado por Bartolomé de las Casas de crueldad a los indígenas, fue despojado por Felipe II de sus posesiones y recluido en un convento de Toledo, donde murió en 1555.
De innegable influencia en la historia de México, también es uno de los más polémicos personajes para algunos historiadores. Además fundó Sahuayo Michoacán en 1530. El célebre cronista novecentista Vicente Riva Palacio lo tildó de «el aborrecible gobernador del Pánuco y quizás el hombre más perverso de cuantos habían pisado la Nueva España», en tanto que Fray Bartolomé de las Casas lo calificó de «gran tirano».
Bartolomé de las Casas O.P. (Sevilla, 1474 o 1484 – Madrid, julio de 1566) fue un encomendero español y luego fraile dominico, cronista, filósofo, teólogo, jurista, obispo de Chiapas en el Virreinato de Nueva España, escritor y principal apologista de los indígenas siendo el «Procurador o protector universal de todos los indios de las Indias» hispánicas.

Los doce apóstoles de México, también conocidos como los doce apóstoles de Nueva España, fue un grupo de doce misioneros franciscanos que llegaron al recién fundado virreinato de Nueva España en mayo de 1524 con el objetivo de convertir al cristianismo a la población indígena.

Los misioneros católicos
En el siglo XVI, los españoles al mando de Hernán Cortés conquistaron a los mexicas y se hicieron de sus propiedades. La labor misionera de la Iglesia Católica se inició con el arribo de las órdenes mendicantes: franciscanos, dominicos y agustinos, quienes evangelizaron partiendo del Altiplano Central hacia fuera las localidades más pobladas y creando nuevas en donde eran dispersas. En el transcurso de la segunda década de tal siglo, Cristóbal de Olid, Pedro de Alvarado y Nuño Beltrán de Guzmán se apoderaron de gran parte del territorio mexicano, salvo el norte del país, donde las tribus chichimecas perduraron hasta principios del siglo XVII, cuando fueron casi exterminadas. En ese mismo siglo, la labor de los frailes llegados a Nueva España permitió extender los núcleos poblacionales a Nuevo León, donde se fundaron Cerralvo, Cadereyta y Sabinas Hidalgo.

Nacido en Trento, cuna del concilio de la Contrarreforma, Eusebio Kino adoptó su segundo nombre en honor a Francisco de Asís, a quien admiraba. Llegó a la Nueva España en 1682 y se dedicó a difundir el Cristianismo. Fundó misiones en Sonora y Arizona, y la mayor de ellas lleva su nombre. Murió en 1711.
La labor de Kino inspiró a otros jesuitas para continuar la obra de fundación, ya entrado el siglo XVIII, con la fundación de San Antonio de Béjar y la bahía del Espíritu Santo, ambas en Texas. Pero en 1767, Carlos III expulsó a los jesuitas de sus dominios por atentar contra las doctrinas de la Iglesia y del rey, y sus antiguas misiones pasaron a ser de los dominicos, quienes las extendieron hasta Paraguay y Ecuador.
Nueva España fue el primer virreinato erigido, y por lo tanto, donde se puso en práctica el modelo español de gobernación.
El virrey recibía un sueldo como tal y como presidente de la Audiencia. Además, percibía dinero para la manutención de una guardia. Los sueldos fueron aumentados a medida que se asentó la dominación española.

Carlos I de España y V del Sacro Imperio Romano Germánico, llamado «el César» (Gante, 24 de febrero de 1500-Cuacos de Yuste, 21 de septiembre de 1558)
Carlos I, quien puso en práctica las instituciones del Antiguo Régimen en Nueva España.

Felipe II de España
El rey era la suprema autoridad de España y sus colonias, cuyo gobierno fue de corte absoluta. El rey tenía la facultad legislativa exclusiva, que se traducían en reales cédulas, reales órdenes, podía declarar la guerra, firmar la paz, administrar justicia y acuñar monedas. En el transcurso de los tres siglos que existió el Virreinato de Nueva España, se sucedieron once monarcas agrupados en dos dinastías: Casa de
Austria y Casa de Borbón

Francisco de Sandoval y Rojas, primer Duque de Lerma y quien implantó el sistema burocrático en Nueva España.
Francisco Gómez de Sandoval-Rojas y Borja, más conocido como Francisco de Sandoval y Rojas (Tordesillas, 1553 – Valladolid, 17 de mayo de 1625), fue el V marqués de Denia, I marqués de Cea, Sumiller de Corps, Caballerizo mayor, I duque de Lerma desde 1599, primer ministro y valido de Felipe III (1598–1621).
Gómez de Sandoval-Rojas nació en Tordesillas y fue educado en la corte de Felipe II. Su abuelo materno era Francisco de Borja (San Francisco de Borja) y pertenecía a una familia con tradición en el cargo de Adelantado de Castilla desde 1412.
Fue el hombre más poderoso del reinado de Felipe III. Se hizo inmensamente rico a costa de saber manejar el tráfico de influencias, la corrupción y la venta de cargos públicos. Por otra parte, fue un verdadero mecenas de la Villa Ducal de Lerma en Burgos, donde empleó gran parte de su fortuna en engrandecerla y embellecerla contratando a los más sobresalientes arquitectos y utilizando los mejores materiales.
El 14 de abril de 2003, tras una completa restauración y reforma, el palacio se inauguró como Parador Nacional de Turismo.

El palacio ducal de Lerma
El palacio ducal de Lerma (provincia de Burgos, España) ocupa todo un lateral de la Plaza. En su origen tenía unos inmensos jardines abajo, a la orilla del río con fuentes, palacetes, y siete ermitas, de las que solamente queda una llamada del Cristo. Se conservan todos los documentos referentes a su construcción. 
Felipe III de España, llamado «el Piadoso» (Madrid, 14 de abril de 1578-ibídem, 31 de marzo de 1621), fue rey de España y de Portugal desde el 13 de septiembre de 1598 hasta su muerte.

Felipe IV de España, que gobernó los reinos españoles durante su decadencia política, pero que vivió la máxima expresión artística de sus territorios administrados. En su tiempo obtuvo el reinado más poderoso del mundo. Fue sucedido en 1665 por su enfermizo hijo, Carlos II, quien sería el último miembro de la Casa de Austria en gobernar España.

Carlos II de España, llamado «el Hechizado» (Madrid, 6 de noviembre de 1661-ibídem, 1 de noviembre de 1700), fue rey de España entre 1665 y 1700, último de la Casa de Austria. Hijo y heredero de Felipe IV y de Mariana de Austria, permaneció bajo la regencia de su madre hasta que alcanzó la mayoría de edad en 1675. Su sobrenombre le venía de la atribución de su lamentable estado físico a la brujería e influencias diabólicas. Parece ser que los sucesivos matrimonios consanguíneos de la familia real produjeron tal degeneración que Carlos creció raquítico, enfermizo y además de estéril (se sospecha que sufría el síndrome de Klinefelter), lo que acarreó un grave conflicto sucesorio, al morir sin descendencia y extinguirse así la rama española de los Austrias.

Felipe V de España, llamado «el Animoso» (Versalles, 19 de diciembre de 1683-Madrid, 9 de julio de 1746), fue rey de España desde el 16 de noviembre de 1700 hasta su muerte en 1746, con una breve interrupción (comprendida entre el 16 de enero y el 5 de septiembre de 1724) por causa de la abdicación en su hijo Luis I, prematuramente fallecido el 31 de agosto de 1724.

Siglo XVIII
El siglo comenzó con el advenimiento de la Casa de Borbón al trono español, llevando a Felipe V como primer rey de los Borbones españoles. La Guerra de Sucesión Española, derivada del nombramiento del duque de Anjou como heredero a la corona, estalló en España y Europa. En 1713 la Paz de Utrecht puso fin al conflicto, pero obligó a España a ceder Gibraltar a la corona británica. Felipe V abdicó en 1724 en favor de su hijo Luis I, quien murió en agosto del mismo año. El rey debió regresar al trono hasta su muerte en 1746, siendo sucedido por su hijo Fernando VI, quien murió sin descendencia en 1759 y como rey fue proclamado su hermano Carlos III. Este rey ejecutaría las reformas propias del Despotismo ilustrado, que gran efecto tuvieron en Nueva España.

Carlos III en traje de cazador, por Francisco de Goya. Este monarca fue representante del despotismo ilustrado y llevó a cabo serias reformas en España, que afectaron a la Nueva España en el aspecto sociopolítico y económico.
Símbolo del dólar 

“Non plus ultra” que significa “nada más allá”
El símbolo del dólar: Aunque hay múltiples teorías sobre el origen del símbolo del dólar de una “S” mayúscula atravesada por dos barras, la teoría más estudiada es que es de origen español. La dos barras simbolizan los Pilares de Hércules, provenientes del escudo de armas del rey Fernando el Católico, a los que atravesaba una cinta con el lema “non plus ultra” (no más allá). Tras el descubrimiento de América, Carlos V modifico este lema y estableció “plus ultra” (más allá). En tiempos de las colonias el dólar español fue acuñado como moneda oficial desde 1785 a 1857, año en el que se ilegalizó su uso. Sin embargo, el símbolo creado a partir del escudo español continua en vigor.
Poco antes de que los españoles descubriéramos América, el Rey Fernando el Católico había adoptado para el emblema de la nueva España las Columnas de Hércules, que entrelazó con una cinta sobre la que escribió la frase “Non plus ultra” que significa “nada más allá” y que hacía referencia a que ya no había nada más allá (del mundo conocido). Pero cuando Cristóbal Colón conquistó el nuevo continente, aquel lema se modificó, cambiando al “Plus Ultra” que nos ha acompañado hasta hoy y que indica que sí había algo más allá (América).Una vez incorporado este escudo a la oficialidad de nuestro Reino, y cuando tras las primeras conquistas los españoles fuimos acuñando moneda a lo largo y ancho de América, el símbolo de las Columnas de Hércules empezó a estar presente en todas las monedas acompañando a la figura de nuestros sucesivos Reyes. Siglos después, y aunque ya no conservemos la soberanía sobre dichos territorios, muchas naciones americanas conservan el españolísimo símbolo como representación de sus monedas. Entre ellos, los EEUU.

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