jueves, 15 de septiembre de 2022

XXXV - Las poesías de Tiziano - Tiziano y Felipe II - La crueldad de Diana -

XXXIV -  Tiziano - Alfonso I de Este - Giovanni Bellini - El Camerino d’Alabastro - Lotis - Príapo - pincha aqui

XIII - Las metamorfosis - Ovidio - La Ilíada, Canto XV - Federico II Gonzaga - Correggio - Leda y el cisne - Dánae - El rapto de Ganímedes - Giovanna Piacenza (Abadesa de San Paolo, Parma), pincha aqui

Consolidación de Tiziano

La Venus de Urbino es una obra pictórica realizada en óleo sobre lienzo por el artista renacentista Tiziano Vecelio más conocido, simplemente, como Tiziano (1477- 1576). La obra fue producida durante la estancia del artista en la corte de Urbino como encargo del hijo del duque de la ciudad, Guidobaldo della Rovere.


Urbino es un municipio italiano de la provincia de Pesaro y Urbino, en la región de Marcas. Su población asciende a unos 14 468 habitantes. La ciudad, cuya parte más antigua data de la época de Julio César, se convirtió en un importante centro renacentista en la época de Federico da Montefeltro. Su centro histórico fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1998. Destaca su gran Palacio Ducal del siglo XV, actual sede de la Galería Nacional de las Marcas, que alberga pinturas provenientes de diversas escuelas italianas de pintura. La universidad de la ciudad data de 1506.

Díptico del duque de Urbino pintado por Piero della Francesca.
Federico da Montefeltro, también conocido como Federico III da Montefeltro (7 de junio de 1422 – † 10 de septiembre de 1482), fue uno de los más exitosos condottieri del Renacimiento italiano, y Duque de Urbino desde 1444 hasta su muerte.
Piero della Francesca (Borgo del Santo Sepolcro, en el valle alto del Tíber, h. 14151​–Borgo del Santo Sepolcro, 12 de octubre de 1492) fue un pintor italiano del Quattrocento (siglo XV). Actualmente se le aprecia sobre todo como pintor especialista en frescos, pero en su época fue conocido también como un geómetra y matemático, maestro de la perspectiva y de la geometría euclidiana, temas en los que se concentró a partir del año 1470. Su pintura se caracterizó por su estilo sereno y el uso de las formas geométricas, particularmente en relación con la perspectiva y la luz. Es uno de los principales y fundamentales personajes del Renacimiento, aunque jamás trabajó para los Médicis y pasó poco tiempo en Florencia.

La obra representa a una figura femenina muy sensual que aparece desnuda en un lujoso lecho, la escena está ambientada en el interior de una lujosa edificación palaciega de Venecia. Al fondo dos sirvientas rebuscan en un arcón ropero de tipo nupcial.

La joven de largos cabellos y voluptuosas formas, aparece completamente desnuda pero tapando con una mano su sexo por lo que nos encontraríamos ante una venus púdica. Como único adorno porta una bella pulsera de brazalete y unos pendientes de lágrima. Aparece recostada sensualmente, con la mirada fija en el espectador y en su brazo derecho sostiene un ramillete de flores. A sus pies la figura de un perro descansa plácidamente; su presencia no es en absoluto banal ya que el perro desmitifica la posibilidad de asemejar a la joven con una diosa, la hace carnal, humana. Por otro lado su simbología se relaciona comúnmente con la fidelidad aunque en este caso aparece dormido por lo que se puede interpretar como un guiño al adulterio.

Si bien es cierto que Tiziano pudo inspirarse en la Venus de Giorgione, su obra se muestra mucho más contemporánea y desligada de las premisas renacentistas. La venus de Giorgione es una auténtica diosa mientras que Tiziano plasma a una mujer real. Las diferentes interpretaciones han relacionado a la joven con alguna cortesana de la época o quizás, con la futura esposa de Guidobaldo della Rovere.

En la estancia contigua las criadas se afanan en sus tareas: una de ellas aparece en un potente escorzo agachada dentro del arcón la otra, ajena a la mirada del espectador, ayuda a su compañera en las tareas. A su lado un amplio ventanal nos permite observar el paisaje veneciano, el cielo que es rasgado por la figura de un árbol augura tormenta.

El realismo de la composición viene acentuado por el detallismo con el que el artista plasma cada detalle. El palacio veneciano esta ricamente decorado, las baldosas cuidadosamente colocadas guían la mirada del espectador hacia la segunda habitación y la columna del ventanal actúa como punto de fuga.

La composición aparece dominada por la figura horizontal de la muchacha que contrasta con el verticalismo del cortinaje y la presencia de la columna del ventanal.

La maestría que Tiziano demuestra en el colorido le permite presentarse como uno de los mejores representantes de la escuela veneciana. La pálida encarnación de la joven venus contrasta con el cortinaje que tiene a su espalda y con la paleta más fría y oscura de las sirvientas.

Pese a ser la primera Venus pintada por Tiziano su maestría y calidad no tiene duda, de hecho la Venus de Urbino será el modelo de otra de las Venus más famosas de la historia del arte La Olimpia de Manet.

¡Escándalo…! No sólo era un cuadro «mal pintado», sino también pornográfico… (según los cánones de 1865, cuando se expuso dos años después de ser pintado). Una mujer desnuda yace en su cama mirándonos directamente. En realidad, el cuadro no muestra nada que no hubieran hecho ya Tiziano o Goya, aunque el primero pintó a una diosa y el segundo a una aristócrata. Manet pinta explícitamente a una prostituta parisina. El gato negro a la derecha ya nos lo indica (ambigüedad, lujuria, promiscuidad, erotismo…) con su «cola erecta», así como también la criada que le entrega un ramo de flores, probablemente de un cliente satisfecho. No es un desnudo, como correspondería por ejemplo a Venus. Aquí Olympia está desnudada. Solo conserva una cinta en el cuello, una orquídea en el pelo, una zapatilla de tacón y un brazalete. Todo esto enfatiza aún más su desnudez, adentrándonos casi en el terreno del fetichismo. El cuadro solo pareció gustarle a unos cuantos locos como sus amigos Emile Zola y Baudelaire, que de hecho fue el que dio nombre a esta obra maestra.

Hay excelentes artistas en la historia del arte, y después están los que sin ellos no existiría el arte tal y como lo conocemos. Edouard Manet se incluye en esta segunda categoría.

No fue en realidad un impresionista, aunque sin el no habría impresionismo, movimiento que copió su novedosa técnica y sus inéditas temáticas. (Francia, 1832–1883)

La Venus durmiente, también llamada Venus de Dresde, es una obra pintada con la técnica del óleo sobre lienzo, sumamente importante por la influencia que ejerció en la representación de la diosa Venus tendida, tema recurrente en el Renacimiento y Barroco (Tiziano, Rubens...).

Se trata de una de las últimas creaciones de Giorgione, realizada hacia 1510. Posee las siguientes dimensiones: 108,5 cm de altura por 175 cm de longitud.

La pintura retrata a una joven mujer desnuda, cuyo perfil parece acompañar al paisaje que le sirve de trasfondo. Giorgione ha puesto mucha atención al pintar ese paisaje, lo cual se hace notar en los detalles y los sombreados, de este modo la obra posee una exquisitez y un puro ritmo de línea y contorno. La textura de las figuradas telas en donde yace tranquilamente la diosa y el armonioso, bucólico paisaje, dotan a este cuadro de un justo equilibrio entre la placidez y la sensualidad. La obra quedó inconclusa debido al fallecimiento del Giorgione, y el cielo fue posteriormente acabado por Tiziano.

Esta obra maestra del desnudo ha influido en muchos pintores posteriores a Giorgione, entre los cuales se destacan Tiziano (por ejemplo en la Venus de Urbino), Velázquez (Venus del espejo), Rubens, Ingres y Manet.

Años finales 1550-1576 

Felipe II

1551. Óleo sobre lienzo, 193 x 111 cm

Tiziano y Felipe II se reunieron dos veces: en Milán (diciembre de 1548-enero de 1549) y Augsburgo (noviembre de 1550-1551), y en ambas el pintor retrató al entonces príncipe. El 29 de enero de 1549 Felipe pagó al pintor mil escudos por ciertos retratos que saca por mi mandado, entre ellos el suyo, que le fue entregado el 9 de julio, aunque antes Tiziano hizo dos réplicas para María de Hungría y Antoine Perrenot de Granvela. Tiziano volvió a retratar al Príncipe en Augsburgo. El 16 de mayo de 1551 Felipe escribía a María de Hungría: Con esta van los retratos de Ticiano [...] el myo armado se le parece bien, la priesa con que le ha hecho y si hubiera más tiempo yo se le hiziere tornar hazer.

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Las poesías de Tiziano

Llamamos poesías, dentro del conjunto de la obra de Tiziano, a un grupo de pinturas de tema mitológico que llevó a cabo para Felipe II entre 1553 y 1562. Lo componen Dánae (en la Wellington Collection), Venus y Adonis (en el Museo del Prado), Perseo y Andrómeda (en la Wallace Collection), Diana y Acteón y Diana y Calisto (en las National Galleries of Scotland) y El rapto de Europa (en el Isabella Stewart Garden Museum).

Es posible que el monarca y el artista acordaran la realización de estas piezas en Augsburgo, donde sabemos que el pintor se reunió con la corte imperial, en 1551, y aunque no tenemos claro quién de los dos tuvo la iniciativa, la historiografía apunta a Tiziano a partir de sus cartas al rey, aunque este –versado en mitología- tuvo también un papel clave en la génesis del proyecto.

Las poesías las desarrolló Tiziano desde un enfoque iconográfico abierto y sin pensar en que se destinasen a un espacio concreto. Es posible que tomara del conjunto de los Amori di Giove de Correggio –con el que comparte temática- la organización del conjunto en parejas de lienzos.

Tiziano. El rapto de Europa, hacia 1559-1562. Isabella Stewart Gardner Museum
El mito griego narra cómo Zeus se prendó de Europa y se transformó en un toro blanco para acercarse a ella. Europa, que estaba en la playa recogiendo flores, se acerca y le acaricia, y al ver que era manso se monta sobre su lomo. Zeus aprovecha esa oportunidad para raptarla y llevarla a la isla de Creta, donde el dios y la mortal se unirán. De este amor nacieron tres hijos: Minos, Sarpedón y Radamantis. Finalmente, el toro cuya forma había adoptado Zeus, se transformó en una constelación y pasó a ser un signo del zodiaco.

En El Rapto de Europa y Venus y Adonis se apartó del texto canónico de Las Metamorfosis de Ovidio, y en todas las poesías plasmó sus preocupaciones estéticas. Si la pareja fomada por Dánae y Venus y Adonis fue planteada como demostración de la tridimensionalidad de la pintura, con Perseo y Andrómeda anuncia un nuevo punto de vista. En esta y su compañera, El Rapto de Europa, los escorzos son más acusados y las figuras abandonan la disposición paralela al plano pictórico. Las composiciones ganan profundidad.

Tiziano. Diana y Acteón, 1556-1559. National Galleries of Scotland
Dentro de la serie de las "poesías" pintada para Felipe II en la década 1550, Tiziano consideró a Diana y Acteón y Diana y Calisto como trabajos para colgar en una misma pared, apareciendo elementos similares -la distribución de las figuras en V y el empleo de diagonales cruzadas- en ambas como si formaran parte de un conjunto. Estos dos trabajos se incorporaron más tarde a la serie, creando un conjunto en el que la belleza femenina resulta la principal protagonista.Acteón era hijo de Autonoe y nieto de Cadmo, el fundador de Tebas. Agotado por la sed, durante una cacería, entró en una gruta donde manaba una fuente. Era esa la fuente predilecta de Diana y allí solía bañarse por lo que Acteón sorprendió a la diosa desnuda, en pleno baño. La irritación de la diosa fue tal que arrojó a la cara de Acteón unas gotas de agua que transformaron al joven en ciervo. Acteón salió corriendo de la cueva y sus propios perros le devoraron.Tiziano cambia la gruta donde se desarrollan los hechos por una construcción abovedada, corriendo el joven un cortinaje que le permite ver a Diana y sus ninfas desnudas.

En Diana y Acteón y Diana y Calisto, Tiziano quiso enfatizar un amplio elenco de posturas y emociones y la sorpresa de Acteón ante la desnudez de Diana, en línea con las representaciones de affetti habituales entonces en Italia. Las escenas acrecientan paulatinamente su dramatismo y la paleta se oscurece; las pinceladas son cada vez más breves y deshechas y el pigmento menos puro. El resultado es un tratamiento más emocional de los temas.

El término poesías se aplicaba en el s XVI a las pinturas concebidas para el deleite de los sentidos, no con intención didáctica o moralizante. 

Para Lodovico Dolce, contemporáneo de Tiziano, la pintura, como la poesía, estaba destinada a deleitar, a satisfacer los sentidos (Venecia, 1508 o 1510 - íd., 1568) fue un gramático, editor y escritor polemista italiano.

Sabemos que Tiziano participaba de aquellos debates y defendía las posibilidades de la pintura de representar las tres dimensiones y la concepción de las poesías como sucesión pareada de contrapposti, de visiones opuestas.

Tiziano. Dánae. The Wellington Collection
Dánae ilustra el momento en que Júpiter la posee en forma de lluvia de oro. Tiziano pintó la primera Dánae en Roma en 1544-45 para el cardenal Alessandro Farnese y aludía a los amores del cardenal con una cortesana. Esta Dánae fue modelo para la de Felipe II, donde Cupido fue sustituido por una anciana celadora, cuya inclusión enriquece la pintura al brindar sofisticados contrapposti: juventud frente a vejez; belleza frente a fealdad; figura desnuda frente a vestida.
Felipe II recibió la obra que ahora se conserva en la colección Wellington en 1553 y permaneció en la colección real española, primero en el Alcázar y después en el Buen Retiro, hasta que, tras la Guerra de la Independencia, Fernando VII se la regaló al duque de Wellington. Su tamaño original era similar al de Venus y Adonis, pero a finales del siglo XVIII se eliminó el tercio superior por razones de conservación. Descripciones antiguas y una copia flamenca, revelan que en ese tercio superior se incluía el rostro de Júpiter y un águila con los rayos, atributos del dios.

Años más tarde, en 1565, Tiziano pintó la Dánae que se conserva en el Prado con una factura más deshecha y una extraordinaria calidad. El responsable de su llegada a España fue Velázquez, a quien en 1634 Jerónimo de Villanueva abonó mil ducados por dieciocho pinturas para el adorno del Buen Retiro, entre las que figuraba la Dánae de Tiziano. Por otro documento sin fechar, que recoge la entrega material de las pinturas por parte de Villanueva, sabemos que esta Dánae poseía un formato apaisado, muy distinto al prácticamente cuadrangular de la pintada para Felipe II. Parece plausible que Velázquez adquiriese la Dánae en su primer viaje a Italia (1629-31); de hecho, el lote de obras vendidas en 1634 incluía varias propias que fueron pintadas entonces, como La túnica de José (Monasterio del Escorial) o la Fragua de Vulcano (Museo del Prado, P1171).
Que no se realizasen para un recinto determinado y preexistente (el rey no poseía entonces una residencia estable) pudo tener consecuencias estéticas: Tiziano se preocupaba por las condiciones lumínicas de los espacios donde se colgarían y la falta de referencias en ese sentido podría explicar la uniformidad lumínica de estos trabajos: las figuras apenas proyectan sombras.

Tiziano. Diana y Calisto, 1556-1559. National Galleries of Scotland
Su fuente principal fue Ovidio (Las metamorfosis), que refleja la peculiar relación entre la diosa Diana y su doncella Calisto. Es especialmente propicio para su representación el momento dramático en que la diosa Diana descubre que su doncella, Calisto, ha quedado embarazada de Zeus (Júpiter en la mitología romana), quien había tomado la forma de Diana para conseguir tener amores con Calisto.

Perseo y Andrómeda - Wallace Collection
.Andrómeda era hija de Cefeo, rey de Etiopía, y de Casiopea. Esta pretendía ser más bella que las Nereidas quienes solicitaron a Poseidón que las vengase de tal insulto. El oráculo de Amón predijo que para evitar el castigo del dios, Andrómeda debía ser expuesta como víctima expiatoria. La doncella fue encadenada a unas rocas donde fue vista por Perseo, que regresaba de matar a la Medusa. El héroe se enamoró de la joven y prometió a Cefeo liberar a su hija si se la entregaba por esposa. Perseo venció al monstruo enviado por Poseidón y se casó con la bella Andrómeda.Tiziano presenta el momento en que Perseo lucha contra el monstruo, episodio que es contemplado por la bella Andrómeda encadenada a las rocas. El héroe aparece en una postura tremendamente escorzada, al igual que el monstruo marino o la propia Andrómeda. De esta manera, Tiziano se relaciona con las ideas manieristas que tanto le interesaron. La doncella recibe un intenso haz de luz que resbala por su cuerpo y resalta su sensual anatomía. El resto de la composición queda en penumbra para acentuar el dramatismo y la violencia del momento, anticipándose así al Barroco.Los colores son cada vez más limitados, empleando una pincelada rápida y empastada con la que consigue dotar de un aspecto abocetado al conjunto. De esta manera obtiene unos efectos atmosféricos que serán admirados por los maestros del Barroco, Rubens y Rembrandt especialmente.

Tiziano pintó el primer Venus y Adonis, perdido y conocido por copias, a finales de la década de 1520. Tras su experiencia en el Camerino d`Alabastro, que le permitió familiarizarse con textos mitológicos, Tiziano debió sentirse lo suficientemente seguro para visualizar una escena que no incluyó Ovidio ni ninguna otra fuente clásica o contemporánea: Adonis desasiéndose del abrazo de Venus.

Venus y Adonis es un cuadro pintado por Tiziano en 1554 que se encuentra expuesto en el Museo del Prado de Madrid.
La pintura ilustra uno de los episodios recogidos por Ovidio en sus famosas Metamorfosis. La obra ofrece una imagen de Venus parcialmente de espaldas, concebida por Tiziano para ser contemplada y contrapuesta a la Dánae (rigurosamente frontal), que él mismo había pintado poco antes (Londres, duques de Wellington), y con la intención de que ambas obras se mostrasen en la misma estancia en armónica contraposición.

Si creemos a Pacheco, el suegro de Velázquez, Rubens copió todos los cuadros de Tiziano durante su estancia en la corte madrileña, entre 1628 y 1629. El estudio de la pintura del maestro de la escuela veneciana fue muy fructífero para el flamenco ya que en Tiziano encuentra la técnica que confirma su propio ideal artístico: un tratamiento colorista obtenido gracias a pequeños golpes de color y breves pinceladas, como si de un mosaico líquido se tratara.Entre las escenas mitológicas que Rubens copió en Madrid se encuentra el Venus y Adonis que hoy guarda el Museo del Prado. La copia desgraciadamente ha desaparecido, pero nos podemos hacer una idea aproximada de cómo era gracias a esta versión pintada años más tarde.Tomando como fuente la "Metamorfosis" de Ovidio, se narra la historia de Adonis: Venus y Perséfone se prendaron de su belleza y tuvo que ser Zeus quien zanjara la cuestión, decidiendo que Adonis viviera un tercio del año con Afrodita, el otro con Perséfone y el tercero donde quisiera. Sin embargo, los dos tercios del año los pasaba Adonis en compañía de Afrodita. Por razones desconocidas, Artemisia montó en cólera contra el joven muchacho y durante una cacería envió contra él un jabalí, que lo hirió mortalmente. De esta manera, Perséfone, diosa de los Infiernos, disfrutaría en exclusiva del joven.En la composición del Metropolitan observamos cómo la diosa sujeta al joven cazador para evitar su desgraciado final, al igual que Cupido, mientras Adonis, de espaldas, se gira para tranquilizar a su amada, resultando muy interesante el juego de miradas entre ambos personajes. Delante del cazador observamos una pareja de perros dispuesta a emprender la marcha.La estructura de la composición es un marcado triángulo que tiene como uno de sus vértices la cabeza del bello joven, esquema habitual del Renacimiento. Sin embargo, el dinamismo del conjunto y la disposición en diagonal de Venus son elementos habituales del Barroco. Las monumentales figuras se hallan en un paisaje cargado de poesía donde observamos una amplia perspectiva, pudiendo aludir a la transformación final de Adonis en un elemento del ciclo de la naturaleza, situándonos ante una escena de contenido simbólico.

Venus y Adonis, 1635 (versión del Museo Metropolitano de Arte)

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