jueves, 24 de agosto de 2023

LXXII - (4)Antoni Gaudí - Parque Güell

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Parque Güell

El parque Güell (parc Güell en catalán y Park Güell en su denominación original) es un parque público con jardines y elementos arquitectónicos situado en la parte superior de la ciudad de Barcelona (España), en las estribaciones de la sierra de Collserola. El parque se halla en la ladera sur del monte Carmelo (barrio de La Salud, en el distrito de Gracia) y colindante a la ladera norte donde se encuentra el parque del Carmelo (barrio de El Carmelo, del distrito de Horta-Guinardó). Ideado como urbanización, el parque fue diseñado por el arquitecto Antoni Gaudí, máximo exponente del modernismo catalán, por encargo del empresario Eusebi Güell. Construido entre 1900 y 1914, fue inaugurado como parque público en 1926.

Collserola vista desde Barcelona

La sierra de Collserola (o macizo de Collserola es un área montañosa y parque periurbano situado en la provincia de Barcelona, cerca de la ciudad del mismo nombre. Es uno de los parques metropolitanos más grandes del mundo.

El parque fue concebido por Güell y Gaudí como un conjunto estructurado donde, dentro de un incomparable marco de belleza natural, se situarían unas viviendas de alto standing, con todos los adelantos tecnológicos de la época para procurar el máximo confort y con unos acabados de gran calidad artística. 

Asimismo, idearon un conjunto impregnado de un fuerte simbolismo, ya que procuraron sintetizar en los elementos comunes del parque muchos de los ideales tanto políticos como religiosos que compartían mecenas y arquitecto: así, son perceptibles en el conjunto conceptos procedentes del catalanismo político —sobre todo en la escalinata de acceso, donde se representan los Países catalanes— y de la religión católica —en el monumento al Calvario, ideado en principio como capilla—. También es importante el elemento mitológico: según parece, Güell y Gaudí se inspiraron en el templo de Apolo de Delfos para su concepción del parque. 


Las ruinas del Templo de Apolo en Delfos, que se remontan al siglo iv a. C., pertenecen a un templo dórico periptero. Fue edificado sobre los restos de un templo anterior, fechado en el siglo vi a. C., que a su vez fue erigido en el emplazamiento de otro del siglo vii a. C. Su construcción se atribuye a los arquitectos Trofonio y Agamedes.

Mapa de la zona de Grecia central donde se ubican algunas de las principales ciudades de la antigua Fócida y en el que se aprecia la ubicación de Delfos.

​En el parque Güell desplegó Gaudí todo su genio arquitectónico y puso en práctica muchas de sus innovadoras soluciones estructurales que serían emblemáticas de su estilo organicista y que culminarían en la Sagrada Familia.


Pabellones de entrada


Pabellón de administración


Una casa de cuento que fue de un portero

Los pabellones de entrada son del más puro estilo gaudiniano, con una estructura orgánica reflejo del profundo estudio que Gaudí hacía de la naturaleza. Realizados con mampostería de piedra del lugar, destacan por sus bóvedas en forma de paraboloide hiperbólico,  cubiertas con cerámica de vivos colores.

Escalinata de entrada al recinto
Primera fuente del parque Güell
La primera fuente tiene forma trapezoidal, con una composición naturalista de falsos troncos, estalactitas y vegetación por donde cae el agua a una pequeña alberca.​ Su forma parece evocar un lugar llamado L'Argenteria, en el desfiladero de Collegats en el curso del río Noguera Pallaresa. En esta fuente Gaudí situó un círculo como símbolo del mundo y un compás como símbolo del arquitecto

Del vestíbulo de entrada parte una escalinata que conduce a la sala Hipóstila —pensada como mercado de la urbanización—, construida entre 1900 y 1903. Dividida en dos ramales, tiene 45 escalones, en tres tramos de once escalones y uno de doce, con una longitud total de 20 m y una anchura de 8,1 m. Los muros que circundan la escalinata son de forma elíptica, con una altura máxima de 5,8 m​ Son de cerámica, en alternancia de placas convexas blancas y otras cóncavas de colores variados, con una superficie de forma alabeada; estos muros están rematados por almenas, sobre una cornisa de piedra rústica que contiene jardineras de plantas colgantes. Muchas de estas piezas cerámicas fueron diseñadas por Pau Pujol, de la fábrica Pujol i Bausis.

Banco en forma de odeón

Segunda fuente
La segunda fuente tiene forma de medallón de marco tórico y contiene el escudo de Cataluña y una serpiente, como alusión a la medicina —o bien en representación de la serpiente Nejustán que llevaba Moisés en su cayado—,​ rodeados de frutos de eucalipto.

En la tercera fuente se halla un dragón o salamandra hecho de ladrillo rasilla revestido de trencadís de colores, de 2,4 m de longitud. Existen diferentes versiones sobre su significado: puede representar la salamandra alquímica, que simboliza el elemento fuego; el mitológico Pitón del templo de Delfos; o bien el cocodrilo que aparece en el escudo de la ciudad de Nîmes, lugar donde se crio Güell.
El trencadís (término de la lengua catalana o de la valenciana que podría traducirse como troceado o 'picadillo') es un tipo de aplicación ornamental del mosaico a partir de fragmentos cerámicos —básicamente azulejos— unidos con argamasa; muy habitual y característico en la arquitectura modernista catalana​ y el modernismo valenciano



Sobre la escalinata se sitúa la «sala Hipóstila» o Sala de las cien columnas —también llamado «templo Dórico»—, de 1500 m², que sirve de soporte a la plaza superior. Con 43 m de longitud, tiene planta cuadrada, excepto en el lado de la escalinata, donde está recortada en los laterales a modo de chaflanes.​ Construida entre 1908 y 1909, esta sala fue pensada para funcionar como mercado para el barrio residencial que Gaudí estaba creando, pero tal función quedó desestimada tras el fracaso del proyecto.

Está compuesta por 86 columnas estriadas, de 6,16 m de alto y 1,20 m de diámetro, confeccionadas de mortero y escombro simulando mármol, y tienen revestimiento de trencadís, hasta una altura de 1,80 m.​ Las columnas exteriores están ligeramente inclinadas para lograr un mejor equilibrio estructural. Son de orden dórico.


El punto central del parque lo constituye una inmensa plaza —la plaza de la Naturaleza— de forma oval de 2694 m² (86 m de largo por 43 m de ancho), construida entre 1907 y 1913.​ Según el plano original, la plaza central debía ser un teatro griego, apto para las reuniones comunitarias y para la celebración de eventos culturales y religiosos.​ En su parte exterior contiene una cornisa cubierta de gárgolas con forma de cabeza de león para desaguar la lluvia, así como triglifos y pequeñas figuras en forma de gota de agua.


En el borde exterior, que sirve de balcón a la escalinata y la entrada del parque, se halla un banco de forma ondulada, de 110 m de longitud, recubierto de pequeñas piezas de cerámica y cristal obra de Josep Maria Jujol, con una de las técnicas preferidas del arquitecto, el trencadís.​ En el otro extremo la plaza termina en un muro excavado en la montaña, que hace el efecto de un anfiteatro, sobre el cual hay un paseo de palmeras cerrado en la vertiente montañosa por un muro de columnas con forma de palmera. En esta pared había unas cuevas naturales que hoy día se utilizan como servicios

Los caminos y viaductos

Gaudí construyó una serie de viaductos para transitar por el parque, lo suficientemente anchos para el paso de carruajes y con unos caminos porticados por debajo para el paso de transeúntes. Los caminos tienen una longitud total de tres kilómetros, que salvan el desnivel de la montaña (60 m) y comunican de forma óptima el nivel inferior con el superior. Hay también unos pequeños senderos de piedra que intercomunican estos viaductos a modo de atajos, a veces con escalones. Cada variante de camino tiene un ancho distinto: 10 m para la avenida principal, 5 m para las calles y de 1 a 3 m para los senderos.​ Gaudí procuró integrar estos viaductos en la montaña de la forma más natural posible, por lo que no hizo desmontes, sino que adaptó los caminos a la topografía y añadió donde era preciso muros de contención.


Pórtico de la Lavandera 
Apodado así por una columna de tipo cariátide esculpida en forma de lavandera, aunque otros estudiosos ven en la forma de esta columna una imitación de La portadora de ofrendas, una famosa estatuilla egipcia conservada en el museo del Louvre. Este pórtico tiene forma de claustro románico —posiblemente inspirado en el de la catedral de Elne—, soportado por columnas dobles, las exteriores verticales, con forma de palmera, y las interiores inclinadas para soportar mejor el peso.


Viaducto de las Jardineras


Gruta de la «pata de elefante»
En la entrada se sitúa un vestíbulo de 400 m² para organizar los accesos al parque, a cuyos lados se sitúan dos áreas de servicio a modo de grutas: la de la izquierda estaba pensada para garaje y almacén, aunque actualmente alberga un bar y unos aseos; la de la derecha estaba destinada a refugio de carruajes. Esta última tiene una sala circular de bóveda tórica sostenida por una columna central de forma cónica, con una estructura que recuerda las patas de un elefante; dicha columna es semejante a la de la cripta del monasterio de Sant Pere de Rodes, posible lugar de inspiración del arquitecto.​ Ambas áreas de servicios tienen unos muros revestidos de cerámica de trencadís de diversos colores, rematados por almenas.



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