martes, 28 de enero de 2014

Felipe II

Felipe II de Castilla, I de Aragón y I de Portugal, conocido como “ El Rey Prudente”, nació en Valladolid, España, el 21 de mayo de 1527. Sus padres fueron el emperador Carlos V e Isabel de Portugal. Fue jurado como heredero de la corona de Castilla el 10 de mayo de 1529 en el madrileño convento de San Jerónimo.

Asumió el trono español tras la abdicación de su padre Carlos en 1556 y hasta 1598 gobernó el vastísimo imperio integrado por Castilla, Aragón, Cataluña, Navarra, Valencia, el Rosellón, el Franco-Condado, los Países Bajos, Sicilia, Cerdeña, Milán, Nápoles, Orán, Túnez, Portugal y su imperio afroasiático, toda la América descubierta y Filipinas.

Felipe II por Sofonisba Anguissola, 1565 (Museo del Prado, Madrid, España)

Después de viajar por Italia, los Países Bajos y ser reconocido como sucesor regio en los Estados flamencos y por las Cortes castellanas, aragonesas y navarras, se dedicó plenamente a gobernar desde la Corte madrileña con gran empeño.


La monarquía de Felipe II se apoyaba en un gobierno de consejos, secretarios reales y una poderosa administración centralizada aunque las bancarrotas, las dificultades económicas y los problemas fiscales fueron las principales características del reinado.

Los problemas internos del reinado de Felipe II fueron sobre todo relacionados con la traición de familiares y personas en que se fiaba el emperador. Fue el caso de Carlos, príncipe heredero, que fue arrestado debido a sus contactos con los miembros de una presunta conjura sucesoria promovida por parte de la nobleza contra Felipe. Y también  de su secretario Antonio Pérez, que era un personaje muy notable en el gobierno hasta que fue destituido y acusado de corrupción.

En política exterior,  fueron los matrimonios que contrajó que le permitieron proteger su imperio: se casó por primera vez con María de Portugal en 1543 y tras su muerte, con María I Tudor, reina de Inglaterra, en 1554. Su tercer matrimonio fue con la francesa Isabel de Valois en 1559 y al quedarse nuevamente viudo y sin herederos varones, se casó por cuarta vez, en 1570, con su sobrina Ana de Austria, madre del sucesor al trono español, Felipe III.

La unidad religiosa fue una prioridad en la vida de Felipe II y uno de los principos rectores de su política europea: se convirtió en un guardián fervoso del catolicismo y  constituyó la llamada Liga Santa para defender esta fe tan preciosa y amenazada por las incursiones berberiscas y turcas en las costas mediterráneas y el imperio Otomano.

En 1565, a pesar de la victoria frente a los berberiscos en Malta, continuó la hostilidad con los otomanos. Don Juan de Austria, al mando de la flota naval, obtuvo una gran victoria, aunque no la definitiva, en la batalla de Lepanto en 1571. En el interior peninsular también se produjeron sublevaciones moriscas como, por ejemplo, en las Alpujarras granadinas.

Durante su reinado, Felipe II tuvo que afrontar numerosos conflictos externos: España luchó con Francia por el control de Nápoles y el Milanesado; y debido al elevado gasto económico de estas pugnas, pactaron la paz en Cateau-Cambrésis en 1559.

Escudo de Inglaterra de María y Felipe como monarcas de Inglaterra. En la parte de la izquierda pueden observarse las armas de este último y sosteniendo el escudo la figura del Águila de San Juan, adoptada de la heráldica de los Reyes Católicos.


Las relaciones con Inglaterra y la lucha de ambos países por el control marítimo chocaron a partir de la muerte de la esposa de Felipe II, María Tudor. La hostilidad concluyó en 1588 con la derrota de la Armada Invencible, capitaneada por el duque de Medina-Sidonia, hecho que marcó el inicio del declive del poder naval español en el Atlántico.

Tampoco pudo solucionar el conflicto político-religioso generado en los Países Bajos. Ninguno de sus gobernadores consiguió mitigar la sublevación de los Estados Generales y la definitiva emancipación de Holanda, Zelanda y el resto de las Provincias Unidas.

A pesar de todos estos problemas, Felipe II logró un gran triunfo político al conseguir la unidad ibérica con la anexión de Portugal y sus dominios, al hacer valer sus derechos sucesorios en 1581 en las Cortes de Tomar. Completó la obra unificadora iniciada por los Reyes Católicos. Se apartó la nobleza de los asuntos de Estado, siendo sustituida por secretarios reales procedentes de clases medias al mismo tiempo que se dio forma definitiva al sistema de Consejos. Se impuso prerrogativas a la Iglesia, se codificaron leyes y se realizaron censos de población y riqueza económica.




El primer mapa  muestra los territorios que gobernaba Carlos V en 1555 y el segundo muestra la herencia que le dejó a su hijo Felipe II

Matrimonios e hijos:

Casó en primeras nupcias con su prima hermana María Manuela de Portugal (1527-1545) el 15 de noviembre de 1543. Tuvieron un único hijo:
  • Carlos de Austria (1545-1568), Príncipe de Asturias.
Casó en segundas nupcias con su tía segunda María I de Inglaterra (1516-1558), en Winchester el 25 de julio de 1554. No tuvieron hijos.

Su tercer matrimonio con Isabel de Valois (1545-1568) tuvo lugar el 22 de junio de 1559. Tuvieron dos hijas:
  • Isabel Clara Eugenia (1566–1633), casada con su primo hermano, el Archiduque Alberto de Austria.
  • Catalina Micaela (1567–1597), casada con Carlos Manuel I, Duque de Saboya.

Casó en cuartas nupcias con Ana de Austria (1549-1580), el 14 de noviembre de 1570. Era hija de su primo Maximiliano II y su hermana María de Austria y Portugal. Tuvieron cuatro hijos y una hija:
  • Fernando (4 de diciembre de 1571 – 18 de octubre de 1578), Príncipe de Asturias.
  • Carlos Lorenzo (12 de agosto de 1573 – 30 de junio de 1575).
  • Diego Félix (15 de agosto de 1575 – 21 de noviembre de 1582), Príncipe de Asturias.
  • Felipe (14 de abril de 1578 – 31 de marzo de 1621), Príncipe de Asturias, futuro rey de España como Felipe III.
  • María (14 de febrero de 1580 – 5 de agosto de 1583).

María Manuela de Portugal, (Coímbra, Portugal; 15 de octubre de 1527 - Valladolid, España; 12 de julio de 1545) princesa consorte de Asturias e infanta de Portugal, por su matrimonio con el entonces príncipe Felipe II, hija de la archiduquesa Catalina de Austria -infanta de España y hermana de Carlos I de España y V de Alemania- y de Juan III el Piadoso.




María I de Inglaterra, conocida como María Tudor (Greenwich, Inglaterra, 18 de febrero de 1516 - Londres, Inglaterra, 17 de noviembre de 1558), fue reina de Inglaterra e Irlanda desde 1553, siendo la tercera mujer en acceder al trono inglés, después de Matilde de Inglaterra y de su prima segunda Juana Grey. Era hija de Enrique VIII y Catalina de Aragón.

Fue la cuarta monarca de la dinastía Tudor; recordada por abrogar las reformas religiosas introducidas por su padre, Enrique VIII, y por someter de nuevo a Inglaterra a la autoridad del Papa, el 30 de noviembre de 1554, con el apoyo del Cardenal Reginald Pole. En dicho proceso, condenó a casi 300 religiosos disidentes a morir en la hoguera en las Persecuciones Marianas, recibiendo por ello de la historiografía protestante el apodo de María la Sanguinaria (en inglés, Bloody Mary). El restablecimiento del catolicismo romano fue revertido por su sucesora y hermana, Isabel I, hija del rey Enrique VIII (padre de ambas) y su segunda esposa, la dama de compañía de Catalina y después reina Ana Bolena.

Cuando su marido ascendió al trono español como Felipe II, ella se convirtió en reina consorte de España.




Isabel de Valois, Isabel de Francia o Isabel de la Paz (Fontainebleau, Francia; 13 de abril de 1546 - Madrid, España; 3 de octubre de 1568), fue la tercera esposa del rey Felipe II de España —fruto del Tratado de Cateau-Cambresis que estableció la paz entre España y Francia— y reina consorte de España.

Isabel de Valois fue hija del rey Enrique II de Francia y Catalina de Médicis.
Su infancia es algo incierta. Pero se cree que estuvo marcada por la relación de su padre con Diana de Poitiers, quien nunca ocultó sus amoríos reales.


El primer pretendiente de Isabel fue Eduardo VI de Inglaterra, pero falleció en 1553. Su sustituto fue el príncipe Carlos de Habsburgo, pero al quedar viudo por segunda vez su padre, Felipe II de España, los planes se modificaron y Felipe se convirtió en el esposo de la joven Isabel. La boda por poderes tuvo lugar el 22 de junio de 1559 en París. El rey Felipe II fue representado por Fernando Álvarez de Toledo y Pimentel, el el Gran Duque de Alba.

(Carlos de Habsburgo (Valladolid, 8 de julio de 1545–Madrid, 24 de julio de 1568) fue un Príncipe de Asturias. Caracterizado por su complexión débil y enfermiza, fue hijo de Felipe II y su primera esposa María Manuela de Portugal.)
Isabel de Valois, atribuido a Sofonisba Anguissola.

Ana de Austria, (Cigales, 1 de noviembre de 1549 – Badajoz, 26 de octubre de 1580), reina consorte de España y de Portugal, fue la cuarta esposa de Felipe II.

Nació archiduquesa de Austria, fue hija del emperador Maximiliano II (1527–1576), primo del rey Felipe II, y de la emperatriz María de Austria (1528–1603) que fue hermana de Felipe II. La acusada consanguinidad entre los cónyuges provocó que el Papa Pío V mostrara sus reservas respecto a este enlace pero finalmente otorgó la necesaria dispensa. Las capitulaciones del matrimonio entre Felipe II y la archiduquesa Ana de Austria se firmaron en Madrid el 24 de enero de 1570. La boda, celebrada por poderes, tuvo lugar en el Castillo de Praga el 4 de mayo de aquel año y la nueva Reina desembarcó en España, en el puerto de Laredo, el 3 de octubre.





Sofonisba Anguissola

(Sofonisba Anguissola o Anguisciola; Cremona, 1527-Palermo, 1623) Pintora italiana, la más famosa del Cinquecento en Italia y España. En su período de formación en el taller de Bernardino Campi, entre 1546 y 1549, adquirió los fundamentos de su estilo minucioso y pulcro. Pero pronto superó en fama a su maestro y marchó a Madrid, donde en 1559 la esperaba Felipe II para encargarle numerosos retratos de la familia real. En 1580 regresó a Italia, donde prosiguió su obra, sobre todo de retratos y escenas de género como el Retrato de una monja (Colección Yarborough, Londres), su Autorretrato (Museo Poldi Pezzoli, Milán) o La partida de ajedrez (1555, Colección Radzinsky, Poznan), hasta que, ya mayor, la ceguera le privó de seguir practicando la pintura.


Autorretrato
De origen noble, Sofonisba Anguissola estudió junto con dos de sus cinco hermanas (las también pintoras Elena y Lucía) bellas artes, música y humanidades en Cremona con Bernardino Campi y posteriormente con Bernardino Gatti. Destacó como pintora de retratos individuales y de grupo, como el de La partida de ajedrez (1555), en el que retrató a sus hermanas. Tratadistas contemporáneos como Vasari o Anibale Caro dedicaron alabanzas a su obra; también Miguel Ángel Buonarrotti conoció sus dibujos y le mandó algunos bocetos suyos para contribuir a su formación.

En 1559, a instancias de Fernando Álvarez de Toledo, duque de Alba, que conocía su fama en Italia, fue llamada por Felipe II a su Corte como dama de honor de Isabel de Valois. Se le concedió una pensión de cien ducados anuales, a la que se añadían 800 liras imperiales de renta para su padre, Amílcar Anguissola. Sofonisba llegó a España a finales de ese año, poco antes de la celebración de las bodas de Felipe II e Isabel de Valois, de cuyo cortejo formaba parte. Una vez instalada en la Corte, comenzó a dar clases de pintura a la reina y a algunas infantas y miembros de la alta nobleza. Su habilidad como maestra cobró una fama similar a la de su producción pictórica.

Sofonisba Anguissola - "La dama de armiño", 1580 (atribuido durante años a El Greco)

La ausencia de la firma de la autora en sus obras ha dificultado la identificación de sus cuadros, atribuidos a otros pintores de la Corte de Felipe II hasta fechas recientes, en que se inició el estudio de su etapa española. En 1561, por encargo del papa Pío IV, Sofonisba Anguissola realizó un retrato de Isabel de Valois que fue enviado a Roma y proporcionó a la pintora fama entre los personajes de la Corte y la realeza. Pintó otro retrato de la reina que sirvió de modelo para el encargado a Alonso Sánchez Coello y, posteriormente, para el de Juan Pantoja de la Cruz y para la copia que realizó Rubens. Retrató también a la princesa Juana de Austria (Museo Steward Gardner, Boston, EE.UU.) y un pintó un Autorretrato que mandó a su familia. Sus cuadros destacan por el tratamiento de la luz, al estilo lombardo, y el colorido vivo de algunas pinceladas que hacen resaltar los rostros, las manos y los detalles sobre la oscuridad de los fondos.

Tras el fallecimiento de Isabel de Valois, Sofonisba Anguissola permaneció en España al cargo de la educación de las infantas Isabel Clara Eugenia y Catalina Micaela, mientras se iniciaban las gestiones para asegurar su futuro mediante la concesión de rentas propias y un matrimonio con un miembro de la nobleza. Se casó en Palermo con Fabrizio de Moncada, hermano del virrey de Sicilia, adonde se trasladó a vivir poco después. A la muerte de su marido, en 1579, volvió a su ciudad natal. En 1580 contrajo matrimonio con el noble genovés Orazio Armellino y se instaló en Génova.

Partida de Ajedrez

De la infanta Catalina Micaela hizo dos retratos, uno en 1585, que se conserva en el Museo del Prado, en Madrid, y otro en 1590 o 1595, titulado La dama del armiño (Pollock House, Glasgow, Reino Unido), atribuido anteriormente a El Greco, que se aparta de los convencionalismos del retrato cortesano. Enviudó por segunda vez y volvió a trasladarse a Palermo, donde residió hasta su muerte. Entre sus últimas obras se encuentra un Autorretrato (Gottfried Keller Stiftung, Berna, Suiza) pintado hacia 1610, en el que la pintora porta un papel con una dedicatoria al rey español.
Infanta Catalina Micaela
Infanta Isabella Clara Eugenia.c.1578.[Prado]

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