sábado, 1 de mayo de 2021

AMÉRICA LATINA ENTRE LO REAL Y LO FANTÁSTICO - (IV) La pintura de castas - (II) Juan Correa (mulato y nieto de una gaditana) - Sus obras en España

AMÉRICA LATINA ENTRE LO REAL Y LO FANTÁSTICO - (III) los pintores novohispanos más representativos del siglo XVII - Cristóbal de Villalpando - María Josefa Crescencia y Ortiz Téllez-Girón - Colegio de las Vizcaínas - El santuario de Nuestra Señora de Aránzazu - Ambrosio de Meave - Juan de Correa, pincha aqui

La conversión de Santa María Magdalena - Juan Correa - (1689) MéxicoEn la presente obra se aprecian dos escenas distintas, en las que se interpretan dos momentos en la vida de la santa: del lado izquierdo aparece la penitente, con joyas tiradas en el suelo que representan el desprendimiento de lo material. Las perlas representan tanto la lujuria como las lágrimas de arrepentimiento. El espejo se interpreta como metáfora de la vida contemplativa. Del lado derecho se advierte la imagen de la santa recostada dentro de unas grutas, con una calavera y un crucifijo que aluden a la vida terrenal y efímera. Esta obra al óleo sobre lienzo forma parte de la colección del Museo Nacional de Arte de la Ciudad de México. Tiene unas dimensiones de 166 x 107 cm.

La Pascua de María, ca. 1698, oleo sobre lienzo, Colección particular.

Virgen del Pópulo y arcángeles

El niño Jesús con ángeles músicos - Esta composición del artista novohispano está basada en un grabado en aguafuerte del artista checo Wenceslaus Hollar, que se ubica en la Galería Nacional de Praga, titulado "Concierto de querubines en la tierra". En este ejemplar, aparecen representados siete querubines tocando diversos instrumentos musicales como timbales, laúd, flauta y cuerno. Correa copia esta misma composición, sin embargo toma el querubín central para representar al Niño Jesús, sin alas, con cabellos que irradian luz, y porta en sus manos una partitura que los historiadores mexicanos han explicado que se trata del "Canon tres in unum" de Manuel de Sumaya. Es muy probable que en esta obra el artista aluda a su raza, pues él era mulato, ya que se aprecian dos ángeles de piel morena, ubicados uno al extremo izquierdo y el segundo detrás del Niño. La obra representa la importancia de la música en la liturgia, ya que tanto la vista como el oído eran considerados en aquella época como "los sentidos superiores". La obra tiene unas dimensiones de 143 x 76 cm y forma parte de la colección del Museo Nacional de Arte de la Ciudad de México. 

Juan Correa, mulato y nieto de una gaditana, se hizo con un nombre pese a su condición étnica

(Fuente: Diario de Jerez - 2010)

El prestigioso pintor mexicano Juan Correa (1646-1716), a quien acaba de atribuírsele la autoría de los dos lienzos hallados en La Oliva, era nieto de una gaditana. No fue éste el cebo que atrajo su obra a la provincia, a Vejer, sino el enorme prestigio del que se hizo merecedor el cotizado artista y el empecinamiento de algún devoto que la importó para donarla a la Virgen.

Su historia no es sólo la de uno de los pintores que mejor representan el arte del pincel en el último cuarto del siglo XVII novohispano, sino la de un artista cuya condición étnica -era mulato- no le impidió en aquellos tiempos hacerse con un hueco de honor en el panorama artístico y cultural del momento.

Fue nieto de Juan Correa, de la Villa de Albacete y de Juana María, nacida en Cádiz, quienes emigraron a la Nueva España. Allí nació su padre, el conocido cirujano Juan Correa y su madre, Pascuala de Santoyo, una morena libre que, antes de casarse con el médico, tuvo cuatro hijos ilegítimos como esclava, de un caballero de Santiago llamado Alonso de Santoyo. Al morir éste le dejó una considerable fortuna que le sirvió para comprar la libertad de la familia.

Pero la etnia del pintor, que quedó registrada en varios documentos en que se le denomina "pardo", es decir, mulato, no le apartó de una brillante carrera.

Hace siglos que en el lateral izquierdo de la Ermita de Nuestra Señora de la Oliva se aprecian dos imponentes lienzos enmarcados en molduras nobles de gran empaque. Sendas imágenes pertenecientes a San José con el Niño y a San Juan Bautista han convivido históricamente con los vejeriegos y devotos, tan vinculados a la Virgen que da nombre a su parroquia. Pero ninguno podía imaginar que tras los bellos trazos de rasgos indianos de las figuras que copan sendas piezas se escondía la mano del prestigioso artista del barroco mexicano Juan Correa, el pintor guadalupano por excelencia, cuya obra sólo puede equipararse a lo que, en este lado de la orilla, representan Zurbarán o Velázquez en la imaginería religiosa española.

Como gran devoto de la Virgen de Guadalupe, se convirtió además en todo un promotor de su culto, convirtiéndose en el pintor guadalupano por excelencia. De hecho, fue el primer artista novohispano al que se le permitió realizar un calco en papel aceitado de la auténtica imagen de la Guadalupana, exportando numerosos cuadros del tema por el mundo.

También contamos en España con varias obras suyas, aparte de estas dos últimas incorporaciones a su amplio catálogo. Su firma aparece así en el Museo de Antequera, en la iglesia de San Nicolás de Bari en Sevilla, una en Navarra y en una colección privada en Cataluña.

Entre sus grandes aportaciones destaca la incorporación de angelitos novohispanos, es decir, morenos o "de color quebrado", como se decía, con lo que quiso manifestar plástica y públicamente la igualdad espiritual de la condición humana, erigiéndose como un sello característico de su obra.

Descubren dos obras cumbres del Barroco mexicano en Vejer

La ermita de la Oliva es un santuario de estilo neoclásico cuya obra finalizó en 1779. Anteriormente y en el mismo lugar se erigía una pequeña basílica cristiana bendecida por el obispo Teodoracio en el año 678 y dedicada a mártires como Germán, Esteban, Servando, Rufina y Justa. La ermita, asentada en la ciudad gaditana de Vejer, está consagrada a la Virgen de Nuestra Señora de la Oliva que es visitada por multitud de devotos durante todo el año provenientes de todos los rincones de nuestra geografía..

Se considera que una de sus mejores obras es la “Asunción de la Virgen” de la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México; varias de sus obras de tema guadalupano llegaron a España, en Antequera (Málaga) existe una colección interesante en el Museo de la Ciudad sobre este pintor con pinturas relacionadas con la Virgen María; también pintó temas guadalupanos en Roma (1669).Juan Correa, Cristóbal de Villalpando y Miguel Cabrera son los tres grandes de la pintura barroca mexicana del siglo XVIII. 

Antequera es una ciudad y un municipio español de la provincia de Málaga, en Andalucía. Situada en el norte de la provincia, es el centro de la comarca que lleva su nombre y la cabeza del partido judicial homónimo. En 2015 contaba con 41 141 habitantes

El museo de la ciudad de Antequera es uno de los más importantes museos a nivel municipal de toda España. En su interior cuenta con 20 salas donde se exponen distintas colecciones desde los símbolos propios de la ciudad, yacimientos y restos arqueológicos hasta pinturas modernas. Además de las exposiciones permanentes cuenta con actividades culturales y talleres que le hacen ser una referencia para todos los habitantes de Antequera y sus visitantes.
El Palacio de Nájera, en el que se encuentra el Museo de la Ciudad, se ubica en el centro de Antequera, en la Plaza del Coso Viejo.

La Inmaculada Museo Antequera 

Dormición de la Virgen Museo Antequera 

El Museo Nacional de Escultura, perteneciente al Ministerio de Cultura de España, es un museo español situado en la ciudad de Valladolid (comunidad autónoma de Castilla y León).

Fachada principal del Museo Nacional de Escultura de Valladolid
Alberga esculturas desde la Baja Edad Media hasta inicios del siglo XIX, así como cierto número de pinturas de gran calidad (Rubens, Zurbarán o Meléndez, entre otros). Es la colección escultórica española más importante de la Península y una de las más destacadas de Europa de este ámbito temático. El Museo Nacional de Escultura es uno de los museos españoles más antiguos: fue fundado en octubre de 1842 como Museo Provincial de Bellas Artes.


Narra el origen milagroso de la imagen de la virgen de Guadalupe en cinco escenas independientes explicadas por un texto que ocupa la parte baja del cuadro; la relación entre cada escena y el párrafo correspondiente se establece mediante números. La superficie pintada se organiza en 3 franjas. En la superior y la inferior se disponen las 4 escenas de las apariciones de la Virgen al indio Juan Diego, ovaladas y enmarcadas por cueros recortados, a los que se añaden en las inferiores dos cabecitas aladas de querubines; están ordenadas de izquierda a derecha y de arriba abajo. En el centro se situa la escena principal: la creación milagrosa de la imagen sobre la tilma india, ante la autoridad eclesiástica representada por el obispo Zumárraga, arrodillado, con sus acompañantes; destacada por su mayor tamaño y su forma rectangular, está también enmarcada por cueros recortados en cuyos laterales, más desarrollados para evitar vacíos en la composición, se apoyan sendos ángeles arrojando las flores que acompañaron el prodigio.
Museo Nacional Valladolid
Marco: Altura = 311 cm; Anchura = 270 cm; Profundidad = 7 cm
Soporte: Altura = 293 cm; Anchura = 251 cm

Una guadalupana inédita de Juan Correa en el convento de San José del Carmen de Sevilla
En el catálogo de González Moreno se encuentran inventariados en Sevilla seis lienzos firmados por Juan Correa
El hallazgo de la firma de Juan Correa en una pintura de enorme atractivo de la iglesia conventual de las carmelitas descalzas de Sevilla supone un aporte de relevancia a la extensa producción guadalupana del pintor mexicano. La tipología de este lienzo responde a la composición clásica, que proliferó de forma abundante en el comercio artístico transatlántico durante el primer tercio del siglo XVIII. Sin embargo, en esta obra, aparte de la magnífica interpretación de los modelos figurativos de las escenas, nada comunes en cuanto a la perfección de sus diseños, sorprenden las innovaciones iconográficas introducidas en unas tarjas de tamaño excepcional respecto al normalizado. De todas las obras documentadas del pintor, estas escenas pueden considerarse únicas en su género, no sólo por el elaborado dibujo de la composición tetraepisódica sino por la cantidad de singularidades que ofrecen en su contenido. 

El convento de las Teresas o de San José del Carmen es un convento católico de clausura de monjas carmelitas descalzas que se encuentra en la ciudad española de Sevilla. Está declarado Bien de Interés Cultural, con la tipología de Monumento.
El convento de Las Teresas se ubica en el barrio de Santa Cruz, que constituye uno los sectores del conjunto histórico de la ciudad de Sevilla de mayor densidad patrimonial. Su arquitectura se encuentra inmersa en un parcelario densamente ocupado desde época medieval en el que se conserva el trazado sinuoso de sus calles, las relaciones volumétricas que cohesionan el conjunto de sus inmuebles y un valor ambiental de gran homogeneidad que confiere al edificio las características armónicas de su ubicación.

La Catedral Basílica Menor de la Inmaculada Concepción, pertenece a la Arquidiócesis metropolitana de Durango. Se ubica en el centro histórico de la ciudad de Victoria de Durango, frente a la Plaza de Armas. Es la representación arquitectónica más importante del estado, y una de las edificaciones más bellas del norte del país. Ocupa el lugar de la antigua parroquia de la Asunción.
Durango es un municipio de Vizcaya, en la comunidad autónoma del País Vasco en España. Ubicado en la comarca del Duranguesado, cuenta con una superficie de 10,79 km² y una población de 30 118 habitantes (2020). Se considera, por actividad económica y número de habitantes, la población más importante de la provincia después de las varias que conforman el Gran Bilbao. Ostenta los títulos de «Muy Noble y Muy Leal a la Corona Real villa de Durango».

Juan Correa: Pintor de la Virgen de Guadalupe  en la Catedral Basílica Menor de Durango


Juan Correa nunca se casó y fue hombre religioso tal como puede leerse en su testamento, del que hay una copia en el archivo parroquial de Mascaraque. Dejó como única heredera de sus bienes a su alma, es decir, que estos serian empleados para la realización de obras de caridad, misas o para la fundación de una capellanía que perpetuó en la iglesia de Mascaraque y cuyo primer beneficiario fue su sobrino Rodrigo de Vivar.

A Baltazar de Echave Orio se debe la primera copia de la Tilma de la Virgen de Guadalupe, firmada en 1606, que la reproduce de tamaño original (170x 111 cts.), donde se puede ver la unión de los dos ayates, estando sostenida de la parte superior, dejando ver los dobleces del lienzo a los lados, tal y como la había dejado Fray Juan de Zumárraga. Baltasar de Echave Orio llegó a la Nueva España en 1580 y casó en 1582 con Isabel Zumaya Ibía, hija del famoso pintor español Francisco de Zumaya. En el siglo XVII destacaron como pintores su hijo y su nieto, Baltasar de Echave Ibía y Baltasar de Echave y Rioja, quienes siguieron su escuela. Es una de las primeras representaciones de la Virgen del Tepeyac, realizada con extraordinaria precisión, pues reproduce fielmente el número de rayos, las estrellas y los arabescos de la túnica, dando cuenta a la vez de la devoción a la Virgen por parte de la élite de la sociedad española. La obra, que se encuentra en Madrid, de poseedor desconocido, pudo ser vista en México durante la exposición “Imágenes Guadalupanas” en 1987, destacando su marco de madera, bellamente grabado y pintado al estilo indígena.

En el salón de la Sacristía, junto al paño de “La Adoración de los Pastores al Niño Jesús”,  se encuentran tres cuadros más del pintor: el primero en el costado norte, junto al lienzo firmado por Correa, el lienzo “La Adoración de los Reyes Magos al Niño Dios”. El recinto alberga otros dos lienzos del mismo maestro, en el costado oeste: “La Resurrección de Jesús” y “La Ascensión de Nuestro señor Jesucristo”, formando con ello una imponente tetralogía.  - (Por Alberto Espinosa Orozco)

El convento de las Dominicas e iglesia de la Virgen del Rosario de Tudela (Navarra, España) es un templo construido en el siglo XVII, que se sitúa en la calle del mismo nombre del Casco Antiguo de Tudela.
El convento presenta una planta de cruz latina, con tres naves, separadas por columnas cruciformes, de cinco tramos y unos 30 m de longitud, cubierta por una bóveda de medio cañón con unos tramos de crucería estrellada gótica y cúpula en el crucero. Es de estilo manierista con decoraciones barrocas. La torre es octogonal y construida en ladrillo, coronado con un chapitel esférico con aguja y una veleta. La iglesia tiene una impresionante fachada manierista en piedra, típica del siglo XVII español, siguiendo el modelo de la madrileña Iglesia de las Mercedarias. Su retablo mayor es barroco del siglo XVII y se le atribuye al tudelano Francisco Gurrea, incorporando elementos churriguerescos, así como pinturas de Berdusán fechadas en 1689.

Panorámica de Tudela, con la Catedral en primer término dentro del Casco Antiguo de la ciudad y el Ensanche moderno al fondo
Tudela es un municipio y ciudad española de la Comunidad Foral de Navarra, situada a 94 km de la capital de la comunidad, Pamplona. Es la cabeza del partido judicial homónimo, cabeza de la merindad homónima y el centro económico y comercial de la Ribera de Navarra. También es el segundo municipio más poblado de Navarra con una población de 37 042 habitantes (INE, 2020).
Se ha rechazado la tesis de que Tudela fuera Tubela, supuesta población ibérica fundada en el año 142 después del Diluvio Universal (2163 a.C.) por Túbal, nieto de Noé e hijo de Jafet, desterrando el juego de palabras Túbal, Tubela, Tudela. Según el canónigo José Conchillos, fue el monje galo Fr. Juan Leyder en 1307 el primero en promulgar la idea, siendo posteriormente transmitida y propagada por multitud de autores de los siglos XVI y XVII (incluido el archivero Juan Antonio Fernández). Según esta leyenda, Túbal fundó dos poblaciones en Navarra, Tubala y Tubela, que con el tiempo se convertirían en Tafalla y Tudela.

Tudela. Dominicas. Inmaculada con don Pedro Ramírez de Arellano. Juan Correa. 1701

Al pincel de Juan Correa se deben dos lienzos, prácticamente iguales colección particular de Aberin y San Pedro de la Rúa de Estella-, con la imagen de la Virgen de los Remedios en su delicado altar decorado con dosel, frontal, candelabros y sus jarrones, unos verdaderos trampantojos. Según la tradición, la Virgen de los Remedios habría ayudado a los conquistadores en su empresa, quienes a partir de la derrota de Noche Triste, comenzaron a obtener distintas victorias sobre los indígenas. Por tal motivo, la Virgen de los Remedios siempre representó el bando opuesto a la Virgen de Guadalupe, que obviamente amparaba a la nación mexicana, a los indios y a los criollos.

Nuestra Señora de los Remedios. Juan Correa. Hacia 1700. Parroquia de San Pedro de la Rúa (Estella)

Nuestra Señora de Guadalupe. Juan Correa. Regalado a la Comunidad de MM. Recoletas de Pamplona por Miguel de Ostíbar, capellán entre 1677 y 1731
Los donantes se pueden clasificar por su status social, encontrando obispos, militares de distinta graduación, comerciantes y frailes, generalmente franciscanos.
También llama la atención el conjunto de tres lienzos con el tema de la Trinidad antropomorfa que remitió desde la capital novohispana el puentesino don Miguel Francisco Gambarte con destino a las parroquias de Puente la Reina y el convento de Santa Clara de Estella, en donde tenía una sobrina religiosa a la que dotó y envió otros presentes como un copón de plata sobredorada que se conserva y una custodia, desaparecida, con la imagen de anta Clara en el astil.
Quizás la pintura de la Virgen de Guadalupe, de cuantas llegaron a Navarra, que mayor culto tuvo fue la que presidió su retablo en la antigua iglesia del Colegio de los Jesuitas de Pamplona, todo ello costeado por don Agustín de Echeverz y su esposa, celebrando por primera vez su fiesta en 1690, el tercer domingo de septiembre
Al ser expulsados los Jesuitas, la fiesta y la pintura pasaron a la parroquia de San Lorenzo en donde la familia tenía su enterramiento. Actualmente, el mosaico de la Virgen de Guadalupe del retablo mayor de la citada parroquia no hace sino recordar el culto que a lo largo del siglo XIX aún poseía la Virgen de Guadalupe en el templo. La pintura original de fines del siglo XVII la hemos podido localizar, si bien se encuentra muy repintada.

El Convento de Agustinas Recoletas se encuentra en la plaza de las Recoletas (o plaza de los Ajos), en la ciudad de Pamplona, Navarra (España).
Fue construida en 1624 por el arquitecto y Trazador de Obras Reales y Maestro Mayor de la Villa de Madrid Juan Gómez de Mora, bajo el patronato de Juan de Ciriza, secretario de Felipe II y Catalina de Alvarado.
Sigue el modelo conventual del siglo XVII. Es similar al Convento de la Encarnación de Madrid.
En el interior hay un conjunto de retablos barrocos realizados en 1700 por Francisco Gurrea y García.
El templo estaba decorado por una colección de tapices basada en los cartones de Rubens.
El convento es de clausura, por lo que lo único que se puede visitar es su iglesia.



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